Sexo con mi suegra (2)

Aun me quedaba una semana para disfrutar con la madre de mi mujer...

Me baje de ella y ella me dio la espalda, No nos decíamos nada, apoyado contra su espalda, le acariciaba las nalgas, jugaba con su vellos de su vagina y le acariciaba las tetas

La hora, el alcohol, el cansancio, me arrebataron y me quede dormido.

Al despertar al otro día, me encontraba solo en la habitación …… pero aun me quedaba una semana …….

Me levante, ya era tarde, cerca de las 11 de la mañana. Mi suegra se preparaba para salir con mi hija a su casa. Ninguno de los dos comento nada, todo fue normal como si nada pasara. Solo conversamos un rato, me dijo que pasaría esa noche con la niña en su casa, pero que volvería el domingo a quedarse acá nuevamente.

Me despedí de mi hija y se marcharon. Nada hacia notar lo que había pasado la noche anterior. Paso todo el fin de semana y el domingo las fui a buscar en la tarde. Llegamos a casa, jugué un rato con mi hija hasta que mi suegra la acostó en mi dormitorio.

Yo salí a regar el patio y a fumarme un cigarrillo. Pensaba en lo que podría suceder a la noche y la idea me excitaba.

Mi suegra veía televisión en mi pieza. Me di alguna vueltas, esperando que mi suegra saliera de la habitación, pero nada, continuó en esta hasta avanzada la noche. Entre con el pretexto de sacar mi ropa para el otro día. Estaba aun vestida, mirando televisión al lado de mi niña; no me hizo ningún comentario.

Vi un rato TV, en el living. Solo una vez mi suegra salio del dormitorio a buscar un vaso de agua, pero sin decirme nada, volvió a su habitación. Me resigne a que nada pasaría y me fui a acostar. Espere largo rato a que mi suegra entrara a la habitación, completamente desnudo, pero nada.

Siento como se abre y se cierra la puerta de mi habitación, yo de espaldas a la puerta. Sin darme vuelta, espero ansioso que mi suegra entre a mi cama. La ropa de cama se abre y siento su cuerpo acomodarse detrás mío. Espere sin moverme, haciéndome el dormido, a ver que hacía ella. Siento sus generosas tetas apoyarse contra mi espalda, mas no reaccioné. Su brazo pasa por sobre mi cintura y con sus dedos comienza a tocar mi vientre, lentamente siento como sus uñas, bajan enredándose en mis vellos, hasta tocar mi pene que estaba ansioso de sentir sus caricias.

Cuando ella siente el contacto de mi verga, como que retrocede un poco, para luego seguir acariciándome cerca de ahí, pero sin tocarlo. Yo sentía como disfrutaba tenerlo tan cerca de sus manos y no agarrármelo…. Suavemente me lo toma y comienza a movérmelo muy lentamente, sin apretarlo mucho. Ahora siento como su otra mano, se coloca en mis nalgas y me las manosea.

La vieja esta disfrutando ser ella la que llevara la iniciativa. Siento su respiración mas y mas fuerte, aun simulando esta profundamente dormido, me doy vuelta, quedando de espaldas junto a ella.

Sigo sintiendo sus suaves caricias, ahora ella comienza a bajar lentamente la bajar la única sabana con a que estaba tapado. Se encuentra con mi cuerpo completamente desnudo … suspira …. Se muy bien que tiene una perfecta visión de mi verga, ya que la luz que entraba por la ventana , era suficiente, para iluminar la habitación.

Su mano ahora me recorre completamente, tocando mis peludas piernas, mis cocos, mi verga. Siento como me mira a la cara y ve que duermo. Corre su pelo hacia un lado y baja hasta ponerse a la altura de mi entrepierna. Suavemente va introduciendo mi verga en su boca, muy suavemente, solo la punta al principio, hasta terminar por meterle hasta donde su boca lo permitiera.

Le excitaba sentir la boca de su yerno dentro de la boca, y gemía al bajar y subir. Le comencé a acariciar sus rubios cabello , quejándome para que supiera lo mucho que me gustaba. Ella continuó por largo rato en ese trabajo, a veces sacándola completamente, mirándola como se veía en sus manos para volvérsela a meter.

No se cuanto rato estuvo a si, pero fue mucho. Nunca mi mujer me había echo una mamada tan larga , y su madre no paraba. Ya después del rato su mamada era el de toda un profesional, se metía mis huevos a la boca y me los succionaba fuertemente hasta hacérmelos doler, pero yo aguantaba disfrutando al saber que era mi suegra la que lo hacía.

Me levante un poco y la hice acostarse a ella de espaldas. Le abrí sus piernas, quedando ante mi vista su gran concha peluda ….

Ella pensaba que me montaría igual que ayer y la penetraría, pero antes que se diera cuenta, mi lengua estaba entre sus piernas dándole un placer que al parecer antes no había recibido.

Me pidió que me detuviera y que la penetrara, pero yo hacía oídos sordos a sus peticiones y seguía hurgueteando con mi lengua esa vieja zorra, a los pocos minutos sus peticiones que me detuviera, se transformaron en gemidos, mientras yo seguía saboreándosela.

Devolviéndole su trabajo oral continué una y otra vez, hasta que entre sus gemidos, escuche que me decía que me detuviera que ya no aguantaba mas. EL morbo de estar con esta mujer me tenía loco de calentura y no me detuve hasta sentir como se descargaba en mi boca , entre grandes alaridos y levantando su pelvis para rozarla al máximo contra mi boca

Me coloque a su lado y ella se dio vuelta de espaldas a mi ….. la abrace por detrás, mis manos se aferraron a sus exquisitas tetas y le coloque mi verga entre sus nalgas. Ella gemía ya cansada, mas o no había acabado aun.

Con mi mano separe sus nalgas y dirigí mi verga a la entrada de esa mojada concha. De un golpe la hice mía nuevamente.

Una y otra vez la penetré, siempre amasando sus tetas y acariciándole el culo. La hice colocarse boca a bajo y me monte sobre ella sin sacársela y la folle largo rato. La imagen de ver a mi suegra boca abajo, con sus nalgas la aire, logro calentarme al máximo, y antes de acabar, me arrodille entre sus piernas. Tome mi verga y la puse entre sus nalgas. Se las tome firmemente y comencé a pajearme entre las nalgas de mi suegra, descargando toda mi carga de semen caliente entre ellas y lo que saltó a su espalda. Cuando mi suegra sintió como le caía esa leche caliente en su espalda dio un gran quejido.

Exhausto me que de en esa posición, viendo a mi suegra boca abajo, con todas sus nalgas mojadas, acariciándoselas y restregando mi semen entre ellas.

No dije nada y me acosté a su lado. Ella se mantuvo en la misma posición, mientras yo ya acostado a su lado, le acariciaba sus mojadas nalgas.

Como a los quince minutos de estar en esta posición, mi suegra se levanta, toma su camisa e dormir que estaba en el piso y si marcha de la habitación, sin mirarme en ningún momento.

Al otro día me levante, mi suegra dormía junto a mi hija. Me vestí , tome desayuno y me fui a trabajar … con la alegría de que aun me quedaba el resto de la semana

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