Sexo con mi padre Julián.

Tuve sexo con mi padre a la edad de 16 años. (Historia real).

Hola a todos.

Me llamo Ángel, tengo 18 años y soy de Málaga, España.

Hoy vengo a contaros una historia real, que sucedió en verano del 2010.

Si es posible, me gustaría, a la vez también me ayudaría, que me comentéis. Muchas gracias a todos.


Empezemos. Era una mañana de agosto. Iba de camino a la casa de mi padre Julián, porque mi madre se iba de vacaciones con su nuevo novio, Enrique, alrededor de 1 mes.

Mi padre Julián esta divorciado. Tiene 44 años. Es alto, no muy delgado, con un poco de tripa pero esta muy fibrado. Muy belludo. Es moreno de piel. Sus ojos son negros, sus labios son muy carnosos. Rebosa belleza, es muy atractivo. Muy rudo y solitario, pero en el fondo es muy buena persona. Pelo corto, de color negro. Saludable, no fuma, pero bebe un montón. Y su voz es firme, pero a la vez protectora.

Mi madre me dejó en la puerta de su casa. Me ayudó a sacar las maletas del maletero. No quiso acompañarme hacia la puerta de la casa de mi padre. Se montó otra vez en el coche, lanzándome un beso mientras se alejaba despacio.

Tenía enfrente la casa de mi padre Julian. Su casa es espectacularmente grande. Cerca de la costa. Hacía tiempo que no hablaba con mi padre y estaba muy nervioso. Cojí mis dos maletas, y me adentré en su patio. Estaba delante de su puerta. Llamé.

  • ¡Ya vá! - Dijo.

Abrió la puerta. Hacía tiempo que no lo veía, y cuando lo ví... Me quedé impresionado. Parecía mucho más joven desde que lo ví la última vez. Tenía una barbita que parecía que tuviera la mitad de años de los que tenía. Solo llevaba unos boxers negros que resaltaba su paquete. Un paquete bien grande. Rebosaba de virilidad. Su ardiente cuerpo estaba sudado, y olía muy a macho. Me excité un poco.

  • ¡Hombre!, ¿Tan pronto estás aquí? - Me dijo mirándome de arriba a abajo.

  • Si. Es q-que mamá tenía que irse p-pronto. - Dije nervioso.

  • Amm... Pues bueno. ¿Vas a entrar o qué?

  • Si, por supuesto.

Se alejaba de la puerta y lo único que veía era su trasero duro como una piedra alejándose cada vez, más y más lejos. Me enseñó la casa entera: la cocina, el salón, los dos baños... Era muy bonita la casa. Además, cerca de la costa. Los primeros días hablábamos distante, pero cojimos confianza. Veíamos programas juntos, hacíamos la comida juntos... Salíamos juntos a tomar un par de cervezas ya que no tenía a mis amigos en esas zonas de Málaga. Poco a poco, cojimos mucha confianza.

Pasó una semana. Se me hizo eterna. Julián solo paseaba por la casa en boxers. Me ponía muy cachondo mi padre. Una noche soñé con él: Soñé que entraba en mi cuarto desnudo, y que me empezaba a besar y acariciar mi culo, agarrándolo duramente. Después, me ordenó que me sentara en la cama, para empezar a mamársela con fuerza, y me pegaba en la cara cada vez que mis dientes acariciaba su enorme glande. Me desperté muy cachondo, y no podía volver a cojer sueño. Así que fui a la cocina a beber agua.

La cocina está en la planta baja, y mi habitación encima de esta. Para pasar tengo que bajar las escaleras que están cerca de la habitación de mi padre Julián. Estaba un poco adormecido, bajé muy lentamente las escaleras con paso torpe. Cuando fuí por el vaso de agua, volví a subir por las escaleras. Y la puerta de la habitación de Julián, estaba entreabierta. Fuí muy curioso y me asomé. Su ordenador estaba encendido. No había nadie dentro de la habitación. Solo yo y la luz del ordenador. Me adentré más para saber que tenía puesto en el ordenador. Me dí cuenta, que en el baño de la habitación de mi padre, la luz estaba encendida, pero seguí adelante. Con el vaso de agua que tenía, lo dejé en el escritorio. Y me sorprendió lo que ví... Era un video porno gay. Me quedé con la boca abierta. En el video salía un hombre viejo follandose a un chaval de veinte años. Se me puso la polla supererecta. Pensé rápidamente, que el viejo podría ser mi padre, y yo el chaval de veinte años. Me bajé los calzoncillos y empezé a tocarme muy rápido. Iba a estallar, pero de repente, escucho como se abre la puerta del baño. Me subí los calzoncillos y fui rápidamente a mi habitación presa del pánico.

Julián no sabía que yo era gay. Pero me sorprendí mucho con ese video. Había preguntas rondándome la cabeza: ¿Será gay?, ¿Por qué veía esa clase de videos?, ¿Habrá tenido sexo con algún hombre?... Yo sabía que esa noche, no podía dormir. Me tuve que hacer varias pajas, pensando en él.

Al día siguiente, nos levantemos temprano Julían y yo. Él me despertó.

  • Ángel, despierta. Ya está el desayuno en la mesa. - Me dijo inpaciéntemente.

  • Ya voy... - Dije serio.

Julián tenía que trabajar.

  • Que te vaya bien en el trabajo papá.

  • Lo intentaré. - me dijo con tono burlesco. - Recoge tu habitación... ¿Vale?

  • Vale.

  • Y coge el vaso de agua que te dejaste anoche en mi habitación... Adiós.

Sin palabras... ¡Sabía que estuve alli!... Me quedé un poco flipado por lo que me dijo. Pero lo hice.

Entré en la habitación de mi padre a por el vaso. Lo cogí, y me di cuenta que el ordenador estaba encendido. Mi interior dijo que me fuera de la habitación ya. Pero la curiosidad ganó. Abrí sus carpetas, sus archivos... No ví nada. Pero había una carpeta que ponía "Construcciones". Creí que había fotos de construcciones, ya que él es arquitecto, obvio. Pero no era así. Había fotos de él desnudo. Empecé a manosearme la polla sobre el pantalón. Julián tenía una polla bastante gorda y venosa. El glande era espectacular. Su polla no le cabía en la mano. No era muy corta, era normal. Me corrí dentro del pantalón. Que gusto ver la polla de mi padre, tan grande y venosa... Se me hacía la boca agua. Fuí a limpiarme al baño. Cuando volví al ordenador seguí viendo las fotos. Descubrí que también había videos. Videos de él follando con otros hombres. La excitación me recorría por todo el cuerpo. Fuí al baño de mi padre, y miré en su ropa sucia. Y había unos boxers suyos. Empecé a olerlos y lamerlos. Olían a macho, sudor y había un poco de semen. Me corrí en el momento, sin tocarme. Al pasar un buen rato, fuí a ducharme. Y recogí mi habitación.

A las diez de la noche, mi padre volvió muy cansado. Y como de costumbre se desnudo casi entero. Tenía esos boxers que me volvían loco.

Eran las once y media de la noche, yo estaba en mi habitación y el entró y se sentó en mi cama. Me dijo:

  • Ángel, ¿Nos tomamos unas cervezillas en el local del frente?

  • ¡Claro! - Le dije sin rodeos.

  • Pues visteté rápido. Nos vamos en cinco minutos.

Obedecí lo que me dijo. Y lleguemos a ese local. A partir de aquí no me acuerdo muy bien lo que pasó, pero nos hinchemos de beber.

Llegamos a casa... con un pedo de apaga y vamonos. Nos reíamos todo el rato. Nos sentamos en el sofá y hablábamos tranquílamente.

  • Ángel, te voy a ser sincero... - Me dijo muy serio. - Te quiero un montón. - Me dijo muy despacio mientras se tocaba su polla sobre el pantalón.

  • Yo también te quiero papá... Te quiero mucho.

Se levantó del sofá y se quitó la camisa y el pantalón. Se quedó solo con los boxers.

  • ¿No tienes calor? - Me dijo mientras se arrascaba los huevos. Parecía que tenía la polla un poco erecta. No podía dejar de mirarla. Entonces, le dije la verdad.

  • Papá, tengo que decirte algo serio. - Dije mirando sus ojos punzantes. - Papá, yo...yo s-soy... soy gay. - Se quedó mirándome sériamente. Y al rato dijo:

  • Ya lo sé Ángel...

  • ¿Cómo lo sabes? - Le dije sorprendido.

  • Ayer te ví entrar en mi habitación y vi como te pajeabas como un mono delante de mi ordenador... Y hoy por la mañana puse cámaras en mi habitación y en mi baño para verte... Vi como olías y lamías mis boxers, Ángel. Y vi como te duchabas en el baño... Hoy en el trabajo me he hecho una paja de lo cachondo que estaba hijo. - Diciendo eso, empezó a meterse la mano derecha en los boxers y acariciársela lentamente.

Mi boca era una fuente de saliva que caía en el sofá.

  • Papá, ¿Tú eres gay? - Le dije rápidamente antes de balancearme sobre su polla.

  • No... pero siempre me han atraido los culos de los hombres. - Me quedé embobado. Con la mano izquierda me tocó la nuca y dijo:

  • ¿Se la quieres chupar un poco a tu papi? - Empujándome la cabeza hacia abajo.

  • ¿Puedo?

  • Por supuesto.

Al decir eso, le quite los boxers y cojí su enorme polla. Empezé a pajearla despacio. Notaba como su respiración iba más rápido. No pude contenerme más, y fuí directo a mamarle el glande. No me cabía en la boca. Estaba deliciosa.

  • Uffff... No pares Ángel...Ufffff... Como se nota que tienes experiencia calientapollas... - Que me insultara me ponía más cachondo.

  • ¿Te gusta la polla de papi, a qué sí? - No podía contestar, tenía el glande metido en la boca. Me cogió del pelo y me levantó del sofá muy salvajemente.

  • ¡Contesta mamón!

  • Síiiii, ¡me encanta! - Me tumbó en el sofá y empezó a besarme. Su lengua jugaba conmigo bruscamente. Mientras, sus manos me desnudaban por completo. Mis manos, arañaban su espalda ruda y fuerte.

  • ¿Te han metido alguna vez una polla en el culo? - Me preguntó sin dejar de besarme.

  • Sí, me gusta mucho que me metan la polla entera en el culo papá.

Me metió de golpe dos dedos en el ano, no dejaba de hacerlo bruscamente. Me dolía mucho, gemía de dolor. Pero eso para mi padre significaba que debería ir más rápido y fuerte. Bajó su cara hacia mi ano y empezó a lamermelo de arriba a abajo. Esa sensación era inexplicable. Un gustazo que no se puede expresar con palabras, solo con gritos.

  • ¿Estás preparado para lo que viene? - Me dijo con una cara de loco...que  me ponía más cachondo.

  • Síiiiiii. ¡Vamos! ¡Empeza de una puta vez! Llenalé el culo a tu hijo de semen...

Me la metió entera de golpe... Me quedé sin respiración, era muy gorda. Me desgarraba por dentro. Solo gritaba de dolor.

  • ¿Te gusta cabrón? - Me dijo burlándose de mí.

  • Síiiii... AHHH, ¡no pares!

Sus embestidas eran cada vez más fuertes. Mi ano se acostumbró al tamaño de su enorme polla. Todavía me dolía.

Faltaba poco para que él acabase. Yo me corrí encima de mi torso. Empezé a saborear mi semen. Le dí un poco a Julián.

Sacó su enorme polla y se sentó en mis pectorales. Me agarró de la cabeza y empezó a bombear mi cabeza, arriba y abajo, Me la metí casi entera, aunque le rasgaba un poco, es demasiado gorda. Su cara parecía un poema. Quería correrse en mi boca. Y se corrió.

Todo su semen entró en mi boca, me estaba ahogando. Era muy espesa y muy caliente. Me tragué todo todo.

Se tumbó encima mío y empezó a besarme dulcemente.

  • ¿Te ha gustado Ángel?

  • Papá, me ha encantado... Soñé con esto un día... pero esto ha sido mejor que el sueño.

  • Pues prepárate, porque te voy a obligar que hagamos esto todos los días. - Me dijo besándome el cuello.

  • Trato hecho papá... - Nos besemos de nuevo, y ahí acabó el día. Dormimos juntos en su habitación.

En la actualidad, sigo teniendo sexo con mi padre, a mi me gusta mucho, y a él tambien le gusta. Y va a ser así por siempre.

Me gustaría, que si hay algunas personas que tienen o han tenido sexo con sus padres, que me dieraís vuestra opinión. Gracias.

Pero esto no termina aquí... ¡Nos vemos chic@s!

Continuará...