Sexo con mi hijo delante del ordenador

Historia real de una madre que se libera y practica el sexo con su hijo.

Esta historia que van a leer es totalmente verídica en todos sus extremos y en todos los datos que escribo. Ya se que costará creer que una madre pueda practicar actos tan tradicionalmente repudiados por la sociedad, pero os aseguro que es la más absoluta de las realidades, contada en primera persona por uno de sus protagonistas, en este caso yo, la madre.

También os tengo que decir que no tengo ningún remordimiento. Soy consciente de mis actos y de las consecuencias de los mismos y a las que dudáis os digo que vosotras os lo perdéis.

Bueno, para empezar y ponernos en situación os comentaré que estoy casada, tengo ahora mismo 45 años y tengo un hijo de 23 años, fruto de un polvo terminado antes de tiempo con el eyaculador precoz de mi marido cuando los dos estábamos aun en la universidad.

Mi marido y yo en aquellos años estudiábamos medicina, profesión que ejercemos ambos en la actualidad.

Nuestro hijo nació cuando aun estábamos sin trabajo, terminando la carrera y como consecuencia del empecinamiento de mis padres en que no se abortaba y que a lo hecho pecho.

Los comienzos fueron durísimos, nos ayudaron en mi casa y en la de mi marido por que si no ya me diréis de donde íbamos a sacar para los tres.

Ahora afortunadamente, estamos bastante bien situados, vivimos en una buena casa y nuestro único hijo vive como un rey. No se priva de nada y tan sólo tiene que pedirle al pusilánime de su padre para que a este le falte tiempo para comprarle lo que al niño se le antoje.

Bueno, después de esta introducción os comentaré un poco de mi vida sexual. Soy muy activa sexualmente, me gustaría estar haciendo el amor a diario. Me gusta todo del sexo, menos mi marido.

Aparte de que no he conseguido en la vida un orgasmo con el, me da auténtico asco. Me da asco por su carácter hipócrita, es pusilánime, bobo, eyaculador precoz y además un baboso en la cama. En la vida me ha comido el coño por que le da asco…… ¿Se lo pueden creer?

Yo que aunque creo que la vida son dos días, hasta hace bien poco nunca me atreví a engañarle y por ocasiones y ganas no fue. Hasta en su día su hermano, mi cuñado, intentó seducirme, además de repetirme en un millón de ocasiones que aun no sabía como una mujer como yo podía haberse casado con un cretino como su hermano.

La única vez que estuve a punto de engañarle fue con un chico que empezó a trabajar haciendo una sustitución en el centro de salud. Durante una guardia tonteando la cosa se puso muy pero que muy caliente…. hasta que llegó un paciente y ahí se enfrió todo, la situación era muy grave, de hecho casi se nos muere en el centro de salud que luego con el follón del traslado, el papeleo y demás pues como que pasamos un poco de seguir donde lo habíamos dejado. Y como mi suerte en asuntos sexuales era de aquella negada, al día siguiente se reincorporó la compañera de baja y el se fue hasta hoy que no lo he vuelto a ver.

Bueno, para no dilatarme mucho os contaré la historia que a estas alturas seguro que estáis esperando ya.

Yo hace un par de años tenía unas ansias tremendas de sexo. Lo necesitaba, mi vida sexual era una autentica porquería. Yo creo que soy una mujer guapa, con un buen cuerpo y que además cuido nadando por lo menos tres días a la semana desde hace años.

Me fijaba en todo hombre que se cruzase conmigo, me imaginaba como sería hacerlo con el, bueno, poneros en mi situación.

Mi hijo es un chico muy bien parecido, guapo y con un cuerpo atlético. Lo único que hace en todo el día es pasear los libros, hacer karate y sentarse enfrente del ordenador.

En su habitación tiene dos equipos informáticos encendidos a diario. Me dice que se está bajando música, películas y otras cosas.

Un día que estaban uno en el hospital y el otro en el gimnasio, y yo de descanso más aburrida que una col, limpiando en su cuarto encontré unos CDs de ponían escrito a rotulador "pelis X".

Me picó la curiosidad, imaginaros a mi que me encantaría llegar al orgasmo sola en casa y con pelis X.

Bajé al salón y puse un CD en el reproductor y desgraciada de mi, no se ve, no se reproduce. Pienso que si el los tiene es por que los puede ver, y entonces subo a su habitación y lo pongo en uno de los ordenadores.

Se abre una carpeta y por fin, ante mi seis archivos que tienen nombres tan provocadores como "madre rusa se tira a su hijo" o "violada por su hijo y sus amigos"

No lo podía creer, abrí uno de esos archivos y ante mí vi a una mujer horrible, con el pelo mal teñido y a un niñato imberbe pegándose un polvo como yo no había hecho en mi vida.

Saqué el disco y puse otro que ponía lo mismo y cuando se abrió vi que había más archivos en el mismo sentido.

Estaba entre aturdida y excitada. Ver aquel pene del chaval entrando y saliendo del culo de la mujer me había puesto el corazón como el de un caballo desbocado pero que eso lo tuviese mi hijo me indignaba y a la vez me ponía nerviosa.

Decidí observarlo unos días y controlar lo que bajaba de Internet. A partir de ese momento lo empecé a ver de otra manera. Lo empecé a ver como a esos hombres que veía en la calle y con los que me imaginaba retorciéndome bajo ellos de placer. Increíble pero cierto. Por otro lado tenía una especie de sensación de culpa por tener esos pensamientos, no se como describirlo..

Fueron pasando los días y coincidiendo con el fin de la menstruación mi deseo sexual era mayor si cabe y los pensamientos con mi hijo eran casi una obsesión. Habían podido ya con cualquier sensación de culpabilidad.

Solo lo veía como un objeto sexual.

Una noche después de cenar, con su padre de guardia en el hospital, se desencadenaron los hechos que ahora os relato.

Mi hijo como siempre subió a su habitación y yo me quedé viendo un poco la televisión. Era el més de julio y el calor era ya insoportable. Yo me había puesto un camisón corto y finito que uso para dormir en verano y sólo llevaba las bragas debajo.

Al cabo de un rato los pensamientos con el niño volvían con toda su fuerza y me empecé a excitar. Pensaba en el en su habitación viendo esas películas y tocándose su sexo.

Decidí subir a ver lo que hacía. Estaba escuchando música y tumbado en la cama leyendo un libro.

Entré y le pregunté: Oye, en la tele no hay nada que valga la pena, ¿no tendrás una peli por aquí no? Y seguidamente me encaminé a la lata de CDs donde estaban los que había visto hacia unos días. El cuando vio la lata que había cogido saltó como un resorte diciéndome que dejase, que el me daría una.

Me cogió la lata y se sentó en la silla delante del ordenador. Te voy a grabar algunas para que así veas la que te apetezca. Pídeme cuando las termines y yo te grabaré más. Ok le respondí y dejé que empezase a buscar y a grabar en un CD alguna de las que escogió para mí.

En todas aquellas que tenía en el disco duro, observé una que ponía "sexo con maduras".

Entonces ni corta ni perezosa, junto a el de pie le pregunté: Oye y ese archivo que tienes que pone sexo con maduras?. El quedó petrificado, tardó unos segundos en contestar y me dijo: Creo que has leído mal, no me suena.

Yo le dije, sube un poco que creo que está más arriba y ni corta ni perezosa en el ratón del portátil, hice que subiese un poco hasta que apareció la citada película.

El estaba a esas alturas rojo como un tomate, no sabía donde meterse.

No sabía que estaba hay dijo, debí de bajarla equivocadamente.

Bueno, no pasa nada, le contesté, ya eres mayorcito para saber lo que te gusta no?. El cayó la boca y ni me contestó.

Entonces volví a ponerlo en un aprieto, oye, le dije, me pica la curiosidad, nunca antes vi una película X, por que no me pones un poquito?

El estaba violentísimo, me miró rojo como un tomate y me dijo, pero oye, que estaba leyendo. Yo no le contesté y me quedé de pie esperando a ver por donde tiraba el.

Después de unos segundos en los que estuvo buscando un CD virgen para grabarme las películas, se decidió y busco de nuevo el archivo y lo ejecutó.

Ante nosotros apareció una mujer de unos 40 años que era penetrada por un negro y que se retorcía como si fuese una muñeca de trapo.

Me estaba poniendo negra, yo creo que mi excitación ya se me notaba en la cara.

Lo que pasa es que no había audio, le dije, oye pon los altavoces que quiero oírlos. Entonces el, poniendo cara de disgusto activó el volumen del video y entonces los jadeos y gemidos de aquella mujer inundaron la habitación.

La situación era increíble, estaba viendo como penetraban a una mujer con el pene más increíble que vi en mi vida, y por mi trabajo os aseguro que he visto unos cuantos. Y delante de mi hijo.

Que tremendo le dije, tu ves esto?. El sólo me contestó , si.

Después de un minuto el me dijo: bueno, ya está bien no, puedo seguir leyendo?

Claro, pero yo la veo terminar contesté.

No eso no, así no puedo estar tranquilo leyendo, pero vaya perra que te ha entrado.

Lo que vi fue que el ya tenía una erección considerable y trataba por todos los medios de esconderla.

De esa guisa no se atrevió a levantarse, se quedó inmóvil en la silla con migo a su lado, con un camisón fino y con mis bragas empapadas ya por la situación, por el video, por su erección…..

Decidí dar un paso más y me senté en el apoyabrazos de la silla donde el estaba. En esa postura inclinada un poco hacia delante, mi escote le permitía ver casi no de mis pechos entero y yo notaba aquel asiento duro rozándome entre las piernas lo que me daba un placer indescriptible.

Después de un par de minutos, noté que su pene iba a hacer explotar aquel pantalón corto que llevaba. Me miraba a escondidas el escote y comprobé que se había subido excesivamente el camisón dejando mis muslos casi al aire.

Entonces di otro paso más y comencé a moverme sobre mi asiento con pequeños movimientos de mi cadera pero lo suficientemente ostensibles para que el viera que me estaba frotando mi sexo contra el asiento.

Luego hice que mi respiración fuese más profunda y seguí con el movimiento al tiempo que ponía pasaba mi brazo izquierdo por su hombro a modo de sostén para aguantarme.

Después de unos instantes así el sólo atinó a decir: Mama…..

Yo no le contesté pero lo que si hice fue subir un poco más el camisón y aumentar ya descaradamente mis movimientos sobre mi duro y placentero asiento.

En ese momento fue cuando note su mano en mi espalda y luego la otra entrando por debajo del camisón hasta que encontró la parte de arriba de mis bragas. Dejó la mano quieta hasta que tras unos segundos en los que yo seguí con lo mío, decidió meterla poco a poco buscando mi sexo.

Yo aproveché la ocasión para abrir un poco las piernas facilitándole el camino e inclinándome hacia atrás para que su postura fuera más cómoda.

Entonces empezó a masturbarme con suavidad y mirándome a la cara.

Para ese momento ya no había posibilidad de marcha atrás. Sólo me dejé llevar y puse todos mis sentidos en aquellas sensaciones que la situación me brindaba.

Cuando mi excitación ya era enorme, me puse de pié y me quité el camisón sacándolo por la cabeza. El se puso de pie también y se abalanzó sobre mis pechos como si fuese un poseído.

Aproveche para dejarme caer en su cama y mientras el me mordía los pezones con una suavidad increíble, lo cual me daba un placer que en la vida había sentido, noté como se estaba desabrochando el pantalón. Tras eso se puso de pié ante mi y su miembro, totalmente erecto quedó frente a mi cara.

Como si estuviese poseída, me tire a el metiendo ese prepucio en mi boca. En la vida había tenido un pene en mi boca.

Actuaba como una autentica fulana, nada que envidiar a aquella furcia que seguía siendo embestida, esta vez por detrás en la pantalla del ordenador.

Tras un rato en el que por dos veces me separó de su miembro, quizá por que sentía que se le venía un orgasmo, vi que ya no podía aguantar más y entonces terminé con mi mano, apretando su miembro cuando el iba a eyacular. Esto era una técnica que en la facultad había escuchado como consejo a los eyaculadores precoces. Cuando algo de su semen salió, volví a meter su pene en mi boca y volví a la carga para que no se me viniese abajo. Al minuto volvía a estar como al principio, duro y gordo como un poste.

No quería que me dejase a medias como su padre.

En ese momento, me separé de el y me bajé lo único que aun me quedaba de ropa, las bragas.

Lo cogí de la mano y le hice tumbarse en la cama. Me subí en el y con mucha suavidad, me metí su pene en la vajina. Cuando noté que me sentaba, que ya lo tenía totalmente dentro, comencé a moverme con lentitud al principio. Quería sentirlo, pero poco a poco fui acelerando el ritmo, notaba como el orgasmo iba a ser inmediato y enorme. Ya no podía parar, notaba su pene dentro de mí, era muy grueso y me llenaba, me hacía disfrutar de cada movimiento.

En ese momento, el cogió uno de mis pechos y levantando un poco la cabeza empezó a morderme de nuevo un pezón. Esto hizo que aumentase mi ritmo y que el mayor, por que era el único, que hasta ese día había sentido llegase como una descarga eléctrica que me sacudió y que casi hizo que me orinase encima. De hecho al día de hoy no se si me oriné o fueron mis flujos los que dejaron su barriga bañada.

Al día de hoy seguimos haciéndolo, es mi amante y como ya os dije, sin arrepentimiento ni mala conciencia. Y si alguna está tentada que no se reprima. Que no hay nada tan sencillo y con nadie lo harán con tanta confianza y plenitud como con un hijo.

Todos los animales del universo lo practican, por algo será no? La naturaleza dicen que es sabia.