Sexo en la Costa Tropical (1ª parte)
Mi mujer y yo decidimos ir unos días de vacaciones y tener nuevas experiencias sexuales que nos encantó cada una de ellas.
Desde que regresamos de aquel pueblo Segoviano no habíamos tenido ningún encuentro liberal con nadie, nos entró esa ternura melancólica que se nos apetecía más follar entre nosotros que buscar a alguien. La verdad que teníamos amigos y amigas para follar y hacer una escapada pero no se nos apetecía, hasta que retomamos nuestros deseos más primarios y carnales.
A primero de Septiembre de 1999 hicimos una escapada de unos días a la costa de Granada, concretamente a Almuñécar. Conchi conoció en chat Terra, una red social que predominaba en aquella época a una chica Carmen de 23 años casada recientemente y bisexual con algo de experiencia, y su marido Carlos con 25 años que sin tener experiencia según ella quería probar un macho. Conchi con su gancho envolvió de sensualidad a aquella chica que raro era el día que no hablaran.
Conchi sabía que esta pareja iban a ir unos días a la Herradura un pueblo cercano a Almuñécar y me lo propuso. Ramón, quiere que vayamos a este lugar unos días, ya que no hemos salido de vacaciones este año y de paso conocemos a este matrimonio. Yo accedí como siempre a sus pretensiones, a mí la verdad que también se me apetecía. Le indiqué a mi mujer que eran muy jóvenes, que si ella le había dicho nuestra edad, se echó a reír y en un tono compasivo me dijo que siiiiii Ramón, y si no le interesamos por lo que sea ya cazaremos y empezó a reír de nuevo.
Al día siguiente de llegar a Almuñécar nos desplazamos a la playa de la Herradura, en frente de un chiringuito Tropical muy chulo, a la hora prefijada dejamos las cosas en la playa y nos dirigimos a ese chiringuito donde habíamos quedado con la pareja.
Ella rubia con los ojos claros muy linda y un cuerpecito de muñeca y él gordito algo tímido pero de buen ver, nos presentamos y los ojos de Carmen al ver a Conchi lo decían todo, mi mujer es que estaba muy buena y lo sigue estando. Enseguida entramos en conversación y nos quedamos a comer con ellos. Posteriormente nos fuimos los cuatro a la playa, ellas se sentaron juntas y no paraban de hablar y de mirarse, con algún tocamiento en sus piernas que nos hacía presagiar una buena follada. El en cambio no se abría mucho, ya casi a oscuras en la playa recogimos y nos tomamos algo en el mismo chiringuito.
Eran las diez de la noche y seguíamos en el mismo plan, eso sí con unas copitas en el cuerpo, hasta que Conchi rompió el hielo, bueno pareja que hacemos. Carlos se quedó mirando a Carmen y ella respondió, bueno no sé, tu que dices Carlos pasando la pelota a su marido, él respondió que si nos vamos a la casa estaríamos mejor, yo creía que no iba a dar esa respuesta.
Al entrar en su casa de la playa, Carmen quería ducharse y nos invitó a que lo hiciéramos juntos. Ella se desnudó totalmente tenía un culito precioso y Conchi lo hizo igualmente, a Carlos se le notaba el interés por mi mujer cuando la vio desnuda. Se ducharon juntas en el cuarto de baño y nosotros viendo cómo se enjabonaban, sus cuerpos se perdían en la espuma pero sus manos encontraban la carne deseada mientras se besaban enloquecidamente.
Miré a Carlos, y le dije, te gusta como gozan nuestras chicas?, el me miró contestándome, me están poniendo muy cachondo Ramón. Vamos a bañarnos con ellas le dije, nos desnudamos los dos, y nos metimos en la bañera con ellas. Carlos totalmente empalmado cogió a mi mujer por detrás cayéndole el agua de la ducha le refregaba su polla por el culo a Conchi mientras la manoseaba por todos lados, yo en cambio le cogí la mano a Carmen y me la arrimé a mi polla para que me masturbara, como así hizo, muy despacito hasta conseguir ponérmela tiesa.
Nos salimos de la bañera, nos secamos los cuatro y aún con el pelo húmedo nos fuimos a la cama. Carmen se puso espatarrada enseñándonos su coño depilado y asomando sus labios vaginales rositas apetecibles para comérselos como muy bien hizo Conchi mientras que con un dedo la masturbaba, haciéndole gemir al instante. Conchi con su culo en pompa apetecible para ser follada, como quería hacerlo Carlos, pero se lo impedí bajándome a su polla para chupársela que él lo aceptó con agrado cogiéndome la cabeza.
Al rato las dos chicas cambiaron de posición Conchi sin dejar de comerle el coño, le puso su clítoris a Carmen en la boca para que se lo comiera, era cierto ella si tenía experiencia, pero en cambio Carlos se notaba que no había tocado nunca una polla y mucho menos mamado. Cuando le puse mi polla en la boca a Carlos giró la cabeza pero yo insistí, abre esa boca cabrón obedeciéndome y tragando mi polla aunque al principio le daba arcadas luego me la chupaba bastante bien.
Algo fatigado al retirarme su boca de mi polla, me dijo tienes buena polla, Carlos en cambio la tenía chiquita pero siempre en erección permanente. Esta es la primera polla que te comes, el me dijo que si y te gusta? seguí preguntando, y sin decir palabra me la empezó a mamar de nuevo
Conchi y Carmen ya se habían corrido en sus bocas y se incorporaron viéndome como Carlos me la chupaba, su mujer le agarró la cabeza para que no sacara la boca de mi pene, y le dijo a su marido en tono irónico sabía yo que te gustaba cariño mamar una tranca, se acercó también ella a mi polla apartándole la cabeza a su marido y metiéndosela hasta su garganta, mientras miraba a Conchi.
Carlos en cambio se acercó a Conchi y empezó a besarla echándose encima de ella abriéndole las piernas para follársela, la bombeaba muy bien mientras Conchi le abrazaba la espalda hasta que se corrió y al retirarle la polla del coño de Conchi un gran chorro de leche le brotaba entre sus muslos. Carmen se dio cuenta dejó de mamarme la polla y se fue directa con la boca abierta a comerle el coño a Conchi lleno de leche, yo también hice lo mismo y entre Carmen y yo compartimos la leche de Carlos del coño de mi mujer para compartirla entre nuestras bocas y darnos un gran beso con lengua hasta tragarnos la última gotita y dejar el coño de Conchi limpio.
Las dos reclamaban mi polla, ya que Carlos se había rendido en el combate y se había ido a sentar en un sillón de la habitación contemplando como las dos hembras estaban abiertas para mí. Puse de culo a Carmen que lo tenía precioso y como de un virguito se tratara la penetre despacio y con un ritmo lento me la follaba culeándome pidiéndome más caña, mientras que Conchi me perforaba el culo con su lengua.
No te corras dentro de mi me suplicaba Carmen, no te preocupes zorrita le dije. Le saque la polla del sus coño y me puse en la cama boca arriba, enseguida fue Carmen y Conchi a mamarme mi polla que la tenía totalmente empalmada, hasta que Carmen se sentó en en ella y empezó a follarme de nuevo, gimiendo de placer, gritando……..le agarre su culito y ella se echo en lo alto mío besándonos los dos mientras que su tetas rozaban mi pecho…..Conchi en cambio nos pasaba la lengua tragándose nuestros fluidos.
Carlos se acercó a vernos mientras se masturbaba esperando que su polla creciera, pero le fue imposible, mientras que su mujer se corría conmigo como una loca, hasta que la aparte, estaba aguantando y no quería correrme en su coño, al apartarla Conchi se sentó en lo alto a follarme mientras que Carmen me puso su coño en la boca.
Me corrí en el Coño de mi mujer mientras que notaba la corrida de Carmen en mi boca. Nos quedamos los tres Carmen, Conchi y yo tendidos en la cama exhaustos, con la respiración acelerada…..Dios que follada me han dado amor mío le dijo Carmen a Carlos que él seguía masturbándose, lo he visto todo zorrita le contestó su marido.
Carmén nos invitó a tomar algo y nos llevó a la cocina, abrió el frigorífico y sacó unas latas de refresco y unos fiambres para reponer fuerza, miré el reloj y era ya las 12 de la noche. Conchi también miró el reloj y comentó yo creía que era más tarde a lo que contestó Carmen es temprano bonita y le guiñó el ojo, Carlos en cambio seguía poco hablador y algo serio.
Los cuatro desnudo en aquella cocina comiendo y bebiendo alrededor de la mesa y abriéndonos con ellos de nuestras experiencias sexuales con otras personas y ellos contando las suyas que habían sido pocas. Carlos entró más en conversación y se excitaba escuchando y reconoció que le había encantado chuparme la polla, pero lo que más le excitó es follarse a Conchi y ver como gemía Carmen conmigo.
Después de más de una hora relajados en la cocina pero con las miradas todavía morbosas, Carlos cogió a Conchi de la mano y se la llevo a la habitación, Carmen y yo tardamos un rato en apurar el refresco y en reconocer los dos que teníamos filing follando, que ella hacía tiempo que no sentía un orgasmo como el que había tenido conmigo, la bese apasionadamente y nos fuimos a la habitación.
Allí estaba Carlos follandose a Conchi, agarrado al culito le estaba dando caña y ella gemía con los pollazos que le daba él, en cambio Carmen me cogió de la mano y me echo en la cama boca arriba y empezó a mamármela suave mirándome a los ojos hasta que me la puso tiesa y empezó a follarme, pero de una forma distinta despacio, echándose sobre mí para que yo le mordiera los pezones y besarme, para seguir haciéndome el amor gimiendo incluso me llamó cariño, se corrió como una perra y se echó en lo alto mía abrazándome y acariciándome mi pecho mientras que seguía mi polla metida en su coño.
Su marido seguía gozando con mi mujer y ella encantada de tener su polla dentro hasta que los chillidos de los dos hacían presagiar que se estaban corriendo.
Yo en cambio seguía con la polla tiesa y empecé a follar a Carmen otra vez, pero no quería mas y se tendió en la cama, Carlos y mi mujer también estaban tendidos de la follada que se habían dado.
Me puse a masturbarme en la cara de ellos hasta que me corrí salpicando de leche sus cuerpos sudorosos. Nos quedamos dormidos los cuatro hasta que el sol entro por la ventana más luminoso que la lámpara de la mesilla de noche que se había quedado encendida.