Sexfight con mi madre 2

Luis y Marisa se preparan...

Marisa salió de la habitación de su hijo sin terminar de creerse lo que había pasado. Es cierto que era ella quien lo había provocado, pero jamás imaginó la reacción de su hijo, cómo le había follado literalmente la garganta, en una de las experiencias sexuales más morbosas y excitantes  de su vida…

Entró en el baño y abrió los grifos del agua caliente de la ducha… Se miró en el gran espejo del baño, acariciando sus enormes tetas, terminando de chupar los restos de semen de su hijo,  excitándose con lo que intuía que iba a pasar de ahora en adelante con Luis, con su propio hijo. Y eso que ella ya había vivido lo suyo con respecto al sexo, no obstante, había participado en intercambios, orgías, varias sesiones de gangbang, sexo lésbico, pero lo de tener relaciones con Luis era algo que superaba todo lo anterior… El agua caliente le sentó genial, pero su fogosidad no la apagaba nada… Terminó de ducharse y se cubrió anudándose un pareo de playa naranja cubriendo sus enormes pechos y sin nada más debajo…

Mientras tanto, Luis también se había duchado en su propio baño, sin poder evitar revivir la lucha que había tenido con su madre y como habían terminado besándose y haciéndole ésta una mamada que no olvidaría el resto de su vida… Y sabía que esta noche habría más lucha y más sexo. No podía esperar a que llegara el momento…

Directamente fue a la habitación de su madre y entró sin llamar. Marisa se había quitado el pareo naranja y, de espaldas a la puerta, se aplicaba crema hidratante por todo su cuerpo. Luis no perdió tiempo. Se quitó silenciosamente el bóxer y en un rápido movimiento inmovilizó a su madre, que gritó asustada por el inesperado ataque…

-         ¿Qué haces? ¡Suéltame inmediatamente!

-         ¿Qué hago? Luchar otra vez contigo, prepararme para ese combate como me pediste… ¡Defiéndete zorra!

Cuando Marisa escuchó a su hijo llamarla zorra, su excitación se multiplicó, mojando su coñito… Con sus brazos inmovilizados en lo alto de su cabeza y con Luis magreando a gusto sus enormes tetas, Marisa tiró una pequeña patada hacia atrás que Luis vió venir y pudo evitarla, pero perdió el agarre. Marisa aprovechó y girándose saltó salvajemente sobre Luis, haciéndolo caer al suelo y sentándose sobre él, inmovilizando sus manos y sujetando con sus pies las piernas de su hijo. Luis luchaba y hacía por volver a tener el dominio, pero su madre era una experta luchadora con muchos combates encima y no lo dejaba…

-         ¿Ahora qué? ¿No puedes conmigo nenaza?- Espoleaba Marisa a Luis.

Luis notó la humedad en la entrepierna de su madre y, con un certero movimiento de cadera, acertó a meterle la polla de una sola estocada.

-         ¡Aggg! ¡Hijo de puta! Así es como se comporta un verdadero macho…. ¡Fóllame, fóllate a la puta de tu madre!

Y así empezaron a follar como dos salvajes… Luis, liberando sus manos, cogió a Marisa de las caderas, impulsándola más fuertemente, haciendo más profunda la penetración. Marisa ya sudaba y gemía, pidiendo más polla a su hijo… En un movimiento inesperado por Luis, Marisa cerró su puño y lo golpeó duramente en la cara, haciéndole daño en el labio y provocando que le saliera algo de sangre, sangre que se puso a lamer con su lengua…

-         Mmmm… Divino, follar y luchar al mismo tiempo…

Luis, con mucha rabia, agarró a Marisa del cuello, cortando su respiración y con la mano abierta abofeteó a su madre, haciéndole sangre en el labio también… Los dos se miraban desafiantes, con deseo, con rabia, con tantas ganas de follar como de pelear duramente…

-         Así cabrón, así es como vamos a ganar a esos hijos de puta

-         Sí zorra de mierda, les vamos a dar la sorpresa de su vida y luego nos los follaremos como lo que son, unos esclavos de mierda…

La contienda duró hasta altas horas de la madrugada. Follaron, lucharon, se putearon el uno al otro… Las huellas por la mañana eran evidentes: labios rotos, moretones en la cara y cuerpo, Marisa casi no podía sentarse puesto que tenía el culo realmente roto…

-         Buenos días mamá

-         Buenos días mi campeón…

-         ¿Lista para seguir entrenando?

CONTINUARÁ