Sexo en el ciber - 2ª parte

Segunda parte del relato de dominación de un extraño en un cibercafé cuando tenía 18 años.

Mientras yo le chupaba la dura polla al segundo hombre extraño, el otro dejó de chuparme el culito por un momento. Yo no veía nada, estaba sumida en la oscuridad, quedándome sin saliva de tanto chupar, todas mis babas se habían quedado en esa polla que parecía no tener fin. Al cabo de unos minutos, mi Anónimo me agarró los brazos y me los puso en la espalda mientras me ataba las muñecas con una especie de cinta adhesiva. Ahora no tenía ningún poder de movimiento con las manos en la espalda.

En ese momento parece que se cansaron de que estuviese en esa posición, y como yo estaba a su merced no podía más que dejarme llevar. Las pinzas de los pezones me las arrancaron sin previo aviso dejándolos realmente doloridos. Es como si me quemasen y solo quería que se olvidaran de ellos y no me los volviesen a tocar.

  • Menudas tetas más gordas tienes, están para meter mi polla entre ellas... uff es que te voy a hacer tantas cosas que no sé por cuál empezar, todo tu cuerpo pide que lo destroce a pollazos.

Me dieron un estirón en un brazo y acabé de rodillas en el suelo de un golpe. Me cogieron fuertemente las tetas y pusieron una polla entre ellas, pero no sabría decir de cuál se trataba. Sólo sé que olía fatal, me tenía que aguantar la respiración, es como si no se hubiese lavado en días. La rozaba entre mis grandes tetas y a veces tocaba con sus dedos mis pezones, presionándolos. Sentía el dolor punzante, por lo que soltaba pequeños quejidos y hacía muecas en la cara de molestia. De repente: ZAS! palmada en la cara más fuerte que antes.

  • Cállate puta! No tienes derecho a decir ni hacer nada sin nuestro consentimiento, así que ni una cara larga. Por ahora lo único que vas a hacer con esa boca es chupar y tragar.

Sacó la polla de entre mis tetas con gran rapidez y la introdujo en mi boca de nuevo, está vez con un ímpetu que casí me llegó a la garganta. Esa polla sucia estaba en mi boca, se la estaba limpiando con mi saliva...¿cómo puede ser que me gustara aquello? sentía con ganas de comérmela toda, de rozarla con la lengua y saborear ese gusto amargo que tenía. Y en menos de 10 segundos un líquido caliente se introdujo en mi garganta haciéndome toser conforme podía. Moví la cabeza pues no me dejaba respirar, pero el hombre me tenía cogida del pelo mientras sacudía bien su polla en mi boca. No tenía otra elección que tragarme ese asqueroso líquido para poder respirar. Así que tragué todo, y no había poco. Entonces ese hombre quitó la polla de mi boca y yo con un gesto rápido aparte mi cara de él y empecé a respirar con fuerza.

  • Oye tío - oí que decía mi Anónimo - yo por esta media hora próxima ya he terminado con la golfa del chat, hasta que me reponga. Voy a beber agua e ir al baño mientras. Puedes hacer lo que quieras con ella.

Entonces creo que me encontré sola con el desconocido número dos que me susurro al oído:

  • Sabes perrita, te la voy a meter hasta el fondo, te voy a meter hasta los cojones en tus agujeros. No sabes las ganas que tengo de reventarte ese culo virgen que tienes. ¿Porque es virgen, no? Contesta guarra!!

Yo contesté que sí y entonces pude oir una risa.

A este segundo hombre me lo imaginaba más joven, más bajito que yo, gordo y con problemas para ligar con las mujeres. Eso me ponía super cachonda. Mientras yo me imaginaba como podía ser físicamente, él me tumbó en el suelo, me quitó completamente las bragas rojas que llevaba y me abrió las piernas al máximo. Empezó a tocar la vagina de forma inexperta. Me tocaba violentamente, sin ritmo ninguno e incluso haciéndome daño. Metió un dedo en mi agujero que me gustó porque entró con suavidad de lo mojaba que estaba. Un segundo dedo noté que entraba y escarbaba por dentro. Introdujo un tercer dedo que me abría más el coño. Sacaba y metía los tres dedos con gran rapidez. Noté que quería entrar un cuarto dedo pero le costaba más porque me tenía que abrir más el agujero y a mí me empezaba a doler, pero lo consiguió.

  • Tienes el coño tan abierto que te voy a meter el puño entero. Mi novia no es tan guarra como tú y no me deja hacerle estas cosas. NO sabes lo que voy a disfrutar contigo sucia putita.

Consiguió meterme la puntita del dedo pulgar y el coño me empezaba a escocer. Yo no sabía como sentirme, estaba en mitad de no sabía donde, tumbada con las piernas abiertas a más no poder y un tío desesperado por follarme por todas partes. Mi coño rebosaba de repente un montón de líquido y yo solo podía pensar en que quería esa polla dentro de mi vagina y no pude evitar soltar de nuevo:

  • Fóllame por favor

Cogió una cinta adhesiva que le había sobrado de las manos y me la puso en la boca.

  • Te he dicho que no podías hablar sin nuestro permiso, asi que por eso te voy a follar, pero por tu lindo culito virgen.

Gírate!!

Me estiró del brazo y me giró poniéndome boca abajo contra el suelo. Tenía la cara contra el suelo y sin poder moverme. Me flexionó las rodillas para ponerme el culo en pompa. Yo intentaba chillar y chillar, pero no podía, simplemente un ruido lejano se podía oir. Comencé a retorcerme. Eso si que no, mi culo no por favor.

Me empezó a pasar el dedo por el ano poco a poco. Introdujo la punta de su dedo anular en el orificio. Despacito, poco a poco iba metiéndolo más y más. Y empezó a sacarlo. Así varias veces hasta que metió uno más. Dos deditos en mi ano saliendo y entrando. Sentí una sensación rara, me estaba gustando los dedos tocándome el ano, era una sensación nueva. Rara pero placentera. Sacó los dos dedos y entonces sentí la presión como de un dedo gigante. Era su polla entrando. Esa sí que me dolía!! Primero la puntita, poco a poco mientras decía:

  • Oh sí nena... entra.. así...

Despacito iba entrando cada vez más y mi ano se iba dilatando a su paso. Cuando llegó al final la fue sacando poco a poco y la volvió a meter esta vez con más fuerza y energía. Cada vez me iba doliendo menos, aunque seguía siendo una sensación desagradable. A los pocos minutos estaba follándome por mi culo en pompa como un animal que no hubiese comido en días, pegándome unos empujones que me hacían gemir. La postura en la que me había puesto, las manos atadas a la espalda, un tío guarro y gordo follándome por detrás me puso a cien, con mucho calor, sudando, con ganas de ser follada por todas partes ahora y entonces sentí que me corría. No podía gemir bien porque estaba con la boca tapada, me faltaba la respiración, mi culo estaba a punto de explotar y como pude, solté un grito que quedó amortiguado por la cinta que me tapaba la boca. Ese orgasmo me duró casi 2 minutos, extasiada, en estado de shock, disfrutando del placer que no había sentido antes. Un orgasmo totalmente diferente que me dejó sin fuerzas.

  • Pero si te has corrido y todo, so puta. Como me gusta eso.. pero por desgracia, nadie te había dado permiso para ello. Así que serás castigada de nuevo. Te portas demasiado mal para ser tan jovencita...

Me cogió del pelo y mientras me follaba soltó un gran gemido y sentí mi culo más húmedo que nunca. Se había corrido dentro de mí. Me sentía muy sucia en ese momento. Tenía aún restos de la corrida del otro en mi boca y ahora en mi culo.

Me dejó tirada en el suelo sin decir nada y pude oir sus pasos alejarse. ME sentía cansada, relajada en parte pero con ganas de que me dejaran irme, tenía ganas de ver a mis papás y que me tratasen como una princesa y no como una puta. Pero muy lejos de la realidad, aquella noche no había cambiado para nada.

Al poco rato, mi Anónimo Valencia se acercaba diciéndome:

  • Me has contado que has disfrutado mucho con mi amigo, verdad? pero que te has portado mal corriéndote sin permiso. Así que bueno, aquí estoy yo para castigarte como te mereces...

Continuará....