Sexo con mi primo

Capítulo 1: Primer encuentro. Hace una semana atrás mis padres me han comentado que conoceré a mi primo, nunca antes tuvimos la oportunidad de conocernos ya que mi familia estaba peleada por motivos que no vienen a cuento en este momento. Como ya se ha arreglado, una de mis tías viene de visita a pasar los meses de verano a dónde vivimos, por ese motivo mis padres han decidido a hacer una gran cena familiar.

Capítulo 1: Primer encuentro.

Hace una semana atrás mis padres me han comentado que conoceré a mi primo, nunca antes tuvimos la oportunidad de conocernos ya que mi familia estaba peleada por motivos que no vienen a cuento en este momento. Como ya se ha arreglado, una de mis tías viene de visita a pasar los meses de verano a dónde vivimos, por ese motivo mis padres han decidido a hacer una gran cena familiar.

Así poder limar las perezas y compartir todo lo que no hemos podido compartir en este tiempo. Por eso con mis tíos vendrán sus hijos según me han comentado mis primos Marcus tiene 25 años, es el mayor de los dos y mi primo Andrés que tiene 17 años.

Para ser sincera no me apetece nada esta cena familiar ya que no podré salir con mis amigas, pero no tengo forma de evitar quedarme a la cena, asíque cuanto antes se pase mejor así podré salir, festejar mi libertad, mis notas y que por fin tendré un poco de vida lejos de mis padres ya que me iré a la universidad.

Llegada la tarde la casa esta hecha un gran manojo de gritos, entre mi madre gritandole a mi padre que tiene que hacer, y gritandome a mi que baje a ayudar y a estar arreglada para la noche.

  • ¡Seraphyne!, baja inmediatamente.

Sentí gritar por décima vez a mi madre desde la cocina, acabe de arreglar mi cabello en una cola alta dejando un mechón del flequillo suelto, repase el labial rosa, y me dispuse a bajar, no sin antes mirarme por última vez al espejo, llevaba un vestido corto color mostaza con unos zapatos bajos a conjunto con el vestido.

  • Pronto llegarán tus tíos, acomoda los platos, la cubertería y las servilletas. Seremos 7 en la mesa.

Oí decir a mi madre mientras abro las puertas de los armarios agarrando lo necesario para poner todo listo. Habíamos sacado la mesa grande para poder estar todos juntos y ponernos como decía mi madre "al día de todo lo hecho en estos años". En mi mente solo tenia una idea, terminar este día lo más rápido posible, agarrar mi télefono, acostarme en la cama, encender la televisión y terminar dormida.

A primera hora de la noche, se sintió el timbre de la puerta sonar tres veces seguidas. Ahí estaban mis tíos con mis primos detrás de ellos.

Mi tía vestia un vestido rojo hasta las rodillas con unos zapatos con un poco de tacón, mi tío venia vestido con unos vaqueros azul marino y una camisa blanca, en la mano traía una botella de vino tinto el que más le gustaba a mis padres.

Mis padres le dieron la entrada, atrás de mis tíos se dejaron ver dos chicos que suponía que eran mis primos, los dos eran bastante altos, bueno todos me parecían altos, uno era moreno, ojos marrones, un pequeño lunar en la mejilla derecha, unos labios finos, y un cuerpo no muy gordo no muy delgado, díria que esta bien. Y el otro chico era moreno con unas pequeñas mechas rubias, ojos verdes, moreno de piel, se notaba que se cuida el cuerpo ya que tenía bastante definidos los musculos o eso dejaba ver su camisa corta, sus labios eran un poco mas gruesos.

Mis tíos me saludaron como de costumbre y los dos me abrazaron, hacía mucho no los veía, desde que tenía 16 años, ahora con 19 años había cambiado un poco, no mucho, me había teñido el cabello, ahora lo tenía pelirrojo.

Tan pronto terminamos los abrazos, hemos pasado a la mesa, mis padres estaban a un lado de la mesa junto a ellos me sente yo, enfrente de mis padres se sentaron mis tíos, al lado de mis tíos se sento mi primo Andrés y junto a mi en la cabecera de la mesa se sento mi primo Marcus.

La cena transcurrió tranquila, hemos comido, se abrió la botella de vino, ya se la había terminado antes de llegar al postre y hemos sacado otra botella de vino pero esta vez blanco.

Como habíamos terminado la cena me dispuse a salir de la cocina déspues de lavar los trastos y dejar todo listo para mañana no hacerlo, subí las escaleras recorri el pasillo hacía mi cuarto, abrí la puerta y la cerre tras de mi. En el salón quedaban mis padres hablando con mis tíos en la mesa, mientras que mis primos se habían sentado en el sófa viendo la televisión y viendo sus teléfonos.

Apenas habían pasado unas horas, imagine que había terminado la pequeña fiestecita de mis padres pero no era así, podía oír las risas desde mi cuarto.

Decidí darme una ducha y ponerme el pijama, poner la televisión en mi programa favorito. Busque en mi armario el pijama, puse la agua caliente en la ducha, agarre unas toallas del armario. Entre a la ducha deje correr el agua por mi cuerpo, cuando agarre una de las toallas vi a mi primo Marcus en la puerta del baño mirandome fijamente, recorriendo mi cuerpo con su mirada, cuando termino de comerme con su mirada se relamió y se fue acercando poco a poco, cada vez más cerca.

No sabia que hacer en aquel momento, que podía hacer en un momento como aquel, me puse una de las toallas alrededor del cuerpo y otra alrededor del cabello. Intenté salir del cuarto del baño pero no podía pasar, con mi primo en medio sin dejarme pasar cada vez me sentía más y más acorralada contra una de las paredes.

Llegando a chocar contra ella, sin tener a dónde escapar, apoyo una de sus manos en la pared a la altura de mi cuello y la otra mano acariciando mi hombro.

Sus manos recorrían por completo mi cuerpo, senti como se acercaba todavía más a mi llegando a pararse a escasos centimetros de mí. Sentí su aliento en mi cuello, llegando a besarme el cuello mientras sus manos acariciaban mis piernas, me quede paralizada sin saber que hacer, intenté apartarlo pero me agarro las muñecas, me puso los brazos hacia arriba quedando totalmente expuesta a él, mientras con una mano me agarraba la otra saco la toalla que tenía tapando mi cuerpo.

Quedando expuesta totalmente desnuda a él, sentí como recorría con su mirada mi cuerpo, no dejaba de verme, intentando otra vez safarme del agarre, con un desastroso intento decidí darme por vencida.

Me beso los labios al principio suave, al cual correspondí, dando un pequeño mordisco al labio inferior de él haciendo que jadease, seguimos con los besos cada vez más y más apasionados, dejando mis muñecas libres, pase mis brazos por su cabello tenía un tacto suave, haciendo los besos más profundos, puse finalmente mis brazos detrás del cuello de Marcus.

Pase mis piernas alrededor de su cintura, notando como un notable bulto era presionado en mi pequeño coño, cada vez sentía que estaba más y más húmeda, con los besos continuos, agarrando de mis nalgas salimos del cuarto de baño, dirigiendonos hacía la cama, donde acabe acostada totalmente desnuda, sentía mis mejillas sonrojarse, viendo como el se sacaba la ropa, primero la camisa, quedando su torso definido a la vista, sacando sus zapatos, los pantalones vaqueros y por último no sin antes quedandose viendome con una sonrisa pícara, quedando enfrente mía con unos simples boxers color azul marino, se acerco a mí dejando que su verga rozase contra mi coño desnudo, haciendome gemir.

Mordí mi labio y le mire directamente a los ojos, luego mire hacía abajo mientras mis manos agarraban el boxer y frotaba como si mi vida fuese en ello, sentí como su respiración se volvía más brusca y entrecortada, quedando apoyado en mi dejandose llevar por sus sentidos, comence a subir el ritmo, tome la iniciativa y me puse encima de él.

  • Mmmm, que tenemos aquí.

Dije a la vez que bajaba el boxer dejando libre a esa verga que pedía a gritos ser mía, agarre con una mano mientras daba unos pequeños besos en el abdomen, y comenzando a bajar mientras lo masturbaba con mis manos. Mirandole fijamente pude ver como tiraba su cabeza hacia atrás mientras gruñia.

Por fin con los besos llegue a esa rica verga que por fin probaría con la boca deje de masturbar con la mano, la agarre con la mano la base, mientras con la lengua daba pequeños circulos en el glande. Mientras con mi mano libre la lleve a mi coño se sentía tan húmedo que no pude evitar masturbarme mientras se la chupaba.

Comence a meter de a poco la verga por completo en mi boca, primero lento gozando cada centimetro con mi lengua recorriendola de arriba a abajo, mientras subía el ritmo. Él agarro mi cabeza con las dos manos haciendo que el ritmo subiese y bajase a su gusto, senti como me follaba mi boca llegando a parar y sacarmela por completo de la boca mientras me miraba fijo mientras suplicaba por volver a chuparsela, sonrió y volvió a meter su verga en mi boca dejando que yo hiciese a mi ritmo, comence rápido y sentia como un líquido que supuse que sería la primera corrida del momento, lleno por completo mi boca haciendo la tragase por completo.

-Mmmmm....

Gemí, relamiendo los labios. Me hizo acostarme en la cama mientras el se levantaba, senti como empezo dandome besos en el cuello fue bajando lentamente por mis pechos parandose en ellos, con una mano comenzo a pellizcar el pezón mientras que me mordía, lamia, y besaba el otro pecho, con cada acaricia que sentia me ponía más y más excitada.

Siguió bajando por mi abdomen dandome pequeños besos llegando a mis muslos en los que los besos pasaron a ser pequeñas lamidas llegando a lamer mi coño, abriendolo con sus manos dejando a su vista mi clítoris inchado, y toda húmeda, comenzo a frotar sus dedos por el. Gemí fuerte, a lo que me tape la boca para no llamar a la atención de los que estaban en la casa, sentí como daba besos a mi clítoris mientras jugaba con sus dedos en la entrada de mi coño y de poco a poco comenzaba a meterlos sin parar de dar besos, dejando de dar besos comenzo un ritmo cada vez más rápido con sus dedos entrando por completo haciendome jadear como nunca hice, era lo mejor que había sentido nunca, cerraba mis piernas de tanto placer, levante mi espalda para sentir más sus dedos. Sentía que me volvería loca en cualquier momento me vendría llegaría pronto a mi límite.

  • Te quiero dentro.

Llegue a decir entre jadeos, sentía mi respiración entrecortada, cada vez me costaba más poder hablar. Solo quería darnos el placer que tanto deseabamos y ambos buscabamos.

Se subió, quedando encima mía. Me dio unos cuantos besos mientras me abría las piernas quedando en medio de ellas, poniendose en posición agarro mis tobillos y los llevo a sus hombros. Sentí como rozaba su glande con mi coño de a poco fue presionando y comenzo a entrar....

Solté un gran suspiro cuando comenzo entrar el glande estaba totalmente adentro, senti como comenzaba lentamente a entrar hasta que se chocó con mis nalgas, comenzo a salir y a entrar nuevamente despacio, sentía un desespero tan grande por un ritmo más rápido, le mire a los ojos pidiendole más y más, me sentía tan completa que no me importaba nada más que el momento.

Cada vez era un baibén más rápido, sentí como un liquido recorria y sobresalia de mi coño, se habia corrido adentro, saco su verga todavía dura de mi y me puso a cuatro.

  • Te voy a dar tan duro que no podrás andar en días.

Le escuche decir mientras se ponía detrás de mi, volví sentir como rozaba su verga en mi coño haciendome ganas de tenerlo cada vez más adentro. Pero esta vez no metió su verga en mi coño, sentí un gran dolor intentenso, me había metido en el ano, entraba muy apretado, era la primera vez que alguien me follaba el culo, no pensaba que sería así de doloroso, comenzo lento ya que vió que entraba muy justo y yo me caí hacia la cama quedando totalmente pegada a la almohada la cual comence a morder, sentí como se chocaba con mis nalgas, sus testiculos golpeaban contra mi, de una forma que me excitó y comence a masturbarme mientras me follaba el culo.

Sentí como me daba nalgadas, quedando totalmente rojas, sin parar comence a moverme hacia delante y hacía atrás, él agarro mis caderas para llevarme a un ritmo idilico para el. Mientras tanto comence a sentir que pronto me vendria y empece a jadear y agarre la sabana con mas fuerza y enterre mi cara en la almohada mientras subía el ritmo con mis dedos dentro del coño, todavía sentia el semen caliente en el, y senti como me venía, también senti como Marcus se volvió a correr dentro de mi ano, finalmente saliendo de mi interior y quedando su semen dentro y fuera cayendo sobre la cama.

Los dos caimos rendidos encima de la cama totalmente desnudos y agitados, quedando totalmente dormidos déspues de unas horas llenas de placer.