Sexo con el Jardinero

A este empleado nunca lo había visto, luego me enteré que hacía un mes había comenzado a trabajar como parquista en las obras de la constructora

El sábado pasado mi marido trajo a uno de sus empleados para que cortara el pasto y arregle un poco el parque que tenemos en el fondo, con esto de la pandemia lo teníamos bastante descuidado.

Llegó cerca de las 10 de la mañana, entró por el garaje, así que solo lo vi a través de la ventana de la cocina.

Después de almorzar mi marido se fue a la oficina a pagar sueldos a sus empleados, así que me quedé con mis dos hijos y el pibe que seguía trabajando en el fondo de casa.

A este empleado nunca lo había visto, luego me enteré que hacía un mes había comenzado a trabajar como parquista en las obras de la constructora.

Como a las 3 de la tarde, mientras mis hijos dormían la siesta, me metí a bañar, había estado toda la mañana limpiando y acomodando, me sentía un poco incomoda ya que había transpirado mucho.

Después de bañarme, estuve un rato en el dormitorio, me recosté para ver si podía dormir algo, cosa que no pude hacer.  De repente dejé de escuchar el ruido de la cortadora de césped, pensé que seguramente el chico ya había terminado y que de un momento a otro me iba a llamar, como eso no ocurría y ya habían pasado algunos minutos, me levanté para ver que es lo que estaba haciendo, había un silencio total en la casa.

Mientras bajaba las escaleras, me detuve un momento para mirar por una ventana y ver que estaba haciendo, pero el muchachito no estaba en el fondo, se habrá ido sin avisar pensé, pero se me hacía raro porque las herramientas todavía estaban ahí.

Cuando llegué a la cocina en donde hay otra ventana que da al patio y al fondo, me puse a mirar, pero no veía a nadie.  Ya estaba comenzando a inquietarme, con esto de que hay tanta delincuencia una vive siempre con miedo.

Me quedé unos minutos inmovilizada, solo mirando por la ventana, tratando de ver y escuchar algo, pero nada, un silencio y una quietud total.

Sin hacer ruido y caminando en puntas de pie, junté fuerzas y salí al patio.  Mientras iba para el garaje a revisar la puerta, escucho ruidos que venían del lavadero que está a un costado, así que me decidí a mirar.  Cuando entro al lavadero veo que el chico está sentado en el piso masturbándose y oliendo mi ropa interior que estaba en el canasto de la ropa sucia.

Lo primero que me salió fue decirle… que haces con mi bombacha ¿?...

Al verme se quedó pasmado, se acomodó el pantalón y sin soltar mi ropa me dijo, disculpe señora, por favor no le diga nada a su marido, estaba cansado y vine a descansar un ratito….  Si está bien eso de que vengas a descansar, pero que haces con mi ropa interior en la mano, le pregunté, no me contestaba y agachaba la cabeza…

Solo decía, por favor señora no le diga a su marido, no le diga nada a su marido porque me va a echar…., a lo que respondí, no te preocupes, no te pongas nervioso, no pasa nada, no voy a decirle nada a nadie y espero que vos tampoco.

En ese momento y yo creo que porque hacía exactamente una semana que no tenía relaciones con nadie, comencé a excitarme.  Aquí quiero aclarar que mi marido tiene 65 años y desde hace mucho ya no se le para, por lo cual, yo a mis 39 y con todas las ganas todavía, tengo mis amantes para sacarme la calentura.

Lo primero que se me ocurrió en ese momento fue decirle, bueno está bien, pasa a la cocina a descansar, no te quedes acá. En realidad lo que yo quería, era llevarlo a un lugar en donde pudiera controlar la situación y no estar tan expuesta, escuchar si viene alguien y estar atenta a las escaleras por si se levantaba alguno de mis hijos.

Ya en la cocina, le pedí que se sentara, le serví  un vaso de jugo y le dije ahora vengo. Subí a ver si mis hijos seguían durmiendo, sabía que si iba a hacer algo no tenía mucho tiempo. Cerré la puerta del dormitorio de los chicos y bajé rápido, el pibe seguía sentado y muy avergonzado.

Me senté  arriba de la mesa a un costado de donde él estaba y le comencé a hablar, que como te llamas, cuantos años tenés  y cosas así para que se tranquilizara y hacerlo entrar en confianza.  Ahí me dijo que tenía 18 años, que vivia con sus padres, que necesitaba trabajar y que mi marido lo había contratado a prueba hacía muy poco tiempo.

Cuando lo vi mas relajado, lo fui llevando otra vez para la conversación de lo que había pasado con mi ropa interior.  Poco a poco me fue diciendo que le  había llamado la atención mi ropa y por eso la había agarrado.

Cuando me dijo eso, se puso rojo como un tomate y agachó otra vez la cabeza, ahí me di cuenta que era muy tímido y tenía mucho miedo.  Lo que hice entonces fue acariciarle el hombro y decirla ya, ya, tranquilo.

Yo seguía sentada en la mesa y el en la silla, lo que hice entonces fue moverme para quedar justo enfrente de el, tenía puesto un vestido amplio y corto como acostumbro a usar, abrí  de piernas poniendo una a cada lado de su cuerpo, me levanté el vestido y le dije…. Mira, te gusta…., en lugar de mirarme, bajó la cabeza, así que lo agarre con las dos manos y llevé su cara a mi entrepierna diciendo, mira mi bombacha, querés olerla ahora, mira como estoy de mojada, te gusta, …….estaba inmóvil, ….. Te gustaría chupar???, me dice si balbuceando, si señora, me gustaría…. Así que corrí la bombacha, le agarre otra vez la cabeza y lo puse a chuparme la concha… comenzó siendo muy brusco, como que no sabía bien que hacer, así que le dije…. Despacio, con la lengua, suave…,

Me estuvo chupando la concha y acariciando las piernas durante 10 minutoss mas o menos, acabé unas tres veces mientras me chupaba.

Me bajé de la mesa, me arrodillé frente a él,  le desabroche el pantalón y se la empecé a chupar, tenía esa pija bien parada y bien dura.

Después de chapársela un rato, me senté arriba de él y me lo empecé a coger despacito, mientras me chupaba las tetas.

Por la calentura que tenía el pibe, no aguantó mucho… mientras me lo cogia, me dijo, voy a acabar señora, voy a acabar, me agarró de los brazos como queriéndome sacar.

Así que lo apreté y lo hice acabar....., acabamos los dos juntos, me lleno la concha de leche. Me quedé en esa posición con la pija adentro y teniendo pequeños orgasmos, moviéndome lentamente, miré el reloj ya habían pasado 40 minutos, me bajé rápido, le pedí que se acomodara la ropa y que se fuera para el fondo rápido por las dudas.

Subí a ver si mis hijos seguían durmiendo… fui para el fondo a llevarle otro vaso de jugo……  y lo que le dije fue…. Yo no le digo nada a mi marido si vos también guardas en secreto lo que acabamos de hacer…… Si señora quédese tranquila, me decía todavía con vergüenza.

Como a la media hora llegó mi marido, le pagó y se fue….

Lo disfruté mucho y sé que se va a volver a repetir, solo tengo que esperar a que crezca otra vez el pasto para que vuelva a venir.