Sexo en el Paraíso (2 de 3)

Eva logra sus primeras experiencias masoquistas y también el sexo profundo. Manuel la invita a cenar en unreservado del restaurante del hotel, con música y camareros dedicados y la hace rabiar recordándola el regalo que tiene pendiente de hacerle. Espero que os guste mucho. Un beso. Sandra Raquel.

Sexo en el Paraíso (2 de 3)

Se detuvieron en una parte elevada del pinar y miraron hacia atrás, pero no se divisaba rastro de los otros dos.

  • Dónde se habrán metido?.

Eva miraba el camino que habían dejado atrás, pero tampoco veía señales de ellos.

  • Bueno, seguramente se habrán detenido en el riachuelo. Les esperamos aquí, o seguimos hasta aquel alto, a ver si los divisamos?.

  • Vale Lolo, quizás desde allí arriba les veamos mejor.

Y siguieron caminando ya un poco doblados, porque era cuesta arriba y de tierra suelta y pedruscos.

  • Lolo, podrías ayudarme con los macutos?. Es que estoy reventada.

  • Aguanta un poco más, ya estamos llegando. Mientras te cuento lo que le hice una vez a Susy, te parece bien?.

  • Vale, qué remedio.

Siguieron andando y a veces hasta gateando con manos y pies, mientras Lolo le contaba lo que había hecho con su mujer hacía ya unos años. De vez en cuando la hacía cosquillas, por lo que Eva se retorcía de risa y ya comenzaba a jadear, del tremendo calor y la larga caminata.

  • Y de verdad, la ataste desnuda a cuatro estacas, sobre un hormiguero?.

  • Tan cierto cómo lo escuchas. Y ella después de esa experiencia, me lo volvió a pedir un montón de veces más. Dice que es una pasada y que se llega al orgasmo sin ayuda de nada más. De hecho la ví orgasmar unas cuantas veces, dicho sea de paso. Y estaba deliciosa, retorciéndose entre espasmos, atada, enrojecida por el sol y cubierta de hormigas.

  • Uffffff, es una pasada la verdad, pero no creo que a mí me gustara esa idea.

  • Para decir si gusta o no, hay que probarlo, Eva. En otro caso, nunca lo sabrás y sufrirás cada día que lo recuerdes. Además es un juego, que no tiene límites, pero es innocuo. Eso sí, hay que vigilar que no se coja una insolación, claro.

  • Si, visto así, la verdad es que no debe ser tan malo. Aunque lo de las hormigas, no me atrae mucho qué digamos.

  • Si quieres podrías probarlo tu, mientras les esperamos. Sin hormigas, claro. Total, es acostarte sobre la tierra y así descansar de tanta caminata.

  • Vale Lolo, probaré aunque sólo sea para descansar un poco, porque estoy molida ya.

  • Vale, pues baja los macutos y a clavar cuatro estacas. Mientras sacas todo busco el mejor lugar sin hormigas, vale?.

  • Muy bien Lolo.

Eva sacó el martillo y la maza y también las estacas, que eran de unos 30 cm y tenían una punta recubierta de una capa de hierro. Y en el otro extremo una argolla también de hierro.

  • Eva, trae las estacas y los mazos. Aquí hay un lugar genial.

  • Ya voy Lolo. Ufff, cómo pesa esto.

  • Muy bien, qué te parece el lugar?. Genial, verdad?. A pleno sol, cómo debe ser. Bueno, vamos a clavar las estacas una por una. Tu las punteas con el martillo y yo termino de clavarlas, vale?.

  • Vale. Esta la pongo aquí?.

  • Perfecta. Si, clávala ahí. Ten cuidado de no darte un martillazo, eh?.

Eva, clavó la primera estaca en el lugar elegido y Lolo de tres golpes de maza, la enterró hasta la argolla. Eva, suspiró al ver la fuerza de Lolo.

  • Bien ahora, túmbate en el suelo y abre los brazos, para saber donde ponemos la otra.

Eva se tumbó y extendió el brazo hasta casi tocar la argolla. Lolo la cogió del otro brazo y la arrastró un poco hacia ese lado y dejó una estaca en un punto. Después, la cogió una de las piernas y la separó de la otra haciéndole que la abriese mucho. Y lo mismo hizo con la otra pierna, dejando en sus puntos correspondientes una estaca, para que ella las punteara.

Eva punteaba una estaca y se iba a la siguiente, al tiempo que Lolo golpeaba con fuerza la estaca hasta enterrarla. Cuándo las 4 estacas estuvieron clavadas, Lolo cogió los 4 tramos de cuerda y se acercó a Eva, atando un tramo en su muñeca derecha. Después otro en la izquierda. Y mientras Eva se contemplaba las muñecas atadas por las cuerdas, Lolo repitió las operaciones con los tobillos.

  • Eva, todo dispuesto, ahora túmbate, para que pueda atarte a las argollas. Ah, antes bebe un poco de agua, estarás seca, no?.

  • Pues sí, Lolo. La verdad es que se agradece, porque hace un calor terrible aquí arriba. No me dará una insolación, verdad?.

  • Tranquila Eva, estaré vigilante no te preocupes.

Eva se colocó entre las 4 estacas y bebió un largo trago de agua y después se sentó en el suelo y se tumbó, separando brazos y piernas, sonriente mientras contemplaba cómo Lolo la ataba a cada argolla. Tubo que tirar de sus piernas, para que quedase bien estirada, por lo que Eva resopló, mientras contemplaba como él le ataba cada tobillo. Cuándo hubo terminado se colocó de rodillas a ambos lados de su cuerpo bastante tenso, por lo que Eva no podía moverse para nada.

  • Qué tal te sientes, Eva?.

  • Un poco rara al estar atada así, pero genial.

  • Unas cosquillitas quizás, para entonarte?.

  • No, no por favor cosquillas no.........nooooo....uyyy......jijijijiji.....no para, uyyyy......agggggggg.....no, por favor....jijijiji.

Mientras Lolo la cosquilleaba en donde sabía que más loca se ponía, Eva se removía y terminó sudando y resoplando. Se sentía excitada y extraña al mismo tiempo. Nunca se había imaginado estar atada y menos así y en pleno campo.

  • Eva, cuándo vayas a sentir un orgasmo me avisas, para poderte contemplar, vale?.

  • Si, vale. Pero tu crees que voy a orgasmar estando así?.

  • Estás excitada, la vulva así lo anuncia. Por qué no?. Yo me sentaré en aquella sombra un rato. Así te puedo contemplar y de paso me defiendo de este fuego abrasador...jajajajaja. Es broma, tampoco hace tanto calor, verdad?.

  • Yo si lo siento, Lolo.

  • Bueno si te aburres, me llamas y te hago cosquillas.

Eva, le miró espantada, pero sonrió y le dijo que no lo haría. Y Lolo, se alejó de ella y se situó bajo un árbol que daba una buena sombra y se quedó contemplándola. La verdad es que le gustaba como era Eva. Parecía simplona, pero no lo era. Además tenía aspecto de voluptuosa y sensual.

Pasaron un par de horas y Eva comenzaba a sentir los rigores del sol. Sentía picores en su piel y además algún insecto la había descubierto y jugueteaba en su cuerpo desnudo y ya muy sensibilizado. Tenía los ojos cerrados y al abrirlos, medio guiñados por el sol, se percató de que Lolo estaba sentado a su lado, jugueteando con una pajita, que arrastraba por sus costados y entre los muslos, haciendo que Eva sintiera necesidad de rascarse, sin que pudiese lograrlo por estar atada. Resoplaba y respiraba un poco fuerte, sin que Lolo le hablase aún. Pero, le pasó la pajita por cada uno de los pezones y dijo......:

  • Eva, esta gente está tardando un poco más de la cuenta, no te parece?.

  • Uffff, si......si...uffff.

  • Bueno, observo que estas muy mojadita. No habrás orgasmado sin avisarme, verdad?.

  • No, te lo juro Lolo, no lo he hecho aún. Uffff, este calor me está asando viva.

  • Anda, no seas exagerada, mujer. Bueno, si en un par de horas, no han aparecido, nos iremos a buscarles.

  • Todavía 2 horas más, así?. Es que ya no lo soporto, Lolo. Desátame, por favor.

  • Lo haría Eva, pero ahora estás en la recta final para orgasmar. Además tus amigas las moscas creo que te han olido ya, porque fíjate la de ellas que revolotean encima de tí.

  • Uffff, me hacen cosquillas, que son insufribles.

  • Mejor así. Por eso te dije lo de las hormigas, con ellas ya estarías orgasmando. Y estarías de maravilla.

  • Jo, tu crees que estaría ya orgasmando?. Me apetece un montón, pero no lo logro.

  • Podemos hacer 2 cosas. Te traigo yo unas cuantas hormigas o te traslado a un hormiguero que hay a 2 pasos. Sólo habría que desclavar 2 estacas y volverlas a clavar más allá. Quieres probar?.

  • No, prefiero que traigas tu algunas, pero si te pido que me las quites, lo harás?.

  • Pues claro que si, preciosa. Espera tranquila, que no tardo ni un minuto.

Y Lolo se alejó, dejando a Eva jadeante por las sensaciones de los insectos en su piel, muy sensible ya. Sudaba a chorros y el sol era implacable.

Eva no se había dado cuenta, de por donde se había alejado Lolo, así que miraba en todas las direcciones, levantando con dificultad la cabeza, hasta que le vio aparecer por la parte de sus piernas. Y se quedó más sosegada.

  • Traigo, más de 30 hormigas y están cabreadas, así que estas te pondrán las pilas. Las dejaré sobre tu ombligo, así que ellas decidan el camino a tomar.

Nada más dejarlas caer, se esparcieron sobre el cuerpo de Eva. Unas camino de sus tetas y cuello y otras correteando por entre los muslos y parando en la vulva.

Las sensaciones, no se hicieron esperar y Eva comenzó a jadear y a intentar retorcerse, algo inútil, dado cómo estaba atada. Las sensaciones eran entre odiosas y agresivas. No sabía si correteaban o bien la mordían. Sólo apreciaba bien, las que tenía por los brazos y en las tetas. Algunas corrieron por su cuello, llegando a su boca, pero Eva soplaba fuerte para espantarlas, aunque sin lograrlo. No deseaba avisar a Lolo de que se las quitara de la cara, aún no, al menos.

Sentía que su excitación subía de nivel. Ansiaba orgasmar, pero aún no lo lograba. Ahora, se dedicaba a sentir las cosquillas de todos los insectos combinados y transformándolos en sensaciones de placer. Y a veces lo lograba del todo, pero después se le escapaba. Se decidió por lo drástico.

  • Lolo, por favor, trasládame al hormiguero, quiero orgasmar, pero no es suficientemente fuerte esta sensación.

  • Vaya, al fin lo has comprobado verdad?. Bueno, te voy a desatar, pero mantén la postura, yo arrastraré tu cuerpo hasta el hormiguero y te volveré a atar después de clavar las estacas, de acuerdo?.

  • Si, si......vale Lolo.

Lolo, la desató de manos y pies y trasladó dos estacas mas allá. Y después la cogió por las cuerdas atadas a sus muñecas y la arrastró hasta que sus nalgas quedaran tapando el hormiguero. La volvió a atar, mientras cientos de hormigas corrían cómo locas por todo el cuerpo de ella.

Y después de un frenesí desesperante, Eva notó que su cuerpo temblaba de sensaciones gratificantes y poco a poco consiguió que comenzara a sentir el principio del clímax.

  • Lolooooooo, ven, aprisa que creo que voy a orgasmar. Ufffffff, ufffffff jo, me siento volar, aunque me están comiendo entre todas.

Cuando Lolo llegaba, Eva comenzó a tensar su cuerpo entre espasmos lentos, pero progresivos y a tirar de sus amarres. Y pocos minutos de gemir, llorar, jadear y resoplar, sintió un profundo y fuerte orgasmo, que la hizo estremecer en un ahogado grito de terror y placer al mismo tiempo.

Eva se removía del modo que podía, hasta que terminó de alcanzar el clímax total y quedarse cómo si estuviese muerta. Sólo se diferenciaba, en que respiraba larga y profundamente y se iba quedando adormilada.

Cuándo se despertó, estaba ya desatada y limpia de insectos en una sombra con la cabeza sobre las piernas de Lolo. Lo primero que vio fue la polla de él, erguida cómo un mástil al lado de su boca.

  • Hola Lolo, ufff me he quedado dormida.

  • Bienvenida al mundo real. Estabas bien protegida, cómo habrás apreciado por mi polla enervada verdad?.....jajajajajaja.

  • Si, la verdad es que es un buen guardián. Todavía no han aparecido ellos?.

  • Todavía no. Y estoy un poco cabreado, la verdad. Menos mal que estás tú, si no, no se que hubiera hecho. Bueno, tenemos 2 opciones, seguir esperándoles o irnos de aquí. Si decidimos la primera, tenemos otras 2 opciones. Me haces una mamada o te hago probar el látigo, o las dos cosas si lo deseas, claro.

  • Jo, sabes lo que te digo, Lolo?. Qué me azotes tú y después te hago una mamada a lo bestia. Ya estoy también harta de esperar.

  • Venga, a probar los azotes. Creo que te van a encantar más de lo que imaginas. Levántate y sígueme, pero antes bebe un poco de agua.

Eva se levantó haciendo aspavientos y al tocarse el vientre y las piernas, sintió la piel muy sensible y ardiendo, pero se dijo, que deseaba sufrir un poco. Bebió un largo trago de agua, que la reconfortó bastante. Algo la decía que se dejase azotar hasta que rabiara de dolor y angustia. Y fue en pos de Lolo, hasta un árbol con una enorme rama paralela al suelo en donde se ubicó él.

  • Lolo, separo las piernas?.

  • No, por esta vez te dejare los tobillos juntos aunque atados, claro. Antes anclaremos las muñecas juntas, también, a esa rama.

Una vez atada y apenas apoyando las puntas de los pies en la tierra, Lolo se acercó a ella y poniéndose delante la enseñó una vara muy larga y finísima que se cimbreaba con solo mirarla. Eva la miró fascinada, pero no dijo nada, Simplemente movió la cabeza hacia adelante y le dio un beso dulce en los labios. Lolo, la cogió del cuello y la besó a su vez durante unos pocos segundos.

  • Haremos una cosa Eva. Yo te daré 5 latigazos en la espalda. Y tú me pedirás más en otras partes. Sólo te azotaré hasta que no me pidas más, te parece bien?.

  • Si, me parece genial. Crees que me dolerá mucho?.

  • Un poco al principio, si. Pero te azotaré con suavidad para irte calentando poco a poco.

  • Vale, gracias Lolo.

Lolo, se colocó detrás de Eva y movió la vara un poco para que silbara en el aire. Y sin que ella se diese cuenta, le asestó un ligero latigazo a la altura de los riñones. Eva, resopló y soltó un ay, casi más por el susto que por otra cosa.

Eva, ahora ya estaba preparada para el siguiente, que cayó más arriba, sin que llegara a exclamar. Y así hasta recibir los cinco suaves latigazos en total.

  • Qué tal, Eva?.

  • Lolo, me han gustado. Podrías repetirlos en la mismas zonas, un poco más fuertes?.

  • Por supuesto que sí, preciosa. Intenta no gritar, eso hará que los sientas mejor.

Y tras asentir Eva, Lolo descargó con un poco de fuerza el primer nuevo latigazo. Eva, sintió el efecto dañino del azote, pero sólo se removió ligeramente. Los siguientes latigazos, la hicieron soltar un par de lágrimas, pero fue lo suficientemente fuerte como para no soltar ni siquiera un ay.

Cuándo Lolo se situó delante de ella, la contemplo respirando entrecortadamente y con lagrimones en los ojos.

  • Lolo, dame otros 5 latigazos más, pero elige tu las zonas de mi cuerpo, por favor. Tu tienes experiencia y sabrás que zonas son mejores para que yo sienta este tipo de placer y dolor. No sé, si lograré no gritar, pican y duelen un montón.

  • Eva, tu solo intenta no gritar, pero si no puedes controlarlo, al menos grita bajito, aunque resoples como una burra, vale?.

Eva asintió y antes de que cayese el primer latigazo, recordó las sensaciones de los anteriores, llegando a sentir una cierta gratificación.

Lolo, se situó a su espalda y la lanzó un fuerte latigazo en las caderas, que hicieron ponerse rígida a Eva y resoplar con fuerza. Este le había dolido mucho más que los anteriores, pero deseó otro más.

El siguiente latigazo, sobre sus nalgas, la hicieron soltar un ayyyyy largo y aterrador y removerse como una poseída, pero lo soportó y ansió el siguiente. Al cruzarla los muslos, sintió el infierno abrasándola las piernas y al fin gritó y volvió la cabeza, resoplando, llorando y respirando fuertemente.

Lolo, al no ver señales de que ella, no deseara más, la asestó otro fuerte latigazo de nuevo en la espalda, le encantaba ver como se retorcía y resoplaba ella. La verdad es que era muy erótica y provocativa en sus gestos. Le lanzó el último de esta tanda en las caderas y se situó delante de ella, mientras Eva resoplaba, lloraba y respiraba acaloradamente, aunque sin gritar.

  • Lolo.....ufffff......sigue azotándome, aún aguanto....aaggggg.

Lolo, le dio un cálido beso en su boca babeante y se situó a su lado izquierdo, para que ella pudiese verle moverse antes de cada descarga.

Y la flageló las nalgas las 5 veces, ahora ya entre pequeños gritos y grandes contorsiones, por parte de ella. Lolo, pensó, que era mejor parar en ese instante, así si ella seguía ansiosa de más, se lo rogaría de mil modos, más adelante.

Comenzó por desatarla, los pies y después las muñecas, recogiéndola en sus brazos, aún temblando y llorando.

  • Eva, preciosa.......cómo te encuentras?.......bien?.

Eva, bajo su paño de lágrimas le miró a los ojos y asintió sonriendo cómo pudo. Lolo, la llevó hasta la sombra y le dio a beber un poco de agua. Eva, la bebió ávidamente y cuándo quedó saciada de la sed, le echó los brazos al cuello y le besó profundamente. Lolo correspondió a aquel dulce y cálido beso, hasta que ella separó sus labios de los de él.

  • Lolo, creo que hubiese aguantado otros 10 más, por lo menos. Pero, me han gustado todos los azotes. Crees que podré repetirlo contigo?.

  • Por supuesto que sí, preciosa. Además, recuerda que tengo el bálsamo reparador. Aunque está en la casa de la playa, no me lo he traído. Y para la próxima vez subiremos látigos de cuero, te gustarán mucho más que la vara. Son más cálidos y susurrantes.

  • Vale, genial. Ufffff, me siento dolorida en todo el cuerpo, pero de maravilla. Jamás me había sentido tan agusto. Me permitirás ahora que te haga una mamada?

  • Será un delicioso placer, preciosa. Toda tuya. A ver cómo te portas!!!.

Y Eva se quedó de rodillas entre las piernas de él y acercó la boca, hasta engullir la polla que estaba erecta y dura. Sus labios y lengua, primero sondearon el glande, babeándolo y haciendo que circulase dentro de la boca y de vez en cuando rozaba con sus dientes la dura y lubricada carne, mirando a los ojos a Lolo, que hacía gestos de evidente placer.

Eva movía la lengua, cual un colibrí libando la flor y hacía que la polla de Lolo se le encajara en la garganta, para después ella liberarse y de nuevo hacerla correr dentro de la boca. Ascendía y descendía la cabeza de modo similar a un émbolo, notando que Lolo, cada vez estaba más excitado y respiraba entre jadeos del placer que sentía en todo el cuerpo.

Separó la boca de la polla, para meterse los testículos dentro de la boca y degustarlos, entre exclamaciones de placer ya muy elevado de él, para a continuación subir con la lengua por el glande y al final, terminar apoderándose de nuevo de la polla que dejaba correr por su boca lentamente.

Lolo, ya no podía aguantar más semejante subidón de placer y agarrando la cabeza de Eva y apretándola contra su vientre, al tiempo que se encajaba en su garganta, explotaba en un orgasmo increíble desde el recuerdo efímero, que le llevó a gritar roncamente, mientras eyaculaba una pastosa leche caliente dentro de la garganta de Eva, qué en cuanto pudo, tragó todo el esperma, sin dejar que una sola gota se derramara.

Lolo, seguía contorsionándose y soltando pequeños chorros de esperma, que la boca de Eva tragaba ávida de placer, hasta que por fin Lolo se calmó y Eva pudo terminar de extraerle hasta la última gota de su elixir y dejarle la polla limpia y medio dormida.

  • Eva, preciosa mía, me has elevado hasta lo increíble en el placer. No me había sentido tan bien en mi vida. Me has vaciado los huevos del todo.

  • Me alegra que te haya gustado y te hayas sentido tan genial. Pero, yo me he llevado tu lechada que estaba riquísima.

  • Pocas mujeres se tragan el esperma, muchas suelen hasta vomitar, pero a tí parece gustarte.

  • A mí me encanta el esperma recién exprimido por mí, claro. Sí me lo diesen en plato con cuchara, creo que se me cerraría el estómago. Aunque no lo he probado aún de ese modo, jajajajaja.

  • Eres genial, Eva. Bueno, ya estoy bien. Iremos recogiendo y bajando hasta la playa, a ver que ha sido de nuestras parejas. Conociendo a Susy, seguro que le ha provocado a Manuel, con una mamada y después simplemente se han quedado follando.

  • Pues sí, no me extrañaría en Manuel. No lo conozco demasiado, pero se que un polvazo gratis no le hará un feo.

Rieron los dos y fueron sacando las estacas, con cierto trabajo y después colocándolas en los macutos. Eva, estaba cubierta de finas marcas que se comenzaban a abultar, pero que ella no dio importancia y sólo lanzó una exclamación al ponerse el macuto a la espalda.

  • Espera Eva, yo llevaré los macutos. Con la espalda y el torso tan sensibilizados, sería un nuevo tormento.

  • Vale, gracias Lolo. Pasaremos por algún arroyo?.

  • Sí, daremos un poco de rodeo, pero así nos podremos bañar un rato.

Lolo se cargó los dos macutos cómo si llevara un pañuelo y comenzaron a bajar hacia la playa.

Cuándo alcanzaron el arroyo, Eva se quitó las zapatillas y se lanzó al agua cómo si le fuese la vida en ello.

Lolo, más sosegado dejó los macutos, se descalzó y también se dio un buen chapuzón, hasta que los dos se encontraron y Eva se lanzó hacia él, abrazándole y colocando sus piernas sumergidas, alrededor de las nalgas de él. Se besaron durante algo más de un minuto y él dijo.....:

  • Eva, con semejante abrazo mi polla se ha puesto frenética. Y no se baja ni con este agua fría.

  • Entonces aprovecha para follarme dentro del agua, si te parece bien. A mí me encantaría que echaras uno o más polvos.

Lolo, sonrió ampliamente y ayudándose de una mano, metió la polla entre los pliegues de la vagina y apretó con fuerza, colándose dentro de ella y bombeando sin cesar, mientras se besaban y resoplaban de placer. Eva sentía la polla dentro de ella y se sentía en la gloria.

Después de unos minutos de salvaje mete-saca, Lolo se corrió dentro de ella, apretándola de las nalgas, mientras ella jadeaba y se apretaba contra él.

Cuándo se serenó, sacó del agua a Eva, aún empalada y se tumbaron sobre la fresca hierba.

  • Eva, eres genial. Uy, que creo que mi polla vuelve a estar preparada, te apetece?.

  • Claro que sí, amor. Me encanta estar penetrada por tí. Uy, perdón por lo de amor, se me ha escapado.

Lolo, simplemente sonrió mientras la follaba con redoblada intensidad, después de haberse puesto sobre ella. Y pocos minutos de enervante frenesí, Eva llegaba al clímax al mismo tiempo que Lolo orgasmaba y eyaculaba una nueva lechada que Eva llevaría dentro de ella durante un rato.

Se quedaron los dos cómo muertos, pero felices y sonrientes.

En ese intervalo de tiempo, Eva se retrotraía en sus recuerdos y analizaba su vida y cómo había conocido a Manuel y poco más. Y se dijo para sí misma, que su vida sería muy distinta a como lo había sido hasta el día anterior.

Lolo, se separó de Eva con un hilillo de esperma de los últimos efluvios, pero Eva al darse cuenta, rápidamente acercó su boca hasta el glande flácido y sorbió el resto de flujos de la polla, hasta dejarla limpia y descansada.

  • Gracias Eva, ha sido una velada genial. No te parece?.....Al menos para mí, si lo ha sido.

  • Y para mí también. Firmaba ahora mismo para repetirlo cada día del resto de mi vida, siempre que hubiese comida, claro.

  • Jajajajajaja, es verdad. No hemos probado bocado desde hace horas. Bueno tu sí. Al menos vas alimentada.

Eva le dio un empujón poniendo cara de enfurruñada, pero en un instante su rostro se iluminó y una amplia sonrisa y un beso tierno y suave, hicieron el resto.

  • Bueno, ya que estamos sequitos y hambrientos, bajemos a contarles nuestras vivencias. Van a flipar, no te parece?.

  • Al menos Manuel, estoy segura que flipa, jajajajajaja.

  • Si, venga arriba gandula.

Eva sonrió y cogió su macuto, a pesar de que Lolo hizo lo posible por quitárselo y llevarlo él.

Una hora más tarde, llegaban a la cala y vieron por fin a sus parejas respectivas, bebiendo cerveza y muy acarameladitos. Sin embargo, ninguno de los dos pareció sentirse molesto, por semejante visión. Sí acaso todo lo contrario.

  • Hola pareja, ya hemos llegado. Dónde os habéis metido?.

  • Lolo, que alegría verte. Pues figúrate que he estado follando con Manuel toda la tarde. Es una maravilla este hombre.

  • Me alegro por tí, Susy. Pero os habéis parado a pensar que la comida la llevabas tú y Manuel, las bebidas?.

  • Hostias, es verdad. Ni nos dimos cuenta de eso. Tendréis un hambre atroz, verdad?. Uy, Eva, pero si estás azotada y todo. Venga a comer y nos lo contáis todo, verdad Manuel?.

  • Claro que sí, tiene que ser muy interesante escuchar todo el relato. Hola Eva, lo has pasado bien?.

  • Manuel, aparte de hambre, nos lo hemos pasado genial. Y he probado lo de las hormigas y todo.

  • Qué es lo de las hormigas?.

  • Una especie de tormento para alcanzar un orgasmo sola. Es genial. Y gracias a Lolo, qué me convenció, explicándomelo todo.

  • Bueno, ya nos iréis contando, ahora a comer todos, qué nosotros tampoco hemos comido. Se nos había olvidado con tanto sexo.

  • Lolo, me puedes aplicar la crema ahora?. Al menos un poco por delante, porque me pica mucho la piel.

  • Vale, Eva, siéntate y te aplico un spray qué es más rápido. Y así comemos algo los cuatro.

Eva asintió y se sentó entre Manuel y Susy sonriente, al tiempo que Lolo le rociaba el spray especial por las tetas y el vientre principalmente, por lo que ella comenzó a sentir un frescor maravilloso. También se lo aplicó por la espalda y se sentó frente a ella.

Cada uno de los cuatro, fue rememorando las horas pasadas entre sonrisas y miradas ardientes de los demás, al tiempo que compartían la comida y la bebida.

Eva, se sintió bien al ver cómo Manuel se expresaba al contar su versión y visión de lo vivido y experimentado por él. Ninguno de los cuatro se sentía avergonzado de contar semejantes intimidades y por contra, el deseo fue aumentando en ellos a medida que los relatos iban surgiendo en la imaginación de cada uno.

Lolo, fue el primero en hablar, después de escuchada cada narración.

  • Convendrás conmigo Manuel, que las tetas de Susy y las de Eva, son casi idénticas y además agradables de palpar y acariciar, verdad?.

  • Totalmente de acuerdo Lolo. Yo también he palpado la de las dos y doy fe. Es más, fíjate Lolo. El cuerpo de ellas es muy parecido en muchas zonas. Vamos que podrían pasar por gemelas, no te parece?.

  • Jajajajajaja, mira Manuel, no lo había contemplado así, pero si ellas no dicen la edad, podrían pasar por gemelas, si.

  • No seáis críos, Eva es preciosa y yo también, pero ella es joven y yo no. Sólo me mantengo joven, pero no es lo mismo.

  • Bueno no os alteréis con mi hermana gemela. Susy, eres preciosa y te conservas de maravilla. Por cierto, alguna vez te ha azotado Manuel?.

  • Uyyy, vaya preguntita. No, bromas aparte. Unas cuantas veces la verdad y lo hace muy bien, pero a mí me gusta más follar. No encuentro placer alguno al ser azotada, la verdad.

  • Pues a mí, si me ha gustado Susy y Lolo me ha prometido azotarme con látigos de cuero. Quizás mañana, aunque si te fuera sincera diría que me encantaría esta tarde o al anochecer. No se, pero me apetece un montón. Y fíjate, jamás me había alguien dado ni un manotazo en las nalgas. Estaré loca?.

Todos rieron al escuchar semejante pregunta y para celebrarlo, Manuel le dio un fuerte pellizco en la teta derecha, lo que hizo dar un brinco a Eva y gritar, más por la sorpresa que por el acto en si, lo que provocó la hilaridad de los otros.

Eva, rió con ellos y se abrazó a Lolo, que a su vez rodeó su cintura con la mano izquierda, dejándola en contacto directo con su piel y después la dio un beso con lengua y todo.

Manuel, hizo lo propio con Susy y cada pareja, por unos minutos se morreó y acarició con total descaro.

Cuándo Eva se retiró del beso con Manuel, aunque con su cuerpo aún pegado al de él, comentó.........:

  • Quién diría que Manuel y yo acabamos de conocernos, de follar juntos, de conoceros a vosotros y todo lo que hemos vivido en este corto espacio de tiempo. Y yo, que me negaba a que Manuel se propasase conmigo. Lo miras así y es para llorar, no os parece?.

Todos asintieron entre sonrisas y pequeñas y rápidas reflexiones. Sin embargo, Lolo atrajo más aún a Eva hacia él y sus caricias sensuales se acrecentaron al tiempo que les anunciaba.

  • No se vosotros dos, pero Eva me ha puesto a mil y deseo follar con ella en este preciso instante. Espero que no os moleste. Estaremos en la caravana para no llamar mucho la atención. Eva, me dajarás usar tu culo en primer lugar?.

  • Uy Lolo, no se si podré soportarlo. Nunca lo he hecho así.

  • Tranquila, te pondré un poco de lubricante y después te penetraré con fuerza. Imagina que te estoy azotando salvajemente, así sentirás algo muy distinto.

  • Uy, vale, puesto así lo intentaré, aunque preferiría que me follaras en la vagina y después me azotaras completamente.

  • Nada de preferencias tuyas Eva. Tu pones el culo y yo te lo parto, ya verás cómo terminas aullando de placer.

  • Vale, pues vamos porque yo también estoy muy caliente ya.

En cuánto entraron en la caravana, Lolo la puso de rodillas sobre la cama y separándola las piernas, la untó con crema el ano y apuntaló la polla sobre el mismo, iniciando la dilatación del esfínter de Eva. Y sin qué ella fuese consciente de lo que se fraguaba, Lolo de un fuerte empellón se alojó completamente en el recto de ella, que quedó cómo paralizada, para descargar un fuerte grito de espanto y dolor.

Lolo, esperó a que se serenase un poco y después comenzó a sacar y meter la polla con suavidad, hasta que Eva sintió que el dolor se iba amortiguando y dentro de su cuerpo comenzaba un ligero cosquilleo, que en pocos minutos se transformó en un placer nuevo para ella.

Unos cuatro minutos después, Lolo se corría dentro de ella, teniéndola sujeta por el pelo, al tiempo que la manoteaba fuertemente las tetas y las nalgas. Eva volaba de placer, aunque aún no llegaba al clímax. Sin embargo, le gustaba cómo la estaba tratando Lolo.

Cuándo Lolo se retiró de ella la dejó tenderse sobre el colchón y la estuvo contemplando mientras ella seguía con su respiración fuerte y entrecortada, al tiempo que le miraba directamente a los ojos, cómo suplicándole que la hiciera más cosas.

La mirada de fuego y lascivia en los ojos de Eva, lograron que Lolo recuperase la erección y deseara follarla de nuevo. Acercó sus dedos hacia los pezones de ella y se los retorció lenta y sádicamente, mientras la observaba retorcerse y debatirse en oleadas de verdadero placer.

Lolo se tumbó en la cama y Eva se colocó a horcajadas sobre él y dejó que la polla penetrase en su dilatado esfínter y cogió las manos de él para llevarlas hasta las tetas, qué le entregó para que jugase con ellas, mientras Eva comenzaba a cabalgarle, cada vez con un ritmo más y más sostenido y armónico.

Se sentía volar de sensaciones muy fuertes y al mismo tiempo de placer, mientras la polla de Lolo rozaba su recto en cada ascenso y descenso que Eva realizaba con las caderas. Por otra parte, las manos de él amasaban, apretujaban y retorcían sus tetas, con especial crueldad en sus pezones que eran rigurosa y sádicamente retorcidos, lo qué lograba aún más placer en ella.

Lolo, según aumentaba en su éxtasis y se acercaba al orgasmo, daba fuertes bofetadas sobre cada una de las tetas de Eva, qué la hacían exclamar de dolor, sin qué por ello dejase de moverse a lo largo de la enorme polla, tiesa cómo una estaca, que la empalaba completamente.

Cuándo por fin Lolo se corrió, dando terribles alaridos de placer, Eva pudo notar como una lechada caliente la recorría el cuerpo hasta llenar sus intestinos.

Unos minutos después, quedaron derrengados ella sobre él, respirando entrecortadamente y jadeando aún de las sensaciones tan brutal y sensualmente recibidas.

  • Eva, has estado genial. Me has dejado la polla para el arrastre. Qué digo la polla. Me has dejado para el arrastre a mí completo. Eres una delicia que debería estar prohibida. Me siento, cómo si me hubieses violado.

  • Qué exagerado eres Lolo. Anda qué no has disfrutado, eh?.

  • Pues claro que he disfrutado, pero es que tienes un modo de follar que hace llegar hasta el límite a la pobre víctima. En este caso, yo mismo.

  • Jejejejeje....Vale, perdona haber sido tan contundente. La próxima vez haré que te corras en menos de tres minutos y así no estarás tan reventado.

  • Jajajajajajajaja......Vale...vale, “touché”, era sólo un decir hermosa Eva. Me agrada sobre manera tu forma de follar. Y deseo que lo repitas, aunque ahora mismo no podría empinarla, ni aunque me la escayolasen.

Eva, sonrió y le dio un largo y cálido beso, para después quedar tendida al lado de él y abrazada estrechamente. Y así permanecieron durante unos cinco minutos, momento en qué precisaron de ir al aseo y orinar. Eva sentada en la tabla del inodoro soltando su orina, al tiempo que Lolo de pie y frente a ella, vaciaba su vejiga entre los muslos y el pubis de ella.

En cuánto hubieron terminado, salieron disparados hasta el agua, para poder calmar las aún fuertes sensaciones de los momentos vividos y de paso limpiarse de los restos de semejante mini orgía.

Después de relajarse en el agua fría y bracear un poco para no quedar entumecidos, salieron y se tumbaron sobre la arena bajo el cálido sol de Agosto. Estaban ellos dos solos. Nadie más había por las inmediaciones. Y así permanecieron, hasta que llegaron Susy y Manuel, que también se zambulleron en el agua, para eliminar restos de cansancio y efluvios varios.

Por fin se les unieron en la arena y quedaron tumbados y callados, contemplando el cielo azul intenso, mientras sus cuerpos se secaban con la suave brisa marina.

Fue Manuel el primero en incorporarse y contemplar los cuerpos desnudos de Eva y Susy, relamiéndose del gusto de poder verlas.

  • Eva, creo que sería hora de volver al hotel y cenar allí, de ese modo tendremos tiempo de contarnos todas las vivencias del día y las oportunas reflexiones. Susy y Lolo, lo entenderán, verdad?.

  • Por supuesto que si, Manuel. Además Susy debe contarme todo lo que ha realizado contigo y hasta ella sola. Y yo también debo contarle mis vivencias con Eva, qué dicho sea de paso Manuel, está para mojar y volver a mojar pan.

Tanto Susy, como Eva se mantuvieron silenciosas, pero sus sonrisas amenizaban las palabras de los dos machos.

Eva, también se incorporó y después de besar a Susy y a Lolo, se marcharon a por las ropas y salieron de la cala.

Manuel, caminaba al lado de Eva, a la qué llevaba con el brazo sobre sus hombros, mientras ambos fumaban un cigarrillo en silenciosos pensamientos.

Una vez en el hotel, tomaron la llave de su habitación y Eva se tumbó en la cama, mientras Manuel pasaba al aseo y se daba una ducha qué lo reconfortó. Al salir, encontró a Eva desnuda y esperando su turno de ducha. Se miraron con miradas displicentes y se rozaron con las manos, al hacer el relevo en la ducha.

Eva se palpó el ano, pero curiosamente ya estaba cerrado y su culo se veía igual de bonito. Mientras se miraba y remiraba en el espejo, estaba ansiosa por volver de cenar y tumbarse junto a Manuel, follar un buen rato y después contarse todas las experiencias acaecidas durante el día. Y quizás después volver a follar o hacerle una mamada a lo grande. Le encantaba hacerlo con la boca y después tragarse todo el semen.

Manuel, por su parte y mientras se vestía despacio rememoró algunas situaciones y acciones que había emprendido con Susy y de la que se sentía contento y hasta lleno de pasión. Casi la veía reflejada virtualmente sobre el espejo, pero en cuánto salió Eva del aseo, su mente se tornó hacia ella y ya pensó en lo que le aguardaba después de cenar. Deseaba follarla con virulencia y después correrse en su boca.

Eva, se fijó que la verga de Manuel, hinchaba el pantalón y se notaba qué estaba empalmado. Pero no había tiempo para una mamada, por la hora de la cena.

Eva se puso en vestido muy fino y de amplio escote y la espalda descubierta, una micro tanga y unas sandalias de tacón alto y de aguja, todo el conjunto de color rojo pasión. No deseaba llevar joyas, para sentirse más liviana.

Manuel, al haberla visto vestirse y haberla contemplado desnuda no acrecentó su erección, pero pensó que algo debería de hacer para poder bajar a cenar, sin mostrar aquel bulto tan grosero.

Al final, cuándo todo se normalizó bajaron a cenar cogidos de las manos y les fue asignada una mesa en un lugar apartado y sugerente, con velas y adornos. Y una botella del mejor champán en la cubeta de hielo.

Dos camareros les atenderían durante toda la cena, así como dos músicos que un poco apartados, les tañerían deliciosas canciones melódicas, mientras ellos cenaban y hablaban.

Después de acomodarse, tomaron las copas de champán y brindaron entre chocando las copas en un brindis mudo y bebieron un largo trago. Y nada más dejar las copas, fueron vueltas a ser llenadas por los camareros que les atendían. Aunque estos se retiraban discretamente, para no escuchar sus conversaciones privadas.

  • Manuel, creo que si no nos casamos aquí, nos meterán en la cárcel. Esto debe costar un pico, no te parece?.

  • Pues la verdad es que es una pasada. Bueno, antes de ir a la cárcel, siempre podría hablar con el director del hotel y dejarte como esclava durante unas cuantas noches......jajajajaja.

  • Muy graciosillo el niño.......jijiji. Anda compórtate seriamente que hay miradas hacia nosotros por todas partes.

  • Tranquila Eva, me comportaré. Pero las miradas son hacia tu belleza deslumbrante.

  • Vaya, muchas gracias amor. Luego en la cama nos contaremos todas las cosas de esta tarde, te parece?.

  • Y por qué no ahora?. Ellos solo nos ven hablar, pero no nos escuchan.

  • Vale, como tu quieras, pero mantén la polla a cubierto, qué no se note que el mantel levita.

Rieron los dos de un modo cómplice y poco a poco se fueron contando las cosas vividas esa tarde. Manuel después de escucharla le decía que Susy era casi igual que ella y que la había follado también por el culo. Se rememoraron pequeñas incidencias que no se habían contado, entre miradas y sonrisas cómplices.

Cuándo la cena tocaba a su fin, Manuel se excusó diciéndola que iba a hablar con el Director, para una sorpresa que deseaba darla. Eva asintió, mientras los músicos tocaban para ella, rodeándola con su afrodisiaca música.

Al regresar Manuel, media hora más tarde, Eva le miró intrigada de aquel lapso de tiempo tan largo. Y Manuel, la dijo:

  • Todo arreglado amor, ahora iremos a tomar unas copas en una sala privada y me fumaré un buen puro, cortesía de la casa.

  • Joder, ni que fuésemos los reyes de un estado. Qué sorpresa me has preparado?.

  • Algo que te dejará muda y te hará volar a un universo desconocido. Venga vamos a tomar café y fumarnos algo, qué la noche es muy larga y promete ser genial.

Se levantaron de la mesa, ayudados por los dos camareros que les retiraron las sillas y les hicieron reverencias y todo.

Eva, estaba un poco “mosca” con tanta finura, pero asimiló lo mejor que pudo la situación y se agarró del brazo de Manuel. Pensaba en qué la habría preparado Manuel, qué se sentía pletórico e importante.

Además, una sala privada para tomar el café y las copas qué deseasen y otras menudencias. No era normal tanto honor en una pareja desconocida, por mucho interés que tuviesen en demostrar su predisposición a tratar en palmitas a una pareja que celebraría su boda en aquel hotel.

Subieron en el ascensor hasta la planta 15ª, qué era la última. Allí les esperaba el Director del hotel, así cómo algunos miembros de la directiva del mismo. Les saludaron y les hicieron pasar a una sala amplia con vistas magníficas a la bahía iluminada.

Manuel, les agradeció el gesto y les saludó muy cordialmente, acompañándoles hasta la puerta. Una vez estuvieron a solas, Manuel se quitó la chaqueta y se sentó al lado de Eva. Tomaron un delicioso café y unos whiskys con hielo. Y él encendió un enorme puro habano, que soltaba aros de humo azulado.

  • Manuel, la verdad es qué me ha gustado la sorpresa. Es un lugar idóneo. Muy bonito y muy acogedor.

  • Me alegra que te guste, Eva. Pero la sorpresa viene después. Y va a ser la “bomba”. Ya lo verás. Disfruta ahora de este momento tan placentero. Y si lo deseas puedes quedarte desnuda. Aquí nadie nos molestará.

  • Vale, pero el vestido no me molesta. Es muy ligero. Además me tienes tan intrigada que casi tiemblan mis manos. Me siento cómo sofocada.

  • Bien, bebamos un largo trago de esta malta especial reserva y verás cómo se anima tu espíritu.

Y así lo hicieron los dos, bebiendo tranquilos y con miradas provocadoras. Y Eva al final se sintió muy bien y dejó de lado la sorpresa, para decirle cosas susurrantes y sensuales. Manuel, se había desnudado completamente y mostraba su verga erguida y palpitante.

  • Manuel, tu polla está pidiendo a gritos, auxilio. Quieres qué te haga una gran mamada?. Luego bajaré el semen con un lingotazo de whisky.

  • Vale, se agradecería la verdad. Pero por favor quítate toda la ropa, que pueda ver ese cuerpazo qué tienes.

Y Eva se desnudó y se acercó a los labios de él y le dio un cálido beso, para a continuación acercar la boca al glande y lamerlo desde la punta hasta los testículos, que se metió en la boca y los lavó con su saliva, al tiempo que los masajeaba con la lengua.

Manuel, seguía fumando mientras Eva pivotaba su boca sobre la enorme polla y lamía sus propias babas que descendían vertiginosas por el cuerpo de la polla hasta el vello púbico de él.

Eva, se sentía pletórica de mamar esa polla que la deleitaba con auténtico placer y ponía una enorme devoción en cada lengüetada y succión, bajando y subiendo la cabeza, para que sus labios y a veces sus dientes rallaran el cuerpo nervudo y duro de la polla, provocándole espasmos de placer.

Después de unos minutos interminablemente deliciosos, Manuel se agarraba con fuerza al pelo de Eva y se corría dentro de su boca, al tiempo que gritaba cómo un poseso. Eva, por su parte tragaba cómo podía y respiraba con dificultad, pero feliz de verle tan gozoso y lleno de placer total.

Terminó de limpiarle la polla, hasta no dejar una sola gota de semen y se relamió los labios y las manos. Y entonces le miró con ojos vidriosos y cogiendo su copa de whisky la alzó brindando con él y dio un largo trago, que la dejó cómo nueva.

  • Qué te ha parecido mi mamada, eh?. Mejor qué las de Susy?.

  • No ha estado mal.

  • Eso es todo lo que se te ocurre. Nadie, te la mamará jamás mejor que yo. Y lo sabes muy bien.

  • Pues claro qué lo se, amor. Era para ver qué me replicabas. jajajajaja.

Eva, le miró entre ofendida y ofuscada, para después reir junto a él y abrazándole, darle un beso largo y profundo, ya con sabor a whisky de malta.

  • Eva, te apetecería ya la sorpresa?. O esperamos un rato más.

  • Estás seguro qué me va a gustar?.

  • Totalmente seguro, pero debes hacer todo cuánto te indique. Estás de acuerdo?.

  • Claro que sí. Haré cuánto me indiques sin rechistar. Palabra de “mamadora especial”.....jejejejeje.

  • Vale, vístete. Debemos bajar hasta la bodega. No hay problema, pues ya tengo la llave. Allí está la sorpresa.

  • Venga vámonos que estoy ansiosa de la sorpresa de marras.

Una vez adecentados y vestidos, salieron de la salita y tomaron el ascensor hasta la –4.

Ya en esa planta del sótano, al salir del ascensor se vieron en la penumbra, ya qué solo había luces de emergencia. Al entrar en la bodega, Eva se sintió maravillada de la enormidad de la misma y lo bien acondicionada que estaba, con sus luces de led azul.