Sexo en el Paraíso (1 de 3)
Eva, comienza sus vacaciones de verano y decide ir a Madeira (Portugal). Coincide en el aeropuerto con un hombre fuerte y corpulento, con el qué intima y descubren muchas vivencias sexuales. Espero que os guste. Un beso. Sandra Raquel.
Sexo en el Paraíso (1 de 3)
El despertador, sonaba implorante.
Eva, alargó el brazo y lo apagó, despejándose de inmediato, porque sí no lo hacía, sabría que se quedaría dormida y perdería su viaje de vacaciones.
Se estiró desnuda, sobre la cama y se levantó. Caminó descalza hasta el aseo y sentándose sobre la tapa del inodoro, meó los caldos acumulados desde la cena.
Se sentía contenta. Sería su primer viaje de vacaciones, durante los dos años que llevaba en aquella agencia de fotografía.
Miles de horas gastadas, para reflejar algunas situaciones que no la iban, aunque era un trabajo y debía dar gracias.
Terminó de mear y tras secarse las últimas gotas, caminó desnuda hasta la cocina, para tomarse una buena taza de café y un poco de su bizcocho favorito.
Sonreía al pensar en su destino. Un paraíso que acababa de descubrir recientemente en uno de sus reportajes.
Madeira. Un buen destino, para descansar y relajarse de las tensiones vividas.
El calor en la casa ya se hacía notar, pero al estar desnuda, era más llevadero. Pasó de nuevo al aseo, para lavarse los dientes y después darse una ducha reconfortante.
Antes de entrar en la ducha, se miró ante el espejo, observándose el cuerpo y acariciándose sin lascivia. Estaba bien depilada, que su esfuerzo le había costado, así cómo su dinero, que se le iba con cada sesión de depilación láser. Pero estaba estupenda ahora y había merecido la pena.
Se sentía satisfecha al contemplar su cuerpo desnudo ante el espejo de cuerpo entero. Su larga melena de color negro. Sus tetas medianas y firmes, con esos pezones y areola pequeños, su vientre liso y firme. Sus nalgas redondas y duras, así como sus muslos bien ejercitados con el deporte, eran admirados por unos ojos oscuros y unos labios sensuales qué eran refrescados por su lengua rosada, escapando de entre sus dientes blancos y perfectos.
Se metió en la ducha y dejó que el agua resbalase por todo su cuerpo, impregnándola de sensaciones fabulosas. Después se enjabonó a conciencia y se lavó todo el cuerpo.
Cerró el grifo de la ducha y salió para secarse. Agradecía estar empapada y desnuda. El frescor en su cuerpo, la hacía sentirse libre y ansiaba poder disfrutar de un descanso bien merecido.
Mientras recogía sus ropas y seleccionaba prendas para la maleta, reparó en su pequeño portátil en donde llevaba sus novelas, aún no publicadas, todas de corte erótico, que era lo que pedía el público. Pero su editor, no le veía salida. Su editor era un hijo de puta y se estaba vengando de no haberse acostado con ella.
Lo peor del asunto, era que estaba contratada con él, hasta finales de este año. Había intentado si le podía demandar, pero no había capacidad legal para poderle acusar por la vía administrativa, ya que una cláusula del contrato, decía que a expensas de la decisión del editor.
Eva, desde hacía meses ya no le enviaba nada de nada, pero guardaba todo, incluyendo los correos electrónicos cruzados.
Algún día se podría vengar de él. Había sido un miserable en todos los aspectos y sentidos.
Siguió terminando de llenar la maleta, a la espera de que viniese a buscarla el taxi que había solicitado.
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Manuel, ya estaba despierto, cuándo su despertador se mostró insolente, musicando el himno nacional. Lo apagó con suavidad y se levantó. Miró su ordenata, conectado y vio 4 entradas posibles. Y pensó...”os libráis de mí.....por ahora”.
Se desperezó y se fue a la ducha, directamente hasta sentirse nuevo. Se secó y se puso el albornoz. Salió del baño y se fue a la cocina directamente.
Se preparó un par de tostadas, mientras se afeitaba y volvió exultante de fuerza y ganas de disfrutar de unas vacaciones merecidas.
Desayunó tranquilo, olvidándose del mundo. No encendió, ni siquiera la radio.
Después se arregló y esperó al taxi que le llevaría al aeropuerto.
Manuel, una vez hubo bajado del taxi en el aeropuerto, llevó su trolley y su mochila en donde guardaba lo imprescindible, además de su ordenata, hasta los mostradores Spanair, en donde tenía ya reservado un pasaje.
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Eva, iba un poco despistada y preguntó a la primera persona que encontró, sí había un mostrador especial para Madeira.
- Creo que no, salvo que viaje con otra compañía distinta.
- No lo sé, es la primera vez que subo en estos cacharros y estoy totalmente perdida.
- A ver, déjeme ver.
Manuel, vio que el destino era el mismo y la compañía aérea también.
- Señorita, ya que volamos al mismo destino y en la misma compañía, si me lo permitiese, endosamos los dos pasajes juntos y así al menos iremos con alguien conocido, le parece bien?.
- Pues si, muchas gracias. No conozco a nadie por aquí, y me parece bien viajar en su compañía.
Manuel endosó los dos pasajes, y les asignaron asientos de ventanilla a ella y a él en el asiento central.
- Ha habido suerte. Me ha parecido leer en su pasaje que se llama Eva, verdad?.
- Sí, ese es mi nombre, podría saber el suyo?.
- Uy, claro que sí. Me llamo Manuel. Un placer conocerla. Espero que nos conozcamos más. Viaje de trabajo o de turismo?.
- Encantada de conocerle, Manuel. Mi viaje es de relajación, para curar mi estrés. Y el suyo?.
- Lo mismo, para sanearme un poco mentalmente.
Se miraron, durante un instante y después sonrieron, cada uno mirando para un lado distinto.
- Que tal si nos tomamos una cervecita, antes de embarcar?.
- Me parece una idea genial, Manuel.
Los dos se fueron a una especie de cantina-bar y se tomaron la cerveza, tranquilamente, atentos a las indicaciones de los distintos marcadores de vuelo.
- Eva es un bonito nombre, la verdad.
- Gracias, pero a mí también me gusta su nombre. Mi padre también se llamaba así.
- Muchas gracias, por la coincidencia, Eva, podríamos tutearnos?.
- A mí, me encantaría, la verdad, Manuel.
- Eva, vamos al mismo lugar, el mismo hotel y en asientos conjuntos....crees que es cosa del destino?.
- Sí, si el destino se llama Manuel y azafata de embarque.
- Joder, te diste cuenta de todo eso?.
- Pues sí, es mi profesión y aunque intento ignorarla, hay cosas que crean semilla y ya no se desprenden nunca.
- Así, qué eres periodista, verdad?.
- No, soy fotógrafa, pero conozco el percal.
- Me harías fotos estando desnudo?.
- No lo sé. Primero debo comprobar el género, para saber si puedo gastar mi tiempo o no.
- Lo podrás comprobar en el hotel?.
- Seguramente. Ya veremos. Por cierto, cuánto estarías dispuesto a pagar por la sesión?.
- Pagar?........Imaginaba que serías tú, quién pagara por ver y fotografiar mi cuerpo serrano.
- Y.....olé. Vamos a ver, Manuel, tú te has creído que los trabajos son gratis?. Me invitas a una cerveza y yo te hago un reportaje de forma gratuita. Crees, que así funcionan las cosas?.
- Sé que no funcionan así, pero supuse que serías capaz de sacarme una serie, de modo personal. Cómo amigos, claro.
- Bueno esa idea sería bastante distinta a la de mi trabajo. Estudiaré el modo de poder realizarla gratuitamente para tí.
- Gracias Eva, ya nos vamos conociendo más.........mira!!!, se anuncia nuestro vuelo. Vayamos ya.
Manuel y Eva regresaron a la cola de embarque y se sonrieron silenciosamente.
Eva, imaginaba que Manuel tendría poco más de 30 años, tal cómo se comportaba, pero nunca era fiable la observación personal.
Manuel, imaginaba que Eva tendría en torno a los 30, quizás algunos menos.
Embarcaron juntos y se sentaron en ventanilla ella y él a su lado. A su derecha, Manuel tenía una monja.
Manuel, desconectó el móvil y el equipo, de la red, pero le pasó un cable de conexión a Eva, para chatear mientras volaban.
La monja, se fijaba mucho en ellos dos y se horrorizaba a veces de las cosas que se decían. Manuel, escribía muy rápido, pero Eva era más lenta.
El vuelo se hizo muy corto para ambos y para la monjita, más corto aún, al poder observar de reojo las cosas que se decían aquellas dos personas. La verdad es que se lo pasó, pipa, leyendo lo que iba apareciendo en la pantalla de Manuel.
Eva, sonreía ante las cosas que le soltaba Manuel. Le tenía al lado, pero era cómo si estuviesen a miles de kilómetros de distancia.
Ella le contestaba a cada exposición de un modo frío, y a veces irritante.......otras, más encendida y dialogante. Y la pobre monja, se debatía entre mil fantasmas.
Manuel que se sabía manejar en ese medio, casi logró enamorar a Eva de su personaje.
La monja, estaba para que la diera algo. Manuel ya se había dado cuenta, pero era un problema de ella si leía, lo que no debía.
Eva, se sentía pletórica y la gustaba ese compañero, de nombre Manuel. Aunque pensaba que era un poco plasta.
Manuel, por su parte pensaba que Eva era una tía de la releche. Y que le faltaba un pelín para saber cómo era. Pero le gustaba estar con ella.
La monja, arrebolada ante lo que había leído, no sabía cómo podría ser perdonada por su dios.
El vuelo terminó con un aterrizaje perfecto y sin sobresaltos.
La monja se les despegó, cómo por arte de magia.
Manuel y Eva, que ya se hablaban de tú y hasta parecía haber química entre ellos, bajaron uno tras otro del avión, ante un sol resplandeciente y agradable.
Estaban en Madeira. Una isla en medio del Mar, un Paraíso para disfrutar.
- Bueno, ya estamos en nuestra isla de ensueño, Eva.
- Pues es verdad, Manuel. Pero porqué dices nuestra?.
- Es verdad, que esta isla no es nuestra. Tu venías a desconectar y yo también.....así que es nuestra isla, no te parece?.
- Visto así, la verdad es que sí.
- Eva, ya que estamos así y observando que no tienes compañía, te parecería bien qué lográramos una habitación doble?. Nos ahorrábamos una pasta y podríamos comer y cenar por el morro.
Eva, le miró de un modo borde y terrible, pero al final terminó por decir.........:
- Manuel si tu idea del acercamiento es la de follarme, te vas a llevar un susto. Acepto una habitación compartida, pero con camas dobles.
Manuel, estuvo conversando y dialogando con la recepcionista, sin lograr más qué una cama de matrimonio. Y la aceptó. No le dijo nada a Eva, por evitar tiras y aflojas.
- Ya tenemos habitación, Eva. La 232. Y nos servirán champán y todo. Les he dicho, que nos casaríamos en este hotel, pero que no teníamos testigos. Ya se ha apuntado la recepcionista, que por cierto está buenísima y el Jefe de ella, que está de buen ver.
- Manuel, nos conocemos de unas horas. Y ya has prometido mi mano?.
- Sí, Eva. Es que nos ofertaban una suitte y además el resto de gastos pagados. Así que he aceptado.
- Bueno, vayamos a la habitación, a ver cómo nos distribuimos.
Subieron los dos a la habitación 232. Abrieron la puerta y se encontraron una lujosa habitación, con unas felicitaciones, escritas a mano. Pero la cama, aunque inmensa, era única.
- Manuel, me estás liando. Dónde están las camas separadas?.
- Eva, es qué no quedaba ninguna. Pero esta cama es enorme. Seguro que no nos encontramos en toda la noche.
- Manuel, me tienes harta. Eres un trolero.
- Lo admito, Eva. Pero no me digas que no es una gozada de habitación.
- Es una gozada si compartiésemos algo, que no es el caso. Bueno, al parecer si va a ser el caso. Miedo me da, acostarme.
- Yo duermo desnudo, Eva.......pero no te molestaré.
- Vale, yo duermo también desnuda. Esto va traer cola, Manuel. Prometes estarte quietecito?.
- Lo intentaré Eva, pero no puedo prometer algo que desconozco.
- Venga, vale.......nos acostaremos en esta camita tan confortable. Y esa cajita, que pones en tu mesilla?.
- Son unos condones, por sí acaso surgiera algo. Bajamos a pasear un rato y descubrir una calita aislada?. Me ha indicado una, la recepcionista que está muy bien, aunque es para nudistas. Pero por verla, quizás nos gustase a los dos, te parece?.
- Vale, merodearemos por ahí a ver qué encontramos. Tu idea fija es estar junto a mí y desnudos, verdad?.
- Pues sí, para que negarlo. Estás buenísima, para mojar pancito.
- Gracias Manuel. En dónde mojarías pan?.
- Ummmm, mejor no decirlo, que después me acusarás de pervertido.
- Manuel, eres algo increíble. Sí así eres en el mundo vivo, que no harás en la cama, con tu cara de buenecito?.
- Uy, me has pillado, Eva. Pero me comportaré bien. Te lo prometo, aunque sí te tocaré. Eso no podré evitarlo, Eva.
- A ver, en dónde tocas, vale?.
- Seré responsable de mis actos.
- Venga salgamos a pasear y mirar lo que da de sí, esta parte de la isla.
- Eva, ponte pantalones cortos, un top y unas playeras, así irás más cómoda.
- Sí, la verdad es que hace calorcito ahí fuera. Y así además me ves las patorras, las tetas bailando y te es más fácil si surge algo, verdad?.
- Jo, visto así, que es verdad, pero no lo había pensado de ese modo, quedo cómo un aprovechado. Bueno, ponte lo que quieras.
Manuel, se volvió un poco mortificado, mientras se quitaba los pantalones y el bóxer, pero Eva que ya se había quitado la ropa, pasó a través de la cama hasta él, para animarle. Le tapó los ojos con sus manos y le dijo.......:
- Adivina que ropa llevo puesta. Así se te quitará esa carita de niño pequeño.
Manuel, pasó las manos por sus brazos, después por su vientre, que lo sintió desnudo, hasta sus dedos se metieron entre los surcos de la vagina de Eva. Notó que no tenía vello púbico. Subió sus manos después por los costados y la notó con las tetas al aire. Y su polla se empalmó ante la sonrisa de Eva, qué pensó, en un adiós al paseo, qué su Manuel estaba muy bien formado. Y qué un buen polvazo era mejor que tres maravillosos paseos.
Manuel, se removió y tras separarse de las manos de ella, la vio celestial y se lanzó hacia ella, medio embobado por el cuerpo desnudo de su compañera. Eva, le terminó de desnudar, mientras Manuel enfebrecido la besuqueaba por todo el cuerpo.
Se unieron en un abrazo, completado con besos con lengua, que les hacían jadear a los dos. Se revolcaron desnudos sobre la cama, y rodando, cayeron hasta la suave alfombra de un lateral de la cama, sin dejar de abrazarse, acariciarse, ni besarse. Estaban al lado contrario de los condones, pero Eva que tomaba anti conceptivos, se arriesgó a follar a pelo.
Manuel, metió su polla dentro de la vagina lubricada de ella y se volvieron a abrazar, mirándose con una pasión exagerada.
Manuel la amartillaba el sexo, mientras Eva gemía de placer ante cada embestida de él, que la hacía sentir chispazos de éxtasis.
- Amor, dale fuerte, que estoy a punto de lograr un orgasmo.
Manuel, arremetió con mayor contundencia, mientras Eva se removía jadeando y hasta gritando de placer. A él le parecía la hembra más erótica de cuántas había conocido y le estaba gustando esa sesión de sexo, con su nueva amiga y ya amor.
Eva, tuvo su orgasmo, muy intensificado por los fuertes movimientos de Manuel, dentro de su cuerpo. En cuánto se pudo recuperar, se separó de él y arrimó la boca a su polla, para mamarla y hacerle correrse en su boca.
Eva, intentaba que Manuel, la abofetease las tetas mientras la follaba, pero lo más que había logrado era qué le retorciera unos segundos los dos pezones.
Sin embargo, había que decir que Manuel era un macho muy especial y que su polla proporcionaba placeres inmensos.
Al final, Manuel se corrió dentro de su boca, tragando Eva todo el esperma que recibía. Le encantaba tragarlo.
Cuándo logró beberse toda la esperma, Manuel estaba alucinado.
- Eva, te has tragado toda mi corrida.
- Uy, deseabas algo para tí?.
- No, joder, no es eso. Es qué es la primera vez que alguien lo hace.
- Vaya, que suerte he tenido, verdad?.
Pero Manuel, estaba volando de amor y fantasía. Sólo terminaba de disfrutar el placer que le había proporcionado su pareja y cómo se había bebido su lechada sin pestañear, semejante belleza.
- Eva, me has dejado dulcificado. Qué tal te has sentido?.
- Yo, casi bien. Te ha faltado un poco de mano dura para los momentos finales.
- Anda!!! y eso?.
- A todas las mujeres nos gusta subir un grado o más, antes del orgasmo. Y para que lo entiendas y para mí, cabecita hueca, unos pellizcos fuertes, retorcimiento de pezones, bofetadas o incluso latigazos, me hacen subir al cielo desde el infierno.
- Hostias, es la primera tía que me dice algo semejante. Sí lo hubiese sabido, habrías volado sola después.
- A tí, te gusta pegar a las chicas?.
- Me encanta, para ser más exactos, porque me pone mucho más.
- Pues ya lo sabes para la siguiente. Ahora, nos lavaremos y saldremos a pasear un poco y después a comer. Te hace?.
- Venga, vamos al baño. Ya me he quedado con la copla. Saldremos a caminar un poco. Al final, va resultar un acierto, la mala suerte de no encontrar una habitación con dos camas, verdad?.
Se lavaron, por separado y embarazosamente, ya que ambos estaban desnudos. Nunca se habían sentido tan excitados en su corta vida adolescente.
Para Manuel, Eva era el tipo de chica con la que pasear por el infierno para llegar cielo.
Para Eva, Manuel era el tipo ideal para viajar por el cielo, para consumirse juntos en el infierno.
Terminaron de secarse, entre miradas cálidas y decidieron echarle valor y salir juntos a pasear. El día, aunque caluroso, tenía una brisa que entonaba con el ambiente.
- Tal cómo están las cosas, sí. El destino nos ha tendido su red, Manuel. Así qué esta noche no te importe rozarte conmigo, pero no seas muy pesadote, vale?.
- Vaaaaleeeee!!!, qué ya me he enterado amor. Vamos a la habitación y después me dejas vestirte para pasear, vale?.
- Vale, lo haré.
Manuel eligió una tanga para ella y un vestidito, totalmente transparente, que Eva había llevado para acompañar al bikini.
- Manuel, que así es cómo si fuera desnuda.
- Eva, así irás. Me gusta así que los demás sientan el mismo morbo que yo.
- Joder, Manuel. Qué no conocemos nada de esta tierra. Imagina que nos salen un par de chulos y se nos enfrentan. Qué hacemos?.
- Eva, no pienses en esas cosas. No suelen suceder casi nunca.
- Vale, pero si tú vieras a una tía así, cuál sería tu reacción?.
- Seguirla con la mirada e intentaría follármela.
- Pues es, lo qué deseo decirte. Que a mi me gusta ir así, pero que pasará si nos separan y me follan?.
- Vale, me has convencido amor. Ponte el short y la camiseta de tirantes azul. Y unas zapatillas de deporte. Yo me pondré un pantalón corto y esa camiseta, también con zapatillas de sport.
Salieron los dos del hotel y se encaminaron hacia la cala, señalada por la recepcionista. Y en efecto esa cala estaba reservada para una comunidad nudista, a que se tenía acceso bajando unas interminables escaleras y con un guardia de seguridad a la entrada.
El guardia, pidió sus carnets y después de anotarlos, les dijo que si eran rechazados, sus documentos quedarían registrados como acceso negativo.
Accedieron al lugar, después de bajar interminables escalones. Y se encontraron con un mundo nuevo. Los hombres, las mujeres y hasta niños y niñas, todos se divertían y hablaban desnudos. Al intentar acceder, se encontraron con una pareja desnuda que discutían un poco fuertemente, pero qué nada más verlos, disminuyeron los tonos.
- Perdonad, mi nombre es Manuel, el de ella Eva. Sabéis quién nos podría informar de cómo funciona ésto?. Somos novatos los dos, pero nos agrada.
- Hola Manuel. Mi nombre es Manuel, también. Mi mujer se llama Susana. Encantado de verte y conocerte Eva. Un rico nombre para una mujer tan celestial.
- Hola, me llamo Susana. Lo que ha dicho, mi marido, lo secundo y lo firmo, pero Este Manuel, está muy buenazo, la verdad. Mirad, aquí se puede entrar vestido o desnudo. Las pollas alzadas o bajadas, son solamente circunstancias del momento. No se permite abordar a nadie, aunque sí el contacto que se declaren entre ambos. Veréis a parejas follando, sin que nadie esté molesto. Aquí hay de todas las tendencias, aunque cuidaros de dos bisexuales masculinos, que suelen plantarse en medio de todos y qué tan pronto están a lo suyo, cómo tienen a una tía sobre sus pollas. Son buena gente, pero os lo aviso, para que sepáis. Nosotros somos “swingers”, ya sabéis, eso del intercambio de parejas.
- Susana, déjame a mí decirles algo, qué se van a creer que me he quedado mudo.
Los cuatro rieron, alegremente.
- Manuel, Susana.....una pregunta. Qué sucedería sí al pasear desnudo me empalmo?.
- No pasaría nada de nada, Manuel. Aquí los machos se empalman frecuentemente. Pero salvo que haya un o una aludida, pasarás cómo uno más.
- Susana, cuánto tiempo lleváis unidos?.
- Eva, ya casi ni me acuerdo..........unos 25, verdad, amor?.
- Exactamente 25 los hará a finales de año, mi amor.
- Ostris, Manuel. Estos nos ganan por casi 25 años.
Y volvieron a reírse los cuatro. Ya estaba entablada la relación.
- Sí os agrada desnudaros. Lo pasaremos bien, además de que conocemos ya a todas las familias. Nos solemos separar los liberales de las familias, para evitar que los niños pequeños vean cosas, que aún no deben ver. Por lo demás, es cómo una vida normal. A veces nos cruzamos con familias con críos. Pero esos peques son más inteligentes que nosotros y pasan olímpicamente de los adultos. En cualquier caso, lo mejor es no relacionarse con los peques. Evita problemas sociales.
- Gracias Manuel y Susana, por vuestra atención y ayuda, pero mi futura mujer y yo precisamos hablar.
- Así que no estáis casados. De cuánto tiempo es vuestra relación...?, si puede saberse, claro.
- Susana, yo responderé por los dos, si te parece bien. Manuel y yo nos conocimos en el aeropuerto de Madrid-Barajas esta mañana. Imagina lo que creas oportuno, pero somos una pareja de impacto súbito.
Manuel y Susana, rieron alegremente hasta llorar de la risa.....y aún tardaron unos minutos en calmarse, ante los ojos alucinados de Eva y Manuel, que no sabían a qué podrían venir esas risas.
- Perdonadnos, pero es qué Susana y yo, nos conocimos en un autobús. Ella gruñó por mi roce, sin mala intención y salimos pareja dos paradas después. Y hasta hoy. No estamos casados, pero somos pareja de hecho, desde hace 25 años, sin hijos........esa es una de nuestras penas, pero por contra, hemos tenido muchas alegrías.
- Es totalmente cierto, lo que él dice. Pero, sí me rozó y bastante. Y aunque lo aparté de mí, es verdad que dos paradas después salíamos como pareja. Así que lo vuestro es demasiado largo para nosotros.......jajajajaja.
Y todos volvieron a reírse, porque Susana contaba las cosas de un modo hilarante y placentero......pero su marido, esposo o pareja...Manuel, la seguía en cada una de sus afirmaciones y concreciones. Se les notaba una pareja unida y con un profundo amor que irradiaban en su entorno y qué Eva y Manuel, percibieron.
- Ahora, desearéis saber cómo llegamos a hacernos swingers, verdad?.
- Susana, que los vas a cansar con tus cuentos de hadas.
- Susana, a Manuel y a mi, nos gustaría saber cómo llegásteis a eso y cuál es el secreto.
Manuel, abrazó a Eva, dispuesto a escuchar las palabras de Susana, que se la apreciaba dulce y maravillosa.
- Eva y Manuel. Sóis demasiado jóvenes para entenderlo todo. Pero nosotros dos lo comenzamos a vislumbrar a vuestra edad. Claro que eran tiempos más libertarios. Aún así, lo podríais lograr, siempre y cuando a los dos os apetezca experimentar y después contárselo al contrario. Sí no es así, es mejor no probarlo. Podría ser muy peligroso para vuestra estabilidad sentimental y afectiva.
- Lo qué dice mi amada Susana, es totalmente cierto. Sólo se debe realizar, si ambos están de acuerdo y después contarse, entre los dos, todo lo acontecido. Es verdad, qué hay cosas o actos qué se ocultan. Pero lo esencial es la parte del juego y debe saberse por las dos partes, con pelos y señales.
Manuel y Eva se miraron y aunque estaban medio convencidos, sus miradas decían que era mejor esperar a ser más ellos mismos. Y Eva fue, quién habló.
- Susana, Manuel......os agradecemos vuestros consejos, además de todo lo que nos habéis contado de vosotros mismos, pero necesitamos tiempo para estudiar nuestras conveniencias. Manuel, me abordó hace poco, es verdad. Apañó todo en el hotel, para casarnos en el mismo. Todo ha sido demasiado rápido para los dos. Necesitamos cama y amor. Entonces os podremos decir algo. Y he de añadir, que tanto Manuel cómo yo, nos sentimos incitados e importantes junto a vosotros dos. Pero necesitamos más tiempo.
- Eva, tomaros el tiempo necesario. Susana y yo, nunca deseamos imponer valor alguno. Sabemos que cada pareja tiene sus tiempos. Pero, sí os agrada esta idea, sabéis que podéis contar con nosotros dos.
- Gracias tocayo. La verdad es que nos sentimos de maravilla, junto a vosotros....pero es muy cierto lo que dice Eva, mi amada pareja, necesitamos más tiempo aún.
- Tomaros el tiempo que estiméis oportuno, pero nosotros dos, os rogamos que no nos olvidéis. Significáis muchas cosas para nosotros dos, que más adelante conoceréis.
Eva, se dejó acariciar las tetas por su amor, ante las sonrisas complacientes de Manuel y Susana, qué también se abrazaban ya, dando por terminado el contacto inicial.
Momentos después, se despedían y se separaban de aquel entorno. Se vistieron y subieron de nuevo al dulce paseo que enfilaba hacia el hotel.
Manuel y Eva, se sentían, ya, demasiado próximos entre sí. En tan poco tiempo, habían logrado una atracción y amor, casi, de capricho.
Los dos pensaban en la pareja de Susana y Manuel y cómo funcionaban de armoniosamente. Eran, un posible ejemplo a seguir. Aunque había otros ejemplos que se podrían seguir, cómo enamorarse más en profundidad y tratar de hacer una familia sencilla y común.
Eva, sabía que era su salto a la vida y al mundo de la pareja familiar, pero le atraía el mundo de Manuel y Susana.
Manuel, por su parte, aunque le encantaba ese tipo de relaciones, iba poniendo en su balanza manual, todos los sentimientos, sensaciones y grados de amor e intimidad, para poderse decidir por algo. Pensó, que lo mejor era discutirlo en la cama, junto a Eva, ya que tenían pocas horas de relación y no podían decantarse por nada, sin antes haber vivido algo más.
- Manuel, qué te ha parecido esa pareja?.
- La verdad es qué me han dado ideas, pero sobre todo me han hecho reflexionar sobre nuestra propia situación. Y creo que lo tomaremos con calma, aunque quizás a tí te apetezca jugar a esos juegos.
- Puede qué más adelante, Manuel, pero por el momento probaremos entre nosotros dos. Te apetece un chapuzón en la playa?.
- La verdad es que sí. Pero justamente lo dices ahora qué no tenemos bañadores. Y cuándo estabamos en la cala nudista, no lo hiciste.
- Uy, es verdad. Qué tonta estoy.
- No importa, iremos a por un bañador al hotel, jajajajajaja.
- Vale.
Y se encaminaron lentamente, abrazados, hasta el hotel. Pero al llegar a la habitación y quedarse desnudos, a los dos se les puso la mirada vidriosa y se lanzaron el uno al otro, cayendo sobre la cama y metiéndose mano, con vigorizada ansiedad. Los besos de tornillo y los jadeos y caricias frenéticas, les llevaron a una ansiedad de placer inusitada.
Eva se apropió de la polla y se la metió en la boca, haciéndole una fuerte mamada, al tiempo que él le magreaba las tetas y le retorcía con cierto sadismo ambos pezones, lo que hacía que ella aumentara en un estado de frenesí convulsivo.
Manuel, terminó por correrse con una gran lechada caliente en la boca de Eva, que se tragó todo el esperma qué iba recibiendo, hasta por último dejar la polla limpia y casi a punto para seguir la juerga.
Sin embargo, se quedaron tumbados y por sus mentes, desfilaron mil imágenes y fantasías distintas, mientras sus cuerpos se tranquilizaban ostensiblemente.
- Eva, estaba pensando que nos lo vamos a pasar muy bien juntos. Eres una tía genial.
- Manuel, yo también opino igual. Nunca me he sentido tan gratificada cómo contigo, desde que nos conocemos.
- No se hable más y probemos mas sexo juntos. Por cierto, te he hecho daño en los pezones?.
- Un poco, sí, la verdad........pero me he sentido muy bien. Así que no te cortes, amor.
- Sabes?. Me gustaría poder azotarte. Claro, que a saber cómo te quito las marcas después. Aunque sería genial, verte retorcer con cada latigazo. Te molesta que diga ésto?.
- Para nada, Manuel. Es más a mi también me gustaría que me azotaras fuerte. Me gustaría un montón. Pero sí, es un problema lo de las marcas de los latigazos.
- Eva, estoy pensando qué quizás la pareja esa qué hemos conocido hace un rato, sepan que tipo de cremas o pomadas existen. A lo mejor ellos también han probado eso, no crees?.
- Anda, pues es cierto. No se me había ocurrido pensar en ellos. Con preguntarles, no perdemos nada. Sí nos vamos de nuevo a la cala, podríamos bañarnos y después sacar el tema si nos vemos.
- Estupenda idea, Eva. Vamos.
Y ambos se lavaron por encima y se vistieron, saliendo de nuevo del hotel y caminaron de la mano hasta la cala.
Pasaron la caseta de control y se desnudaron en la orilla, zambulléndose los dos al mismo tiempo y chapoteando, entre risas, en el agua.
Después de refrescarse y juguetear un rato, salieron del agua, todavía juguetones y sin poder contener las risas. Manuel, la hacía cosquillas y Eva, no sabía cómo escabullirse entre risotadas constantes. Se tumbaron sobre la blanca arena y permanecieron así durante unos pocos minutos, hasta que un par de sombras les hicieron indagar de quiénes se trataban.
- Buena juerga os habéis corrido, pareja.
- Ah, hola Manuel. Sí, nos lo hemos pasado genial. Hola Susana.
- Hola chicos. Al final os habéis atrevido a bañaros en este mundo nuestro. Por cierto Eva, a mi Manuel, llamadle Lolo y a mí, Susy. Así será todo menos complicado, os parece?.
- Vale Susy. Por cierto, deseábamos preguntaros algo a Manuel....digo a Lolo y a tí.
- Pues adelante, pareja. Preguntad lo qué deseéis. Nos sentaremos a vuestro lado.
- Manuel, díselo tu, qué a mí me da un poco de corte.
- Eva, de qué te puede dar corte ante nosotros?. Los cuatro estamos desnudos y no sucede nada especial, verdad?.
- Sí, bueno.......eso es verdad, pero es que se trata de un problema que se nos ha planteado, para una fantasía que deseábamos realizar.
- Eva, se lo dirás tu o yo. Porque aún no has parado de hablar. Hola Lolo y Susy. Qué os lo cuente Eva, me gusta como se pone cuando está nerviosilla.
- Venga Eva, cuéntanos esa fantasía y el problema de marras.
- Veréis......uffffffff, ejem........mmmmm......bueno. Va, ya lo suelto. La fantasía era la de que me azotara Manuel y el problema es.........
- Eva, el problema es.....en cómo te haces desaparecer las marcas, verdad, Eva?.
- Pues si, eso es Lolo. Ufffff, ya lo he dicho.
- Eva, no hay de que preocuparse por las marcas, tenemos varias soluciones de acción muy rápida. Vamos, de menos de una hora una de ellas. Verdad, mi amor?.
- En efecto Lolo. Por eso nos hicimos swinger los dos, así de ese modo no nos provocábamos situaciones extrañas.
- A qué situaciones extrañas, os referís?.
- Eva, es algo que os contará mejor Lolo, anda díselo cómo tu sabes.
- Vale amor. Yo se lo contaré a los dos, aunque quizás mejor nos vamos al chiringuito y así nos tomamos unas cervezas, mientras os lo cuento.
Los cuatro se levantaron y anduvieron los 50 metros que los separaba de uno de los dos chiringuitos que había en la cala. Era el más viejo y ruinoso de los dos y casi nunca había alguien.
- Está casi siempre vacío, porque no se admiten a menores de 18 años, debido a las cosas que aquí se hablan y tratan. Pero a nosotros nos viene genial. Además el dueño del otro, es el mismo que el de este. Así no pierde nunca.
Se acomodaron en butacas en estado ruinoso, pero cubiertas con toallas de playa. Cuándo tuvieron las 4 cervezas ante ellos y unos aperitivos, Lolo comenzó su educación social.
- Veréis. Cuando comienzan los juegos eróticos entre los dos, los azotes (a quiénes les satisfacen) son cosa corriente. Pero, si ella (en este caso, tú, Eva) deseara azotes más diversos, fuertes y sin piedad, entonces surgirán los problemas en la pareja. Me explicaré con un ejemplo....: Imagina Manuel, que Eva te pide que la azotes brutalmente hasta un total de 25 latigazos y qué no debes parar, diga lo que diga ella, llore, rabie o pida clemencia. Llegará un momento que tú no puedas seguir azotándola, porque algo dentro de tí te lo estará impidiendo. O por el contrario, la azotarás mucho más salvajemente. Está claro, que tanto tú, como Eva terminaréis hastiados y cansados de ese juego. Y de ahí a tirar cada uno por un lado, es cuestión de días. Habréis roto la magia del erotismo.
- Hasta aquí, lo habéis captado?.
- Si Susy, está muy claro. Pero entonces no debemos jugar a ese tipo de juegos, es eso lo que trata de decirnos Lolo?.
- No Eva, todo lo contrario. Ese juego es bonito y placentero para ambas partes. Lo que dice Lolo es qué si tú, Eva, decidieras sentir mayores sensaciones, lo mejor sería hacerlo de manos de alguien ajeno a vuestra pareja. Y después, contárselo todo tú a él. Así, nunca tendréis problemas de convivencia.
- Ahora lo he entendido. Eva, significa que jugar podemos jugar. Sólo que si yo, deseo azotar más brutalmente, será con otra mujer qué lo desee y lo permita. Al igual, que si tú deseas ser azotada de un modo más brutal, lo mejor será encontrar a quién te lo haga. Lo ves claro, amor?.
- Totalmente claro, Manuel. Entonces Lolo y Susy, nos estáis sugiriendo que nos hagamos swinger, es así?.
- Sí y no. Me explicaré. Si, sí deseáis llegar a ese estadio. No, si sólo deseáis jugar entre vosotros dos. Está ya más claro?.
Manuel y Eva, asintieron con una sonrisa en los labios y los cuatro dieron un largo trago a sus cervezas aún frías y deliciosas.
Susy, pasó una manos por las tetas de Eva y sonriendo, dijo.....:
- Eva, realmente tienes un tipo ideal para ser azotado. Manuel, con qué pensabas azotarla?.
- Pues no lo sé Susy. Quizás con alguna rama muy fina o un junco, que encontrásemos en el campo. Aún no lo hemos pensado, verdad Eva?.
- Si, sólo se nos planteó hace un rato, estando en la cama. Y pensamos en preguntaros a vosotros, por lo de las marcas, que es lo qué más nos cortaba. Porque claro, estar de vacaciones y no poderme poner el bikini, no me apetecía para nada.
- Jajajajajaja, lo ves Lolo, la parejita tiene razón. Si juegan, terminarán vestidos y sin playa.
- Jajajajaja, es verdad amor. Bueno, tendremos que hacerles una demostración, no te parece?.
- Me parece que si, Lolo. Aunque quizás Eva desee ser la receptora de los azotes y así al tiempo que se divierte Manuel y ella, después podrá comprobar el efecto de tu bálsamo especial. Eva, te atreverías a probar ahora?.
Eva y Manuel se miraron, sin saber que decir. Ellos habían pensado hacerlo a solas. Manuel estaba empalmado por la conversación y Eva, por su parte, deseaba probarlo cuánto antes, pero se sentía un poco azorada.
- Entendemos vuestras dudas, verdad Susy?. Creo que si los cuatro nos relajamos un poco y nos introducimos en aquel bosquecillo, quizás Eva pierda la vergüenza y se deje hacer, con mirones frente a ella.
- Eva, lo que te está diciendo Lolo, es qué tiene un punto de morbo, esa pequeña humillación en ti misma. Así sentirás los azotes más cómo son, al tiempo que estarás sufriendo de que te veamos las caras que vas poniendo, los gestos, los bufidos, los jadeos y hasta algunos grititos.
- No sé, Susy. La verdad es que me da un poco de corte que me veáis.
- Pero, al mismo tiempo estás deseándolo, a que sí Eva?.
- Sí, es verdad Lolo.........lo estoy deseando más y más, a cada instante que transcurre. Qué te parece a tí, Manuel?.
- Eva, si tu estás decidida, por mí no hay inconveniente, claro. Además Lolo y Susy, ya son conocidos nuestros y el tema qué estamos tratando, no es como hablar de las flores, precisamente, no te parece amor?.
- Si, tenéis los tres toda la razón. Vale, me atrevo. Dónde lo haremos?.
- En aquel pinar de allí, también es nudista. Llevaremos unas zapatillas para andar más cómodos y algún tentempié y cervezas frías en la nevera. Tengo unas varas muy finas, que harán las delicias en cualquier parte de tu cuerpo, ya lo verás, Eva. Cogeremos cada uno un macuto. Manuel, tu llevarás la nevera con las cervezas. Susy, tu encárgate de la comida. Yo llevaré las varas y las cuerdas y tu Eva, bueno, lo mejor es que tu lleves las herramientas.
- Qué herramientas, Lolo?.
- Pues el martillo, la maza y las estacas, claro.
- Y para qué se necesita todo eso, Lolo?.
- Ya lo verás, dulce Eva. Venga en marcha.
Cada uno se colgó el macuto correspondiente y caminaron a buen paso hasta adentrarse en el pinar. Eva, iba ya sudando de tanto peso a pleno sol. Y Lolo al percatarse de semejante detalle, la hizo cargar también con su macuto, con la excusa de irse a mear.
Eva, tuvo que cargar con los dos macutos y seguir el paso de los demás. Lolo, cuándo volvió de mear, pasó un brazo por los hombros de Eva y dejó reposar su mano sobre su teta derecha, animándola a seguir caminando, mientras la refería unas cuantas historias un poco subidas de tono. Manuel y Susy, iban detrás bastante más rezagados y también hablando entre ellos.
Eva, se sentía un poco cansada y así se lo hizo saber a Lolo, pero éste le restó importancia, diciéndola las ventajas de llegar muy cansada y qué así disfrutaría mucho más. Eva asintió, aunque no muy conforme. No la importaba que él llevara la mano sobre su pecho y tampoco que de vez en cuando le apretujara un poco el pezón. Incluso, se sentía húmeda en su vagina.
Lolo, se cambió de lado y así pudo toquetearla la otra teta, qué ahora ya magreaba más descaradamente, al tiempo que con su mano derecha la daba un pellizco en diversas partes del cuerpo. Eva, soltaba un ay! a veces y otras se retorcía de cosquillas, riendo, algo que Lolo había descubierto hacía unos minutos.