Sexo duro con un universitario en el baño
Un universitario y yo follamos en los baños de la facultad.
Llevo todo el día muy cachonda. He estado leyendo y escribiendo muchos relatos eróticos. Además he recibido unos correos electrónicos de mis lectores contándome detalladamente todo lo que hacen cuando leen mis relatos. La suma de todas estas situaciones ha dado lugar a que estoy muy mojada y he estado masturbándome en público por ser incapaz de contener mi deseo sexual.
Voy paseando por la facultad con este calentón tan grande y decido entrar al baño para seguir masturbándome. Pero antes de entrar oigo que del baño de chicos salen unos gemidos, así que decido investigar.
Entro al baño de chicos y veo a uno de mis compañeros de la universidad haciéndose una paja con los ojos cerrados mientras gime. Lógicamente no se da cuenta de que he entrado.
Decido darle una sorpresa. Abro uno de los grifos y me pongo a beber agua.
-¿Qué haces? —grita espantado.
-Nada, beber agua, ¿no me ves? —le digo haciéndome la tonta.
-Quiero decir que qué haces en el baño de chicos.
-Te he oído gemir y he entrado a curiosear —contesto con total sinceridad.
Miro su polla y veo que está aún más erecta que antes y me acerco a él con una sonrisa maliciosa.
-Déjame, de tu polla ya me ocupo yo.
Le doy un buen lametazo a sus huevos y luego se los toco suavemente, continúo lamiéndome toda la polla hasta que llego al glande, allí me detengo y comienzo a introducir su capullo en mi boca. Mi lengua da vueltas alrededor de su glandes y mis manos tocan sus cojones. Él gime entrecortadamente. Me meto toda su polla hasta el fondo de la garganta, me folla la boca hasta que tengo arcadas y me dice que va a correrse. Entonces detengo la mamada.
-No, todavía no te vas a correr, estoy muy muy mojada y necesito que me folles.
Me baja los pantalones y cogiéndome por la cintura me lleva hasta el lavabo, me sienta sobre él y comienza a follar mi coño súper húmedo mientras yo gimo y gimo sin parar. En cuanto me corro él comienza a gritar que también va a correrse. Me la saca y le hago una buenísima y rápida cubana, por lo que se corre entre mis tetas. Lame su corrida y ya me bajo del lavabo. Le chupo y lamo la polla una vez más para dejarla bien limpia. Acaricio sus huevos con suavidad y doy un leve beso a su glande como despedida.
Nos vestimos y nos vamos cada uno por nuestro camino.