Sesion de lujuria con mi hijo nalgon
La visita de mi hermana y su obsesion con el cuerpaso de mi hijo, sobre todo con su culo, despierta algo en mi.
Mi hijo había crecido tanto, desde el divorcio de mi esposo cuando apenas era un bebe, dieciocho años y era todo un hombre, desde los 15 años había empezado a ir al gim y con el tiempo se había convertido en un verdadero machote, recuerdo que siempre lo había visto como madre, hasta que un día mientras regresaba del trabajo a muy altas horas de la noche, me acerque a su cuarto y vi la televisión encendida, toque y no hubo respuesta, entre y encontré a mi hijo dormido, me acerque a apagarlo y me di cuenta que estaba boca abajo, lo que vi me dejo helada, su culo se veía tan maravilloso, en una trusa blanca, era simplemente alucinante, me quede como hipnotizad, poco a poco acerque mi mano y lo rosó, entonces regrese a mí misma.
Mi hermana julia había venido a pasar unas semanas conmigo, llego temprano, apenas vio a mi diego que llevaba su uniforme escolar se quedo impresionada, se acerco a él y le dio un beso en la mejilla, él se sonrió y se fue a clases, estaba de salida.
- No sé cómo has podido contenerte, con ese pedazo de carne tan cerca.
- No seas tonta, es mi hijo.
- Acaso no le has visto ese culo, por dios sino fuera mi sobrino, me encantan los hombres culones y tu hijo realmente que tiene nalgas.
Todo iba normal, julia y yo habíamos estado visitando a nuestras amigas de la infancia y los lugares del pueblo que ya había olvidado, mi hermana veía a mi hijo con unos ojos que me ponían incomoda, cuando salía de la casa su mirada seguía sus nalgas, finalmente el viernes decidimos quedarnos en casa, a eso de las seis de la tarde, las dos nos quedamos hablando de nuestras vidas, desde mi divorcio yo no había tenido mucha acción así que ella que a sus 32 años seguía soltera era la que me hacia sonrojar muy seguido, de pronto escuchamos a diego entrar, como era tarde adivine que venía del gimnasio, entonces julia lo llamo a donde estábamos.
- Amor ven con estas mujeres que están deseosas de ver a un hombres como tu-. Le di un puntapié sin embargo él ya había entrado.
- Hola tia, hola mami-. Me dio un beso y pude oler el sudor de su piel, entonces se acerco a julia y ella mientras le daba un beso le agarro el culo.
- Por dios mi amor, que culo te cargas dime ¿no te lo agarran las chicas?
- Un poco, sobre todo en la escuela.
- En la fila de la cafetería, de seguro-. Dijo julia mientras se metía el dedo en la boca, diego sonreía.
- Exactamente, una vez una chica me lo agarro con las dos manos, la verdad es que me gusta que las chicas me lo admiren la verdad es que me mato en el gim para eso.
- Y vaya que surte efecto, mira como tienes a tu tia.
- Julia por favor, es tu sobrino-. Dije por primera vez.
- No seas una aguafiestas, dime y como tienes los abdominales amor.
- La verdad es que muy bien tita.
- Bueno y no se los enseñarías a un par de viejas.
- Claro que si-. Estaba a punto de protestar cuando se alzo la camisa y me quede pasmada, estaba viendo un verdadero monumento.
- Vaya que eres todo un hombre y no me dejarías ver a un joven musculoso y sexi sin camisa.
- Julia ya tienes que parar, es tu sobrino-. En eso escuche a mi hijo contestar, ya no podía seguir hablando.
- Claro que si tita-. Poco a poco se quito la camisa, sus brazos tan musculosos, sus pechos tan hermosos y depilados, su barra de chocolate, era un verdadero hombre que a cualquier mujer hubiera dejado sin aliento.
- Vaya si mi sobrinito es todo un hombre, la verdad es que tengo mucho calor-. Entonces mi hermana se quito la blusa, hasta entonces me di cuenta que no traía brasier, sus pechos estaban hermosos, grandes y firmes.
- Tita realmente que hace mucho calor.
- Julia ¿Qué haces?
- Relájate hermanita, eres muy aburrida. Ahora sobrinito, por cuanto nos dejarías ver ese culote totalmente desnudo.
- Por mi tita lo haría gratis.
- Dieguito, de verdad harías eso por mí, déjame ponerme mas cómoda-. Apenas iba a protestar cuando se quito la falda que llevaba y mostro una tanguita que de verdad la hacía lucir tan rica, mi diego no le quitaba los ojos de encima-. Ahora si mi amor muéstrame ese culote-. Diego entonces se puso de espaldas, su pants de ejercicio comenzó a bajar, y en ese momento me di cuenta que llevaba la misma trusa de aquella noche, julia entonces le pidió que se acercara, y con sus manos le bajo la ropa interior, en cuanto tuvo frente a ella ese culo, se lo mordió, de pronto me moje como una colegiala.
- Que duro culo tiene mi sobrino.
- Gracias tia-. Mi hijo se cubría el pene con sus manos, pero se adivinaba que era enorme.
- Quieres probar el de tu tita.
- Por su puesto-. No podía hablar todo esto me tenia mal, julia se puso a cuatro patas alzaba el culo, diego entonces se quito las manos y por primera vez le pude ver el pene, era enorme y parecía que iba a estallar.
- Hazlo sobrinito, a ver qué te parece-. Diego se arrodillo y con sus manos, le quito la tanguita con sus manos, ella se sonreía y me miraba, yo estaba en shock, entonces cuando se la quito le dio una nalgada muy dura, ella grito muy fuerte, entonces él le dio la primera mordida, ella volvió a gritar.
- Métemelo mi vida-. Diego se arrodillo, le separo las piernas y como nunca lo había visto, el cuerpo de mi hijo se convirtió en el cuerpo de un semental que penetraba a una mujer, ya no pude contenerme más, me acerque a mi hijo, mientras penetraba a su tia, y poco a poco me despoje de la ropa; mi hermana entonces gemía como loca y su cuerpo se movía muy rápido, grito tan fuerte, mi hijo entonces l alzo en el viento y la penetro más duro que nunca.
Mi hijo la había dejado en el piso rendida, entonces le di una nalgada muy fuerte, sentí en mis dedos, la sensación de sus nalgas, y cuando volteo con una sonrisa en los labios le dije.
- Me toca.