Sexo con una de 62

Relato de sexo con una veterana de 62 años en una piscina

SEXO CON UNA DE 62

Era el verano de mil novecientos no me acuerdo,  a mis 28 años, me encontraba de novio con una chica dos años mayor que yo. Esta chica tenía una amiga mayor que ella, ya bordeando los 40, casada, la que su marido tenía una excelente situación económica.  Por cosas de convivencia nos hicimos muy buenos amigos con ella y con su marido, y era habitual que nos invitaran constantemente a su fabulosa casa.

Mi historia pasa con la madre de la amiga de mi novia,  de unos 62 años, por lo menos, que a pesar de no vivir con ellos, era parte de esa casa, incluso tenía un cuarto ahí para alojar cuando ella quisiera.  Como la  casa de esta familia, quedaba a las afueras de la ciudad, no era extraño que yo y mi novia, la trajéramos varias veces hasta su casa, aprovechando que teníamos que volver.

Esta señora, siempre fue muy atenta conmigo, incluso mi novia, me molestaba bromeando diciéndome que a la señora yo le gustaba. Que siempre me atendía muy bien , hablaba muy bien de mi, que me encontraba buen mozo, caballero etc. , burlándose de mi. Pero entre bromas y bromas, lo que decía mi novia, tenía algo de razón. Yo sentía a veces que eran demasiadas atenciones o elogios y descabelladamente llegue a pensar que incluso podía yo gustarle a la veterana.

Para que se hagan una idea de la protagonista de la historia, la señora era una mujer alegre, conversadora, bastante desmemoriada por su edad, de pelo corto y cano.  De figura delgada, tetas flacas, grandes, caídas y largas, con un culo delgado.  Puedo describirla perfectamente, ya que muchas veces compartió con nosotros en la piscina, con trajes de baños de una sola pieza, donde se podía ver ya su piel suelta, tostada por el sol y con hartas manchas producto de la edad, en sus brazos y pechos.

Llego un día en que esta familia , saldría de vacaciones y como tenían dos hermosos perros Mastín Napolitanos  , necesitaban que alguien los atendieran en esas tres semanas que se ausentaría, y al parecer estaban entregando esa responsabilidad a mi novia. Para nosotros era excelente la idea, ya que tendríamos una fabulosa casa para nosotros solos, con piscina, donde podríamos follar a destajo incluso hacerlo en la piscina que era una de mis fantasías sexuales y la de mi novia, aparte de invitar a otros de nuestros amigos , hacer fiestas etc. Pero a última hora, la suegra de mi amigo no quiso viajar con ellos y se ofreció para quedarse en la casa y atender a los animales.

De todas formas nos dijeron que si nos queríamos quedar ahí o ocupar la piscina en su ausencia no tendrían ningún problema, es más, nos pasaron una llave y la amiga de mi novia, nos pidió que de repente pasáramos a darle una vuelta a su mamá para que no estuviera tan sola, aparte que por la edad de la señora era muy distraída.

Hasta ahí quedaron mis planes, aunque todo esto tuvo un giro completamente inesperado.

Como mi trabajo era de terreno, debiendo movilizarme todo el día en una camioneta de la empresa, una tarde en que hacía un calor  infernal, estaba hablando por teléfono con mi novia que se encontraba en su trabajo, le comente por donde andaba y me dijo que por favor  pasara a darle una vuelta a la madre de su amiga. Que aprovechara de tirarme un refrescón en la piscina y de paso ver a la anciana, pero que tuviese cuidado con ella, en tono de broma.

La idea no era mala , estaba muy cerca , el calor era insoportable y como no tenía que cumplir horario, llegue hasta la casa de mi amigo. Su suegra se encontraba tomando sol en la piscina, me recibió muy amablemente como siempre, solo que esta vez, andaba con un traje de baño de su hija, de dos piezas. Me dijo que la disculpara, pero que aprovechando que estaba sola se había puesto ese traje de baño, para broncear sus partes ocultas.

Me invito a que la acompañara en la piscina  y como no traía traje de baño, me prestó uno de su yerno. Me coloque el traje de baño y me fui a su lado en la piscina, con una cerveza del refrigerador y otra para ella.

Le hice el comentario que su yerno era mucho más gordo que yo , y que me quedaban sueltos, por lo que no se fuera a asustar si me tiraba a la piscina y se me salían los trajes de baños. Ella se rio y me dijo que no había problema, que me quedaban muy bien.  Antes que nada , me tire de cabeza al agua para capear el calor y ella me miraba preguntándome si se me habían salido o no. Le dije que casi, lo que era verdad.  Estuve un rato en el agua y a pesar que la señora tenia puestos unos lentes de sol , podía sentir su mirada. Me salí del agua y me coloque en la silla del lado. Conversamos de varias cosas, hasta que el sol nuevamente me mato y debía volver al agua. La invite que nos fuéramos a bañar y ella acepto.

Me tire de cabeza al agua y nuevamente casi se me salen los trajes de baño. Ella se reía diciéndome que si se me salían, ella no tenía ningún problema. Fue un piropo completamente diferente a los que estaba acostumbrado de su parte.  En el agua, mirando como la señora caminaba hacia las escaleras, con ese traje de baño de dos piezas, sus tetas largas, los dos solos en esa casa  … mmmm … quizás podía cumplir mi fantasía, aunque no con la persona que me había imaginado.

Estuvimos un buen rato en el agua, ella acomodándose a cada rato su bikini, que al apretarle las tetas hacia arriba,  la hacían verse bastante interesante. Me salí del agua y me senté al borde de la piscina con los pies en el agua.  Me di cuenta , que como me quedaban algo grande el traje de baño, mi verga salía por el costado del protector, y casi asomaba la cabeza por el costado de mi pierna.

Algo malicioso en mí, me hizo darle un pequeño regalo a la veterana, y apropósito corrí un poco mas  la tela del traje de baño, dejando solo la punta de mi verga al aire. Sentí el sol en la punta de mi verga y la veterana , aun en el agua acomodándose el bikini a cada rato para que no se le fuera a escapar una teta al aire. Ingenuamente se acerco hasta donde estaba yo, con esa pequeña sorpresa para ella, pero no se daba cuenta. Conversamos un rato así, hasta que de pronto , sus ojos se encontraron con su regalo.  Volvió la vista hacia otro lado, pero nuevamente, tratando de ser lo más disimulada posible, volvió a mirarla, una y otra vez.  Yo fingía que no me había dado cuenta, y la verdad me estaba excitando, al ver como la veterana miraba una y otra vez la cabeza de mi verga, por culpa de los anchos traje de baño de su yerno.  Descaradamente moví un poco más la tela, dejando ver un poco más mis atributos masculinos a la veterana, pero siempre haciéndome el desentendido.

Sentí su nerviosismo y como no seguía bien el curso de la conversación, completamente distraída. Volví a meterme al agua y la note distinta, mi regalo había causado efecto. Estaba diferente, jugaba más aun con el bikini, acomodándoselo más y mas.

Le dije que al igual que a mí, que a ella, también en cualquier momento se le podía salir un pecho, al estar con trajes de baños ajenos. Ella se rio y dijo que era verdad, que estaba muy nerviosa de que eso le fuera a pasar.  Ahora fui yo el que le dijo que si se le escapaba, por mi no había problema. Ella se rió mirándome maliciosamente .

Comenzamos hablar que en otras partes del mundo era habitual que las mujeres tomaran el sol en toples, hablamos de las playas nudistas etc.  Me pregunto si yo fuera a uno de esos países, si me atrevería a andar desnudo por la playa, a lo que le respondí que si. Que obviamente estaría un buen rato de boca en la toalla, hasta que se me pasara el efecto de estar viendo a mujeres desnudas. Ella se rio imaginándome en esa situación. Y ahora fui yo el que le pregunto a ella y me respondió que si. Yo le dije que no le creía y ella me reafirmo  que si, claro que si tuviera un cuerpo mas bonito, a lo que le respondí que a su edad se encontraba bastante bien, lo que le causo un cierto agrado. Entre bromas y bromas, me dijo que no me creía que me atreviera y le dije que si , que no tenia problemas , y me desafío hacerlo. Le dije que ni un problema, mientras ella hiciera lo mismo y me demostrara que no estaba mintiendo. Sorpresivamente me dijo que si, que se atrevía si yo lo hacía. Sin mucha demora, metí mis manos bajo el agua y me saque el traje de baño, dejándolo a la orilla de la piscina. Ella se mato de la risa, diciéndome que no pensaba que yo fuera hacer capaz.

Ahora yo la invite a cumplir su parte del desafío. Ella se reía y me decía que le daba vergüenza, pero que era una mujer de palabra. Se notaba que la veterana tenía ganas de marcha, era demasiado obvia y no puso mucha objeción a cumplir su parte del trato.

Me hizo darme vuelta y al minuto me dijo que me volviera. La parte de debajo de su traje de baño estaba al lado del mío, pero la parte de arriba de su bikini aun continuaba puesto. Le dije que no era justo, que era todo, a lo que ella se reía y decía que no era justo, por que ella tendría que mostrar las tetas y yo no.  La moleste un rato mas diciéndole que no era una mujer de palabra, ella muerta de la risa se negaba hacerlo, diciéndome que era un pícaro, hasta que nuevamente me dice que me de vuelta. Cuando escucho su ya, me doy vuelta y estaba con el agua hasta el cuello y la parte de arriba de su bikini al lado de la piscina.

La veterana estaba completamente desnuda, con sus brazos tapándose los pechos. La felicite diciéndole que si era una mujer de palabra y le extendí mi mano para estrechar la suya, lo que obligadamente tenía que destapar su pecho. Ella se reía y me decía que no podía darme la mano.  Entre bromas la fui empujando un poco más hacia el lado bajo mientras ella se reía y veía que a cada paso el agua descendía y mostraba más de su delgado cuerpo. A pesar de tratar de tapárselas, sus tetas largas, eran grandes y no alcanzaba a cubrirlas bien y me pareció ver uno de sus pezones. MI verga esta dura como una roca , presintiendo que luego tendría acción.  La solté y de inmediato la veterana volvió más al fondo, siempre con sus pechos cubiertos. Me decía que nunca se había bañado desnuda y que se sentía bien, pero que por ningún motivo le fuese a contar a su hija o a su yerno. Obviamente le dije que eso era un secreto entre los dos, que a mi tampoco me convenía que se supiera.

La desafié a que  descruzara sus brazos y me dijo que no tenia problema, dándomela espalda  levanto los brazos, se rio y me dijo que había cumplido nuevamente ( claro que solo mostrándome la espalda). ¡La veterana realmente me estaba coqueteando descaradamente!

Me reí y le dije que no era justo, a lo que ella argumento que estaba cumpliendo, que había separados su brazos, solo que dándome la espalda. Nuevamente la desafié y me dijo que no tenía problema. Se dio vuelta y nuevamente soltó sus brazos riéndose de lo que hacía. Pero en ese momento,  me sumergí, avanzando hacia ella, viendo bajo el agua, el blanco y delgado culo de mi víctima, sin que ella se diera cuenta.

Aparecí detrás de ella sorpresivamente y la abrace por detrás, agarrándole sus flácidas  tetas con ambas manos y enterrándole la verga entre las nalgas. Ella se asusto, pero sabía perfectamente que tarde o temprano eso sucedería , con el juego descarado que llevábamos. Me pregunto fingiendo sorpresa que es lo que hacía y yo descaradamente manoseándole las tetas le dije que tocarla.  La veterana , no llevo su farsa mas allá de un minuto, y se entrego a mis caricias y echando la cabeza hacia atrás , se dejo manosear por el amigo de su hija , 32 años más joven que ella.

Mis manos acariciaban cada parte del delgado cuerpo de la suegra de mi amigo, atrayéndola hacia mí, frotándole la verga por su delgado culo, manoseándole las tetas , pellizcándole los largos y puntiagudos pezones.

EL agua dejo de moverse tan bruscamente como antes, con nuestros cuerpo completamente sumergidos,  las risas se acallaron, solamente nuestras cabezas afueras , generando pequeñas olas en el agua de la piscina.

Mis manos sumergidas, acariciaban esa vieja concha, separándole unos labios vaginales largos, sueltos, que permitían mejor aun agárralos y separárselos, para luego pasar mi palma completamente extendida de principio a fin sacándole pequeños gemidos a la veterana

Mi verga entre tanto roce llego hasta su sexo. Ella sintió como eso duro que hace mucho no sentía buscaba paso entre sus viejas carnes.  Apoyándole las manos al borde de la piscina la doble y la penetre suavemente. La veterana sentía algo de dolor al sentir que mi verga invadía su olvidado cuerpo, entrando mas y mas , separando sus pliegues internos por años sin uso . Al fin mi verga llego hasta el fondo y literalmente la ensarté en mi verga. La tome de la cintura, separándole ya los pies del piso. Ayudado por el agua más el delgado peso de la veterana, tomándola de su delgada cadera, sintiendo sus huesos, la enchufe en mi verga, moviéndola a mi antojo,

La suegra de mi amigo, no soltaba el borde de la piscina y con sus ojos cerrados y gimiendo, aceptaba la invasión de verga que recibía su cuerpo. Considerando su edad, se lo hacía suave muy suave, saliéndome casi completamente de ella , para volver a enterrársela hasta el fondo una y otra vez.

A veces se me pasaba la mano y se la enterraba muy adentro a lo que ella me respondía entre suaves gemidos, que le dolía. No quería que sufriera, si no que disfrutara, por lo que volvía hacerlo con mas suavidad.

La señora disfrutaba, pero se notaba que a veces le dolía. Le pregunte, caballerosamente, si quería que me detuviera un poco y si me la quería chupar y  sorpresivamente me dijo que si. La solté y me salí de la piscina , sentándome al borde con mis pies en el agua, mientras la veterana se acomodaba entre ella , diciéndome que le había dolido un poco, pero que le había encantado.

Con mis piernas en el agua, la suegra de mi amigo se acomodo entre ellas y me la comenzó a chupar. La verdad lo hacía bastante mal, pero no me importaba, era el morbo de estar teniendo sexo con una mujer mucho mayor que yo la que me calentaba.

El calor era insoportable, el sol ya me quemaba, a lo lejos los perros ladrando hacia la calle lo que la urgió un poco y le sugerí que entráramos a la casa.  Ella actuaba de lo más natural, caminando desnuda como si fuese algo cotidiano, con sus delgadas y largas tetas colgando como si tuviese el mejor cuerpo. Me dijo que me la quería seguir chupando si a mí no me molestaba. Me sentó en el sofá, me trajo una cerveza y acomodándose en un cojín en el piso, me continuo chupándome la verga diciéndome lo mucho que le gustaba.

Luego de beber mi cerveza con toda calma, mientras ella se encargaba de mi verga, le dije que fuéramos al cuarto de su hija. La acosté en la cama y le chupe las tetas hasta cansarme. La veterana a veces me daba la impresión que no disfrutaba , que lo hacía como por compromiso. Sicológicamente le gustaba, pero físicamente su cuerpo no reaccionaba como yo esperaba, notaba que le dolía el hacerlo, pero cuando baje a su entre pierna, la cosa cambio. En un principio no quería, le daba vergüenza, pero cuando mi lengua se metió en su sexo, el cambio fue notorio. Comenzó a disfrutar y a quejarse escandalosamente. Nunca le habían hecho sexo oral a sus 62 años ¡!!

No se si logre hacerla acabar así, ya que su concha no se mojaba mucho, pero por lo quejidos que dio , se me ocurre que si. Luego de un buen rato, de estar chupando una seca concha, con un voluminoso y largo clítoris,  me acosté de espaldas y le pedí que se me montara encima. La viejita siguió mis instrucciones y con algo de dolor se fue enterrando mi verga. Le pregunte si le gustaba y ella dando muestras de placer y dolor, me decía que si, pero que la tenía muy grande y que como su cuerpo no estaba acostumbrada a eso, le dolía un poco, pero al fin se la enterró por completa.

En esa posición sus tetas largas llegaron a mi boca y se las chupe a mi antojo, tratando de no enterrársela muy adentro para no causarle dolor. Me dijo que le estaba doliendo mucho y que quería parar un rato. Me confesó que se sentía mal de no poder seguir mi ritmo, pero que a su edad ya estaba un poco oxidada. Pero que si yo quería, me la chuparía hasta hacerme acabar en su boca.  Su ofrecimiento no fue rechazado y luego de disfrutar con su boca, haciéndole que me chuparas las bolas, que se la pasara por todo su arrugado rostro, que me dejara masturbarme en su boca, dándole aviso comencé a descargarme copiosamente en su boca, echando mis dos primeros chorros de leche caliente directo a su boca y el resto a su rostro arrugado de ojos cerrados. La embetune de semen a la veterana, quejándome como un toro, botando una abundante cantidad. Luego de acabar la señora se reía sin poder abrir sus ojos cubiertos de semen. Le pase algo para que se limpiara y se acostó a mi lado desnuda, riéndose de todo lo que había pasado.  Quedamos de acuerdo nuevamente que eso nunca se tendría que saber y quedando de acuerdo para repetir lo mismo al otro día, me marche.

Durante esas semanas me folle a la abuelita  unas 10 veces más por lo menos, botándole todas las telarañas de su viejo sexo, pudiéndomela follar bien follada, dejándola bien lubricada.