Sexo en el Campus 2
Nuestros protagonistas continuan su fin de semana particular, pero esta noche sera diferente....
Nota del Autor: Ante todo pido disculpas por mi tardanza, por motivos que escaparon a mi control he estado impedido de poder regalaros la continuación de mi saga, os pido disculpas y deseo que este relato os guste aun mas que el anterior.
SPARTAN WOLF
SEXO EN EL CAMPUS 2
Luego de descansar de nuestra pequeña toma de contacto, decidi que podía tomar las riendas de la situación, y aprovechar mis conocimientos para disfrutar al máximo de Clara y su fogosidad.
-Espera aquí, túmbate y relájate, voy a poner música y a por unas cosillas
la mire con una media sonrisa intentando ser un poco enigmático, ella me miro y en sus ojos note cierta mezcla de curiosidad y excitación y con esa chispa y una risilla tonta me dijo:
-Vale, pero ni tardes mucho, ni te pierdas por el camino…lobo
Y empezó a reírse, pero no una risa de burla, sino una risa de complicidad, seguramente sabia que traería algún complemento para nuestra pequeña fiesta, pero no creo que imaginase que no eran los complementos que ella pensaba, asique me dirigi hacia el salón, y en el hilo de música de la casa puse chill out, a un nivel ni muy alto, ni muy bajo, lo justo para crear una atmosfera de relajación, pase por el lavabo y coji aceites de masajes, y unas velas aromaticas que se había dejado mi ex y a las que nunca encontraba salida, me mire al espejo un momento asombrado del automatismo que estaba sufriendo y me preguntaba si no estaría pasando algo mas que solo sexo por mi cabeza, deseche esa opción en pocos segundos diciéndome que era solamente el toque romantico necesario para no dejar escapar a una presa tan codiciada.
Entre en la habitación, ella estaba tumbada boca arriba con los ojos cerrados, la verdad que la luz de la luna iluminando su piel hacían que fuese una vista mas que bonita y apetecible, me quito de mi ensimismamiento diciéndome que si iba a seguir mirándola me cojiera un cubo para las babas, me rei con sinceridad, me habían pillado, asique le dije que se preparase, que primero había que engrasar los mecanismos y luego ponerlos a trabajar.
Empece por poner unas pocas velas con cuidado en sitios estratégicos, que no recargaran el ambiente y a la vez que su aroma se sintiese debilemente por la habitación, las encendí y le pedi que se tumbase boca abajo, me miro con curiosidad pero me hizo caso, se tumbo, y empece a untarme aceite de masajes en las manos.
-Espero que no tengas cosquillas, porque esto va a ser un masaje…en profundidad
-No te preocupes, cosquillas no tengo asique empieza, tengo ganas de sentir tu piel
Empece masajeándole la espalda, centrándome en sus costados y su baja espalda o zona lumbar, al subir rozaba levemente sus pechos generosos con la punta de mis dedos, sintiendo como se estremecía, cada vez fui aumentando la intrusión de mis manos en zonas claves, sin llegar a sus zonas intimas, quería crear un buen nivel de excitación para poder acabar realmente satisfechos, ella se tensaba al sentirme cerca de su intimidad, pero siempre acababa con las ganas de sentirme.
-Cuando hemos pasado de ser 2 bestias salvajes a 2 personas romanticas?
-Pues…no lo se, supongo que asi aumentamos nuestras ansias y asi lo pasaremos mejor
Su pregunta me había cojido desprevenido, había dudado al responder y su mirada ya no estaba llena de fogosidad, sino de algo mas, pero no llegaba a adivinar el que, asique proseguí, estuve dándole un masaje durante casi 30 minutos, hasta que empece a masajear libremente su entrepierna, había llegado la hora de pasar al plato fuerte, mis masajes habían conseguido aumentar su deseo (y el mio también) y ella destilaba fluido, estaba encharcada, asique sin mediar palabra, me tumbe entre sus piernas, y mirándonos a los ojos empece a entrar en ella.
Ella suspiraba y yo también, pero no podía apartar los ojos de su cara, ella me abrazaba, la estaba follando, pero al principio como un tio delicado, hasta que paso algo que no tenia previsto, algo que volvió a activar mi instinto animal, clavo sus uñas en mi espalda y mirándome a los ojos con una agresividad inusitada me dijo:
-Follame, métemela dentro y se un lobo malo, follate a tu loba, dame duro!
Eso rompió el clima, y fue cuando le levante las piernas, abriéndolas y sujetándolas a mis costados y empece a bombear como un animal
-Te gusta asi? Te gusta que te la meta bien dentro?
-Si, me gusta sentirte dentro, me encanta como me follas!
Habiamos pasado a ser animales de nuevo, yo bombeaba con mucha fuerza, le mordía el cuello y la clavicula, le chupaba los pezones, mientras ella gemia, respiraba y me intentaba morder la oreja y el cuello, eramos 2 animales desenfrenados.
Me Sali de su coño, baje hasta el, y con mi lengua empece a jugar con su clítoris, arrancándole gemidos de placer, haciéndola gozar y mientras ella me cojia del pelo en un aviso de que se estaba a punto de correr, asique supuse que no estaría mal y empece a darle muy rápidamente a mi lengua, se corrió en mi boca, saboree sus jugos y relamiéndome y con una mirada fogosa, sin darle un respiro volvi a metérsela dentro, de golpe y sin avisar.
-Ohhhh dios!! Que bueno eres!!! Sigue sigue!!
Estaba gozando, su coño mojado me invitaba a entrar cada vez mas dentro, empece a probar variantes del típico misionero para conseguir una penetración mas profunda…y lo consegui, su cara lo demostraba, ella se cogía de de las piernas y yo apoyado en mis manos y mis pies, movia la cadera metiéndole mi polla tan adentro como me lo permitían nuestros cuerpos.
-Dios correte, correte!!! Quiero que te corras dentro! Dios, me encanta
-Es por eso que lo hago, para que te guste, disfrutalo, es todo tuyo
Segui bombeando largo rato, cambiando la variante, pero sin cambiar de posición, pues era la que mas me permitia llegar al fondo y la que mas la hacia disfrutar, hasta que con un gemido de mi interior, aumente las embestidas, mordí su cuello y mientras ella también llegaba a su orgasmo, nos corrimos juntos.
Fue una corrida de las que hacen historia, no por el caudal sino por la satisfacción, ella y yo corriéndonos al unisono, dándolo todo al otro, ella me clavaba las uñas en la espalda y me mordía la oreja mientras yo respiraba agitadamente y abrazaba sus hombros.
-Dios, me has dejado dolorida, pero me ha encantado
-Pues yo estoy reventado, creo que en la vida había soltado tanto lastre, pero coincido en que nos ha encantado.
Sonriendonos el uno al otro, complices de nuestro instinto salvaje, que ahora descansaba en nuestro interior, con la luna como testigo, paso algo, algo que decidió el rumbo que tomaria ese fin de semana.
-Me encantas Clara, me encantas y…te quiero
Esas palabras salieron de mi fuero interno, sin yo quererlo ni saber siquiera que estaban allí, su respuesta fue simple y directa
-Y yo a ti Andres.
Y nos besamos, a la luz de la luna.
Continuara.