Sex Aventuras Vol.3: A Tartazo limpio. Parte I

Esta es la fantasía novelada de unos chicos que viven dos semanas con unas tías espectaculares y juegan con ellas el Póquer más cachondo, sexy, fuerte de sus vidas, y tendrán que sufrir las consecuencias de ganar o de perder. Este relato no entra sólo en una categoría sino en varias, cada parte puede contener sexo, orgías, fetichismo, voyeurimo, incluso algún tipo de dominación.

Resumen:

Lo que comenzó como un viaje de cuatro amigos para ver una mansión que la familia de Lucas había heredado, se convirtió en unos días sexuales y altamente cachondos, y divertidos. Ya que la mansión estaba alquilada a una Revista erótica y en la mansión se quedaban sus modelos. La revista quebró y las chicas estaban buscando sitio y trabajo para poder irse de ahí.

Lucas para no echarlas les dijo que podían quedarse todos ahí durante las dos semanas que ellos iban a estar. Ese mismo día empezaron una partida de Póquer muy cachonda, las 5 tías y los 4 chicos, pero se incorporarían más adelante otro tío y dos tías más.

La Partida de Póquer estaba parada hasta que los ganadores lo ordenarán, mientras los ganadores usaban a los perdedores y la casa era una fiesta sexual sin fin. Los ganadores y perdedores eran los siguientes:

Sasha era rubia de tetas grandes, era la perdedora femenina, y J.D., le daba todo tipo de ordenes.

Sean, era el que tenía novia y que intentó no jugar a la partida pero ya estaba de lleno, era alto con el pelo castaño y cuerpazo. Era el perdedor absoluto y obedecía a Margot.

Lizz, era rubia de tetas pequeñitas, formaba parte de un trío en el que Tommy le obedecía a ella, y Sarah a él.

Noemi, otra rubia con buena delantera, tenía a Matt como esclavo.

J.D., el morenazo aficionado al surf, era el ganador de chicos y tenía a Sasha de esclava.

Tiffany la sexy del pelo marrón, era una especie de comodín, que obedecía a Margot y a J.D.

Lucas, el dueño de la casa, rubio, con ojos azules de ascendencia europea, muy guapo, con cuerpazo, como fue el segundo de los chicos se quedó con la segunda de las chicas Natalie y son esclavos y amos, entre ellos.

Margot, otra con tetonas, era la ganadora indiscutible, y tenía a Sean de esclavo, aunque mandaba sobre todos.

Matt el modelo de ropa interior, amigo de Lucas, estaba bastante bueno, con el pelo negro, y unos ojos verdes que las volvía locas. Era el segundo perdedor, y obedecía a Noemi.

Natalie era la que más le ponía a Lucas, tenían una química, peculiar. Era morena, con unas tetas no muy grandes, pero un culazo de infarto. Ella y Lucas son esclavos el uno del otro.

Tommy, era el único tío que no era amigo de los chicos, sino que vino con Lizz y Tiffany. Llego siendo muy tímido, pero ya se había soltado. Era alto, musculoso, ojos azules, un pelo castaño larguito, un culo bien formado. Formaba parte del trío del que era amo de Sarah y esclavo de Liz.

Por último Sarah, esa pelirroja con tetas también grandes, formaba parte del trío con Tommy y Lizz, del que era esclava de él.

Parte I: El Sustituto

La cosas en la mansión se había vuelto un poco tensas cuando Stephanie, la novia de Sean por la cual él intentó controlarse y no jugar, había aparecido de sorpresa y lo encontró comiéndole el coño a Margot.

Ella al ver la escena salió corriendo de la casa y Sean la siguió, cogiendo un trapo de cocina para tapar sus partes. Llegaron al paseo por fuera de la mansión y ahí estuvieron discutiendo.

Al rato ella se fue y él entró en la cocina, su cara era de estar bastante dolido. Subió a la habitación y cogió su neceser y cerró la maleta, puesto que ropa no había usado, se vistió con la ropa que vino, y terminó de recoger todo.

• ¿Qué te dijo? - dijo Lucas que entró junto con Matt y J.D., a ver a su amigo.
• De todo, la verdad – dijo Sean bastante serio.
• Lo siento – dijo Lucas – fue culpa mía
• Y mía – dijeron al unísono Matt y J.D.
• Ustedes no me obligaron a jugar ni a quedarme, chicos. Ha sido genial, pero se acabó voy a intentar recuperarla, la quiero.
• ¿Hay posibilidades? - preguntó Matt
• Pocas, pero si no voy con ella, no hay ninguna
• Salva tu relación – le dijo Lucas, que entendía perfectamente lo que sentía.

Sean bajo, se despidió de todo el mundo, cogió sus cosas y se fue.

En la casa comieron todos, aunque los ánimos estaban bajos, todos se habían quedado afectados por lo de Sean, nunca pasó por la cabeza de nadie que ella decidiera hacer una visita sorpresa, y vaya sorpresa.

Margot intentó recuperar el ambiente sexual y los citó a todos a la 7 para hacer un juego. Aunque cogió a Sasha, y pidió prestada a Tommy a Sarah para hacer un recado.

Sasha y Sarah se vistieron con unos bikinis muy sexys, y salieron a la calle. Margot les había ordenado ni más ni menos que trajeran a un tío que estuviera bien bueno y dotado, y que se atreviera a jugar con ellos, en sustitución a Sean. Y a eso fueron.

Eran como las 4 de la tarde, así que fueron a una de las playas donde iba gente joven y organizaban fiestas en la playa. Había mucho ambiente en la playa y mucho tío guapo. Los miraban a todos, y les sonreían ellos se quedaban con la boca abierta al verlas.

Se fijaron en unos cuantos, pero especialmente en un tío de 18 o 19 años, como mucho, rubio, impresionante con el pelo medio largo y una pequeña barbita, y cuerpazo perfecto. Las pusó como locas. El problema es que estaba tumbado en la arena con una tía, bastante guapa.

Ellas siguieron mirando pero les gustaba él, así que se pusieron cerca de la parejita para ver si había posibilidades, y se tumbaron en la arena.

Ellos estaban tumbados y se besaban. Oyeron que se iban a dar un baño, así que urdieron un plan. Él se adelantó y fue a la orilla del mar, Sarah aprovechó y fue al agua, mientras Sasha se levantó, y le empezó a preguntar cosas a la chica, que no era de aquí que si le recomendaba sitios, para ir y cosas así.

En la orilla, él se acercó a ella, y ella decidió mover su culito y meterse en el agua a sabiendas que él miraba la escena sin perder ojo. Se tiró en el mar, y salio a la superficie.

Él se metió, mientras Sasha seguía hablando con la tía. Estaban bastante cerca y nadie alrededor.

• No dejabas de mirarme el culo – le dijo ella para romper el hielo.
• ¿Cómo lo sabes si estabas de espalda?
• Una chica sabe esas cosas, ¿Me equivoco?
• No – dijo el chico – tienes un culo espectacular y unas tetas.
• Tu novia que diría de esas cosas que dices – dijo Sarah que cada vez está más cerca de él
• No es mi novia, es una amiga – le sonrío.
• ¿Ves a la chica que habla con tu amiga? - le preguntó Sarah.
• Sí, es tu amiga y está bien buena.
• Si es una distracción para hablar contigo – le sonrío.
• Me estás poniendo – le sonrío el chico.
• Antes de nada – le dijo Sarah – quiero verte la polla, bajate el bañador.

Él obedeció y ella se sumergió para verle el rabo, era grande y estaba bastante bien.

• Me gusta – le dijo ella
• ¿Cómo te llamas? - le preguntó el joven, que seguía con la polla por fuera y Sarah le pajeaba.
• Yo soy Sarah, y ella es Sasha
• Yo soy Cody, encantado - dijo– me estás poniendo mucho
• Me alegro, bueno te propongo algo. ¿Pero antes qué edad tienes?
• En dos días cumplo 19 años
• Muy bien – le sonrío
• ¿Qué propones?
• Deja a tu amiga aquí y vente con nosotras, estamos en una mansión jugando tías y tíos
• ¿Jugando? ¿A qué? - preguntó Cody – Suena a orgía
• Más o menos, te lo explicaré por el camino, pero que sepas que serías sustituto así que te quedas con en posición de un tío que se tuvo que ir, y no vas muy bien, pero hay mucha tía.
• Esto parece una fantasía erótica – le decía el chico con la polla a tope -Vamos a plantar a mi amiga.

En la mansión todo se preparaba para un juego que había ideado Margot, con ayuda de J.D., mientras Tiffany y Matt, estaban en la cocina preparando unas cosas para el juego.

En el jardín, estaban puesto en vez de sillas, unas camas valinesas haciendo un cuadrado, para estar más juntitos dijo Margot.

Sarah, Sasha y Cody llegaron a la casa. Cody flipaba porque estaba todo el mundo desnudo y las tías todas estaban buenísimas, y los tíos también, aunque eso le daba igual. Le presentaron, le dio la mano a todos los tíos, y a las tías un morreo.

• Yo soy Margot, la que mando hasta ahora – le dijo después del morreo – y serías mi esclavo porque sustituyes a Sean, el perdedor.
• Me encantaría ser tu esclavo – Margot le sonrió, le ponía mucho.
• ¿Me desnudo? - preguntó, lo que más le puso a Margot. El chico llevaba un bañador que seguía un poco mojado y una camiseta de asillas.
• No todavía no – le dijo, y luego alzó la voz – Todos a fuera, vamos a jugar.

Todos salieron y habían 4 camas valinesas haciendo un cuadrado, y en el medio un sin fin de tartas de todo tipo.

• Sentaros en el mismo orden que siempre, tu aquí Sasha – dijo Margot señalando la cama más al norte, la parte a la derecha – Cody tu al lado de Sasha.

Cody obedeció, el joven estaba cachondo y se notaba al verlo. Se sentó al lado de Sasha y era el único vestido, y a su lado Lizz. En la cama este, se sentaban Noemi, J.D. y Sarah. En la sur Tommy, Tiffany y Lucas, y en la oeste Margot, Matt y Natalie.

Todos se sentaron, menos Margot que se quedó en el medio.

• Bueno este juego lo va a cambiar todo – les dijo a todos – Va a ser una especie de guerra de tartazos o algo así, pero con puntuación. Lo que significa que al final de la partida podrán haber nuevos cambios de amos y esclavos.
• Es decir, que esto puntúa como ayer – dijo Lucas
• Exacto, un punto. Como veis hay un montón de tartas de merengue, nata, helado y con todo tipo de cosas encima, siropes, toppings, y de todo. Y en la cocina hay más.
• Vamos acabar bonitos – dijo Tommy
• Unos más que otros – sonreía Sarah
• Las camas van acabar asquerosas – dijo Matt
• Eso se lava, son fundas – dijo Natalie
• La mecánica es la siguiente, como veis cada uno tiene un número debajo de la cama, Sasha 1, Cody 2, Lizz 3, Noemi 4, J.D., 5, Sarah 6, Tommy 7, Tiffany 8, Lucas 9, Yo 10, Matt, 11 y Natalie 12. En el centro entre cada tarta hay una urna con una bolita con el número de cada uno, el que le toque elegirá un número si saca el de él, perderá un punto, si saca otro, esa persona tendrá un punto y un tartazo donde diga el dado. Al elegir el número tira el dado y este dirá donde es el tartazo. El 1 es en la cara, el 2, cara y pelo, 3 tetas o torso, 4, polla o coño, 5 culo y 6 a elegir.
• Y no hay nada sexual – preguntó Matt
• Sí, en la segunda o tercera ronda, añadiremos un poco más de picante.
• ¿Cody como lo ves – le preguntó Lucas al chico que estaba cortado
• Excitante – contestó – pero no sé que puntos tengo
• Voy hacer recuento – decía Margot que en el fondo esperaba seguir ganando y por ende, mandando. - Cody tu tienes 11 puntos y pierdes, Sasha 9, Matt 10, Noemi 6, Lucas 8, yo 3, Natalie 5, J.D 7, Tiffany 7, Lizz 7, Sarah 7 y Tommy 9.
• ¿Y Cody no se desnuda? – preguntó Tiffany, mirándolo a él.
• Para darle emoción, cuando una tía haga que Cody pierda puede romperle una prenda de ropa, sólo tiene 2.
• ¿Romper? - preguntó el rubio.
• Claro, es un castigo – se río Margot.
• Yo te dejo ropa para irte tío – le dijo Lucas
• Gracias.
• Vamos a empezar, por orden de números siempre. Sasha al centro.

La rubia sabiendo que estaba a salvo al principio fue al centro, tiró el dado, ya que Margot dijo que daba igual el orden.

• Tartazo en el coño o polla para – y sacó de la urna un número, lo miró ella y luego lo enseñó – Margot te tocó
• Ostia – contestó ella que no se lo esperaba tan pronto – Elige la tarta y ya sabes – Ella dejó la bola en la urna, la movió y luego se fue a por la tarta.
• Es la venganza – dijo Matt

Sasha miró todas las tartas que habían por mesas y en el suelo, y cogió una con merengue y gominolas encima. Matt que estaba al lado de Margot, le abrió las piernas y Sasha le tiró el tartazo en todo su coño y piernas, y se lo restregó bien, estimulandole el coñito.

• Te ha gustado – dijo Sasha que volvía a su sitio – Espero darte más.

Desde el retrovisor de coche de Stephanie, Sean miraba como el coche abandonaba a toda velocidad Miami. Había sido un poco más de un día, pero había sido bestial y se quedaría con ese recuerdo. Pero ahora tenía que pensar en reconquistar a su novia, a veces veía posibilidades y otras no. Pero en el fondo creía en esa posibilidad porque sino, no se hubiese marchado con ella.

Fin de la Parte I, del Vol. 3