Sexo con madura

Se trata de una aventura que me ocurrió hace tiempo, con una bella mujer, con una señora que realmente me hizo estremecer de placer, a pesar de que es una mujer madura

Hola, saben quiero contarles una historia maravillosa, se trata de una aventura que me ocurrió hace tiempo, con una bella mujer, con una señora que realmente me hizo estremecer de placer, a pesar de que es una mujer madura, su nombre "Luciana" , ella es una mujer de 40 años de edad, de complexión delgada, pelo largo color negro, ojos cafés claro, que se mantiene en muy buena forma, verán recuerdo que desde que tenia 14 años de edad ella empezó a atraerme físicamente, creo que en ella desperté mis primeras fantasías sexuales, pero pasaron varios años, hasta que por fin mis sueños de poder hacerle el amor se hicieron realidad, pero no les contare como fue que tuve que hacer la labor de convencimiento, mejor les contaré de la primera vez que le hice el amor.

Fue en una mañana en la que ella me dijo que se encontraría sola en su casa, en la mañana que me desperté rápidamente fui corriendo hasta su casa, donde al tocar a su puerta ella me recibió vestida de una manera en que solo en mis sueños la imaginaba, valla que se veía muy bien, mi instinto n ose hizo esperar y con un beso en la mejilla y con una enorme erección en mis pantalones la salude.

¡Hola! señora Luciana, ¿como esta?

Bien amor, ¿sabes? estaba esperadote impacientemente, pero que bueno que llegaste, ven sígueme.

Si señora Luciana.

Subimos por las escaleras, donde me llevo hasta su recamara, al subir por las escaleras pude contemplar esas bellas nalgas que siempre quise tocar, ahora esa era mi gran oportunidad de poder saciar mis mas intensas fantasías sexuales con la bella señora Luciana, después de varios años de solo estar imaginándomela ahora realmente podría hacerle el amor.

¡Oh señora Luciana se ve usted muy bella!

Gracias cariño, me arregle de esta manera para ti.

Mm, valla que me la imaginaba vestida así de sexy, pero jamás pensé en verla vestida así, pero ahora que la veo créame que me siento muy afortunado.

Ja, ja que cosas dices amor, ven vamos a conocernos mejor.

Dicho eso ella inmediatamente me beso en la boca mientras que con sus delicadas manos me sacaba mi pené erecto y lo masajeaba delicadamente, al sentir su lengua junto a la mía, supe que ella realmente era una mujer tierna y delicada, al sentirla entre mis brazos sentí una enorme sensación de paz y sensación de protegerla a capa y espada.

Mm, amor veo que estas mas que listo para nuestro primer encuentro ¿verdad?.

Oh sí señora Luciana, no sabe cuantos años de mi vida espere este momento, si usted supiera las noches que pase imaginándola fantasías sexuales sobre usted, siempre la he querido.

Nos subimos a su cama y sin mis pantalones puestos ella tomo mi pené y comenzó a mamarlo, pasaba su lengua lentamente por todo mi órgano sexual, como si estuviera ella saboreando un paleta de caramelo, lo hacía tan suave y delicadamente que parecía ser una estrella porno.

Oh señora Luciana, mm, oh, valla que lo hace muy bien.

Srlup, srlup, ¿te gusta como lo hago cariño?

Tan pronto la señora Luciana había terminado de mamar mí pené, la recosté sobre la cama y postrándome a sus espaldas, coloque mi pené en su cavidad vaginal, penetrándola suavemente.

Oh, oh, sí, mm, oh amor, sí.

Mm, señora Luciana, oh.

Oh, señora Luciana, mm, mm

Ah, ah, ah, oh, oh, sí así, así, ámame, oh, oh

Mm, mm, sí señora, mm, mm

Oh, ah, ah, oh, ah.

Vaya que mi pené entro fuertemente en ella, la penetre varias veces, arrancándole gemidos de placer, ella estaba excitada tanto como yo, nuestros cuerpos se fundieron en una mezcla de amor, pasión y sexo.

La señora Luciana me dejaba manejarla sin problema alguno, postrándola en la posición que yo deseará, ella se acomodaba, al parecer ella me estaba aceptando completamente como hombre y amante.

Ah, ah, ah, oh, sí amor, así, mm, oh, oh.

Oh, señora, mm, oh.

Oh, ah, ah, sí amor duró, duró, ah, ah, ahh, penétrame ah.

Oh, precioso dime, ¿soy una buena niña?.

Oh, señora Luciana, valla que usted es una buena niña.

Si me porto mal castígame, prométeme que lo harás, ¿Sí?.

Claro señora Luciana, si usted se porta mal la castigare severamente.

Mm, me excita que me hables fuertemente, oh, amor, mm soy la mujer mas feliz del mundo en este instante.

Al principio no había entendido que quería decirme con que la castigará si se portaba mal, pero bueno la idea no me había parecido tan mala, pero bueno, la puse de espaldas nuevamente y la puse a gatas para poder penetrarla libremente mientas observaba su cuerpo.

Oh, oh, sí, mm, así amor.

Mm, señora Luciana, oh, oh.

Ahh, ah, amor, oh, me halaga lo que me haces, ahh, me gustas mucho, ahh, ah, recuerdo que cuando conocí a tu madre oh, ah, ah mm, y tu tenias 12 años no me gustabas mucho, mm, ah, pero cuando tuviste los 15 valla que si me gustaste, ah, ah.

¿Y por que nunca me dijo nada o se me insinuó.?

Ahh, mira amor, mm, tengo un hijo de tu misma edad, oh, ah, ah, y no pensé que fuera correcto, oh, oh, pero mira ahora, mm, mm, ah, ya eres todo un hombre.

Oh, oh, mm, señora Luciana.

Ahh, ah, cariño, mm.

Oh, señora Luciana, oh, mm, quiero que se sienta protegida y amada, usted es la mujer que siempre soñé.

Ah, ah, oh, en ese caso, ámame y hazme sentir protegida por ti.

Mm, recuerdo los gemidos de placer que soltaba cuando comencé a estimularle su delicado ano, pareciera que su marido nunca se lo había tocado u echo el amor por su recto, pero me parecía que al menos había algo virgen que podría estrenarle.

Así que se le di masaje en su recto para que lo abriera y pudiera mecérselo hasta el fondo de su recto, sin ningún problema.

Oh, amor, oh, ah, ah, mm.

Oh, señora, mm, ah, ah, voy a montarla.

Sí, oh, sí, hazme lo que quieras, pero no detengas.

Oh, ah, ah, mm.

Estaba listo para acercarme mas a su ano y poder clavárselo, pero primero tenia que hacer que se sintiera segura, así que continué haciéndole el amor, sabía que el montarla me tomaría un poco de tiempo y aparte sentía que mis bolas ya me dolían y quería soltar toda mi leche dentro de ella.

Mi pené entraba incansablemente por su cosita, y la señora Lucí se inclinaba más para dejar que mi órgano genital la penetrara completamente, ya estaba listo para dejarle caer mi poder sobre su ano, pero valla cual sería mi sorpresa.

Ahh, ah, ah, Mm, amor, sabes tienes una enorme VERGA ah,

Mm, señora Lucí, oh.

Vamos cabrón mas rápido, mas rápido.

Oh, señora Lucí, como usted quiera.

Oh, vamos trátame como una perra, duró, cabrón, mas duró.

Señora Lucí, oh, mm, mm.

Oh No, que hice, dije malas palabras.

No, ah, no se preocupe señora Lucí.

Oh, no, soy una niña mala y creo que ahora tendrás que castigarme.

¿Oh?, bueno... Y como quiere que la castigue.

Oh, como soy una niña mala creo que tendrás que hacerme algo que me haga sentir humillada, para que no lo vuelva hacer de nuevo.

Oh, señora Lucí, mm... Bueno creo que tendré que fornicarla por el ano.

Oh, no eso no, va a dolerme, oh, amor, pero sí ese es mi castigo, lo aceptare, no debo ser una niña mala.

La recosté boca abajo y le ordene que se abriera de nalgas, puse mi pené en la entrada de su recto y empuje fuertemente, arrancándole un grito entremezclado de placer con dolor.

Ahhh, .... oh, duele, oh, oh, ah, ah, pero se siente rico, ah, ah.

Mm, oh, señora Lucí, mm oh que apretado se siente oh.

Oh, ah, ah, oh, duele, duele, no me volveré a portar mal.

Ah, ah, señora oh.

Oh, solo recordar lo rico que se sentía su apretado culo, me hace sentir que me vengo, al estarla penetrando por el recto, se me calmaron un poco las ansias de venirme, la penetre duro y fuerte, no dejaba de meter y sacar mi pené de su ano.

Ah, ah, oh.

Mm, mm ¿le gusta señora Lucí?.

Oh, ah, ah, sí, pero duele al principio.

Oh, ya no le duele

Ah, ah, ah, no, sigue, sigue con mi castigo, me gusta.

Oh, entonces ya no es castigo.

Ah, ah, mm, claro que sí amor, si supieras lo que se siente créeme que te sentirías humillado.

Oh, como es eso que siente señora Lucí.

Ahh, ah, siento como si me estuvieras molestando a tu antojo y yo sin poder hacer nada. Ah, ah, pero siendo tu no me importa, ahh.

Oh, como hice a la señora Lucí esa ocasión, bueno fueron varias mas, pero en esa que fue la primera, la hice como me dio la gana, ella no debía y no hacía nada mas que obedecer mis ordenes y gozar con migo.

Mm, sus nalgas apretaban deliciosamente mi órgano sexual, sentía que estaba en el paraíso, nada mas deliciosos que estar haciéndole el amor a la mujer que mas te gusta.

La señora Lucí estaba de igual modo en el éxtasis sentía varias veces como se venia sobre mí, y como sus orgasmos la hacían contorsionarse de placer.

Oh, señora Lucí, mi señora Lucí, la mujer que fue dueña de mis fantasías sexuales de adolescente, oh, la primera mujer con la que me sentí excitado y atraído al verle, por fin ella era mía, solo mía y ella gustosa lo aceptaba.

Pero como todo llego el momento en que ya no pude resistir las ganas y me vine sobre ella.

Oh, oh, señora Lucí, oh, me vengo, me vengo.

Ah, ah, sí amor, vamos suelta todo lo que tengas para mi.

Oh, señora Lucí, quisiera venirme dentro de usted.

Oh, amor no espera, no sea que me vallas a embarazar, aún no paso por la menopausia

Oh, oh, señora Lucí no aguanto mas, ahh, ahh, ahh, señora Lucí, oh, oh, la amoooo.

No aguante mas y al sacar mi pené de su recto solté un chorro de semen caliente y espeso.

Oh, señora Lucí, oh.

Ahh, amor, mm, se siente caliente tu semen.

Sí y ya la embarré toda.

Ah, no importa es parte de mi castigo por ser una niña mala, y sabes amor, voy a seguir portándome mal, para que me castigues por siempre... te amo.

Oh señora Lucí yo también la amo.

Y así fue esa primera vez con la mujer que me gusto por siempre, y bueno esa no fue la única vez que la fornique.

Fin.