Sexo con mis compañeros de trabajo #2
Continuación de la primera parte
La imagen fue un poco chocante al principio. Tanto Dani como yo nos quedamos muy sorprendidos al encontrarnos a Luis observando la escena. Asi que, con nerviosismo, le pedimos que no dijera nada. Luis es muy bromista y era capaz de decir algo.
—Bueno, bueno... Ya veremos cómo me lo cobro —dijo de manera sensual.
Otra sorpresa. ¿Acababa de insinuarse? Su gesto y sobretodo su tono indicaba a que sí, pero eso no seria ahora porque Marcos estaba en la cocina preparando la cena.
Durante la cena todo ha ido bien, Luis se ha comportado y solo ha mencionado una vez algo sobre el cuarto de baño. Dani y yo le hemos mirado a manera de reprensión. Yo además le he dado una patadita por debajo de la mesa.
Tras la cena, ahora empiezan las copas. Hemos puesto una película de acción en la televisión del salon y estamos los cuatro tirados en pijama (algunos más sexys que otros), con nuestra copa en la mano. Aparentemente no es un plan muy divertido, pero nos sirve para ponernos a tono.
Y asi es, porque cuando termina la pelivula llevamos varias copas ya cada uno, y empezamos a hablar de temas absurdos. Empezamos hablando de política, pero en cuanto me doy cuenta, estamos hablando de tías (están). Marcos se lamenta de su ruptura con Nerea (algo que pasó hacr unos cuatro meses), y Dani y Luis le animan diciendo que ahora podrá follar con quienquiera, y que sin ella está mejor.
Luis se cabrea bastante por ese ultimo comentario y se va a la habitación:
–Estoy cansado y voy a dormir, no hagáis mucho ruido.
La diversión se corta de golpe cuando baja la música antes de cerrar la puerta del dormitorio.
Los tres nos miramos sorprendidos, estábamos entre amigos, de cachondeo y realmente se ha ofendido por una broma. Nos sentimos un poco culpables, y la sala se mantiene en silencio hasta que Dani dice algo:
—Tampoco he dicho nada que no sea verdad.
—Eso da igual, nos ha cortado todo el rollo —responde Luis.
—Le ha debido de ofender, pero supongo que mañana se le habrá pasado —intervengo yo.
Charlamos animadamente, intentando no alzar demasiado la voz, sobre temas baladís, pero Luis pregunta de pronto:
—¿Y vosotros desde cuando estáis juntos?
La pregunta nos pilla por sorpresa a ambos. Noto como me pongo rojo de golpe y agacho la cabeza, sin embargo Dani responde bastante entero.
—No estamos juntos, de hecho es la primera vez que follamos.
Luis parece bastante abierto y no le sorprende la respuesta. Lo que si me sorprende a mi es el bulto que hay en sus pantalones.
Lleva un pijama largo gris, de estos que te realzan todo, y en el se dibuja un bulto redondo bastante grande. Me sorprendo diciendo:
—Oye Luis, ¿te pone preguntarnos sobre sexo o tu paquete es así de grande siempre?
—Un poco ambas —se agarra el bulto y lo sacude un poco—. Además no está dura todavía.
Tengo esa imagen grabada a fuego en mi cabeza. Observo a Dani y veo que él también ha empezado a sobarse, asi que acompaño a los dos. Nos miramos los unos a los otros, pero nadie se atreve a hacer nada más, asi que soy yo el que se levanta y se pone de rodillas delante de ambos y del sofá.
Mi mayor objetivo ahora es Luis, así que me acerco a él y le agarro con ganas el bulto, el se sobresalta, pero no se queja. Se baja el pantalón y deja a lucir unos calvin Klein azul eléctrico que cubren un pedazo de bulto. Luis tiene el cuerpo cubierto de vello. Tiene el rabo hacia abajo en el slip, y va a reventar, a su izquierda en el sofa, Dani ya se ha quitado sus gallumbos y se pajea lentamente disfrutando del espectáculo.
Luis se saca los Calvin Klein y deja a la vista un rabo de unos 18cm, parecido al mio, solo que aún cubierto con el prepucio. Me lo meto en la boca y dejo que el prepucio se recoja mientras yo se la chupo. Es un rabo increíble porque además es bastante gordo y me llena la boca entera. Veo que pone los ojos en blanco y los cierra antes de empujarme la cabeza para que mame más a fondo. Eso me pone muchísimo, asique me dejo llevar y le hagl disfrutar de una de sus mejores mamadas y comida de huevos.
Dani se corre y Luis, al verle empieza a hacer unos movimientos bruscos que me indican que él también va a reventar, pero yo no quita mi boca de su polla. Tras unos segundos, la saca y se corre encima de su pecho peludo. La imagen es increíble, mis dos compañeros de oficina semidesnudos en el sofá y con sus pechos llenos de leche. Ahora solo me falta a mi correrme, y creo que ya sé con quién probaré suerte mañana, Marcos en la piscina tenia un buen paquete...