Sesión de spa y masaje

Dos amigas acuden a una sesión privada de spa y masaje en su resort de lujo

Sesión de spa y masaje

A mis 52 años contemplo la vida de otra manera, con más relatividad, buscando el disfrute, tratando de ser feliz. Mi nombre es Charo y resido en una importante ciudad del centro de España. Felizmente casada desde hace 30 años atravieso en estos momentos una nueva etapa ya que mis hijos, por motivos laborales, han abandonado el domicilio familiar.

Allá por el mes de abril una pareja amiga nuestra nos propone realizar un viaje a República Dominicana ya que estos amigos nuestros se encuentran en una situación similar a la nuestra, sus hijos también han “volado” del nido familiar. Buscamos fechas, coordinamos vacaciones y el pasado mes de septiembre nos subimos al avión para disfrutar de un destino paradisiaco.

Elegimos un hotel muy exclusivo donde nuestras habitaciones eran cabañas aisladas al borde de la playa. Un completo turístico muy completo, con animación a cualquier hora del día, grandes piscinas y unas instalaciones pensadas para el relax y el disfrute. Nuestra pulsera de “todo incluido” nos hacía poder disfrutar de cada rincón del resort sin ninguna dificultad.

La relación con nuestros amigos siempre fue buena, casi hemos llevado “vidas paralelas” y nos conocemos desde hace bastante tiempo, antes incluso, de formalizar nuestra relación a través del matrimonio. Lola, que así se llama mi amiga, es una mujer bella, de amplia sonrisa, dicharachera y destila energía por los cuatro costados. Siempre es la que propone, la que ofrece ideas, la que tiene una “amiga de una amiga….” Es un placer para nosotros contar con su amistad, ella fue la que insistió en irnos los cuatro al viaje.

Todo estaba pensado para disfrutar de nuestra estancia allí, las cabañas, las comidas, los espectáculos…, pero faltaba algo. La rutina, la falta de atención, los hijos, el trabajo,…. había desplazado al sexo a un lugar poco frecuentado en los últimos años y lo peor aún, no le echaba en falta, lo había “asumido” como algo normal, como un proceso de “desgaste” que conlleva la relación en pareja. A Lola le pasaba igual, había perdido la “ilusión y el disfrute” en sus relaciones sexuales con su marido. Habían perdido la “chispa” y eso les llevaba a pasar incluso meses sin relaciones sexuales.

-          “Creo que eso va a cambiar en este viaje, Charo” me dijo Lola.

No sabía my bien a lo que se refería, pensaba que los 15 días en la naturaleza, relajados y con el bikini como atuendo principal podría generar en nuestros maridos una “furia española” años antes olvidada.

-          “tenemos que reservar un sesión de spa y masaje que me han dicho que es una experiencia fantástica, Charo”

Nuestros maridos prefirieron quedarse en el “coconut pub”, el bar de la piscina que nos servía bebidas a cada instante por nuestra condición de turistas con todo incluido.

Lola había reservado por la mañana en recepción las 2 horas de spa y masaje y nos habían asignado un masajista, Manuel, Manu para los amigos.

-          “me han dicho que este es el mejor, Charo” me dijo Lola

Quince minutos antes de la hora prevista Lola me dice que se marcha a la cabaña para cambiarse de bikini y bajar a la sesión de spa, y tu “deberías hacer lo mismo” me dice. Dejamos a nuestros maridos en las tumbonas con sus mojitos y las chicas nos vamos a preparar para la sesión relajante.

Lola me toca a la puerta de la cabaña con la intención de marcharnos hasta la zona spa. La veo diferente, un vestido corto de playa casi transparente, el pelo recogido, las gafas de sol, los labios pintados y un diminuto tanga blanco que deja ver la entretela.

-           “Coño, Lola, ¿vas al spa o a una fiesta?”.

Ella no me responde nada, la verdad es que siempre ha sido muy coqueta y con mucho estilo. Llegamos a la hora fijada al spa, nos identificamos, nos dan los utensilios para el uso de las instalaciones, nos informan que durante esas 2 horas tenemos el uso exclusivo de esas instalaciones y nos comunican que Manuel, Manu, llegará en unos minutos. Me sorprende lo del “uso exclusivo” pero es cierto que somos clientes VIP y que nuestra pulsera nos da acceso privilegiado a cualquier rincón del resort.

-          “Pues vamos a disfrutar de estas instalaciones para nosotras solas” dice Lola “disfrutemos de todo esto”

Seguidamente Lola se desnuda por completo y se mete en el spa

-          “¿hace falta quedarse desnuda?” le consulto a Lola “mujer, estamos solas, ¿te da vergüenza que te vea?” me dice en tono de sorna. “¿Pero no ha dicho que viene un masajista ahora?” le comento “anda que el masajista no estará acostumbrado a ver mujeres desnudas, desnúdate ya mojigata!!!” me dice desde una de las piscinas del spa.

Con cierto reparo me quito el bikini y me meto en el spa. La verdad es que es una sensación muy confortable el contacto con el agua e ir pasando por los chorros que caen por nuca, hombros y espalda. Estando con los ojos cerrados oigo una voz masculina que nos saluda

-           “buenas tardes, señoras, mi nombre es Manuel, Manu para los amigos, y estoy a su disposición para estas dos horas de spa y masaje”.

Me había olvidado por completo de nuestro masajista. Mi primera reacción fue meter mi cuerpo bajo el agua hasta el cuello para que Manu no me viera que iba desnuda, una reacción lógica de defensa. Sin embargo Lola se acerca a Manu con el agua por la cintura y sus tetas al aire para decirle:

-           “hola, Manu, soy Lola y ella Charo”, mientras le planta un par de besos en ambas mejillas.

Manu es un chico mulato de unos 30-35 años. 1,80m bien definido muscularmente hablando, va vestido con una camiseta blanca ceñida y una bermuda blanca con el logo del resort.

-           “me han hablado muy bien de ti, Manu,”, dice Lola “tengo una amiga que vino en Junio y me recomendó que fueras tú quien nos diera la sesión de baño y masaje”

Yo desconocía esa información, no sabía que Lola había hablado con alguien que había estado aquí ya.

-          “muy bien señora, es un placer que den buenas referencias de uno” dice Manu

-           “muy buenas, si, muy buenas” dice Lola. “¿te metes con nosotras en el spa y nos indicas como aprovechar al máximo los efectos del agua?” le dice Lola a Manu. “Por supuesto, señoras, es su tiempo, yo estoy aquí para que disfruten de la estancia”

Manu se quita la camiseta y las bermudas y se queda en un pequeño bóxer ceñido color crema. Tiene un gran físico, músculos marcados y una amplia sonrisa. Se mete en el spa y se aproxima hacia nosotras, en ese momento recuerdo que estoy completamente desnuda y trato de alejarme un poco de el.

-          “Manu, ¿así está bien?” pregunta Lola que se sitúa debajo de uno de los chorros.

Manu se acerca y la coloca para que el agua caiga sobre los hombros de Lola. En ese momento me mira y me dice que donde me quiero poner. Hay una especie de tumbona dentro del agua y para no moverme mucho le indico que quiero estar un rato relajada, se acerca hacia mí, me mira, me coge los pies, los estira, se coloca a la altura de mi cintura y le da a un botón que hay al borde de la piscina. Sobre mi muslo he notado un contacto de algo que sobresalía, no se si era la mano de Manu, será la mano….

-           “Quédese en esa posición durante los próximos 5 minutos que dura el masaje y los chorros”, me dice Manu.

-          Me quedo pensativa, “el roce con Manu será….., no puede ser…, será una mano o su propio muslo”

Manu se dirige ahora hacia Lola, ella lo ve venir y le sonríe, Manu apoya una mano en un hombro y la otra desaparece por debajo del agua, Manu dirige a Lola a otro chorro de agua, que cae con más fuerza, más precisión.

-          “¿y esa mano de Manu donde está?” me pregunto

Lola se sitúa debajo de ese nuevo chorro, Manu la coloca de forma que el chorro caiga hacia la mitad de la espalda, Lola se deja llevar y las manos de Manu la colocan en la mejor posición posible para aprovechar las ventajas de la caída del agua. Se quedan un rato charlando, no oigo lo que dicen, pero veo a Lola con una sonrisa de oreja a oreja.

Manu se dirige hacia mí, lo veo venir, realmente esta fuerte.

-          “ya acabó en esta zona, diríjase hacia la zona de contrastes, enseguida estoy contigo”

Se trata de dos piscinas separadas una a 17º y otra a 37º. Voy a entrar en la piscina más fría y cuando el agua me lleva a las rodillas trato de darme la vuelta. Manu se ha quedado cerca de allí y me señala que tengo que entrar hasta el cuello. Viene hacia mí y me dice

-          “venga, yo te acompaño” me agarra de la cintura y vamos bajando los escalones poco a poco.

El frío de agua hace que mis tetas se endurezcan y mis pezones se pongan duros. Me da igual en ese momento, quiero salir de esta situación cuanto antes, tengo una mano en mi cintura que me empuja hacia el fondo de la pequeña piscina.

-           “ahora hacia arriba”, Me dice Manu, giramos, cambia la mano de mi cintura y con su mano empuja un poco hacia arriba para que vaya subiendo las escaleras

-           “¿me ha tocado el culo?” pensé, serán imaginaciones mías, querrá que salga más rápido del agua fría.

Salgo completamente de la piscina de agua fría, Manu sale detrás de mí. Por primera vez me fijo en el bulto de su bóxer, pese a que ha salido del agua fría se adivina una buena figura debajo del pequeño bañador ceñido.

-          “supongo que al agua caliente no hace falta que te acompañe” me dice Manu, “claro, porqué no” le digo “está bien, coloque sus manos sobre mis hombros y sígame” se pone delante de mí apoyo mis manos, compruebo que está “cachas” y le sigo, voy entrando en el agua bajando las escaleras tras el. Llegamos abajo del todo y me dice “ahora te toca ir tu delante”

Coloca sus manos en mi cintura y voy subiendo las escaleras de la piscina. Soy consciente de que tiene una vista de mi culo en primera fila, pero, sorprendentemente, no me importa, es más, me siento halagada y sexy.

-          “muy bien, Charo, este contraste deja la piel tersa” “voy a por Lola y os metéis en la ducha turca”

Lola y yo nos metemos en la ducha turca, Manu nos dice que no más de 3 minutos. A los 3 minutos salimos, con mucho calor y muy sudadas fruto de la fuerte humedad de esa zona. Manu se acerca a nosotros con un par de refrescos en la mano;

-           “beban zumo de frutas para que no se deshidraten, dúchense y metanse en el pequeño jacuzzi que voy preparando la sala de masajes”

-          “¿Esta cañón, Manu?” Me dice Lola, no le digo nada pero le hago un gesto de aprobación. “¿te acuerdas de Mercedes, la que trabaja en una tienda de moda? pues vino en junio pasado y me dijo que eligiéramos a Manu que es el mejor y que repetiremos seguro”

Me gusto la idea de que alguien ya haya estado y nos de recomendaciones interesantes, la verdad es que Manu era un tipo excepcional y además estaba muy bueno. Nos metimos en el pequeño jacuzzi como nos había indicado Manu. Al momento apareció con una toalla anudada a su cintura.

-          “en un momento estoy con vosotras” nos dijo. “ahora viene lo bueno” me dice Lola.

Sin saber que pasaba, Manu se sitúa al borde del jacuzzi, le da al botón para comenzar el masaje de los chorros y se quita la toalla de la cintura. Aparece frente a nuestros ojos una polla gruesa que aún no está en su esplendor pero que ya tiene un tamaño bastante considerable. Se sienta enfrente de nosotras y nos pregunta si queremos un masaje en los pies. Yo estoy un poco aturdida por la visión, pero me parece todo muy natural, no me siento incómoda porque los 3 estemos desnudos en un pequeño recinto con agua. Lola se acerca a el y le coloca los pies sobre sus mulos, Manu comienza un masaje con sus manos por los pies hasta las rodillas. Lola cierra los ojos y se deja llevar.

Manu me hace una seña para que me coloque al otro lado y en el otro muslo coloque mis pies, le hago caso y sus manos masajean mis pies hasta las rodillas, exactamente igual a Lola. Es muy placentero.

-          “Daros la vuelta para que pueda masajear gemelos y muslos por detrás” Hacemos caso y noto como una mano sube y baja desde el tobillo hasta el culo, ahora una pierna ahora otra.

A la altura de mi gemelo noto un bulto ni muy blando no muy duro, está más caliente que el agua del jacuzzi, “mis piernas están en contacto con la polla y los huevos de Manu” pienso. Lola se incorpora y se sienta sobre el muslo de Manu;

-           “ahora la espalda”, Manu me hace una señal para que deje hueco. Lola se apoya en los muslos de Manu y este comienza desde las cervicales hasta el culo.

Observo a Lola, está con los ojos cerrados, sus brazos apoyados sobre sus rodillas y Manu con sus manos masajea su espalda. Me fijo un poco más y noto como la polla de Manu está recostada sobre el culo de Lola. Manu me hace una señal y me dice que me toca ahora a mí. Me coloco en la misma posición que estaba Lola, al momento noto como algo caliente se apoya sobre mi culo, es el rabo de Manu, debe medir como 22 cm. Las manos de Manu me proporciona una sensación de bienestar en mis hombros, cierro los ojos, el contacto de esas grandes manos y la polla rozando el culo me está proporcionando una sensación de bienestar como hace tiempo no tenía.

Con los ojos cerrados noto como ahora extrañamente la polla de Manu no está sobre mi culo y oigo unas respiraciones más fuertes. Abro los ojos miro hacia el lado y veo a Lola de rodillas al lado de Manu, le esta besando y su mano desaparece por debajo del agua. Manu ha dejado de masajear mis hombros, me giro y veo a Lola con la polla de Manu en sus manos, besándolo y una de las manos de Manu se pierden por debajo de la cintura de Lola.

Me incorporo y ahora veo la imagen en primera plana, sin saber porqué no como me sitúo de rodillas al otro lado de Manu, me ve, y dirige su boca hacia la mía, sus manos rodean mi cintura y noto como sus dedos desde atrás buscan abrirse paso hacia mi coño. El mulato tiene a dos maduras completamente desnudas, ambas de rodillas a cada lado y sus manos buscando ambos coños mientras la boca la repararte un tiempo para cada una.

Nos hace una señal, se sienta al borde del jacuzzi, ahora podemos ver ese pedazo de carne en todo su esplendor, nosotras seguimos arrodillas a ambos lados de su cuerpo, Lola agarra su polla me mira y me la ofrece, sin pensármelo dos veces me la meto en la boca, es la primera vez que engullo un tamaño así y, por supuesto, es la primera vez que me como una polla negra.

Con la mano de Lola en base de la polla trato de abarcar lo máximo que puedo, el glande, el rabo, tiene un buen calibre, de reojo veo como Manu ha conseguido meter un par de dedos en el coño de Lola y ésta no deja de besarlo. Levanto la cabeza y Lola aprovecha para probar ese manjar. Me quedo mirándola, la engulle con ganas, con energías mientras noto como unos dedos se dirigen a mi coño, tengo a Manu desatendido, pienso, y busco su boca. Su lengua es grande, como todo en el, caliente, la mueve con destreza, ya tengo un par de dedos dentro de mi coño, debo estar calentita para que me entren así de fácil.

Manu levanta la cabeza de Lola, me hace una señal para que me coloque de espaldas a el y apoye mis brazos en el borde del jacuzzi, agarra mi cintura y coloca su cipote en la entrada de m coño. Que caliente estoy joder!!!, ese trozo de carne va entrando despacio dentro de mí. Jamás había tenido esta sensación, jamás me había entrado una polla tan grande dentro de mi cuerpo, parece que no va a dejar de entrar nunca y de repente comienza a entrar y a salir, despacio, notando todo su calibre, que sensación más estimulante, cada embestida es un gozo que apenas puedo disimular.

Lola se coloca a la altura de mi cara, “dale Manu, no veas cómo se lo está pasando mi amiga” y lleva razón, y gimo, y le planto un morreo en su boca, dios!!!! que excitada estoy.

Lola se vuelve a dirigir a Manu “ahora me toca a mí, cariño” se siente en el borde del jacuzzi, con las piernas bien abiertas, Manu saca la polla de mi coño, se acerca a Lola, coloca su capullo en la entrada de su vagina, Lola agarra el culo de Manu y le dice “dale fuerte”, Manu accede y comienza un mete y saca frenético, Lola no acierta ni a poder besar a Manu, este búfalo solo aprieta la polla dentro del coño de ella la cual solo puede gritar a cada empellón de su macho.

Estoy muy caliente, ver al mulato dándole pollazos a mi amiga, la cual solo puede disfrutar de ellos y estar casi a punto de correrse hacen que me pajee viendo esa escena. Fruto del empuje de Manu Lola no puede más y se ha echado para atrás, apoyando su espalda en el suelo. Manu sujeta la cintura de Lola que recibe una y otra vez las embestidas de su macho, las tetas de Lola suben y bajan a ritmo de los rabotazos de Manu. Lola comienza a gritar de forma continua, un orgasmo a inundado su cuerpo, lleva más de un minuto gritando, sollozando y gimiendo.

“aaaaggghhhhh, oooooohhhhhhh, puuuufffffff, aaaauuuuagggggghhhhhh!!!!!!”

Manu se sienta en el jacuzzi, me mira y me hace una señal de que me siente en su rabo. No lo dudo ni un segundo, dirige esa enorme polla negra a mi coño y yo dejo caer el peso de mi cuerpo. Manu me agarra y me besa las tetas mientras yo disfruto de ese pedazo de polla dentro de mí, bajando y subiendo por ella, la lengua de Manu, la excitación de ver a mi amiga retorcerse de gusto y el gran trozo de carne que me recorre por dentro me hace estar a punto de correrme como hacía años que no lo hacía. Un escalofrío recorre mi cuerpo desde el lóbulo de la oreja hasta la punta del dedo gordo del pié.

“aaaaaaaaaaaaaggggggggggggggghhhhhhh” “ooooooooooooooooouuuuuuggggghhhhh”

“uuuuuuuummmmmhhhhhh” joooooooooder!!!!! No se cuanto tiempo hace que no me corría así……

Manu saca la polla de mi coño, nos hace una señal a cada una de nosotras, se pone de pié en medio del jacuzzi y ambas hembras chupamos a la vez la polla y los cojones de nuestro macho. Sus gemidos son cada vez más fuertes, el glande está completamente hinchado, comienzan a salir unos chorros de semen que tanto Lola como yo nos afanamos en tragarnos. Nunca he sido de hacer mucho sexo oral a mi marido pero ahora me como la lefa de Manu como si fuera la primera vez fruto del orgasmo que aún llevo en el cuerpo. Dejamos la polla de Manu limpia con nuestras bocas, nos planta un beso en los morros a cada una de nosotras, sale del jacuzzi y se marcha del spa.

Lola y yo estamos derrotadas, nuestros coños han sido taladrados por un arma de destrucción masiva, casi sin aliento Lola me dice que nos quedan todavía nueve días para disfrutar del spa. Menuda fiesta le espera a mi coño hasta que volvamos a casa.

FIN

Espero sus comentarios.

Saludos