Sesion de lujuria con mi hijo nalgon 2

Continua la sesion de placer con mi hijo nalgon.

El cuerpo de mi hijo, estaba sudado, lucia tan sensual, su culo estaba tan duro como había imaginado, mi corazón latía como nunca antes, el ver como se cogía a mi hermana me puso tan caliente, mi hijo volteo y su pene me dejo atónita, estaba como si nada con un tamaño que solo había visto en alguna que otra película porno, mi hijo se acerco ama con una sonrisa llena de lujuria y de deseo, antes de que se acercara completamente lo detuve con mi mano, sentí bajo mis yemas, lo caliente de su piel, su pecho latía, me tomo la mano y me tomo de la cintura, me acerco a él y me dio un beso lleno de pasión, mis manos de nuevo bajaron a sus nalgas y se las volví a apretar, me tiro contra la pared, me abrió las piernas y con sus manos, lleno de violencia me arranco las pantis, me dolió un poco, de pronto sintió en sus manos mis flujos y me dijo al oído.

-          Vaya que eres una puta, ya estás que te mueres porque te la meta ¿verdad?

-          Serias tan pervertido para violar a tu madre.- de pronto sonrió, y me dejo allí prendida como nunca y regreso con julia, la levanto y la beso mientras me veía a los ojos.

-          Te gusto tita.

-          Me encanto-. De pronto julia le agarro de nuevo el culo, mientras se flotaba de nuevo contra su cuerpo.

-          ¿Quieres otra vez?

-          ¿podrías mi amor?

-          Claro que si-. Y mientras él me veía a los ojos, la volvió a poner en el piso y se la volvía a encular, mi hermana gritaba como loca, de pronto comenzó a moverse como una verdadera puta, mi hijo entonces la levanto en el viento mientras julia se desmayaba de placer.

Estaba tan mojada y caliente que ya no aguantaba más, mi hijo estaba dudando, se veía tan sensual y molesto, yo entonces me desnude completamente, estaba dispuesta a todo.

-          Dime mi amor, te gusta cogerte a puras mujeres maduritas, como tu tita.

-          Me encanta que sean unas putas, como mi mami.

-          Te has cogido a alguna en el gimnasio ¿verdad?

-          A muchas de tus amigas me las he cogido mami, en las duchas del gim, las putas vienes y se meten, les arranco su ropa sudada y allí en el agua caliente se las meto hasta que gritan y gritan de placer -. Lentamente me fui acercando a él, me veía como una verdadera bestia.

-          ¿Te has cogido a mi amiga Mónica cielito? Te desea tanto, te mira como una hembra en celo.

-          Un día vino a visitarte cuando no estabas, se acercó a mí, y me agarro el culo así-. Tomo mi mano y la llevo a sus enormes nalgas y apretó tan duro que de nuevo me humedecí-. Yo la mire de nuevo, traía un vestido negro entallado, me flote contra ella,  pues una cosa llevo a otra y termine cogiéndomela en la cocina, la muy puta gritaba como mi tia.

-          Sabes mi amor que te espió mientras te bañas.

-          Todas las noches dejo la cortina abierta para que mi mami me vea, sobre todo mis nalgas que te encantan ¿verdad mami?

-          Yo sé que me espías cuando me baño también, ¿qué te gusta ver de tu mami?

-          A mí me encantan las tetas de mi mamita.

-          Te gustaría, ver si todavía dan lechita para su bebe.

-          Me encantaría-. Para entonces a estaba frente a él, se acerco a mí y bajo a mis pechos, comenzó a chupar con sus labios carnosos y sensuales.

-          Que labios tan hermosos tienes mi amor-. Mi hijo se separo de mí y puso sus manos en mi cintura.

-          Sabes que otra cosa de mi mamita me encanta.

-          Dime mi bebe, que otra cosita te gusta.

-           Me encanta tu vientre-. Su boca comenzó a bajar por mi vientre, su boca era tan cálida, comenzó a recorrerme una sensación tan eléctrica, de pronto su boca llego a mi vagina, su lengua comenzó a moverse de una forma que nunca había imaginado, por quince minutos disfrute del paraíso.

-           Esa lengüita, esta tan calientita mi amor.

-          Dime mami, ¿no te gustaría probar nada de tu bebe?

-          Claro que si mi amor-. Me arrodille y poco a poco en mi boca su pene comenzó a crecer, mi lengua trataba de abarcar toda su verga, por diez minutos seguí, hasta que sentí que estaba a punto de venirse, me levante y lo mire de de nuevo, su cuerpo se veía tan tenso.

-          Te gusto mamita.

-          Nada del otro mundo.

Se enojo mucho, me tomo tan violentamente, que me asusto muchísimo,  me tiro contra la pared, yo lo veía burlona.

-          A mí no me vas a coger tan fácil, hijo de puta.

-          Eres una verdadera puta.

De pronto me beso, sus manos recorrieron mi cuerpo hasta que ya no pude contenerme,  lentamente abrí mis piernas, su mano entro poco a poco en mi vagina casi resbalándose por mi humedad, su boca me había puesto tan cachonda que solo alcance a decirle.

-          Métemela hasta dentro.

Me agarro de la cintura, yo le agarre el culo, entonces como en un trance me la metió hasta dentro, comencé a gritar, su pene me había llevado hasta el paraíso.

-          Métemela hasta dentro, viólate a esta puta.

-          No te preocupes le voy a quitar lo caliente a mi mamita.

Mis manos recorrieron su cuerpo, como nunca había recorrido a un hombre, recordé las tardes y las noches en que lo espiaba mientras se duchaba y miraba el agua caer por su cuerpo haciendo ver su espalda tan musculosa y a su culo tan hermoso,  era un hombre, era un hombre tan macho que me estaba llevando al paraíso, y mientras pensaba en eso, me alzo en sus piernas y su pene entro tan dentro que solo pude gritar de placer, de pronto detrás de él mire a mi hermana que solo  sonreía .