Sevilla 3 Extasis de mi vecina Mari

Mis manos en la cara interna de los muslos, hicieron que su dueña abriera sus piernas para dar rienda suelta a las pretensiones de mis caricias

Continuación del relato SEVILLA 2 MI VECINA MARI

-Lo siento pero todavía no he terminado de desnudarte,

Tras el momento de recuperación que le concedí después del orgasmo, mis dedos bajo el elástico de sus bragas comenzaron ha hacer que estas empezaran a descender, pero sólo lo hice hasta dejar al descubierto el principio del vello de su pubis.

Abrazado a ella como estaba, mis labios y lengua exploraron cada centímetro de la espalda, a la vez que mis manos hacían lo propio con sus pechos, abdomen, torso y caderas, llegando a enredar ligeramente mis dedos entre los pelitos rizados del pubis, presionando sobre las ingles.

Mis labios traspasaron la línea que separa el límite de su espalda, legando a esa hendidura vertical que separa sus glúteos y con mi lengua avance unos centímetros, retrocedí y nuevamente avancé, comenzando a escalar con los labios la pared lateral y llegando a la cima besuqueando mordiendo y lamiéndolo en toda su extensión, y dedicando el mismo trato a la otra montaña de su esplendoroso culo.

Mis manos se apoderaron de sus piernas, acariciándolas en todo su contorno y de arriba abajo y de abajo arriba.

Mis manos en la cara interna de los muslos, hicieron que su dueña abriera sus piernas para dar rienda suelta a las pretensiones de mis caricias, sentí en el dorso de de mis manos la humedad de su ropa interior, mis dedos iniciaron la incursión a través del elástico para llegar a acariciar el lateral de sus labios vaginales ligeramente, despacio en toda su longitud y extensión, descendiendo al perineo empapado de flujos, presionándolo, estirándolo y contrayéndolo con la yema de los dedos e iniciando el camino a través del valle de la vulva en busca de su clítoris que una vez alcanzado provocó que Mari flexionara su cuerpo hacia delante.

Momento que aproveché para bajar sus bragas a los tobillos, quedando expuesto ante mí ese maravilloso culo desnudo y vulnerable tantas veces observado, lo acaricié y besé, hundi mi cara entre sus glúteos rozando con la lengua los límites de su ano, que ayudado por mis manos quedo expuesto a mis caprichos, pose mi lengua humedeciéndolo, a lo que Mari dio un respingo incorporándose

-Que haces con mi culo, eso no es para eso, por el culo no , no lo he hecho nunca y creo que no quiero hacerlo porfa

Salto su momento tabú, que la verdad esperaba que lo hiciera.

-Mira Mari, no voy a darte por el culo ni nada de lo que pretendo hacerte va a causarte ningún dolor o malestar, el ano y su contorno es una zona muy erógena y solamente trato de que experimentes algo más del placer que tu cuerpo esconde, a caso te he hecho daño en algún momento?, no te han gustado las caricias con mi lengua?

-para nada me has hecho daño, al contrario jamás he estado tan excitada y caliente, nunca me había corrido tan fácilmente y sin tocar los bajos, pero no se lo del culo me da cosa aunque la verdad esas cosquillas con la lengua me han gustado, y también por ti por la zona que es, no se…

-Por mi no tienes que preocuparte, si no quisiera hacerlo no lo haría, sabes que soy un guarrete , jeje, y además me da mucho morbo hacértelo

-Si que eres guarillo si , jejeje, pero me encanta que lo seas

-de momento saltamos el asunto, pues se trata de darte placer y no quiero que te sientas incomoda ni molesta, y goces cada instante

-gracias Manu eres un cielo de veras, hazme gozar como quieras, me tienes a punto de correrme otra vez jodio

-siéntate en esa mecedora con el culo en el borde, y prepárate por que si logro llevarte al punto que pretendo vas a experimentar orgasmos que te harán desmayar de placer

-me das miedo

  • espera voy al cuarto de baño a por algo

-no tardes por favor que estoy a punto de masturbarme yo misma

  • ni se te ocurra tocarte, todo a su debido tiempo, te aseguro que te merecerá la pena esperar

Regrese del cuarto de baño con el bote de body milk, y arrodillándome a sus pies termine de quitar sus bragas de los tobillos, haciendo que sus piernas se separasen quedando ante mí la privilegiada visión de su sexo brillante y húmedo por su estado de excitación.

Deposité una generosa cantidad de crema en mi mano, que fui distribuyendo a lo largo de de su pierna derecha, desde el tobillo hasta el muslo, y con el resto, tomando su pie con delicadeza comencé a embadurnarlo, masajeando el talón, presionando la planta, metiendo mis dedos entre los suyos y presionando el empeine para llegar al tobillo, repitiendo los movimientos una y otra vez

-hummm, me encanta, nunca  nadie me había dado un masaje en los pies

  • cierra los ojos y siente mis manos, no tengas prisas relájate

Después de un tiempo considerable dedicado a tal menester, mis manos dedicaron a sus tobillos,  pantorrillas y muslos el mismo tratamiento y en ambas piernas, logrando que la cara de Mari reflejara un estado de relajación casi total, a la vez que la cantidad de humedad producida por su sexo, delatara el grado de excitación en el que se encontraba.

Al sentir el cese del masaje y como me levantaba del  suelo, sus ojos se abrieron como despertando de los brazos de Morfeo, quedando ante ella la visión de mi polla semi-erecta  a escasos 30 centímetros

  • Ufffff, estoy en las nubes Manu, necesito tenerte dentro ya, Hummmm, dame tu pollaaa

  • voy a lavarme las manos, tranquila en su momento la tendrás

Incorporándose rápidamente llevando sus manos a mis caderas, impidió que mi cuerpo iniciase el camino a mi destino y tomando mi polla con sus labios, hizo que esta casi desapareciera dentro de su boca.

-no, al menos déjame sentirla en mi boca, hummmmmm

En cuanto el calor de sus labios, la humedad de su boca y contacto de su lengua se hicieron presentes en mi miembro, mi voluntad de separarme pasó a un segundo plano y mi polla comenzó a recuperar el mejor de los estados de plenitud, impidiendo más debido al grosor, que sus labios avanzasen más de la mitad de su recorrido.

Su lengua recorría cada rincón del glande, su lengua lamia todo el contorno y en toda su longitud impregnándolo generosamente de saliva, que ayudada con su mano extendía, sus labios abarcando y succionando el glande a la vez que la lengua jugueteaba y presionaba la punta, tratando como de entrar por el hueco de la uretra, iniciando nuevamente el camino al interior de su garganta sin conseguirlo repetidas veces.

El vaivén de su cabeza acompañado de la presión de su mano en el tronco, y las caricias en los huevos de su otra mano, me hicieron llegar al punto de no retorno

  • Aaaaaa, Mari voy a correrme, hummmmm, ahaaaaaaa, o la sacas o no aguantare más sin hacerlo en tu boca

  • hummm, glup, glup, hummmm

No me hizo ni caso, al contrario, acelero el ritmo incluso llegando a profundizar más la penetración en su boca, provocando pequeñas arcadas, por lo que di rienda suelta a la situación y comencé a correrme dentro de su boca

  • me corro, me corro, haaaaaa hummmm, ahaaaaa….

La primera descarga fue en el fondo de su garganta, provocando su retirada inmediata al sentir el impacto tan dentro y haciéndola tragar directamente, las dos siguientes en su boca abierta y las demás, ya más leves las dirigió hacia su cara.

-hummm, que rica leche tienes, me gusta, me gusta

  • gracias, ha sido genial

Le tendí mi  mano ayudándola al levantarse conduciéndola al cuarto de baño para que se limpiase la cara, regresando abrazados y besándonos al salón donde nuevamente hice que se sentara esta vez en el sofá, abandonando mis labios el calor de los suyos, al encuentro de sus pezones duros como piedras donde después de varios escarceos entre uno y otro, empujando levemente su pecho quedo recostada sobre el respaldo.

Separando sus rodillas me situé entre ellas con las mías en el suelo, y tomando sus pies los lleve hasta el asiento, quedando en esta postura su sexo a mi merced.

Mis labios se posaron sobre el pubis recibiendo nuevamente en mi nariz el aroma de su sexo

-hummm, me encanta el olor de tu coño, ha llegado la hora de hacerte sentir lo que tu cuerpo esconde y tu vas ha gozar

-si estoy deseándolo, me pones muy caliente, estoy muy excitada, cómeme y no pares hummmm

Mi lengua y labios jugaron sobre las ingles, presionando, besando y mordisqueando a la vez que descendía a su entrepierna, donde el roce sobre el lateral de cada uno de sus labios vaginales, provocó que abriese más si cabe sus piernas, y adelantara su culo sobre el asiento, ofreciéndome a causa de esta última maniobra, toda su vulva expuesta, ese perineo brillante y pringoso de sus flujos, al igual que el agujerito de de su ano.

Pasé mi lengua apoyada sobe las cumbres de sus labios, sin presionar apenas, recorriendo de abajo arriba y de arriba abajo toda su hendidura repetidas veces, descansando de tal tarea, saboreando los restos pringositos depositados en el perineo, donde comenzó un ligero  ascenso abriéndome paso dibujando círculos y presionando hasta llegar a la entrada caliente y húmeda de su vagina.

Mi lengua penetro en ella despacio, presionando con la punta todos sus laterales, explorando reacciones, sintiendo sus contracciones, hasta que mis labios hicieron tope y mi nariz se hundió entre sus labios, quedando en contacto con su abultado clítoris, comenzando un continuo vaivén de entrada y salida de su gruta, provocando gemidos y movimientos en sus caderas que delataban el inicio un orgasmo que no era mi intención provocar todavía, por lo que deteniéndome y separándome repentinamente para su asombro, deposité leves besitos en la cara interna del muslo, mirando su cara desencajada y llena de lujuria, retorciéndose los pezones con los dedos.

-hummmm, aggggg, no pares ahora, no pares, sigue follándome con la lengua, que me corro, sigueeeeeee, porque paras ahora, hummmm

  • todavía no

Tras el leve descanso provocado y con la pretensión de volver a iniciar el camino a su clímax, mis manos separaron sus labios, dejando su entrada abierta y palpitante,  donde nuevamente mi lengua encontró cobijo, abandonando tras varias incursiones cálida morada, para ir al encuentro entre el valle de su sexo, de su hinchado clítoris.

Dibujando círculos  a su alrededor, posándome levemente sobre el, acariciándolo y pellizcándolo con mis labios muy sutilmente, logrando que nuevamente el grado de excitación de Mari, le provoque poner sus manos sobre mi cabeza, intentando marcarme un ritmo sobre su sexo que le lleve al tan ansiado orgasmo, obteniendo como respuesta nuevamente el cese de mis caricias.

  • noooo, aggggg, hummmmmm, sigue, sigue cabrón, no pares otra vez, uffffffffff,

-ya esta cerca, aguanta

  • no me hagas esto otra vez o te mato, fóllame ya, dame tu polla, métemela, uffffff

  • después tendrás mi polla, pero ahora disfruta de esto

Comencé a lamer y saborear cada resto de los flujos de su sexo depositados sobre su piel, terminando el recorrido sobre los diminutos pliegues de su ano, donde me entretuve chupando, lamiendo y presionando ligeramente con la lengua, a la vez que con la nariz los ligeros toques sobre la entrada de su vagina, provocaban  que como si de un manantial se tratara, emanara una cantidad nada despreciable de elixir que evidentemente no dejé de saborear sobre el destino que marcaba la gravedad, resbalando a su oscuro agujerito.

-uhmmm que gusto, te gusta mi culito verdad? A mi también lo que me haces, hummmm, hazme todo lo que quieras

Mis manos separaron nuevamente sus labios, y mi boca chupando, sorbiendo y lamiendo cada pliegue de su sexo repetidas veces, terminó por dedicar una merecida atención a ese botoncito del placer, rozándolo ligeramente, dándole toquecitos con la lengua, a la vez que mi dedo corazón comenzaba a presionar la entrada de su cueva, con la palma de mi mano hacia arriba, en un lento vaivén cada vez más profundo, explorando su interior, sus paredes suaves, su zona más rugosa en la parte superior, presionando ésta con la llena de mi dedo.

Su respuesta fue inmediata, jadeando y gimiendo nuevamente, moviendo sus caderas al encuentro de mi mano, por lo que un segundo dedo acompañó a las incursiones de su compañero tomando los dos una ligera torsión en forma de gancho, iniciando un ascenso en el ritmo de incursiones, golpeando y presionando la zona más rugosa de su interior.

Mis labios cedieron su lugar sobre su clítoris a la palma de mi mano, que con tales maniobras, producía un constante golpeteo sobre este, y fueron a posarse sobre la aureola de su pecho, lamiéndolo y chupándolo casi frenéticamente, llevado por el ritmo de la respiración de mi amante, que agitando sus caderas, abriendo y cerrando las rodillas, emitiendo gemidos que parecían los rugidos de un león, delataban que su orgasmo era inminente por necesidad

-ahora si princesa, disfrútalo

-ahaahhhhhhhhh, ahahhhhhhh, hummmmmmm, me corroooooo, ahahhhhhhh, siiiiiiiiiiiiiiii , joder no puedo aguantarme, ahahhhhh, lo siento pero me meooooooo, ahhaaaa

Una serie de convulsiones con todos los músculos de su cuerpo en tensión y la cara desencajada de lujuria y placer, dieron paso  a unos incontrolados chorritos provenientes de su sexo, lanzándose contra mi mano y boca, que ávidamente fue a recoger,

  • hummmmm, ahhahhhhhhhh, ahahhhhh, no puedo más, para por faborrrr, ahaaaaa

Con sus ojos casi en blanco, empapada en sudor, su boca abierta como queriendo coger todo el aire del mundo en un gemido ahogado y sus manos aferradas al sofá, cesé de mis acciones, permitiendo que asimilase lo experimentado y recuperase el aliento, abrazándola contra mi pecho…..

Espero que esta continuación, aunque sexual en todo su contenido haya sido de vuestro agrado, teniendo en cuenta para quien no ha leído al menos el relato anterior, será simplemente sexo.

UN SALUDO Y GRACIAS POR LOS COMENTARIOS

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