Sexo en el despacho
Una abogada y su secretaria acaban follando con una pareja de clientes.
SEXO EN EL DESPACHO
Laura había citado a su clienta del turno de oficio a las diez de la mañana, era un despacho en el centro de la ciudad muy soleado, una habitación para el despacho, otra para archivo, otra de sala de espera, otra para cocina, el baño y fuera una mesa grande para la secretaria que casualmente era su pareja.
La clienta era una chica que había sido citada como testigo de un robo pero tenía miedo a presentarse por si acaso revisaban sus papeles ya que no los tenía. Acudió a la cita con su marido, un hombre alto y fornido que se dedicaba a la construcción y de aspecto imponente. A las diez en punto llamaron a la puerta y la secretaria salió a abrir e hizo pasar a la chica al despacho y al hombre a la sala de espera.
La chica se sentó frente a la mesa del despacho, era muy guapa e hizo que Laura se mojase toda, Empezaron a hablar del asunto y se cayeron bien, en eso estaba que cuando empezaron a hablar de dinero y Laura iba a salir del despacho para pedirle unos papeles a Ana que se llamaba así su secretaria la chica se levantó y colocándose tras nuestra amiga la acarició el culo cogiendola cariñosamente de los pechos.
Laura se sobrecogió, quiso huir pero había algo en su coño que se lo impedía, se dio la vuelta y besó a su clienta primero un suave pico y luego un beso más apasionado, los dos labios juntos y fueron abriéndolos y juntando las lenguas mientras la decía que si lo había hecho por el dinero que no se preocupase. Llamó a su secretaria por el interfono y la dijo que no se preocupase pero que fuera a ayudarla. Ana traspasó la puerta y vió a su pareja y a la vez jefa besando a la clienta que estaba tumbada en el suelo mientras Laura la iba desnudando hasta dejarla completamente desnuda.
Laura se levantó para hacer un striptease a su clienta y Ana tomó su lugar después de haberse desnudado, se arrodilló a un la do del cuerpo de la chica y la besó suavemente mientras la acariciaba los pechos haciendo círculos en torno al pezón y como si estuviera sopesándolos mientras la abogada se quitaba toda la ropa y quedaba desnuda en un sensual baile al ritmo de una delicada melodía.
El hombre que lo oyó se extrañó y cuando salió al pasillo vió la silla de la secretaria vacía y tras los cristales del despacho vió una sombra desnuda. Entró y se encontró a su mujer tumbada besándose con Ana y a Laura de pies frente a ella bailando.
Laura era una mujer de estatura media, pelo castaño muy corto, ojos marrones y gafas, pechos pequeños de pezones color café y el pubis rasurado completamente, complexión bastante delgada, El hombre entró de manera brusca y cogió a Laura por el cuerpo y la llevó sobre la mesa tumbándola boca abajo sobre ella, se sacó la polla de los pantalones y poniéndosela a la entrada de la vagina la penetró de una sola estocada, la mujer estaba toda mojada por lo que la verga entró sin dificultad mientras Ana se colocaba a horcajadas sobre Desire que así se llamaba la chica y con el coño en la boca de la muchacha se proponía comerle todo el conejito hasta hacerla estallar en algún orgasmo.
Puso su lengua en el perineo y lo acariciaba en círculos con ella haciendo que la chica se estremeciese y abriese todavía más las piernas y gimiese y apenas pudiera comerse a su vez el coño de la secre. Laura era follada en la mesa por el cipote del hombre que la tenía bien empalada con los pantalones en los tobillos. Cuando el hombre se notó venir se la sacó y se la hizo comer.
Laura se dio cuenta en ese momento de la tremenda verga que había tenido alojada en el coño y que por eso ahora se sentía completamente abierta. Le quitó primero la camiseta para desnudarle entero, la polla medía como unos 25 cms pero es que además era bastante gruesa, intentó meterla en la boca pero apenas podía abarcarla entera, tenía que darla lametones en lugar de chuparla entera, de todas formas no necesitó mucho porque en una de ellas el hombre eyaculó sobre su cara dejándola casi blanca de la cantidad de semen que expulsó.
Mientras tanto Ana y Desire estaban casi en un orgasmo continuo prodigándose multitud de caricias y besos y lametones hasta quedar abrazadas en el suelo. Laura se había ido un momento al servicio para adecentarse y Ana y Desire se habían arrodillado frente a la polla del marido de la chica que estaba flácida y habían comenzado a intentar levantársela.
Ana lamía la polla con ardientes lamidas mientras la esposa se metía los grandes huevos en la boca, la polla iba reaccionando poniéndose tensa cada vez más, Laura entró en la habitación y Desire la dijo que ahora iba probar algo indescriptible que se dejase hacer y sacando un tubo de su bolso la colocó un poco de ungüento en el ano a la abogada, era una sustancia pastosa que en cuando la extendió comprendió que era vaselina, se lo fue extendiendo bien hasta que la tuvo bien lubricada, entonces la acompañó donde estaba el hombre y colocándola de espaldas a él y Ana, sujetando la barra de acero que tenía por verga después de haberla untado de lubricante, la abrió las nalgas a tope y la hizo sentarse sobre semejante falo para que se la introdujera en el culo, El glande comenzó a taladrarla mientras ella aguantaba el dolor, la pola iba entrando hasta entrar del todo, luego comenzó a botar mientras Ana iba a un cajón de la mesa donde Laura guardaba un juguete y la penetró con el consolador poniéndolo al máximo.
El dolor se convirtió en placer y estaba como en una nube medio inconsciente por el gusto, Ana también cogió un consolador a pilas doble y se lo metió en el coño a Desiree tumbándose ella en el sentido contrario y metiendose la otra punta y comenzando a follarse mutuamente. Luego se tumbaron una sobre la otra besándose mientras los penes de plástico hacían su labor y los flujos por la excitación caían por sus muslos.
Laura chilló en un nuevo y gran orgasmo que la dejó medio desmayada, se levantó como pudo de su amante y se fue a poner sobre la boca de su clienta para que la excitación no bajase, entonces el hombre sacó a su esposa el juguete del coño y la penetró sin avisar llenándola entera, la bombeó hasta que la chica llegó al orgasmo, entonces le sustituyó la lengua de Laura que comenzó a hacer maravillas, se movía a una velocidad increíble entrando las dos mujeres en un orgasmo continuo.
El hombre se tumbó boca abajo clavándose Ana semejante polla en el coño y comenzando a botar dándole la espalda lo que aprovechó él para clavarle el consolador que había tenido Laura en el coño meterselo en el culo a la secretaria y ponerlo en marcha, estaban los cuatro completamente excitados. Ana aprovechó y fue girando sobre el cuerpo del chico hasta situarse mirándole a la cara mientras botaba sobre su polla apretando los músculos cuando subía para que el rozamiento al bajar fuera mayor.
El hombre bufaba, tanto que la cogió y la puso a cuatro patas metiendosela de golpe y follandola hasta que ella después de un par de orgasmos seguía pidiendo guerra pero él masturbándose con las nalgas firmes de Ana eyaculó sobre su espalda cayendo unas gotas en la boca de su mujer que estaba frente a él comiendo el coño de Laura que a su vez lamía el de Desire mientras ésta también besaba apasionadamente a Ana.
Cuando terminaron se ducharon los cuatro en la bañera y todavía el hombre follo analmente a Ana y a Desire mientras Laura se masturbaba con el consolador. Terminaron de vestirse y lavarse. Quedaron que la sesión de sexo de hoy pagaba solo los primeros gastos que los siguientes se pagarían de la siguiente forma cosa que la clienta y su marido estuvieron encantados de aceptar.
Este relato es imaginario pero va dedicado a Laura(nombre ficticio) una buena amiga que me felicitó por mis relato y a la que prometí esta historia.
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