Sevilla en Ferias 4 y último
Pues se acaba aquí nuestro viaje a Sevilla en Ferias... yo repleta, mi macho agotado y mi marido feliz
Sevilla en ferias IV
Entramos en la habitación y mi hombre empezó a desnudarse, pero le dije quería ver a mi marido desnudarle a él y a mí. Quería que nos preparara para el festival de sexo que íbamos a tener desde ese momento hasta que cayéramos derrotados.
Así fue, le desnudó a él primero, lo hizo despacio, tocándole bien, sin dejar nada de su cuerpo sin sobar hasta que le desnudó por completo.
Luego llegó mi turno, me quitó la poca ropa que llevaba y cuando se dispuso a arrodillarse para quitarme los zapatos…
Cariño… ya me dice cariño mi amante, ufff que delicia de hombre.
Me gustaría que te quedaras con los tacones. ¿Puede ser?
Claro cariño mío, hoy es tu día.
Dije esto mientras le comía le morro con gran pasión. Cada vez me estaba gustando más besarle y dar por hecho que él es mi pareja y no el cornudo maricón que tenía arrodillado a mis pies esperando mis instrucciones.
Levántate y mira como me va a dar placer MI PAREJA.
Me fui hacia él y empecé a ser la gatita cariñosa ávida de sexo, con ganas de darle todo el placer que él me había estado dando durante toda la noche.
Desde ese momento ya no hice caso a nadie más que mi señor, al que me poseía con sus formas, con su saber estar, al que me estuvo tratando todo el día como a una princesa… solo quería sentirme suya y qué sintiera que yo era sola y exclusivamente suya…
Le comí la polla como si fuera la última polla del mundo, quería tragármela entera, no dejar nada fuera, notar todo su poder entro de mi garganta… me estaba poniendo mala.
Estando en faena, noté como el hijo puta del cornudo me metía los dedos en el culo… me gustó su iniciativa. Me estaba poniendo burra, pensando que eso lo utilizaría yo para que le polla de mi amor me entrara bien dentro y sin esfuerzo. Quiero darle todo y no dejarme nada… no sé pero empecé a sentir cosas por él que me estaban gustando mucho, pero mucho. Creo que ahí fue cambié el chip y la cosa pasó de sexo puro y duro a algo más.
Hice que mi esposo se desnudara que quería ver esas dos pollas juntas, no para nada especial, sino para una cosa que nunca había hecho pero ese día me salió. Quería comparar las dos armas que tenía allí. Y efectivamente mi polla de siempre, la que siempre me había llenado y para mí era única, en ese momento las agarré y las comparé. Ya no la veía como la mejor polla del mundo, ya no. La polla por la que me moría era la de Félix, me siento mal por ello, pero la verdad es que mi esposo pasó a un segundo plano en el aspecto sexual de forma radical.
No le dije que su polla era una mierda en comparación con la de mi… amante, no podía, pues cuando se lo he dicho era para incitar sus crecida cuernos, pero ahora era cierto.
Quería la polla de Félix.
No me quedó más remedio que volver a besarle con amor y pasión sin importarme lo que estuviera haciendo el ciervo que teníamos al lado.
Entonces empezamos a follar de otra forma, agarrados, besándonos con cariño…
Al cabo de un buen rato de follarme sin condón me la jugué para ver si realmente mi amante podría darme todo lo que yo le exijo al hombre que quiera compartir algo más que una noche loca de pasión. No sé si sería el alcohol o lo que me estaba pasando por mis intestinos, mi corazón o mi cabeza…
Le susurré al oído mientras el cornudo no nos oía…
Me encantaría que le comieras la polla al cornudo… ¿lo harías por mí?
Y sin decir palabra, le hizo un gesto al voyeur para que se acercara y se metió su pollita de un golpe en la boca.
Se la comía… que daba gusto verle, se la tocaba, se la comía, se la tocaba… uffffff mientras me follaba con ardor.
Diossssss, este es mi hombre, este es el que no pone remilgos, este es el que hace gozar… le quiero y se lo dije.
TE QUIERO CARIÑO.
Y él seguía a lo suyo. Haciendo lo que yo le había pedido.
Seguí besándolo cada vez me excitaba más el haber visto esta situación y me corrí en ese momento sin remisión.
Descansamos de tanto ajetreo y ya solo hablaba con él, me dirigía al cornudo para que nos encendiera los cigarrillos, para que nos diera bebidas, para que fuera a por toallitas…
Nos reímos un rato pero el cabrón aún tenía la polla dura como una piedra y en lo que nos acabamos el cigarrillo, que se encargó de apagar el ciervo de mi marido, nos pusimos otra vez manos a la obra.
Maricón, vete un momento a la terraza que tengo que hablar algo muy serio con mi chico
Y sin rechistar, se fue al balcón desnudo cerrando la puerta detrás de él.
Cariño, te voy a pedir otra cosa y si no quieres no pasa nada de verdad, pero es que hoy estoy pedigüeña…
Que quieres, venga soy todo oídos
Quiero que ese cabrón que está ahí fuera te parta culo mientras me follas.
Jejeje, para eso tanto misterio?, eso está hecho. Dile que pase y lo hacemos.
No, todavía no, déjale un ratito más ahí fuera. Quiero estar a solas contigo un ratito más.
Mi chico y yo empezamos a follar otra vez y de verdad que no importaba si él picha floja estaba bien o no, si estaba pasando frio o no, es más ni me enteré que entró ni cuando lo hizo.
Cuando ya me dijo mi chico que ya estaba dentro el ciervo maricón, le dije que se preparara que quería que le diera por culo a Félix mientras él me follaba.
Y no tardó mucho en ponérsele la polla durita para penetrar al que en ese momento me estada follando a mí.
Fue mortal de necesidad. Notar como empujaba el otro a mi chico mientras éste no dejaba de tener la polla dura penetrándome todo lo más dentro que podía.
Una vez que el cornudo sacó su miembro del culo de mi chico le dije que nos dejara follar tranquilamente que se hiciera una paja si quería pero que no nos molestara.
Él se levantó de de la cama y nos empezó a hacer fotos. Yo seguía centrada en conseguir que mi hombre se lo pasara genial. Era suya toda suya.
El ciervo se sintió un poco desplazado y no me extraña. Al rato oí la ducha y supuse que se estaba duchando fue entonces cuando me sentí inmersa con la polla de mi hombre dentro de mí y me corrí de nuevo gritando más que nunca…
Él no paró de bombear dentro de mí, tiene un aguante este tío que no es normal y yo entré en un estado de que no dejé de correrme se me bajaba y se me subía, me estaba volviendo loca esa forma de follarme. Le agarré, le abracé, le besé le adoré. Y sin quitarme los taconazos, jejeje.
Cuando llegó el picha floja le hice que se tumbara a mi lado y se acercara a mí para que me viera bien lo que estaba sucediendo…
Se arrimó mientras Félix seguía fallándome a tope.
Cuando estaba tumbado tocándose la polla, Félix me dijo:
Cariño, me voy a correr, ¿donde quieres que me corra?, ¿en tu cara, en su cara?, donde tú me digas.
NOOOO, quiero que lo hagas dentro.
¿Dentro?
Sí dentro, quiero que me preñes delante de este mierda de marido que tengo. Quiero sentir tu leche dentro de mí.
¿Estás segura?
Fíjate como se le ha puesto la polla a este cornudo, tú qué crees, venga embarázame, vamos cariño, lo quiero, lo quiero, lo quiero…
En cuanto le dije esto… empezó a bramar y a correrse de una manera impresionante, siguió empujando como si quisiera meterme todo su semen dentro de mi útero. Quería preñarme, quería darme todo y que fuera fructífero… uffffffff, que mala me puso eso… así que me corrí de nuevo junto con él.
En cuanto acabó sacó la polla exhausto, le dije a mi marido que metiera su polla en mi chocho…
Quiero que metas más dentro el semen de mi hombre, empuja su leche dentro para asegurarme que me embaraza. Pero no se te ocurra correrte Maricón.
Así estuvo un ratito cuando le hice sacar su pollita de mi coño y me lo quité de encima para abrazar a mi chico follador implacable.
Cuando nos relajamos un poquito, Félix empezaba a vestirse y eso me sentó fatal…
Cariño, ¿qué haces?
¿Es que quieres más?, son las 6 de la mañana, jejeje que puta eres, joder.
Entonces fue cuando miré a mi esposo y le dije:
Tú cornudo, pide a tu corneador la tarjeta de su habitación, te vistes y te vas de aquí, Félix va a dormir conmigo lo que queda de noche. ¿Has entendido bien?
Pero…
Ni pero ni nada, vamos haz lo que te digo.
Félix, amigo, ¿me dejas tu tarjeta para bajarme a tu habitación?
Sí como no, pero me subes el neceser que me hará falta.
Así pasó, se vistió y se bajó, subió el neceser de mi chico, me dio un beso en los morros de buenas noches y desapareció por la puerta con una cara un poco extraña…
Hoy mi chico era Félix y eso debería entenderlo y si no es así… peor para él. Pero eso sí se fue con la polla muy muy dura.
Nos quedamos Félix y yo solitos, sin que nadie nos molestara y yo estaba realmente agotada y se metió en la cama conmigo… pero…
Cariño quítame los tacones ya, por favor
Vale, pero por la mañana te los vuelves a poner, ¿de acuerdo?
De acuerdo pero necesito relajarme un poco, vamos a dormir un poquito, que seguro que el ciervo no pega ojo en toda la noche pensando en lo que estamos haciendo, jejeje.
En esto que suena el teléfono…
Mami, ¿a qué hora voy a despertaros?
Llámanos para ir a desayunar. Sobre las 9 más o menos. Y por favor no molestes hasta entonces que queremos descansar un ratito para seguir follando antes de que llegues. Utiliza tu tarjeta para entrar.
Y sin esperar contestación colgué el teléfono.
Mi amante y yo nos metimos en la cama, yo me puse un camisoncito que estrené para la ocasión… no abrazamos, nos besamos y caímos rendidos.
Me encantó sentirme abrazada por esos brazos, ese pecho… me acomodé la cabeza en su pecho y creo que tarde medio segundo en quedarme dormida.
No sé el tiempo que estuve dormida, pero algo me despertó.
Notaba algo húmedo en mi coño… me estaba comiendo el chocho. Ufffffffff, que rico. Me encantó que me despertara así. Me corrí enseguida, supongo que por el cansancio o la excitación de pensar en mi hombre y en que el maricón de mi marido estaba humillado haciéndose una paja pensando lo que hacía sin tener ni idea…
Sin dejar tregua, se subió encima de mí y empezó a follarme como un animal en celo. Me trataba como a una diosa y como a una puta a la vez.
Se paró después de varias embestidas y cogió la cámara de fotos para fotografiarme el coño…
Dios mío como lo tienes de abierto. Esto se lo tengo que enseñar a Angelito.
Me lo enseñó y la verdad es que quiero tener el chocho así todos los días y cuando digo todos, digo todos y Félix sabe cómo hacerlo.
Él siguió follándome duro, muy fuerte, más fuerte le dije yo. Me pegó, me abrazó con fuerza, se portó como un buen macho fornido con una polla descomunal de dura y de rica.
Estaba a punto de correrme otra vez cuando dijo que se iba a correr otra vez.
Quiero que me eches todo en los labios del coño, llénamelo bien, quiero toda tu leche ahí.
Supuse que iba a ser poco pues se acaba de correr hacía poco tiempo pero… cual fue mi sorpresa que… joderrrrrrrrrrrrrrr, qué pasada, en mi vida había visto sacar tanto semen después de lo que se había corrido este hombre.
¿es una delicia o no?.
Yo estaba en séptimo cielo, cuando entró él en la habitación, el otro, del que ya no me acordaba que estaba allí… casi me molestó que entrara sin llamar, pero lo cierto es que si no hubiese entrado con su llave, no le hubiese abierto. Es duro decirlo, pero es como lo siento.
Nos saludó, nos preguntó que qué tal… y felix le enseñó mi coño lleno de su leche aún.
Me preguntó si quería que me lo limpiara… y le dije.
Ni se te ocurra, quiero notar esta leche aquí, quiero impregnarme bien de su virilidad.
Cariño, fóllame otra vez y mete todo esto dentro del coñito de tu mami. (ya era la mami de Félix, no de mi marido).
Sin que me dijera él nada me calcé otra vez mis taconazos, se rió y empezó a meter su leche en mi rajita despacio hasta que le metió toda y luego empezó a meter y sacar su polla de mi chocho con delicadeza. No tiene la fuerza de antes, cuando estábamos solos. Supongo que será por la presencia del ciervo…
Cuando estaba así, le dije:
Cariño, fóllame como antes quiero sentirte como un buen macho. Quiero que me rompas el culo. Sentir tu polla bien dentro, cabrón.
Diossssssss, que follada tan alucinante. Juro que nunca me lo había pasado tan alucinantemente bien como esa noche.
Fue impresionante, o como diría mi Félix… ESPECTACULAR.
Una vez descansé un poco. El picha floja de mi perrito me comió el coño para que me corriera y terminamos la faena.
Félix se bajó a su habitación para ducharse y cambiarse de ropa y yo cogí lo que me iba a poner esa mañana y me bajé con él a ducharme. El perro de mi esposo se quedó en nuestra habitación a ducharse SOLO y a recoger todo lo que traíamos para empezar a irnos.
Cuando acabamos mi hombre y yo… cuando acabamos de besarnos, de acariciarnos después de la ducha… me arreglé, el cogió sus cosas y sin decir nada al cornudo, nos bajamos a recepción.
Él ya estaba allí pagando la habitación cuando llegamos nosotros abrazados y dándonos carantoñas. Nos habló lo que sea de ir al coche a llevar las cosas y yo me quedé con Félix en la recepción, no me quería separar de él.
Cuando terminó, nos fuimos ambos y nos montaos en su coche y el tonto de mi perro estaba esperándome cuando pasamos delante de él y Félix le dijo, delante de un grupo de sevillanas vestidas de flamencas:
Sígueme, tú mujer se viene conmigo en mi coche.
Yo me reí maliciosamente y él se metió rápido en el choche como ruborizado.
Cuando llegamos a un bar que conocía paramos a desayunar y no me despegaba ni a sol ni a sombra… a ángel le vi un poco molesto pero en cuanto le miraba riéndome, se le pasaba.
Una vez desayunados… tomamos nuestros caminos y nos fuimos a casa, me quedé algo triste, por dejar a mi hombre e irme con el que hasta entonces era mi perro… aunque ya no lo sentía como antes…
Estaba mal, pero… me acordaba de todo lo sucedido la noche de antes y se me mojaba el coño y tenía que tocarme para rememorar la noche anterior…
Desde este fin de semana… todo está cambiando… todo es diferente… algo ha sucedido y perrito está perdiendo su estatus… ahora tengo novio nuevo y no entra en mis planes que se vaya de mi lado.
Empiezo una nueva forma de vivir la vida…