Sexo en la capital

Le conocíe en un chat y estaba buenísimo, decidimos quedar...

Soy una chica de lo más normal aunque nunca me han faltado hombres. Soy alta, ojos verdes, pelo castaño ondulado, cuerpo con curvas, ni esquelética ni gorda; suelo llamar la atención cuando llevo minifaldas por mis piernas torneadas con un trasero respingón y hay que reconocer que por lo que más ligo es por lo que digo y como lo digo.

Buena la cosa comienza cuando una noche estuve chateando desde mi casa con un chico que era de Madrid. No me fío de esas cosas pero con él hubo mucho morbo, ambos queríamos disfrutar de una noche de cibersexo y mucho vacileo.

Se describió como un chico alto, moreno, ojos marrones grandes, pelo cortito y con mechitas rubias...vamos k era un tío de esos buenorros k por la calle no apartas los ojos.

Al momento m encandiló no solo por como hablaba si no por la foto que me pasó, era todo lo que me había dicho y más!!!

Tras unas cuantas noches de cibersexo y de preguntas intimas, como cual sería nuestra ropa interior favorita, que condones usaríamos para la ocasión, cuantos orgasmos en una noche...le pregunte por sus fantasías.

Tenia las típicas de todos los hombres, sexo con dos mujeres (o más..), penetración por todos los agujeros posibles, felaciones.... Quiso quedar conmigo para conocernos y yo le di largas durante un mes y pico pero al final tenia tanta curiosidad como él.

Quedamos para un sábado en su ciudad. Quería ir guapa así que como mujer que soy me fui de compras. Me puse una minifalda muy mini de color negro con un pañuelo como cinturón, un top por encima del ombligo rojo pasión, botas altas de color rojo y m recogí el pelo en una coleta, de la manera que me había dicho que le gustaba.

Bajo del tren y allí estaba él, como en la foto, mas apuesto aún si cabe; llevaba unos vaqueros que le marcaban ¡y menudo paquete!!, una camiseta de tirantes blanca y unas gafas de sol. Bufff, se me mojo el tanga al instante.

Nos dimos un morreo de película y eso que era la primera vez que nos veíamos. Me cogió de la cintura como si fuera suya y nos dirigimos a su coche.

Mientras él conducía le chupé la oreja con lascivia, y le acaricie el pecho musculoso, aproveche un semáforo para bajarle la cremallera y tantear, que aunque apenas le había hecho nada estaba empalmado. Me dispuse a hacerle una mamada pero me frenó porque estábamos llegando a su casa.

Cuando bajamos del coche m cogió en brazos y me llevo dentro, subimos las escaleras y me puso en su cama. No perdió gran tiempo en cerrar la puerta y tumbarse sobre mí.

A mí me gusta tomar el mando, así que en cuanto pude me zafé y me quité el pañuelo que me hacia de cinto para engancharle las manos contra el cabecero de la cama. No le deje en una postura muy cómoda, pero la que quería disfrutar era yo.

Le quité los zapatos y los calcetines, y le bajé los pantalones; subí lamiéndole las piernas hasta llegar a sus boxer negros.....Dios que pedazo bulto!!. Me senté sobre él y cogí unas tijeras que llevaba en el bolso y le corte el niky, se empezó a quejar pero apenas le di tiempo, con una tira de su camiseta le tapé la boca y le amordacé. Se retorció un poco pero enseguida se excito de nuevo al sentir que le bajaba los calzoncillos con la boca. Le acaricié el pecho para que se calmase mientras le besaba las ingles y jugaba cerca de su pene. Me incline sobre él y me lo metí en la boca. Al principio suavecito le iba haciendo círculos con la lengua mientras mi mano jugaba con sus pelotas. Cuando se fue calentando el ambiente, se lo hice más rápido y la sacaba de mi boca y la volvía a introducir hacia el fondo de mi garganta, hasta que con un gruñido soltó todo su semen en mi boca.

No me lo tragué sino que me acerqué a su boca y le quité el pañuelo para plantarle un morreo con su semen aún en mi boca, le recorrí los dientes con mi lengua y la entrelacé con la suya. Cuando él se había tragado todo su semen le volví a poner la mordaza.

Le seguí besando el cuello y me acerqué a sus pezones para plantarle un mordisco, que no le fue muy placentero pero tampoco se lo hice para dañarle mucho.

Yo ya estaba excitadísima y él a punto de reventar así que sin más preámbulos me senté sobre su pene y me lo introduje hasta el fondo. Empecé el movimiento de arriba abajo mientras le pellizcaba los pezones y le arañaba el pecho. El tío no aguantó mucho pero lo hizo muy bien porque gruñó, y al oír eso me la saqué y dejé que soltará el chorro de semen hacia el techo, parecía una fuente el chiquillo.

Me subí hasta su cara y le dije al oído que me chupará el ano. Para aquel entonces él obedecía lo que dijera. Creo que empezaba a pensar que yo estaba loca.

Me abrí las piernas una a cada lado y le puse el culo en la cara para que lamiera con su lengua. Debía tener práctica, porque realizaba unos movimientos muy placenteros hacia los laterales y metía su lengua en circulitos como dando golpes. Como él no tenía las manos disponibles, y yo no tenía intención de soltarle, metí mi propio dedo en mi culo para ver cuanto se había dilatado. Probé con uno y después dos; entraban perfectamente así que no probé con un tercero.

Resbale por su cuerpo lleno de semen de la anterior fuente, y me puse dándole la espalda para que me enculara. Abrí mi culo y con la mano coloqué su polla en la entrada. Mi ano no estaba dilatado del todo pero como era yo la que manejaba fui bajando despacito para sentir lo máximo. Él levantó la cadera y me la clavó. No fue una sorpresa porque ya lo esperaba, pero aún así yo no le había dado permiso, y como castigo le arañé desde la ingle hasta el ombligo. Eso no le gustó, pero aún así se corrió de nuevo.

Cuando acabó me levanté y fui a la ducha. Me limpié a conciencia y de mi bolso saqué un pantalón de chándal, que junto con el top rojo me daba aire de estudiante. Dejé mi pelo suelto.

Fui a su cajón de la mesita y saque trescientos euros, que sabía que estaban allí porque me dijo donde guarda el dinero para que estuviera seguro.

Él se retorcía amarrado en la cama. Le di un beso en la mejilla y salí de allí dejando la puerta entre abierta. Me acerqué a la casa más próxima y le dije al que me abrió la puerta que su vecino le llamaba y que podía pasar porque la puerta estaba abierta.

No le dejé atado porque no soy una abusona, ni soy una ladrona; simplemente cumplí todas sus fantasías exceptuando la de compartir; soy una puta que trabaja por su cuenta.

DiaBLaNGeLiCaL