Sevilla en Ferias III

Salimos a cenar, de copas y exhibicionismo. mi marido miraba, se recreaba y yo disfrutaba con mi macho

Ya salimos del pub, cogimos el coche de Félix. Es un descapotable y mi  cornudo se puso en la parte detrás. Mi amante no dejaba de tocarme el coño durante el viaje y yo le correspondía con mi mano en su polla dura como jamás la tuvo mi perrito.

El papúa lo tenemos justo enfrente del hotel y hacia allí nos dirigimos.

Llegamos a la puerta…

Son ferias en Sevilla, ya veremos a ver que nos encontramos…

¿Sabes que te digo?, que estamos muy bien los tres y meternos ahí, y como la gente con la que hemos quedado no hja contestado al mensaje… ¿que te parece si pasamos y nos bebemos el champán en la habitación y follamos hasta reventar?

Por mi de acuerdo cariño.

Contigo no estaba hablando, perrito, se lo estoy preguntando a mi amante, nosotros decidiremos que hacemos y tú vendrás detrás de nosotros como un buen perrito amaestrado. OK?

Jejeje, bien yo estoy de acuerdo con tu marido, no quiero que se sienta ofendido ni nada parecido.

Por mí no te preocupes ya estoy acostumbrado, sé que lo dice para excitarme más. Mami sabe como ponerme a 100.

Pues lo dicho al hotel, pero ahora entraremos los tres juntos, quiero que nos vean bien y no haya lugar a dudas por parte de los de recepción. Dios que caliente me estoy poniendo.

Dicho esto metemos el coche en el aparcamiento del hotel. Mi marido se sale del asiento de atrás de un salto (el coche de Félix es descapotable) y cuando me quiero dar cuenta… mi macho ya tenía la polla fuera de los pantalones y dice:

¿Es que no quieres probar esto antes de subir para ir ya bien preparado a la habitación?

Ese es mi chico, ¿ves, cornudo de mierda, como hay que tratar a tu mujer?

Tardé muy poco en darle satisfacción a mi amante… que rica tiene la polla y qué dura la tiene siempre, me encanta. Mi marido cogió rápidamente la cámara y empezó a hacernos fotos allí, en el propio parking, que supongo que tendrá cámaras de vigilancia y seguramente salgamos en alguna página de internet haciendo guarradas mientras el mariconazo de mi marido hace fotos y videos.

Pobrecito, se conforma con tan poco… mirar, fotografiar… solo cuando a nosotros nos interesa le hacemos partícipe de la situación y en este caso… la polla era mía y solo mía. Él si sabe tratarme como merezco y llena por completo. Estoy empezando a quedarme prendida de mi nuevo novio.

No sé el rato que estuvimos allí, yo con mi novio, dedicándome a saborear su estupenda polla a que me tocara, a que me diera lo que él sabe que tiene que darme.

El cornudo estaba por allí dando vueltas, estaba como loco, supongo que excitado ante tan golosa manifestación de lujuria.

Me metía los dedos en el culo. Me sobaba las nalgas, yo estaba en el séptimo cielo. Él con la polla más dura cada vez

Cuando estaba a punto de correrse me dijo que parara pero yo estaba muy caliente y empecé a tocarme queriéndome hacer una paja. Le propuse a perri que me chupara un poco el coño para secármelo y el cabrón se colocó de tal forma que le puso el culo en pompa delante de la polla de mi amante.

Le empezó a sobar el culo y él respondió con gestos de placer y rápidamente corté la escena… ese rato era mío y no del cornudo maricón de mi esposo.

Así que con las mismas me levanté del coche y me acerqué a mi hombre para empezar a subir a la habitación. Pero antes quería que se pusiera bien duro para mí.

Empezamos a subir en el ascensor y el tonto los cuernos de mi marido quiso dar a la tercera planta donde estaba la habitación, pero le corté rápido.

No, querido, no. Le das a la planta de la recepción y te acercas al mostrador y le dices al recepcionista que manden una botella de cava a nuestra habitación, mientras Félix y yo te esperamos en la puerta del ascensor.

Joder, cariño, no me hagas esto.

Mírate la polla si está dura… lo haces ok?, además no soy tu cariño, hoy no. ¿Entendido?

Jeje, que mala eres.

Paramos, efectivamente en el mall del hotel. Mi esposo salió con la polla que parecía una tienda de campaña. Mi acompañante y yo salimos del ascensor para esperarle. Se nos veía perfectamente desde recepción.

En recepción había un chico, ya no era la chica de por la mañana pero, entre Félix y yo le pusimos al día. Según llegó mi marido al mostrador cogí a mi macho follador y le di un beso en los morros a lo que él me respondió con un morreo en toda regla.

Yo miraba mientras a mi marido dando explicaciones al recepcionista y el chicho se quedó un poco extrañado al mirar hacia nosotros y vernos en esa refriega. ¿Qué le habría dicho al chico para que mirara para donde nosotros?. Uff eso me encendió más y empecé a sobarle la polla por encima de los pantalones a mi amante.

Cuando volvió mi marido hacia donde estábamos nosotros, Félix quiso dejar de besarme, pero yo le apreté bien para que no se soltara y me siguiera comiendo la boca al menos gasta que el ascensor se abriera.

Creo que al cornudo se le hizo eterna la espera y ya por fin se abrió el ascensor y entramos los tres. Y nos pusimos mirando hacia recepción sonriendo al personal del hotel que estaba allí, que ya eran otros más mirando.

Yo estaba muy caliente y empecé a sacarme las tetas para que le cornudo viera como tenía los pezones de duros. Félix me agarró, me besó y el muy cabrón ya tenía la polla fuera de los pantalones, allí mismo en el ascensor. Diossss, como me gusta que me bese. Lo hace francamente bien.

Llegamos a nuestra planta y estaba deseando que hubiera alguien esperando para que se encontrara la situación

Yo decidí no guardarme las tetas y así fui hasta la puerta de la habitación y mi chico no dejaba de meterme mano hasta la misma puerta… estaba tan caliente como yo y eso me gustaba y tendríamos que festejarlo.

Le pregunté a mi marido que había pasado abajo y él me dijo que le estaba explicando al chaval que nos subieran una botella de cava a la habitación. El chico le dijo que no podían subir tres a la habitación y él le contó que nuestro amigo tenía habitación, le dio el nombre y se aclaró todo el problema.

Al final resulta que a esa hora ya no hay servicio de habitaciones y no pudo encargar la botella… con lo que me hubiera puesto de caliente cuando hubiese entrado el camarero y lo hubiese recibido mi esposo vestido del todo, mientras yo estaba chillando de placer junto a mi hombre. Eso tengo que hacerlo en otro hotel, quiero que mi esposo se sienta orgullosos de sus putos cuernos y de lo zorra que puede llegar a ser su señora esposa.

Entonces… fue cuando empezó la fiesta de verdad. No me arrepiento de no haber ido al papúa, allí no se pueden hacer fotos y entonces mi marido… ¿Cómo se iba a pajear mirando las fotos de su mujer siendo penetrada por tantos hombres, si allí no dejan hacer fotos?...

Continuará…