Seúl Saranghae - 5 (FINAL)
Capítulo final de esta historia...
Parte 5
Con la boca abierta y los ojos desorbitados. Esa era la cara de Jun después de ver la foto donde salían Kim Sum y él. Para el que no fuera estado allí sabiendo lo borracha que iba la chica, daban totalmente el pego de pareja enamorada. El sujetando la cintura de ella y la chica haciendo lo mismo con Jun, vamos que si las cosas se liaban por una tontería era culpa de Jun por ir por la vida de buen samaritano. ¿Quién iba a pensar que al día siguiente saldrían en todos los programas del corazón Surcoreano? Pues nadie, pero así fue.
Claro que la familia, empezando por su madre, se le tiraron encima y no justamente para reprocharle… más bien para que invitara a cenar a la actriz a casa y así poder conocerla. Su hermana menor ya hacía planes futuros, ¡hasta pensaba en la boda! No pudo más que salir corriendo de tan solo imaginarse en el altar y con Kim Sum del brazo.
Tras el shock inicial se recuperó lentamente tramando como poder hablar con Kim Sum y que esta desmintiera todo sea como sea. El problema es que no tenía ningún dato de esta salvo donde vivía y la contraseña de su casa, por lo demás nada. Lo peor es que si iba para verla estaría aquello hasta arriba de paparazis sedientos de palabras y fotos.
No tuvo otra forma que enfocarse al cien por cien en su trabajo, dar los últimos detalles a la discográfica e ir en busca de jóvenes talentos. Y eso hicieron Jun y Joon Woo, dedicarse durante todo el día a pasear por el centro de Seúl viendo los distintos artistas callejeros que concurrían entre la gente cantando o simplemente bailando.
Ahí es donde se encuentran los verdaderos artistas, en la calle. Es algo que le enseñó uno de sus profesores cuando estuvo en Estados Unidos. Y valla que era cierto, en una pequeña escapada junto a su profesor, caminaron por gran parte de la gran manzana encontrándose a multitud de artistas callejeros demostrando sus dotes en baile, canto, pintura… Jun le preguntó a su profesor el por qué no iban tras ellos y seguían en las ‘’calles’’. Este le respondió que era porque la mayoría no buscan la fama, tampoco el dinero, solo intentan que la gente disfrute con su talento, nada más. Aquella conversación dejó impactado al chico y por primera vez vio el arte como algo más allá del dinero, como una forma de vida más allá del glamur que desprende ser un artista de renombre.
Tampoco quiere decir que todos los artistas sean unos vanidosos, que no lo son, solo era una nueva forma de pensar para todas aquellas personas que enseñan su talento gratuitamente.
Una grata supresa fue encontrarse a In Ha bailando al ritmo de la voz de una chica bastante guapa. La sorpresa de ambos se fue al acabar el tema y saludarse bastante efusivamente por parte de ella, el aún se sentía muy sorprendido por esa faceta de la chica. La vocalista cantó como los ángeles, no era un tema conocido, seguramente lo habían compuesto ellos mismos en sus ratos libres. También observo como el grupo de baile bailaban casi como profesionales y era difícil siendo tres chicas y dos chicos.
Se reunieron Jun y Joon Woo junto a tres integrantes del grupo callejero para tantear el terreno y ver un posible acuerdo para representarlos y ayudarse mutuamente en un soñado disco.
-Nosotros trabajamos en una discográfica-dijo Jun- Al oírte cantar he quedado bastante impresionado –miró a su amigo- Seguro que él ha sentido lo mismo que yo… -afirmó Joon Woo moviendo la cabeza- ¿Os gustaría firmar para nosotros? Seguro que muchas casa de talentos están tras vosotros… pero nosotros no vamos a pediros nada que os resulte incómodo o simplemente algo que no estéis de acuerdo a nuestro modo de ver –separó la espalda de la silla- No estoy diciendo que vosotros seáis los que ordenéis ni nada parecido… solo os digo que no queremos separaros de vuestros compañeros a la hora de firmar.
-Comprendo… -soltó la vocalista.
-¿De cuento dinero estamos hablando? –preguntó In Ha sorprendiendo a Jun.
-Lo que seáis capaz de vender… -sonrió- No os puedo prometer nada de dinero cuando aún sois unos novatos en lo que a música se refiere… -alzó la mano haciendo que In Ha se callara- Pero puedo prometeros que podéis confiar en nosotros y que daremos lo mejor para que tengáis éxito en el futuro. Va a ser duro, no siempre estaremos de acuerdo en lo que pensemos que es mejor para el grupo, incluso puede que me terminéis odiando –sonrió de nuevo- Pero si todos juntos podemos confiar mutuamente… tal vez el día de mañana estéis dando conciertos abarrotados de gente esperando oír vuestras canciones. No os pido una respuesta ahora, tampoco que os deshagáis de otras propuestas, solo quiero que sepáis que sois nuestro primer grupo y eso conlleva una responsabilidad grandísima para nosotros dos –miró a Joon Woo- Y que queremos lo mismo que vosotros, que disfrutéis cantando.
Tras unas horas debatiendo y poniendo algunas condiciones, se despidieron prometiendo darle una respuesta en los siguientes días. Esa misma noche volvieron a salir y entraron en casi todos los club nocturnos donde cantaban algunas personas para poder vivir el día a día. No fueron menos de cinco locales en los que entraron, pero sólo llegaron a gustarle dos chicos que cantaban a dúo algunos temas pop rock del momento y que no lo hacían nada mal.
Charlaron apenas cinco minutos dándoles una tarjeta con el número y la dirección de la discográfica por si les interesaba trabajar para ellos. No los vio muy entusiasmados con la idea, tampoco Jun les dejó darle una negativa, simplemente que se pensasen si querían una reunión y poder explicarles como iba a ser todo.
Al día siguiente se encontró con Kim Sum en la puerta de la discográfica con cara de mala leche y muerta de frío. No se esperaba encontrársela allí y mucho menos que le hablara con un tono que no conocía de ella hasta el momento, respetuoso. La charla fue algo escabrosa por el hecho de que la señorita le hizo una oferta bastante rara por no decir idiota.
Quería que se hiciesen pasar por falsos novios a vista de los demás y así ayudarla a pasar ese espectáculo que se había montado por ir de buen samaritano y por beber más de la cuenta por parte de ella. Iba a aceptar, por ayudar, pero la actriz soltó una frase que lo puso de mal humor.
-Así también podrás tener publicidad de tu empresa.
La echo a patadas, agarrándola del brazo y cerrando la puerta tras ella. Vamos que le había tocado donde más le dolía a Jun, el interés. Si con aquella escena pensó que Kim Sum iba a desistir lo llevaba muy claro, esa misma noche antes de cerrar el negocio se la encontró con una bolsa en la mano llena de comida para llevar y su cara sonriente, si, es cierto, como buen hombre tubo que perdonarla casi en el acto y cenar en el despacho la mar de calentitos y felices. Bueno, lo de felices medio medio, no las tenía todas consigo pero al final sabiendo que tenía parte de culpa por salir en los programas del corazón tenía que ayudarla el tiempo que fuese necesario.
Lo que si se dio cuenta durante esa cena exprés, era la forma diferente de los gestos de la chica. Si al principio, en la escena del hospital y luego la de la bofetada, le pareció una lagarta prepotente con el ego por las nubes, en la cena fue totalmente diferente. Amable, risueña y aniñada. Quizás fuera una actuación para ganarse la simpatía de Jun, aún así él no es de los que piensan mal primero para acertar, como dice el dicho.
La llevó en coche hasta su casa y casi durante todo el trayecto hablaron de muchas cosas, le preguntó sobre su trabajo, su infancia, familia, la chica sabía sacar conversación en momentos tensos. Al final Jun cantó como un pajarito y le contó toda su vida, si, toda su vida sin alejar de la conversación a Sun Hi. Decir que Kim Sum no la conociese sería una mentira, no ya por ser su vecina si no por el ser una cantante bastante famosa.
Cuando la dejó en la puerta de casa y se despidieron, Jun pensó en visitar a Sun Hi y matar dos pájaros de un tiro, dejar las cosas claras y si se pudiera ser amigos, solo amigos.
Se encontraba en casa, eso era bueno, lo que no era tan bueno era la cara seria de su ex novia y la forma que le invitó a pasar. Jun se esperaba una de las gordas y se la encontró. Claro que aprovechó aquella para dejar las cosas claras y pedirle disculpas por lo que pasó, ya que no sentía nada por ella, todo se esfumó hacía tiempo. En ese momento vinieron los lloros de la chica y el abrazo de Jun para consolarla, es que es un blandengue.
Se quedó junto a ella hasta que se desahogó todo lo posible. Incluso ella le confesó que es cierto que no sentía lo mismo que en aquellos tiempos de instituto, pero aún así quería volver a estar junto a él. Jun le dijo que intentar una relación pensando en el pasado no llevaba a nada salvo a quedar enemistados y hacerse mutuamente daño en el tramo hasta la ruptura. Sun Hi le hizo caso aunque le pesase y decidieron de mutuo acuerdo dejar enfriar la relación y en el futuro quizás ser amigos. Al salir de la casa de Sun Hi, Jun, sintió como algo se le rompía dentro de él, no iba a ser lo mismo, aunque era esa misma sensación cuando se estropeó todo hace años.
Fue pasando el tiempo velozmente para Jun y su falsa relación sentimental con Kim Sum. Durante todo ese tiempo fue a multitud de fiestas junto a ella, las revistas fueron olvidando el tema y al igual pasó con su familia. Hye Sun fue la que más seria se ponía cada vez que hablaban del tema, Juan iba a su aire sin entrometerse demasiado en la vida sentimental de su hijo.
Con respecto al trabajo tuvieron suerte con In Ha y su grupo. Firmaron con ellos siendo el primer grupo al que representarían los dos amigos. Además con todo el escándalo de ser la pareja de Kim Sum, muchos agentes de artistas fueron a verles y proponerles firmar a sus artistas. Gracia no le hizo al principio, pero luego tan acostumbrado estaba que siempre hacía algunas pruebas de voz o baile a los representados. Claro que eso de hacerle pruebas de canto a gente contrastada como eran la mayoría de artista que traían no es que les hiciera demasiada gracia que digamos, pero era una de las normas de Jun, nada de ojitos derechos ni nada por el estilo.
Habían pasado algunos meses desde que abrieron la discográfica y todo iba viento en popa y a toda vela. A ojos de los demás todo parecía ir como si de un campo de rosas se tratase, nada más lejos de la realidad. Tuvieron varios problemas con diferentes sellos musicales por supuestamente copiar una de sus canciones, estuvieron a punto de ir a los tribunales, por suerte se vinieron abajo cuando Jun les enseñó un papel firmado por un notario con la fecha en la que se hizo esa canción. Si, se dejaba una pasta en abogados.
Tras tantos meses haciendo de pareja, Jun observó una Kim Sum diferente, la que tenía escondida y no dejaba ver a nadie exceptuando a él. Si la veía seria durante casi todo el día, en la grabación del drama en el que era la protagonista, en las entrevistas y demás, cuando se encontraban solos era totalmente diferente. Esa nueva forma de ser de Kim Sum le gustaba, demasiado diría yo. No era ningún secreto que se estaba enamorando de ella sin poder remediarlo.
Con las cosas claras entre Sun Hi y Jun era momento de seguir adelante sin mirar atrás y poder ser feliz al cien por cien. No es que fuera sido un alma en pena en su estadía en Estados Unidos, pero siempre tuvo esa espinita clavada con su ex novia y ahora amiga. Era algo que tenía que ser arreglado y aclarado, pero sobre todo tras aquella noche de pasión entre los dos. Ella no se lo tomó muy bien, incluso decidió no volverse a ver durante un tiempo para sanar las heridas de una relación que por unas cosas y otras nunca iba a funcionar.
Con su familia todo iba de maravilla, les contó toda la verdad sobre su falsa relación con Kim Sum, incluso ella quiso ser la que hablase con sus padres negándose él rotundamente. Aquello quizás hizo que esa relación se hiciera mucho más fuerte en la intimidad y tener mayor comunicación entre los dos. A ella aún le costaba sacar todos sus pensamientos y no comerse el tarro cada dos por tres, al menos era un buen síntoma para Jun. El día que le profeso su amor a Kim Sum fue el día más feliz en su corta vida exceptuando la firma con el grupo de In HA, Dream’s.
-Dime, que querías hablar tan seriamente –sonrió dulcemente mirando a Jun.
-Verás… sé que todo esto es falso y bueno… tal vez no sientas lo mismo que yo-tragó saliva- Creo que estoy enamorado de ti… -soltó todo el peso que llevaba encima desde hace varias semanas.
-Vaya… -no se lo esperaba- No sé que decir… -se sentía confundida.
Jun se levantó del sillón nervioso, dolido por ser tan idiota de mostrarle sus sentimientos a Kim Sum. Un suave me marcho y se dirigió hacia la puerta. Nada más agarrar con la mano derecha la manivela sintió como los brazos de Kim Sum lo rodeaban por la cintura pegando su cuerpo a él.
-No te vayas… por favor –apretó el abrazo pegando su cuerpo a Jun- Quedate conmigo…
-Jun se giró y quedaron frente a frente- ¿Para siempre? –preguntó limpiando las lágrimas que brotaban de los ojos de Kim Sum.
-Ella lo miró sonriendo- Para siempre, siempre, siempre… -dijo Kim Sum alzándose, apoyando todo su peso en la parte delantera de sus pies tratando de llegar a los labios de Jun, lo besó.
El beso se fue tornando más apasionado. Las manos de los amantes acariciaban sus mejillas mutuamente sin despegar su labios y mucho menos sus lenguas.
-Ven conmigo… -separó Kim Sum sus labios de los de Jun y dándole la mano, marcharon a su alcoba- Quiero ser tu mujer, hoy… -invitó a Jun a que la desnudara.
Con una sutiliza y lentitud fuera de la normal, Jun fue quitándole prenda a prenda desnudándola y dejando al aire su precioso cuerpo que miró extasiado. Acarició sus mejillas, su cuello, los hombros, sus brazos, sus manos, sus pechos suaves como el terciopelo y la besó de nuevo. Sin despegar sus labios y con ayuda de Kim Sum, se fue quitando toda la ropa para quedar desnudo al igual que ella.
-Te quiero Kim Sum… -dijo Jun al oído de ella dándole un pequeño mordisco.
No esperó respuesta cuando la tumbó en la cama quedando con las piernas abiertas ofreciéndole su sexo. Jun, hambriento, se lanzó a por ese manjar lamiéndolo por arriba, abajo, izquierda, derecha… La chica se retorcía de placer en la cama cada vez que le pasaba la lengua por su clítoris. No tardó en llegar al orgasmo cuando Jun la penetró con su pene duro empezando a bombear lentamente.
-Ahh… Sigue… que bien… -gemía Kim Sum cuando notó a la lengua de Jun apoderándose de sus labios hinchados.
Los pechos de Kim Sum apretados con sus pectorales y sus labios pegados dándose besos para separarlos y jadear tranquilos. Le acariciaba toda la espalda arañándosela del placer que estaba sintiendo, aquello solo hizo que Jun acelerara sus embestidas llegando al orgasmo junto con ella y quedar abrazados toda la noche mirándose a los ojos.
Tras aquella noche la mentira se convirtió en realidad, pero eso nunca lo supo nadie a excepción de la madre de Jun. Si, cuando quería saber algo removía cielo y tierra hasta conseguirlo.
Unas semanas desde que Jun y Kim Sum empezaron a salir, el grupo de In Ha sacó su primer disco quedando en altas posiciones con respecto a las ventas semanales por internet. Con aquello muchos patrocinios llegaron aumentando el presupuesto de la discográfica. Dream’s estaba triunfando bajo la tutela de Joon Woo más que de Jun, pero para eso lo contrató, para dejarse llevar y trabajar haciendo grandes a unos novatos como eran el grupo Dream’s.
Pasó con Pedro y el lobo y le ocurrió a Jun con Kim Sum. ¡Que viene el lobo! ¡Que viene el lobo! Y cuando el lobo llegó de verdad nadie le creía. Jun empezó una falsa relación con la actriz más famosa de Corea del Sur y al final esa mentira se convirtió en verdad enamorándose de ella perdidamente. Una mentira al repetirla varias veces se puede convertir en verdad y justamente eso le pasó a Jun.
Quizás esa locura que está viviendo junto a ella algún día desaparezca y sus sentimientos se los lleve el viento. Pero de momento va a vivir la vida pensando en el presente sin mirar lo que el futuro depare al pobre Jun. Ahora aquellas dos palabras de Seúl Saranghae han cambiado…
-Kim Sum… Saranghae.
Fin.