Sevilla en Ferias III modificado

Hubo un error en el anterior relato, faltaba una parte. lamento el error y espero que os guste

Sevilla en ferias III

Una vez mi marido fue enculado, sodomizado, porculizado a base de buena polla, decidimos ducharnos y vestirnos para salir a cenar.

Me puse de puta en blanco, quise decir de punta en blanco, jejeje. Sin suje y sin bragas.

Félix se fue a su habitación a ducharse y preparase y quedamos fuera del hotel en un bar para tomar una cerveza mientras esperábamos que se uniera a la fiesta la pareja de Félix.

Cuando bajamos, nos fuimos directamente a la terraza del bar donde nos estaba esperando mi amante. Nos dimos un beso en los morros y pedimos unas cervezas.

Félix llamó a su chica y…

Amparo dice que no puede venir, que sale a las 11 y está derrotada, que mejor en otro momento.

Me quedé un poco decepcionada, la verdad, pero para eso mi marido siempre está subiendo la moral.

No pasa nada, cariño. Si no puede venir tendremos que pensar otras cosas, así que venga vamos a tomarnos algo para cenar donde sea y luego ya veremos. Pero antes… enseña a tu macho como vas vestida, venga.

Mientras decía eso me separaba las piernas allí delante de todo el mundo para que mi amante viera que no llevaba nada debajo. Eso me calentó un montón.

Me hizo fotos y se las iba enseñando a Félix, pasando la cámara delante de la gente que pasaba sin ocultarlo, por si alguien miraba que supieran como iba debajo de la falda.

Mi macho, se empezó a acelerar y se arrimó a mí metiéndome mano allí mismo, bajo la atenta mirada del camarero que de vez en cuando venía nuestra mesa por si nos faltaba algo, aunque tuviéramos las copas de cerveza llenas. Creo que se percató de todo lo que estábamos haciendo y me gustó que lo supiera.

De ahí nos fuimos a cenar gambas de Huelva a un sitio típico de Sevilla y nos lo pasamos de muerte, contando chistes guarros, bebiendo y sobándome todo el rato.

Pero antes de entrar en el bar, mi marido quiso que él fuera agarrándome como si fuéramos pareja, que realmente lo éramos. Mi marido no sobraba pero en ese momento el dueño de mi cuerpo era Félix.

Una vez ya satisfechos nuestros estómagos con una cena deliciosa mi cornudo dijo:

Oye, ¿por qué no nos vamos a tomar una copa a algún papúa antes de irnos al Papúa?, me apetece veros juntos como novios mientras yo os observo.

Eres un encanto, cornudo maricón. Así me gusta que no haya que decirte que hoy soy su hembra y tú el mirón, el que nos sirvas lo que te pidamos… no hablo de ir a por las copas... hablo de de que nos serviremos de tu culo, boca y polla para nuestros bastardos intereses.

Joder tía, como te pasas con tu marido, que cabrona eres.

Maricón, le digo a mi marido ¿me he pasado contigo? O, ¿es eso lo que estás deseando?

Dios, pues claro que lo deseo, es más lo necesito.

Ves? Si yo sé que es lo que él quiere así que manos a la obra.

Dicho esto, Felix me plantó un morreo delante de todos incluido mi querido cornudo y nos fuimos a un pub de ambiente muy guapo.

En la puerta había un chico de seguridad y Félix no dejaba de meterme mano y creo que el chaval se dio cuenta de todo pero se hizo el loco.

Por fin entramos en el local, yo ya iba chorreando con tanto magreo y por la situación tan morbosa y excitante que estábamos provocando. Exibiéndonos pero de forma comedida, lo justo para que el personal pudiera disfrutarlo sin sin llegar a ser excesívamente explícito. Estábamos exultantes los tres.

Buscamos un sitio en la barra, que por cierto, no era nada discreto y nos pedimos unas copas. Felix volvió a hacer otra intentona con su chica, pero ya tenía el teléfono apagado o fuera de cobertura.

El cabrón de mi amante tenía la polla dura en todo momento, ¿sería por que se me veían los pezones?, ¿sería por que mi marido cornudo le incitaba a tocarme y besarme delante de él? ¿sería el alcohol?...

Una vez pedidas las copas empezó el show.

Bésame cariño, tengo ganas de que todos sepan que eres mi hombre. Y tú mariconazo, píde a Félix que me bese, que bese a tu mujer delante de todo el mundo.

Por favor, quiero que beses a esta pedazo de puta que tienes hoy para ti. Quiero ver como os amais.

Esas palabras me pusieron muy caliente y not tuve que por menos que meterle la lengua hasta la garganta a mi hombre.

La camarera esta a nuestro lado y al cabrón de mi cornudo esposo no se le ocurrió otra cosa que… delante de ella, tocarme el coño, para comprobar la humedad, me levantaba la falda y metía los dedos y la camarera haciéndose la “longui” pero coscándose de todo. A mi hombre todo esto le estaba poniendo malo y la polla cada vez la tenía mas y más dura.

Que bien me hace sentir el saber que excito a los hambres que me traten como a una reina… PUTA.

Mi amante caliente ya no podía más y se sacó la polla allí delante, no le importó que la camarera estuviera delante y yo, como si fuera un acto intuitivo llevé mi mano a su miembro que tanto placer me había dado y lo que quedaría por darme.

Solo pensaba en lo rica que debería de estar ahora mismo esa pedazo de tranca y me agaché a saborearla… creo que ahí la camarera ya se corrió de gusto al verme agacharme delante de sus narices para comerme la polla de mi amante.

Una vez y otra vez, nunca me canso de tocar, comer, relamer, saborear… de vivir en definitiva. Soy puta, muy puta, me encanta el sexo y variar de formas al hacerlo. Hoy tocaba dejar a mi marido que piense y que organice. Él sabe como hacerme feliz y no falla cuando se trata de hacer sentir bien a mis hombres, a las pollas que me van a follar a mí… y a él, jejejeje.

Después de que todo el bar se enterara de lo zorra que soy, de lo macho que es mi amante y de lo cornudo que es mi esposo… nos fuimos a otro bar. Quería más de lo mismo, me estaba sintiendo bien y estaba disfrutando como hacía tiempo que no lo hacía.

En el siguiente bar había una diana y nos pusimos a jugar a los dardos. Quien ganara… elegiría a quien se iba a llevar al baño a comerle el sexo. Así que la jugada fue a muerte.

Cuando le tocaba tirar a mi marido yo le comía la boca a Félix, cuando tiraba Félix le comía la boca a mi esposo y cuando tiraba yo… los muy tontos solo bebían y me decían burradas.

… y ¿quién ganó?, ¿os estaréis preguntando?... Félix. Y el hijo puta dijo que se iría al servicio solo y que esperáramos su llamada y el teléfono que sonara sería el elegido…

Los dos como dos animales en celo con los teléfonos en la mano... pasaron 2 minutos interminables, diosssssss, que largo se me está haciendo la espera para saber quién de los dos sería el elegido. Por supuesto yo tenía muy claro que sería yo, cuando sonó el móvil… de mi maricón marido. Joder, me jodió, la verdad es que me jodió, pero me excitó muchisísimo.

Se fue con una sonrisa en los labios y antes de irse le dije.

Tráeme semen en tu boca si tienes cojones, mariconazo.

Se rió y despareció en los baños.

Seguí tomándome mi copa y observando las miradas de todos los hombres que había en el pub. Me desnudaban con la mirada.

Dios, lo que tardan, seguro que mi cornudito viene con la boca sabiendo a semen el muy maricón.

Bien!! Aparecen los dos hablando como si no hubiese pasado nada y cuando se acercaron me fui a por la boca de mi marido pero... cuál fue mi sorpresa que… el que vino a darme el beso fue mi Félix…

SABÍA A SEMEN!!!!!. Qué cabrones. Se empezaron a descojonar y les empecé a decir mariconas, guarras y volví a saborear la lechita de mi marido en la boca de mi hombre… uffffffffffffff, me mojé las piernas al sentir esa sensación. Que rico joder.

Vámonos ya al papúa que me muero de ganas de follar.

A sus órdenes dijeron los dos a lo unísono.

Pagamos la ronda y salimos del pub dirección a el coche… estábamos todos muy calientes.

Ya salimos del pub, cogimos el coche de Félix. Es un descapotable y mi  cornudo se puso en la parte detrás. Mi amante no dejaba de tocarme el coño durante el viaje y yo le correspondía con mi mano en su polla dura como jamás la tuvo mi perrito.

El papúa lo tenemos justo enfrente del hotel y hacia allí nos dirigimos.

Llegamos a la puerta…

Son ferias en Sevilla, ya veremos a ver que nos encontramos…

¿Sabes que te digo?, que estamos muy bien los tres y meternos ahí, y como la gente con la que hemos quedado no hja contestado al mensaje… ¿que te parece si pasamos y nos bebemos el champán en la habitación y follamos hasta reventar?

Por mi de acuerdo cariño.

Contigo no estaba hablando, perrito, se lo estoy preguntando a mi amante, nosotros decidiremos que hacemos y tú vendrás detrás de nosotros como un buen perrito amaestrado. OK?

Jejeje, bien yo estoy de acuerdo con tu marido, no quiero que se sienta ofendido ni nada parecido.

Por mí no te preocupes ya estoy acostumbrado, sé que lo dice para excitarme más. Mami sabe como ponerme a 100.

Pues lo dicho al hotel, pero ahora entraremos los tres juntos, quiero que nos vean bien y no haya lugar a dudas por parte de los de recepción. Dios que caliente me estoy poniendo.

Dicho esto metemos el coche en el aparcamiento del hotel. Mi marido se sale del asiento de atrás de un salto (el coche de Félix es descapotable) y cuando me quiero dar cuenta… mi macho ya tenía la polla fuera de los pantalones y dice:

¿Es que no quieres probar esto antes de subir para ir ya bien preparado a la habitación?

Ese es mi chico, ¿ves, cornudo de mierda, como hay que tratar a tu mujer?

Tardé muy poco en darle satisfacción a mi amante… que rica tiene la polla y qué dura la tiene siempre, me encanta. Mi marido cogió rápidamente la cámara y empezó a hacernos fotos allí, en el propio parking, que supongo que tendrá cámaras de vigilancia y seguramente salgamos en alguna página de internet haciendo guarradas mientras el mariconazo de mi marido hace fotos y videos.

Pobrecito, se conforma con tan poco… mirar, fotografiar… solo cuando a nosotros nos interesa le hacemos partícipe de la situación y en este caso… la polla era mía y solo mía. Él si sabe tratarme como merezco y llena por completo. Estoy empezando a quedarme prendida de mi nuevo novio.

No sé el rato que estuvimos allí, yo con mi novio, dedicándome a saborear su estupenda polla a que me tocara, a que me diera lo que él sabe que tiene que darme.

El cornudo estaba por allí dando vueltas, estaba como loco, supongo que excitado ante tan golosa manifestación de lujuria.

Me metía los dedos en el culo. Me sobaba las nalgas, yo estaba en el séptimo cielo. Él con la polla más dura cada vez

Cuando estaba a punto de correrse me dijo que parara pero yo estaba muy caliente y empecé a tocarme queriéndome hacer una paja. Le propuse a perri que me chupara un poco el coño para secármelo y el cabrón se colocó de tal forma que le puso el culo en pompa delante de la polla de mi amante.

Le empezó a sobar el culo y él respondió con gestos de placer y rápidamente corté la escena… ese rato era mío y no del cornudo maricón de mi esposo.

Así que con las mismas me levanté del coche y me acerqué a mi hombre para empezar a subir a la habitación. Pero antes quería que se pusiera bien duro para mí.

Empezamos a subir en el ascensor y el tonto los cuernos de mi marido quiso dar a la tercera planta donde estaba la habitación, pero le corté rápido.

No, querido, no. Le das a la planta de la recepción y te acercas al mostrador y le dices al recepcionista que manden una botella de cava a nuestra habitación, mientras Félix y yo te esperamos en la puerta del ascensor.

Joder, cariño, no me hagas esto.

Mírate la polla si está dura… lo haces ok?, además no soy tu cariño, hoy no. ¿Entendido?

Jeje, que mala eres.

Paramos, efectivamente en el mall del hotel. Mi esposo salió con la polla que parecía una tienda de campaña. Mi acompañante y yo salimos del ascensor para esperarle. Se nos veía perfectamente desde recepción.

En recepción había un chico, ya no era la chica de por la mañana pero, entre Félix y yo le pusimos al día. Según llegó mi marido al mostrador cogí a mi macho follador y le di un beso en los morros a lo que él me respondió con un morreo en toda regla.

Yo miraba mientras a mi marido dando explicaciones al recepcionista y el chicho se quedó un poco extrañado al mirar hacia nosotros y vernos en esa refriega. ¿Qué le habría dicho al chico para que mirara para donde nosotros?. Uff eso me encendió más y empecé a sobarle la polla por encima de los pantalones a mi amante.

Cuando volvió mi marido hacia donde estábamos nosotros, Félix quiso dejar de besarme, pero yo le apreté bien para que no se soltara y me siguiera comiendo la boca al menos gasta que el ascensor se abriera.

Creo que al cornudo se le hizo eterna la espera y ya por fin se abrió el ascensor y entramos los tres. Y nos pusimos mirando hacia recepción sonriendo al personal del hotel que estaba allí, que ya eran otros más mirando.

Yo estaba muy caliente y empecé a sacarme las tetas para que le cornudo viera como tenía los pezones de duros. Félix me agarró, me besó y el muy cabrón ya tenía la polla fuera de los pantalones, allí mismo en el ascensor. Diossss, como me gusta que me bese. Lo hace francamente bien.

Llegamos a nuestra planta y estaba deseando que hubiera alguien esperando para que se encontrara la situación

Yo decidí no guardarme las tetas y así fui hasta la puerta de la habitación y mi chico no dejaba de meterme mano hasta la misma puerta… estaba tan caliente como yo y eso me gustaba y tendríamos que festejarlo.

Le pregunté a mi marido que había pasado abajo y él me dijo que le estaba explicando al chaval que nos subieran una botella de cava a la habitación. El chico le dijo que no podían subir tres a la habitación y él le contó que nuestro amigo tenía habitación, le dio el nombre y se aclaró todo el problema.

Al final resulta que a esa hora ya no hay servicio de habitaciones y no pudo encargar la botella… con lo que me hubiera puesto de caliente cuando hubiese entrado el camarero y lo hubiese recibido mi esposo vestido del todo, mientras yo estaba chillando de placer junto a mi hombre. Eso tengo que hacerlo en otro hotel, quiero que mi esposo se sienta orgullosos de sus putos cuernos y de lo zorra que puede llegar a ser su señora esposa.

Entonces… fue cuando empezó la fiesta de verdad. No me arrepiento de no haber ido al papúa, allí no se pueden hacer fotos y entonces mi marido… ¿Cómo se iba a pajear mirando las fotos de su mujer siendo penetrada por tantos hombres, si allí no dejan hacer fotos?...