Sexo con el madurito

El mejor sexo que he tenido es con un hombre maduro.

Sexo con el madurito

Por fin se hacia realidad una de mis fantasías, podría estar íntimamente con José, un cuarentón amigo de la familia, viudo y sin compromisos. A José lo conozco de toda mi vida, pero creo que fue cuando inició mi adolescencia cuando hubo un acercamiento entre los dos, siempre me encantó ese hombre, pero no fue hasta que mi cuerpo empezó a formarse y tomar forma de mujer cuando José se fijo en mi y comenzó a tomarme en cuenta, platicaba conmigo mucho rato cuando nos visitaba, cada semana o 15 días, se habían hecho más frecuentes sus visitas a nuestra casa desde hace un año en que había muerto su esposa.

Poco a poco me fui convirtiendo en su "sobrina favorita", desde niños nos habíamos acostumbrado a llamarlo tío Pepe, y él nos decía sobrinos y sobrinas a mi hermano y hermanas. Las platicas entre nosotros frecuentemente rondaban entre mis pretendientes y "novietes", como él los llamaba. Pero no fue hasta que yo cumplí los 17 años cuando sucedió lo que tarde o temprano se avecinaba. José ya llevaba sin pareja formal cuatro años, claro que él me contaba que no le faltaban aventurillas, pero yo le decía que si no se sentía solo. Ya metida yo en mis 17 años, mi vida sexual era muy activa y él lo sabía porque se lo contaba, se había vuelto en mi confidente.

A menudo lo acompañaba al supermercado ya que él era un desastre en el ámbito de las compras domesticas, cuando salíamos, él a veces me tomaba de la mano y más de una vez nos confundieron como pareja, a los dos nos causaba gracia, pero también despertaba morbo entre nosotros, el siempre había sido mi "amor platónico" y me encantaba por su madurez y su belleza física, siempre preocupado en su cuerpo y su apariencia, y despertaba en mi mas el morbo cuando le preguntaba sobre sus aventuras sexuales, José nunca me platicaba con lujo de detalle pero a veces me decía que yo tenía que probar en carne propia para que yo juzgara; él tenía todavía la cualidad de hacerme sonrojar en temas sexuales.

Cierta ocasión me pidió de favor que lo acompañara a una cena de negocios a la que tenía que asistir, y era preferible ir con pareja, José me pidió que fuera con él y obviamente no tuvo que pedírmelo dos veces, acepte de inmediato. Me compró un vestido negro hermoso de tirantes y con un escote en la espalda, el vestido era largo hasta los tobillos pero con una aventura en la pierna derecha, casi hasta la mitad de mi muslo, como era escotado por atrás no debía usar bra; yo por mi parte me compre una tanga chiquitita y unas medias y liguero, me hice un chongo en mi cabello. La cena paso sin contratiempos, nada fuera de lo normal, sólo que la mayor parte del tiempo él me tuvo tomada de la mano. De regreso a casa, en el auto me dijo que me veía muy hermosa, sonriendo le dije que así me veía de mas edad, también sonrió y me dijo que aunque parecía mayor de edad, él sabía que yo era una nena.

Llegamos a su casa y me dijo que si me quería quedar allí o me llevaba a mi casa, le conteste que me daba flojera ir a mi casa y la noche aún era joven, entonces sacó una botella de vino tinto y me sirvió, tomamos unas copas sentados los dos en un love seat, no decíamos palabra alguna, pero estabamos muy juntos, me tomo de la mano y seguimos bebiendo, era raro no decíamos nada, como si supiéramos que pasaría algo. Empezó a recorrer con su mano mi pierna y me volteo a ver, acercó su cara y me beso en los labios, me quito la copa de la mano y se acomodo mejor y me tomo con una mano la barbilla y me beso otra vez en los labios. Cuando me dejaba de besar me decía: Amalia eres una nena preciosa, eres una niña muy sexy; a mí me calentaban sus palabras, empezó a tocarme las nalgas y la espalda y recorría mi cuerpo mientras me besaba cada vez mas apasionadamente, por fin se hacia realidad una de mis fantasías, sabía que terminaría en la cama de ese maduro que tanto me excitaba. En un instante se paro y rápidamente me alzó en brazos, me subió a su cuarto y me depositó en la cama. Se incorporó a mí y me siguió besando y fajándome, ya mi tanga estaba en esos momentos sumamente mojada. José no dejaba de llamarme nena, niña y adolescente cachonda y sexy.

Poco a poco me fu bajando los tirantes del vestido, se levantó y me levantó a mí, me ayudo a quitarme el vestido y mis tetas aparecieron con mis pezones oscuros y erectos por la excitación, José observó mi cuerpo, mis tetas y mi tanguita con liguero, él dijo: lo dicho eres una nenita sexy; me abrazó y me volvio a besar, acariciando mi trasero y mis tetas, otra vez me deposito en la cama lentamente y mientras me besaba se iba desnudando, yo le ayudaba, estaba encima de mí y después de unos minutos ya nos habíamos desecho de su camisa y desabrochado el pantalón, se levanto un momento y se quito los pantalones, estaba solo en trusa y calcetines, estos últimos se los quito, en la trusa se formaba una carpa, su pene estaba ya erecto, pero no se los quito se arrodilló en el piso, a mi me tomo de los tobillos y me jalo hasta que mi cadera quedo en la orilla de la cama, así el arrodillado coloco mis piernas en sus hombros y empezó a acariciar mi vagina por encima de mi tanga, también acariciaba mis piernas, mis muslos, la entrepierna, me estaba volviendo loca, de un fuerte tirón rompió mi tanga y se la llevó a la nariz para oler mi esencia, hecho esto, acercó su cara a mi vulva y con su lengua empezó a lamer mis labios vaginales y mi clítoris. Mi excitación era enorme yo mesaba su cabello del placer que me daba, lo hacía como nunca nadie lo había hecho, se tomaba su tiempo, a veces me lamía con la punta de su lengua, a veces con toda su lengua, se ayudaba con sus dedos, mientras lamía mis labios masajeaba mi clítoris, otras mamaba mi clítoris e introducía un poco sus dedos en mi vagina; en realidad era genial, sentía que hasta esos momentos nunca había sentido tanto placer, estuvo chupando mamando y lamiendo mi vagina alrededor de 20 minutos, que a mi se me hicieron eternos, logre al menos dos orgasmos.

Al terminar de mamar, se incorporó junto a mí y me beso, probé mis líquidos, y tarde como 5 minutos en "reponerme". Después me volvio a besar y bajo hasta mis tetas, me decía que tenía unas ricas tetas, y las besaba lamía y succionaba, después se quitó su trusa se colocó un preservativo, se volvio a hincar y me empezó de nueva cuenta a dedear mi vagina, pero solo duro un minuto, yo abierta de piernas las volvio a colocar en sus hombros y colocó la punta de su verga en mi vagina, me preguntó: ¿Estas lista mi nenita?, Yo le dije que sí, me calentaba que me llamara nena, José me volvía loca tenía tal experiencia que se sabía controlar, aunque sabía que estaba excitado procuraba darme placer, aunque también me hacía sufrir, ya que me tía un coco su pene dentro de mi intimidad, bombeaba dos o tres veces y se salía, pasaba su glande por mis labios vaginales unas veces, pero no me la metía, me decía tranquila nena, no desesperes, volvía a metérmela y hacía lo mismo, me acariciaba con sus dedos mi vagina y mis tetas y volvía otra vez a hacer lo mismo me penetraba poco bombeaba poco y se salía, eso a mi me calentó de sobre manera, estuvo así como diez minutos y sin metérmela hizo que explotara mi orgasmo una de las veces que solo metió si cabeza, el placer fue intenso, increíblemente dije algo que pense que nunca le diría a un hombre, le suplique que me la metiera, le dije: ¡¡¡ya papito cógeme por favor!!!, José sonrió satisfecho y me dijo si mi nena te voy a coger como nunca lo han hecho; la verdad lo cumplió.

Hasta esos momentos yo ya había tenido tres orgasmos y no me había penetrado completamente. Volvio a poner su glande en la entrada de mi vagina y yo sola baje mis caderas para que la metiera, sonrió y me dijo: no te desesperes mi niña; ahora si me fue penetrando muy lentamente, al mismo tiempo que acariciaba mis nalgas, cuando ya la tenía toda adentro se quedo quieto unos segundos, yo jadeaba y gemía como loca, después de unos segundos en que estuvimos sin movimientos, empece a moverme yo, pero me dijo, espera nenita, me detuve, tomo mis piernas, las quito de sus hombros y las elevo, formando mi cuerpo un angulo de 90 grados con mis piernas, ya elevadas mis piernas, las junto, el sentimiento fue de sumo placer, ya que con la acción de cerrar mis piernas, el hincado penetrándome, mi vagina aprisionaba su verga dándome placer al también quedar mi clítoris presionado, además del placer que él sentía al tener mi vagina supera apretada. Comenzó a bombear, su pene salía poco apenas recorría uno o dos centímetros, yo gemía ruidosamente, jadeaban y sudaba, mis manos se sujetaron a la colcha de la cama, estaba en el cielo y todavía iba a subir mas alto. Después me aún hincado me tomo de los tobillos, mis piernas seguían en 90 grados, entonces me siguió bombeando pero cuando lo sacaba abría un poco mis piernas, permitiendo que saliera unos centímetros con facilidad, pero inmediatamente las volvía a cerrar y él me la metía, el placer para ambos era indescriptible, ¡¡¡¡me sentía en la gloría!!!!

Pero cuando creía que ya no podía sentir mas placer fue cuando hizo mis dos piernas a un costado mío (la llamada postura del El tornillo), eso fue la locura, la penetración era profunda y la presión de mis piernas apretaban mi clítoris, así él empezó a manosear mi culo y mis tetas, una mano de sus manos se posó en mi monte de venus y lo apretaba, una descarga recorrió toda mi espalda, al apretar mi monte de venus apretaba aún mas mi clítoris, estaba loca de placer; indudablemente José tenía la experiencia de darle placer a una mujer y lo sabía, me mataba, sus bombeos eran cortos pero extremadamente placenteros; no dejaba de decirme que era una nena preciosa y que estaba bien sabrosa; esas palabras terminaban de matarme. Perdí la noción del tiempo, no sabía cuanto llevábamos así pero comprendía que era mucho. José comenzó a gemir y me dijo que se iba a correr, terminando de decir esto cerró los ojos dio una arremetida fuerte y su verga quedo clavada lo mas profundo de mi ser, y se corrió! ; yo tampoco aguante más y también obtuve mi orgasmo; felizmente descubrí algo que era multiorgasmica y orgasmo tras orgasmo gritaba de placer, sucedían en cadena, era divino, mis gemidos eran ruidosos y me sentía morir de placer.!!!!!!!!

En verdad terminamos cansadisimos, nos recostamos bien en la cama me coloque de costado, el se acomodó detrás de mi me abrazó de la cintura y me besó el cuello y me dijo "Te amo mi nenita"; en esa posición nos quedamos dormidos.

Obviamente seguimos teniendo relaciones sexuales y son las que más placenteros recuerdos tengo, José me enseño mucho del sexo y ha sido hasta ahora el mejor de mis amantes, nunca formalizamos una relación, y tuvimos sexo por dos años, hasta que él conoció a una chica y se enamoró de ella y se casó, la verdad yo estoy muy feliz por José que haya encontrado a una mujer que lo ame, yo me llevo muy bien con su esposa y somos muy amigas, obviamente desde que se caso no hemos tenido relaciones ni creo volver a tenerlas por respeto a ellos.

Por haber tenido esa experiencia siempre trato de buscar a hombres maduros, ya que saben más como tratar a una chica en la cama.

Hola soy Sara Amalia tengo 20 años, vivo en México, me gustaría saber que opinan de este relato, pueden escribirme chicos y chicas al mail sara_amalia@terra.com.mx , les mando besos. También lean mi relato " Solo Sexo en el motel ".