Sexo compartido (2)
Relato de una experiencia inolvidable, compartida con mi esposo.
SEXO COMPARTIDO 2
Este es mi segundo relato en TR, espero que el anterior lo hayan disfrutado, desde ya agradezco profundamente a los comentarios recibidos..
Me presentare mi nombre es Julia, tengo un cuerpo normal, no soy muy alta, morocha de ojos café y pechos bien formados que caen como dos racimos.
Esto que les contare esta basado, en una serie de experiencias propias y de algunas confidentes amigas, que he tratado de recopilar en este relato, que si bien los lugares y nombres son ficticios, las sensaciones y vivencias son reales.
Vivía con mi esposo David, en un barrio de la Capital Federal, su profesión arquitecto y yo doy clases de filosofía en la facultad, nuestras profesiones nos permitían vivir de una manera holgada, realizando viajes 2 o 3 veces al año.
Nuestra vida amorosa es bastante intensa, aunque debo confesar que de vez en cuando, tenia fantasías con otros hombres a la vez, cosa que no se había transformado en obsesión, pero me atraía la idea, pensamiento al que no comentaba a mi esposo, por pudor o recelo a lo que podría pensar.
Aunque creo que todos los seres humanos pasan por esto, pero por temor a la reacción que pueda tener su pareja no lo expresan abiertamente, aunque otros llegan a concretarlo.
Había transcurrido varios meses, de nuestro ultimo viaje, así que decidimos preparar uno ya que teníamos unos días libres que nos coincidían perfectamente
Realizados los preparativos de rigor, nuestra meta era Aruba, serian casi dos semanas, en un hotel 5 estrellas sobre la playa.
Llego el día, llenos de emoción comenzamos nuestro viaje por avión. Obviando pasos, les comento que llegamos al hotel, realmente fabulosos, las habitaciones eran cabañas individuales a metros del mar, con todo el confort y lujo que tienen esos hoteles, lugar que disfrutamos desde el instante de pisar ese suelo.
Sin querer irme demasiado del tema les comento, que las instalaciones tenían de todo, aparte de la playa, un pequeño shopping, piscinas, sectores de deportes y juegos, tres tipo de restaurantes, en uno de ellos había un show todas las noches, esta de más decir que el tiempo se pasaba volando, disfrutándolo a pleno.
Así que nuestra agenda era: playa por la mañana y almuerzo, siesta completa (a veces con sexo), alguna bebida por la tarde en la pileta y cena con show por la noche, con otra posible dosis de sexo antes de dormirnos.
Lejos de fantasear sobre sexo con varios hombres, lo estábamos pasando fabuloso era como un paraíso.
Tuvimos la mala suerte de llegar conjuntamente con un contingente de americanos, a lo que por no saber su idioma era difícil de relacionarnos, pero al tercer día de nuestra estadía, habíamos entablado trato con unos chicos de unos 18 a 20 años, Andrés y Mariano, eran sus nombres, muy simpáticos y agradables, originarios de Costa Rica, En un momento pensamos que serian pareja, por lo extraño de que dos muchachos estuviesen en ese lugar, donde la gran mayoría eran casados, novios o amantes. Pero después nos enteramos que los padres de unos de ellos no pudieron viajar, así que se los transfirieron, para no perderlos. Después de una amena velada y dada la altas horas de la noche, decidimos regresar a nuestra cabaña.
Esa noche desde la cama, encontramos un canal porno, dio la casualidad que se trataba de una orgía entre una mujer y varios hombres, las situaciones, poses, tamaño de sus miembros y todo tipo de variantes hizo que mi excitación se elevara, David se dio cuenta de mi estado, a lo que no tardo en aplacar mi fogosidad.
Esa noche tuve un sueño muy excitante, como protagonistas a los chicos en donde se desarrollaba todo tipo de sexo, me desperté más que alterada y toda mojada, no solamente por la transpiración sino por los flujos que mi caliente vagina habían segregado. No le comente nada a David, pero apenas me levante me bañe para aplacar mi calentura.
Ese día mis pensamientos, estaban compenetrados en la película y mis sueños, y mi alteración a pesar de la buena relación de la noche anterior, era cada vez mayor, El óseo, el lugar y el calido clima influían, llevando mis pensamientos a una obsesión, que a pesar de mis esfuerzos para olvidarlos, me resultaba imposible.
Si bien mi esposo es un tipo muy complaciente y me comprende, comentarle mis fantasías, no creía que sería lo apropiado.
No era que me había enamorado de los chicos, a pesar de ser muy agradables y apuestos, pero era como lo que tenia mas cercano para mis locos y fantasiosos propósitos.
El día transcurrió como los anteriores, solamente mi estado era lo que se había modificado,
En el transcurso del día, tomé le decisión de comentarle lo que me sucedía, parecería loco y fuera de lugar, pero no teníamos secretos entre ambos (o por lo menos así lo creo), de manera que con la mayor sutileza, le comento
Recuerdas la película de anoche?
Por supuesto Contestó
En algún momento se te ocurrió que la protagonista podía ser yo y vos uno de ellos?
Hubo un silencio, pero su mirada y expresión, algo detonaba.
Quieres saber la verdad?
Me gustaría.- respondí
Te seré franco, lo pensé, pero además también con otras mujeres y que te hacían el amor.
Quedé sorprendida, pero a la vez como aliviada,
Serias capaz de concretarlo?
Es posible, me enloquece cuando te calientas, pareces una gata en celo
Humm, jamás me lo habías comentado
Me imagino a otros cogiendote, y tu revolcándote excitada, oyendo tus gemidos, no deja de motivarme
En ese momento aprovechando que no había nadie cerca, toque su sexo, comprobando su estado de excitación.
Parece que es verdad comenté
Con una sonrisa, confirmo mis expectativas.
La conversación prosiguió, hasta que después de un buen rato, llegamos a una determinación, en la que si estaba dispuesto, lo haríamos y que si en algún momento se arrepentía, que me lo hiciese saber y se cortaba ahí mismo. Si bien no dijimos cual seria el momento, quedo como algo remoto y para cuando se presentase la oportunidad
A la mañana siguiente nos encontramos con los chicos, pasamos casi todo el día con ellos, sin tocar el tema, pero, se introdujeron temas referentes al sexo, a los que fuimos entrando más en confianza, a pesar que se recataban un poco, como consecuencia de mi presencia.
Ni lerdo, ni perezoso, David los invito esa noche a cenar en el restauran del hotel, a lo que me sorprendió, dado que no me comento nada al respecto.
Después de una rica cena y un show que fue bastante sensual, por los bailes eróticos que realizaron, los chicos nos invitaron a tomar unas copas en el bar del hotel. Después de una hora en ese lugar, les propuso ir a nuestra cabaña a concluir la noche, muy dispuestos los chicos aceptaron la invitación. Me senti bastante nerviosa, desconocía cual seria la idea de David, si su intención era hacerlo ya, o solo otra simple invitación, por consiguiente opte por dejar que las cosas se fueran desarrollando fluidamente, aceptando cualquiera de las salidas posibles, aunque debo reconocer que en el fondo lo deseaba, así que dejé, que mi esposo continuara con la iniciativa
Apenas llegamos, puse música apropiada, y los invite a bailar, lo que habíamos bebido sumado a lo que continuamos en la cabaña, hizo que el clima se fuese calentando progresivamente.
Decidí ir a la habitación a ponerme ropa mas ligera, temblaba por la tensión producto de la incertidumbre, trate de cortar con mi inhibición, así que me quite el sostén y me cambie mis bragas por las más chicas que tenia, me puse una camisola negra abotonada, que transparentaba bastante mi cuerpo y tapaba apenas mi culo.
Al regresar a la sala los chicos estaban sentados, escuchando música, al verme David me hizo una mueca como de aprobación, y unos silbidos de exclamación salieron de los jóvenes, reanudamos el baile. No sabía bien como continuar, sentía mi respiración un poco entrecortada como consecuencia de los nervios que me invadían, y por otra parte algo de pudor. Pero estaba dispuesta a realizarlo, solo trataría de encender la mecha, y que pasara lo que pasara, para estimularme tome un vaso de whisky puro a pesar de no ser mi costumbre.
A pesar de la bebida, la cosa estaba todavía tibia, había que romper el hielo. En un momento Mariano pretendió irse, me opuse, insistiendo en que se quedara, a lo que ante mi insistencia, así lo hizo.
Busque una música más sensual, y comencé a bailar con movimientos provocativos, al ritmo de la melodía, rápidamente comenzaron a sumarse.
David comenzó a besar mi cuello y leves roces insinuantes de los chicos rozando mi cuerpo.
La danza continuaba, acrecentándose los contactos, y alguno que otro beso en la mejilla, me quite las sandalias, copiando todos mi actitud, poco a poco Mariano se incorporó al baile, ya lo hacían más pegados, desabroche un ojal, para poder descubrir mejor el nacimiento de mis pechos El contacto entre los cuatro era cada vez más cercano, David me abrazo por atrás, mientras desabrochaba otro botón de mi camisola, me excitaba enormemente esa ceremonia lenta e indagadora, un nuevo botón fue desprendido, mis pechos empezaban a divisarse mas abiertamente.
Los movimientos cada vez más sensuales y los roces más continuos, iban acrecentando la tensión. No dejaba de imaginar como se desencadenaría mi fantasía, que se estaba empezando a convertir en realidad.
Poco a poco mi blusa quedo abierta totalmente, con la agitación de los movimientos del baile, uno de mis pechos afloro, que con una sonrisa lo volví a ocultar sin abrochar ningún botón, al levantar mis brazos se repitió el episodio, cuando una mano se poso en él, que al bajarlos, empezaron a desplazar mi prenda, liberando mis pechos, que se agitaban por los movimientos, me sonroje al estar semidesnuda. No dejaban de observar mis pechos, a lo que me producía un poco de pudor, Andrés me tomo de la cintura, atrayéndome hacia él, aplastando mis tetas contra su pecho, cuando después de unos minutos se separo un poco, apoyando su mano sobre un pecho, friccionando con la palma la punta de mi pezón, que no tardó en erguirse .Al percatarse que no ofrecía rechazo, sus manos se apoderaron de ambos, besándome con fervor. Mi excitación empezaba a aflorar, hasta que muy pronto me encontré rodeada.
Dos bocas no tardaron en comenzar a succionar mis pezones rígidos, por la constante exaltación, mientras manos y labios acechaban en mi torso desnudo. Con mi tanga como única prenda, me sentía extraña y un poco inhibida, aunque la situación no dejaba de seducirme cada vez con mayor intensidad.
David me abrazo por atrás, deslizando su mano a través de mi tanga, a la que bajo un poco para mostrar mi tenue vellosidad, sus dedos llegaron a mi raja, y humedeciéndolos con mi exuberante flujo, untó mis tensos pezones, llevando el resto a mi boca para probarlos.
Los chicos, ya estaban con sus torsos desnudos, sentía su piel rozando la mía y sus bultos se percibían al pegarse a mi caderas. De manera instintiva me arrodille, para desabrochar sus cintos y bajar sus pantalones a los tres, los cuales me rodearon a la espera de su turno.
Con solo los calzoncillos, se percataba la exaltación de sus miembros, por los bultos que formaban.
Comencé a tocarlos a todos percibiendo lo duro que estaban, me agache y lentamente comencé a bajar sus bóxer, con los dientes, al hacerlo con Andrés, salto como resorte que sin pensar le di una suave chupada, así continué con el resto, para descubrir tres astas erguidas, como saludándome, deseosas de penetrarme. No describiré sus tamaños, pero eran muy apetecibles, realmente me sentía muy dichosa tener esas vergas a mi entera disposición, a las que comencé a chupar con mayor devoción y más prolongadamente.
No estuve mucho tiempo disfrutándolas, por que mi esposo me alzo, y ayudado por los chicos me depositaron sobre la alfombra de la sala, terminando por quitar mi última prenda, cuando sin pérdida de tiempo, bocas y manos incursionaron por todo mi cuerpo.
Parecía que aspiraban devorarme, entre los besos y las caricias al por mayor, un cosquilleo se fue adueñando de mi sexo intensificando mi excitación.. Un pulgar se deslizaba por mis aceitosas paredes vaginales, provocando un chasquido húmedo y escandaloso. Mi excitación iba en aumento, y un calor se explayaba a lo largo de todo mi cuerpo. Comencé a bramar como una poseída, deliberando gemidos graves y agudos lamentos
Notaba como mis labios vaginales se iban hinchando y palpitaban en cada beso o en cada pellizco de mis pezones. Los flujos no dejaban de emanar por mi coño humedeciendo cada vez más esa zona.
Mientras las bocas de los tres, chupaban desesperadamente mi cuerpo y principalmente mis tetas, mordisqueando mis erguidos pezones, los dedos se introducían de manera incesante, por todos mis orificios, mi esposo comenzó a lamer mi raja, a la vez que apretaba mi clítoris que ya estaba como un garbanzo, fueron rotando, hasta no parar y producirme gemidos y gritos, hasta desencadenarse una serie de orgasmos.
No tardo un dedo en introducirse por el recto, que ese contacto hizo levantar mi culo y abrir más las piernas, acompañado de gemidos pidiendo que no cesaran.
Deje al azar, quien seria el primero en penetrarme, era excitante no saber quien lo haría, no me importaba, ni como, ni por donde, estaba dispuesta a dar rienda suelta a mi placer, cada tanto miraba a David, temerosa de cortar con todo, pero lo notaba como extasiado por el espectáculo.
El primero en hacerlo fue Andrés, mientras me miraba a los ojos, abría mis muslos tensos, con suavidad y tomando su miembro lo introduzco rápidamente, como consecuencia de lo lubricado que estaba mi coño.
Mariano observaba, como esperando de terminar su amigo para ocupar su lugar, El traqueteo se inició, sacudiendo mi cuerpo y agitando mis tetas, .hasta el momento Mariano no había participado demasiado. Lo invite a que se acercara, se arrodillo flameando su verga, (que era la de mayor tamaño) apenas la tuve a mi alcance, la lleve a mi boca para devorarla insaciablemente.
Se oía un plaf, cada vez que la pelvis de Andrés impactaba contra mis glúteos, mientras Mariano, parecía cogerme por la boca, David observaba arrodillado gozando por el show. Me tomo la mano, a la que apreté, ese acto me encantó, era una extraña sensación, parecía que se había duplicado.. Era muy placentero recibir esos miembros viriles en dos de mis cavidades. A cada embestida de Andrés succionaba con más ahínco la verga de Mariano, sin dejar de soltar la mano de mi esposo..
El desenlace estaba por producirse, casi simultáneo, mi vagina y mi boca fueron inyectadas por un calido y abundante fluido.
Apenas se quitaron los chicos mi esposo me poseyó en una forma desenfrenada, al sentir su contacto y el roce en las paredes de mi vulva, no tarde en tener un feroz orgasmo, creo que fue el mejor polvo que tuve con mi esposo.
No tardo el cuerpo de David caer exhausto sobre el mío, al que abrace fuertemente, mientras el flujo se corría por mis piernas y algo sobre mi barbilla.
Realmente fue una experiencia fantástica. No tardaron en volver a acariciar mi cuerpo, pero mi estado de cansancio y la bebida ingerida, no me permitía disfrutarlo plenamente.
Así que decidí finalizar esa deliciosa "fiestita".
Los chicos se retiraron después de darme en la boca unos calidos besos de despedida.
Esa noche dormí como una beba después de un acogedor baño, creo que apenas apoye la cabeza en la almohada me dormí placidamente.
A la mañana siguiente fuimos un poco tarde a la piscina, no tardaron en caer los chicos, me sentía un poco turbada ante su presencia.
Decidimos meternos en la piscina, no tardaron en surgir algunos toques en mis partes íntimas, a pesar de que no me disgustaban, les pedí que mantuvieran la calma que no éramos los únicos que estábamos en ese sitio. Con total delicadeza se disculparon y continuamos disfrutando del hermoso día .Regresamos a nuestra cabaña, y por la noche fuimos al restauran. Después de la cena los volvimos a encontrar, tomamos unas copas juntos, en un momento de la velada, de una manera muy sutil sugirieron de repetir lo de la noche anterior, a lo que de manera muy diplomática les dije que no.
Nos despedimos, notando sus rostros un poco desilusionados. Realmente no se por que actué de esa manera, pero creo que en el fondo me parecía un poco excesivo, y además prefería que David fuese el de la iniciativa
Las dos noches siguientes, tampoco ocurrió nada, no comenté nada a David y descarte que se repitiese, disfrutaría con mi esposo los dos días que restaban de vacaciones.
Así lo hice y realmente lo pasamos muy bien, A los chicos no lo veíamos muy frecuente y hasta pensé que se sentirían molestos por mi rechazo en el bar.
La última noche nos los vi, estaba un poco malhumorada, a lo que se acrecentó cuando David me dijo que debíamos ir a la cabaña a preparar las valijas. Era muy temprano aun, pero para evitar una disputa accedí de mala manera. En el camino a la cabaña, me sugirió de pasar por la de los chicos para despedirnos, eso me alegro, aunque no paso por mi cabeza nada extraño.
Apenas nos abrieron estaba todo preparado para agasajarnos, la alegría volvió a mi cuerpo.
Comenzamos a beber y no había transcurrido más de una hora cuando ya estábamos bailando y juntando nuestros cuerpos con besos y caricias muy evidentes.
Esta vez el iniciador fue Mariano, que con un fuerte contacto de sus labios metió la lengua hasta el fondo de mi garganta.
A partir de ese momento el desenfreno fue total, no tardaron en despojarme de mi ropa, a lo que accedí gustosa, quede totalmente desnuda ante los tres, que poco a poco hicieron lo mismo.
Me llevaron al dormitorio que estaba preparado como para una ceremonia, ambientado por una música muy sensual, candelabros altos y velas negras, tules, perfumado por sahumerios, cojines con dos camas centrales unidas, cubiertas por sabanas negras, bastante altas, a lo que imagine que era el altar para el "sacrificio" a los dioses, donde era yo era la ofrenda.
Previo a todo esto me llevaron al baño donde una tina en el centro del recinto llena de espuma, esperaba mi cuerpo, me alzaron hasta introducirme en ella, con caricias y besos me bañaron , al salir después de secarme me hicieron poner una bata, y alzada me depositaron sobre la cama.
Estaba más que feliz por la atención, fueron despojándome nuevamente de mi única prenda para iniciar un sin numero de caricias por todo mi cuerpo, seis manos hurgaban por todos mis rincones estimulando con sus lenguas y manos todas mis más sensibles y excitantes zonas.
Mi conchiita no paraba de emanar un copioso flujo, deseaba desesperadamente iniciar esa orgía de placer, pero ninguno lo hizo, hasta que, turnándose para lamer mi vulva, me produjeron un orgasmo tan fuerte que necesite relajarme durante un rato, para recuperar fuerzas.
A partir de ese instante, mi vulva y mi boca, no cesaban de recibir erguidas vergas, por lo general dos, en las posiciones más diversas y alocadas, eyaculando de manera copiosa. A pesar de mí cansancio, los aceptaba gustosa y entusiasmada, accediendo a cada vez que me lo requerían, disfrutaba a pleno la última noche, me fascinaba arrastrarme como una serpiente sobre los cuerpos desnudos de mis amantes, besando y succionando sus miembros erguidos y flácidos, recompensada con todo tipo de estimulantes caricias en todos mis rincones. .
Estimo que durante casi dos horas, con breves intervalos, mi insaciable vulva no paraba de recibir una seguidilla de incansables vergas, al punto que ya la sentía irritada, por todas las "visitas" recibidas..
No se lo que estuve, pero fue apasionante esa noche no paraban de cogerme, en la mas diversas posiciones, sin dejar de quitar mi boca de sus vergas, mientras otro me penetraba.
En una ida al baño para higienizarme un poco, al regresar a la cama, estaban los tres dormidos, mientras observaba sus cuerpos desnudos, busque un espacio entre ellos, para no tardar demasiado en dormirme.
Lo hacia boca abajo, cuando cerca de las cuatro o cinco de la mañana, un dedo hurgaba en mi ano, no era un lugar por el que me atraía demasiado, pero a pesar de eso traté de superarlo, jugueteaba en mi orificio, hasta que sentí una lengua que bordeaba mi arito, trate de abrirme mas levantando mi culo, para disfrutarlo mejor, pero otras manos intentaban separar mis cachetes, permitiendo un mejor acceso a la lengua, mis pezones estaban ya erguidos y el flujo empezaba a bañar mi vulva, con los ojos cerrados y si moverme esperaba los acontecimientos
Al percibir la presencia de un dedo, que intentaba introducirse suavemente, mi agitación se acelero, deje que siguiera, disfrutando totalmente, pronto fueron dos, que empezaron a entrar y salir con lentitud, friccionando las paredes de mi conducto, mientras otras manos acariciaban mi espalda intentando relajarme.
Imaginaba cual seria el desenlace resignada, pero a su vez expectante, deje que continuasen. Muy pronto la cabeza de uno de los miembros intentaba introducirse
Dos manos me sujetaron de la cintura elevando mi trasero, quedando arrodillada y mi culo elevado, para no tardar en percibir, como la punta de su miembro, buscaba mi aro, oprimiendo su glande, contra mis carnes tratando de acceder. Sentí que mi rostro se acaloraba pasando del blanco al rojo intenso, por la manera de sentir el duro pene agrandándome mi poco elástico esfínter. Era doloroso, pero mi calentura, superaba a cualquier pesadumbre, que hacia que lo soportara, estaba ansiosa por ser penetrada, a pesar de todo. Apreciaba como se introducía dolorosamente centímetro a centímetro, a través de mi recto, supongo que cada vez más enrojecido por su travesía, hasta que el esfínter pareció ceder para tolerar mejor la incursión.
Cuando al fin terminó de entrar y la cabeza se alojó en la profundidad, sentí una extraña y excitante sensación, al abrigar ese miembro penetrado en mi conducto, que parecía querer partirme. Poco a poco descubría, como mi cavidad se amoldaba al tamaño de ese "ocupante"
Le rogué, que no se moviera, quería relajarme para disfrutarlo en mi interior.
Sin quitarlo se volcó a un costado y con un poco de dificultad logro que quedásemos boca arriba, abierta de piernas mi vulva quedo expuesta y tentadora para ser incursionada, a lo que sin esperarlo demasiado, Andrés comenzó a introducir su falo, sentirse doblemente penetrada era una experiencia nueva para mi, exclamaciones y gemidos de placer no dejaban de salir de mi boca, la que muy pronto la verga de David comenzó a taparla. Era indescriptible la sensación que me producía recibir esos troncos de carne en mis tres cavidades..
Chupaba mientras la verga de Andrés friccionaba mi vagina, mientras Mariano me abrazaba sin quitar su miembro de mi culo, me ardía y me dolía todo pero el goce curaba esos sufrimientos. Pronto acabo Andrés y poco después mi esposo, al retirarse ambos, Mariano volvió a girarme, pero esta vez se salio de mi culo.
Nuevamente boca abajo y con el culo bien parado empezó a introducirla lentamente, mientras acariciaba mis posaderas, notaba como se desplazaba, hasta que un nuevo empujón, terminó de sepultarlo íntegramente, golpeando sus testículos en mis nalgas, arquee mi espalda, al apreciar el dolor, pero mi calentura no aplacaba, hizo que lo soportase.
.
Percibía los latidos de su falo en mi íntimo canal, me hacia estremecer, me complacía sentir como esa verga vibraba en mi recto.
En esos instantes de sosiego, su boca besaba mi cuello, levante mi culo como deseando sentirla mas profunda, movimiento suficiente para empezar con un vigoroso traqueteo, que me volvía loca. La sacaba para introducir de manera vertiginosa, apresando mi cintura, desplazándola hacia atrás ante cada embestida, mis tetas oscilaban ante tan inquisidora penetración. No cesaba de gemir y gemir, rogándole que no parara, estaba fuera de si, todos mis sentidos eran acaparados por la feroz cogida anal que soportaba. Nunca mi pobre culito había recibido semejante asedio.
No se el tiempo que duró, mis fuerzas me abandonaban, pero a pesar de eso otro orgasmo salió de mi cuerpo, en un instante paró un poco y hasta sentía las palpitaciones de su verga en contacto con las paredes de mi entraña, parecía partirme, reanudó su embestida cuando sentí como que se que se dilataba contra las paredes y un estallidos de liquido calido regó mi interior.
Parecía que el espectáculo los había enardecido, por que con escasos intervalo, terminaron repitiéndolo la escena anterior.
En un momento, mi cansancio era tal, que quede dormida, Desperté bastante tarde, tapada con una sabana, lamentablemente debíamos partir esa tarde, los chicos tenían un par de días mas, realmente no me olvidaría esa noche, lo hubiese repetido, pero no en ese momento, realmente me dolía y ardía todo, había disfrutado y gozado cada instante de este lujurioso encuentro carnal, no sé, si alguna vez se repetirá, pero lo mantendré en mi recuerdo como algo fabuloso.