Sexo con maduro del chat
Me dio vuelta, me separó mis nalgas, me pasó la lengua entre estas, subía y bajaba su lengua por mi raya, y cada tanto, la punta de su lengua se detenía en mi ano, y me la metía apenas, solo la puntita. Sin dejar de acariciar mis nalgas mientras las separaba.
Después de lo Esteban, ya nada fue igual. Me sentía completamente distinta, no sabía si lo tenía escondido en mi interior, o me convirtió en una putita deseosa de sexo. Antes de el, ni siquiera me había masturbado, y ahora no podía parar de tocarme, lo hacía en mi cama apenas me despertaba, durante el día cuando podía y antes de dormirme. Como mínimo tres veces al día. Vivía con mis tanguitas mojadas. Las tenía que lavar seguido. No dejaba de ver porno, en unas semanas había visto demasiadas horas. Que me servía para masturbarme todos los días.
Además desde lo que pasó, empecé a escribir en un cuaderno lo que pasó con Esteban con todos los detalles posibles, para no olvidarme, y mientras escribía, recordaba y me servía para tocarme. Y desde ese momento no dejé de escribir todo lo interesante que me pasaba.
Ya estaba en mi casa, era el mes de enero, para mitad de mes, ya había pasado casi un mes de lo de Esteban y en mi busca de sexo se me ocurrió meterme en chats de adultos, la idea era pasar el rato y masturbarme con hombres mayores, tener charlas hot.
Mis padres trabajaban todo el día y me quedaba sola en casa, mi abuela vivía a la vuelta, y siempre pasaba a la hora del almuerzo y me traía algo de comer y ver si estaba todo bien, y mi mamá solía llamarme seguido para ver como me encontraba, pero por lo menos pasaba varias horas solas, y podía relajarme tranquila.
Busqué varias páginas de chat de adultos, hubo una que me pareció mas interesante, mas que nada por la interfaz estética, y permitía subir foto de perfil. Me cree un usuario “vicky13” o algo así, generalmente usaba ese, subí una foto en bikini y me metí en una sala de mayores de 35 de Buenos Aires.
Se me abrieron decenas de pestañas de chats privados. Y no paraban de abrirse nuevas. Era molesto, porque empezaba un chat y se me abrían varios mas, pero con paciencia, fui respondiendo todos con un “Hola”.
En el chat se podía enviar imágenes, por lo que me llenaron de pijas de todos los tamaños, colores, formas, edades, otros me mandaban fotos supuestamente de ellos, varias fotos se notaba que eran sacadas de la web porque me hablaron varios que parecían modelos, sabía que no podía tener tanta suerte, mas una chica normal como yo. Y las pijas ni hablar, me mandaban algunas gigantes, que parecía que era un chat de los mejores actores porno del momento.
En base a eso fui filtrando chats. Me fui quedando con los que me parecían reales, ya sea por su apariencia y tamaño de su miembro. Y otro filtro que usé fue seleccionar los menos demandantes, los que me pedían fotos de mi culo, tetas, concha, pies, sin parar los fui cerrando, porque me interesaba interactuar con ellos, no solo mandar fotos. Me daba morbo conocer al otro, con quien estaba hablando, dando un contexto, aunque buscábamos todos lo mismo, desahogarnos, prefería quedarme con los mas interesantes.
Uno de los chats con los que pegué mas onda, fue el de “Fabricio”, era comerciante del barrio de Flores, 49 años, tenía esposa e hija de mi edad, y un hijo mas grande que ya no vivía con el, me dijo. Seguía hablando con otros, pero el de el fue con el que mas me enganché. Me gustó que era bastante morboso, me decía todo de una, sin vueltas, y lo sentía honesto. Le conté lo de Esteban, sin tantos detalles, pero lo mas importante.
Cuando le conté lo del regalo que me dejó, y la plata, aprovechó para preguntarme:
- Si te pago te juntarías conmigo, no te voy a pedir nada raro, solo tocar, te animas?
Le dije que no, que no me interesaba la plata.
- Listo Vicky, perdón si te ofendí, solo preguntaba.
Le dije que no había problema y seguimos hablando, pero por dentro me arrepentí de decirle, que no, quería hacerlo, pero me daba vergüenza, actuar como una putita, no me importaba la plata pero si estar con un maduro, y hacer algo. En ese momento me di cuenta lo mojada que estaba.
Eso de las 18 hs después de hablar mas de tres horas, le dije que me tenía que ir del chat que estaban por llegar mis padres.
- No te va la propuesta que te hice? Preguntó.
Me puse muy nerviosa, pero por el otro lado feliz de tener una segunda oportunidad de decir que si, pero no me terminaba de decidir.
No llegué a contestarle.
- Perdón si soy pesado, me encantaría verte, pero no te pregunto mas si te incomoda.
Me tomé unos minutos sin contestar.
- Perdón, perdón, no te ofendas, por lo menos despedime y me voy feliz.
Le contesté:
Como sería?
(Varias caras felices, puso). Tengo un depósito en el barrio de Flores, que no hay nadie, estaríamos solos y hacemos lo que quieras, no te obligo a nada. Pero si me la tocas me harías el hombre mas feliz del mundo. Y te doy $2000 (que serían unos 150 dólares aproximadamente).
Lo pensé unos minutos mas, esta vez, el tampoco escribió. Me dio tiempo sin presionarme.
Dale, le escribí.
Se lo notaba muy emocionado por las cosas que escribía.
Me preguntó mis horarios, me dijo que se adaptaba a cualquier hora, se ofreció mandarme un taxi para buscarme. Y me pidió mi celular para coordinar mejor.
Le dije que no tenía, era mentira pero no quería que sepa donde vivía, ni mis datos, por si me arrepentía o pasaba algo.
Me dijo que no importaba, que me esperaba.
Quedamos para el día siguiente a las 15:00 hs. Para esa hora mi abuela, ya no estaba y tenía tiempo de volver antes que lleguen mis padres. Me pasó la dirección.
Nos despedimos, y me fui a masturbar al baño imaginando como sería el día siguiente. Acabé muy rico.
Esa noche casi no pude dormir.
Al día siguiente cuando mi abuela se fue, me puse un short negro, una musculosa marrón, y zapatillas blancas. Ropa interior, una tanga negra, bastante chica, que se me metía bien en mi cola, y me la dejaba casi al descubierto, y por delante quedaba bien ajustada, apenas me tapaba. Y corpiño negro haciendo juego. Me puse perfume por todo mi cuerpo y fui a la parada del colectivo. Hacía mucho calor ese día, tuve que tomar 2 colectivos para llegar, hasta ese momento no me cuestioné nada. Pero antes de llegar, ya en el segundo colectivo, me puse a pensar, que estaba loca, que no sabía quien era, que me podía secuestrar, o peor, encima no sabía nadie a donde iba, pero mi conchita estaba húmeda y deseosa, y preferí pensar en otra cosa y dejar que fluya todo.
Me bajé del colectivo, tuve que caminar, varias cuadras, llegué a la dirección y era solo una persiana metálica negra que estaba cerrada, y en el medio había una puerta también metálica.
Me quedé esperando, no estaba segura si iba a golpear la puerta, y estaba casi por irme, cuando siento una voz masculina por detrás: - Llegaste Vicky.
Me asusté, no me dio tiempo de responder que abrió la puerta y me empujó hacia adentro.
Casi no se veía nada. Pensé lo peor.
Me dio un beso en la mejilla, ni siquiera me animé a decir Hola.
- Perdona que entramos rápido pero no quería que nadie nos vea.
Tenía sentido. Era canoso, pelo corto, 1.70 o 1.75 cm de alto, delgado pero con panza, era bastante pálido, ojos marrones o negros, no llegaba a distinguir.
De una bolsa sacó una lata de gaseosa, me la ofreció, y el sacó una para el.
Perdona el calor, es que solo lo uso de depósito el local lo tengo enfrente.
No pasa nada, dije. Pero si, hacía mucho calor y estaba traspirada, no solo por el calor si no por lo nerviosa que estaba.
Prendió una luz que alumbraba poco. Tomamos la gaseosa, me habló un poco, se lo veía igual de simpático que por el chat, y me relajé un poco. Me dijo cosas lindas sobre mi también.
- No te quiero hacer perder tiempo, se que tenes que llegar temprano, antes que lleguen tus padres.
Ni siquiera tuve tiempo de responder que se desabrochó el cinto, se bajó el pantalón de jean azul, el bóxer y quedó su pija al descubierto. Ya la tenía bien dura. En tamaño era parecida a la de Esteban, pero de distinta forma, esta era bien erecta, quizás un poco mas fina. Y apenas mas corta, pero quizás era idea mia, no estaba segura.
Se me acercó, me tomó la cara con sus dos manos, y comenzó a besarme, abrí mi boca y nuestras lenguas comenzaron a jugar, no era muy buena, pero me sentía en mejor forma que de la vez que Esteban me besó. Sin dejar de besarme sus manos, fueron derecho a mi cola sobre el pantalón y me apretaba fuerte mientras me besaba, me levantó con sus manos por mi cola y me quedé con las piernas al aire y me apoyó contra una pared, y me besó muy bien, metiendo su lengua por cada milímetro de mi boca, después de varios minutos de besos, me dejó sobre el suelo, se empezó a pajear con su mano derecha mientras me miraba perversamente, me tomó la mano y me hizo agarrarla con mi mano derecha, y con su mano sobre la mia me indicaba sin decir nada como masturbarlo, al principio lo masturbaba con su mano encima, pero cuando tomé ritmo me la soltó y seguí sola, me encantaba sentir su verga dura y caliente en mi mano y ver como le daba placer y el disfrutaba.
Me desabrochó el short que se cayó sobre mis pies, metió su mano derecha en mi conchita mojada, y comenzó a acariciarla, comencé a respirar mas fuerte y luego a gemir, me costaba seguir masturbándolo, y disfrutar lo que hacía en mi vagina, tuve q dejar de pajearlo, porque no podía seguir sincronizando, pero se portó muy bien y se arrodillo y puso su cara contra mi tanga y me la besaba, le pasaba la lengua, yo gemía sin parar, hacía movimientos involuntarios, temblaba de placer, sus dedos tomaron mi tanguita y me la bajó hasta la mitad de mis muslos, dejándola al descubierto y sin perder un segundo, me la comió, abrió sus labios y la devoraba, al principio solo con sus labios, pero siguió con su lengua pasándola por toda mi parte íntima, me sentía mareada, pensé por el calor pero era algo mas, luego con uno de sus dedos, creo que su pulgar empezó a frotar mi clítoris sin parar, y empecé a retorcerme aún mas, mis gritos de placer se descontrolaron y por primera vez en mi vida me corrí como nunca, parecía que me había orinado, puso su boca en mi vagina y mientras me venía el bebía mis fluidos y me seguía lamiendo toda mi concha. Me tuve que apoyar con mis manos en su cabeza, y hasta tuvo que sostenerme, porque mi cuerpo se desvanecía.
Cerré mis ojos, y me quedé disfrutando como seguía comiendo mi coño (para mis lectores españoles, jajaja).
Me dio vuelta, me separó mis nalgas, me pasó la lengua entre estas, subía y bajaba su lengua por mi raya, y cada tanto, la punta de su lengua se detenía en mi ano, y me la metía apenas, solo la puntita. Sin dejar de acariciar mis nalgas mientras las separaba.
Se paró.
- No te asustes, no te voy a lastimar.
Me separó las piernas, mi pecho seguía contra la pared, la cabeza de su pija se puso entre mis nalgas.
Estaba lista a recibir sus pijazos en mi culo, y además se lo merecía por todo el placer que me dio.
Hundió la puntita de su pija en mi ano, solo un poco, ni siquiera era su cabeza entera, y comenzó a masturbarse, contra mi ano sin penetrarme, solo se pajeaba, apoyó su mano izquierda sobre mi hombro izquierdo y me lo acariciaba, sin dejar de jalársela, con su otra mano, lo hacía muy rápido mientras gemía, y sentí como se vino en mi ano, la corrió y acabó también en mis nalgas. Con la punta de su pija, esparció por todo mi culo el semen, cuando terminó, aun con su pija dura, la apoyó contra mi espalda, apuntando hacia arriba, y se apoyó contra mi espalda, quedando su pija entre su estomago y mi espalda.
Se movía y subía y bajaba su pija, acariciando mi espalda con ella, mientras perdía su erección.
Después de unos minutos en silencio.
La pasaste bien? Yo como nunca. Tomate algo antes de ir.
Si, mucho. Dije sonriendo. Me tengo que ir. Había perdido la noción del tiempo y me preocupaba la hora.
Tenes un baño, por si te queres higienizar.
No gracias, me voy yendo. Me comencé a vestir.
Toma es mas de lo que te dije, que hicimos mas de lo que hablamos.
No hace falta dije.
Pero insistió y me quería ir rápido.
Muchas gracias. Me vestí, le di un beso y me despedí.
Toma mi celular. Me anotó su número en un papel. Llamame que si te interesa podemos hacerlo seguido esto.
Dale, me voy que llego tarde. Chau.
Salí por el portón, la luz del sol me encandiló. Estaba como perdida, no estaba acostumbrada a moverme sola. Tuve que preguntar a un par de personas para llegar a la parada y me encantaba como me miraban, me hacían sentir deseada. Esperando el colectivo, también me sentía observada, varios hombres mayores lo hacían.
No se si fue que antes no prestaba atención, o mi cuerpo estaba cambiando y transmitía algo nuevo que llamaba la atención de los hombres.
Ya sentada, y en viaje, sentí el semen seco pegoteado en mi cuerpo, en mi cola, espalda y la parte de atrás de mis muslos.
Pregunté la hora a una mujer que estaba sentada a mi lado, tenía tiempo, asi que me relajé, y disfruté el viaje. Cada hombre que subía lo miraba, esperando que me mire, y casi siempre me devolvían la mirada.
Tener sexo me hizo ser mas relajada, no sentía vergüenza si un hombre me miraba, me sentía mas segura de mi misma.
Cuando llegué a casa, pensé en bañarme, pero me excitaba estar pegoteada con su semen, y preferí bañarme antes de acostarme. Fui a mi cuarto, saqué la plata que medió, en total eran $2700, pesos argentinos.
No lo hice por la plata, pero se sentía genial, que te paguen y tan bien por algo que disfrutaba.
Vi el numero de su celular, lo pensé, y decidí romperlo en pedacitos y tirar los papeles para que no lo encuentren mis padres.
Fue una experiencia increíble, pero prefería conocer hombres nuevos, y mas específicamente pijas nuevas.