Sesión de fotos
Mi marido estaba fuera y quería tener fotos mias para sus ratos de soledad.
SESIÓN DE FOTOS
Todo lo que os voy a contar empezó cuando a mi marido, Ángel, le propusieron marcharse un año a trabajar fuera del continente, a mas de 5.000 Km de casa
Se trataba de un traslado temporal y le permitía regresar con un gran aumento de sueldo, prácticamente el triple del que tenía y quedar con un puesto de responsabilidad en la compañía.
Después de hablarlo mucho decidimos que aceptaría, un año se pasa volando, además, yo iría por mis vacaciones y el vendría en la suyas ya que la empresa nos pagaba estos gastos, la cosa no podía ser tan grave.
Internet nos ayudó mucho, nos permitía tener largas charlas, vernos por la cam y tener algunas sesiones de cibersexo en las que ambos nos masturbábamos alcanzando unos placeres "casi" iguales a si estuviéramos juntos. Durante este tiempo mi sexualidad estaba limitada a este cibersexo y las masturbaciones a solas, y me consolé mucho gracias a unos vibradores que antes de irse mi marido compramos "para aliviár su ausencia"
Ángel me comentaba sus masturbaciones y sus fantasías para excitarse, en las que siempre estaba yo, yo hacía lo mismo.
Hay que decir que a pesar de llevar más de 10 años casados, 5 de vida conjunta, y tener tres hijos, nuestra vida sexual era muy activa por que ambos somos muy fogosos.
Un día me pidió que me sacara unas cuantas fotos en posiciones picantes para que pudiera verme cuando no me tenía en la cam, lo hice pero la verdad es que sacarse fotos de este tipo sola es difícil y además el resultado poco satisfactorio, pero se las iba mandando, cada día me hacía una mostrando partes de mi cuerpo pero la realidad es que resultaban poco excitantes.
Nuestros amigos Ana y Pablo me ayudaron mucho en la ausencia, iba a cenar con ellos una vez a la semana y nos teníamos mucha confianza, por lo que les conté lo de las fotos, Ana se ofreció a hacerlas, bueno, en realidad Pablo también pero no era cuestión de que me viera en según que posiciones o según que partes de mi cuerpo, ya me entendéis.
Aquella misma noche Ana me sacó varias fotos en la sala mientras su marido nos miraba. Creo que por la vergüenza de los tres, las fotos no eran excesivamente provocativas, enseñaba las piernas ya que me subí mucho la falda o mi hombro bajando por el mi jersey.
Cuando se las envié a Ángel le encantó la idea, me dijo que era fantástico y que le enviara mas, también me pidió que las hiciera mas atrevidas como las que le enviaba hechas por mi en las que salía desnuda, le dije que me daba vergüenza pedírselo a Ana y el tema se quedó aquí.
La siguiente semana me armé de valor y le propuse a Ana que me hiciera alguna foto algo mas atrevida, ella aceptó con mucho gusto, pero no era cuestión de hacerlo delante de Pablo así que nos fuimos a su habitación, primero hicimos algunas con la falda levantada enseñando el inicio de mi tanga, otras agachada de espaldas enseñando casi todo el culo con el tanga, en la misma posición con las piernas abiertas con lo que se veía mi coño tapado con la escasa ropa interior, después me saqué el vestido y me hizo otras en las que estaba desnuda pero me cubría con las manos en varias posiciones, es decir, fotos mas sensuales que de mostrar mi cuerpo.
Cuando salimos de la habitación, Pablo insistió en ver los resultados, yo, con mucha vergüenza accedí pero solo en las que realmente no se veía nada, me puse a su lado y se las enseñé por la pantalla de la cámara, me dí cuenta que enseñar las fotos medio desnuda a mi amigo me excitaba mucho pero disimulé. Cuando me saltaba alguna en que se veía una parte del pezón o los pelos del pubis se las ocultaba y, a pesar de su insistencia no se las mostré, hizo algunos comentarios muy halagadores que me encantaron.
Aquella sesión, y especialmente el mostrar a Pablo el resultado me dejó muy caliente, cuando llegué a casa me dirigí directamente a mi habitación y sin desnudarme me eché a la cama, me subí la falda bajando el tanga e introduje mi consolador en el coño y mis dedos en el clítoris hasta correrme.
Le envié las fotos a Ángel y le encantaron, le expliqué como fue todo, también que Pablo insistió en ver las fotos y que le enseñé solo las menos fuertes y para mi sorpresa me dijo que se las podía haber enseñado todas, que ya había suficiente confianza.
El asunto avanzó así, cada semana Ana me sacaba unas cuantas fotos, las menos fuertes se las mostraba a Pablo y se las mandaba todas a Ángel, claro que he de reconocer que alguna también le enseñaba de las mas fuertes, pero siempre haciendo como que no quería ya que me excitaba y ayudaba a que cuando llegara a casa la masturbación fuer mejor, al final incluso se convirtió en un juego ya que llegamos a negociar hasta que grado de fuerte podía ver.
Paro decidí dar un paso mas, un día que me sentía especialmente excitada le pedí a Ana si quería hacerme fotos mas fuertes, como esperaba ella aceptó, incluso colaboró Pablo preparando la habitación de invitados para la ocasión, con focos para que quedaran muy bien, cuando estuvo todo a punto, Pablo se retiró y yo me desnudé, Ana iba sacando fotos de todo el proceso y yo hacía posturas muy provocantes para acabar tendida en la cama en pelotas en muchas posiciones.
Después de un buen rato y muchos disparos dimos el trabajo por concluido, yo me sentía muy caliente y se lo comenté, ella me dijo que también se había excitado mucho estando detrás de la cámara, recuerdo que añadió:
Chica, me has dejado el coño encharcado y ya he notado que tu también lo tenías así, como lo llevas esto sin Ángel ?
Lo mejor que puedo, le dije, por suerte tengo un compañero inseparable de mis noches solitarias, un magnífico consolador.
Me lo imaginaba, dijo, creo que hoy lo necesitaras
Jaja, dije, hoy y cada día que vengo aquí
También me lo imaginaba, dijo entre risas de ambas
A Pablo solo le enseñamos directamente dos o tres fotos, como sabía que salía completamente desnuda insistió mucho en ver alguna mas, Ana decía que fuera bueno con él, al final le enseñé muy brevemente una en que aparecía desnuda pero dudo que pudiera ni verlo, claro que por el estado que estaban sus pantalones lo que no vió se lo imaginó.
Aquel día iba mas excitada de lo ya habitual, era tal la calentura que aproveche los escasos 30 segundos que dura el ascensor a subir para ya jugar con mi clítoris por debajo la falda.
Evidentemente a Ángel le gustaron mucho, me confesó que cada noche las pasaba por su ordenador y se hacía grandes pajas a mi salud, cosa que me encantó, le dije que una de las fotos la había visto brevemente Pablo, puso mucho interés en saber todos los detalles de cómo había sido, que comentamos, etc.
La semana siguiente era su aniversario y pretendía hacerle algún regalo especial, preparé mis juguetes sexuales y algo de ropa atrevida para hacer una sesión de fotos auténticamente pornográfica si Ana estaba de acuerdo, y lo estuvo enseguida, Pablo se quejaba de que no le dejábamos participar ni ver las fotos, pero ya formaba parte de lo normal estos comentarios.
Nos fuimos al improvisado plató y cuando todo estuvo a punto Pablo de fue y nos pusimos a hacer fotos, alguna con vestidos transparentes, otras con ropa interior, muchas totalmente desnuda en varias posiciones y al final una de una sesión de masturbación con mis consoladores, la verdad es que me hubiese costado muy poco hacer que aquello fuera una masturbación real, pero me cortaba la presencia de Ana, a pesar de que durante el reportaje me fijé que se presionaba mucho su entrepierna con la mano. Cuando acabó me dijo:
Uf, esta vez si que ha sido excitante, y añadió: Me gustaría participar en algo mas al aniversario de Ángel, por que no nos hacemos una foto donde salgamos las dos denudas?
Sabía que aquello le encantaría a mi marido, pero estaba el como hacerlo, se lo plantee y propuso que Pablo fuera el fotógrafo. Supongo que la excitación que llevaba y lo que le gustaría a Ángel aquello hizo que aceptara.
Ana aclaró que en las fotos, a pesar de que saliéremos las dos desnudas, ella no mostraría ninguna de sus partes íntimas, cosa que me pareció bien.
Me enrollé una toalla y llamamos a Pablo que aceptó encantado, bueno, muy encantado, Ana se desnudó por completo, yo, con mucha vergüenza dejé caer la toalla, él no sacaba la vista de mi cuerpo que mostraba tímidamente, entonces Ana dijo:
Si queremos que esto salga bien, lo mejor es que te muestres a Pablo un rato, así ya no estará pendiente de ti pensando mas en verte que en las fotos
Tenía razón, me puse delante de él totalmente desnuda y le dije:
Mira lo que quieras
Me dí varias vueltas para que me admirara, Ana dijo:
Mira como se ha quedado su entrepierna, entre risas
Evidentemente tenía una auténtica tienda de campaña
Fue Pablo el que propuso varias posiciones, y realmente con buen gusto, la primera consistía en que ambas nos abrazáramos cuerpo a cuerpo, lo hicimos, nuestros pechos entraron en contacto y nuestro vello púbico se rozaba, en esta posición nos hizo las fotos de lado. La siguiente posición yo estaba de frente a la cámara y Ana detrás de mí ladeando la cabeza, noté como se clavaban sus tetas a mi espalda y los pelitos del coño rozaban y hacían cosquillas a mi culo, la tercera posición era mas atrevida, Ana delante y yo detrás pero con mi brazo derecho cubría sus pechos y con la mano izquierda su coño, así que estuvo un buen rato tocando las tetas y el pubis de mi amiga, la siguiente era en la misma posición pero solo sacaría de medio cuerpo y yo tenía que agarrar con la mano sus pechos, lo hice y noté la dureza de sus pezones.
Muy excitados los tres dimos por acabada aquella sesión, nos vestimos ya sin esperar que Pablo abandonara la escena, total ya me tenía muy vista. Evidentemente al llegar a casa necesitaba urgentemente una sesión de sexo a solas.
Cuando conecté con Ángel le dije que tenía una sorpresa y le envié las primeras fotos en que solo aparecía yo, saltaba de alegría, le conté como se desarrollo todo y él saco la polla y mientras yo hablaba él se masturbaba, yo también me desnudé y le dije que la sorpresa no se había acabado, le pasé las otras en que aparecía Ana y seguí contándoselo como se desarrolló todo con Pablo mientras jugaba con el consolador en el coño y él jadeaba de placer, el final del relato acabó con un orgasmo simultáneo.
Estaba claro que aquella situación nos encantaba a todos.
La semana siguiente Ana me dijo que lo habían hablado y Pablo también quería salir en las fotos, el asunto me pareció algo peligroso y así se lo manifesté, pero ellos alegaron que sería todo de buen gusto, dado como me dejó la última sesión y el buen resultado que dio con Ángel, acabé por aceptar.
Nos dirigimos a la habitación y mientras Ana preparaba todo, Pablo dijo que ya habían pensado como serían las fotos, empezaríamos por una sesión donde mutuamente nos fuéramos desnudando, me pareció bien y nos pusimos a hacerlo:
Las fotos fueron las siguientes:
Pablo levantaba mi jersey, ambos estábamos de caras,
El jersey solo me cubría la cara y ya se me veía el sujetador,
yo le desabrochaba la camisa.
Le sacaba la camisa
Pablo, detrás mío me desabrochaba el sujetador
Me sacaba el sujetador desde atrás
Cogía el sujetador desde delante y miraba mis tetas
Aclararé que lo que ellos proponían es una foto en que Pablo me sacaba el sujetador agarrando las copas, es decir, mis tetas, me negué y lo hicimos de esta manera:
Yo quería dejar el tema aquí, pero especialmente Ana insistía en continuar, le dije que no era prudente y añadió que siguiéramos hasta donde los tres quisiéramos, así que continuamos con el guión que tenían preparado:
Pablo agachado delante mío y me desabrocha los pantalones
Pablo agachado baja la cremallera del pantalón, (aquí al rozarme el pubis noté un efecto electrizante)
Pablo baja los pantalones hasta media pierna, se ve mi tanga
Yo levanto una pierna para sacarme los pantalones
Levanto la otra para acabar de sacarlos
Agachada delante de Pablo le desabrocho el botón del pantalón
Siguiendo agachada, bajo la cremallera
Aquí hay que decir que me encuentro lo que esperaba, su polla totalmente dura, y mi roce con la cremallera empeoró las cosas, pero hice como si no pasara nada.
Le bajo los pantalones hasta media pierna y aparece unos calzoncillos tipo boxers pero que se nota claramente que está empalmado
Con una pierna levantada le saco los pantalones
Con la otra pierna hago lo mismo
Quedamos separados un metro, cara a cara y mirándonos nuestra desnudez.
En este punto y después de las 18 tomas ya insistía en acabar con esto, a pesar de que estaba excitadísima y en mi interior tenía muchas ganas de seguir con el juego, pero fue Ana la que dijo que no se podía acabar aquello sin que fuera un desnudo total de los dos, dudaba por que estaba convencida que cuando se saliesen los calzoncillos la polla de Pablo sería un escándalo, además, me daba mucho corte estar frente a frente con su aparato a máxima potencia, le dije a Ana señalando la polla de Pablo:
No te ofendas, pero tu marido está empalmado y cuando lo desnude este aparato quedará tieso apuntando hacia mi, y no creo que sea correcto, además, pasaremos de hacer algo artístico a pornográfico.
Solo hay una solución, dijo Pablo, si me corro ya no estará de esta manera.
Tu mismo, dije riendo, pero no te hagas una paja aquí, dije riendo.
Ven, le dijo Ana y se lo llevó a su habitación.
Yo quedé sola y salí del improvisado estudio, vi que la puerta de la habitación estaba entreabierta y me acerqué para ver que hacían, Pablo estaba estirado en la cama mientras Ana entre sus piernas le comía la polla, se había sacado la blusa y Pablo le acariciaba las tetas por encima del sujetador, desde mi posición no veía su polla pero si oía perfectamente que le decía:
Te ha gustado ver a nuestra amiga desnuda?, seguro que te gustan sus tetas, has visto que coñito tan sabroso tiene?, yo le he tocado las tetas y las tiene muy duras, te gustaría hacerlo tu?, quizás ahora podrás hacerlo, seguro que te gustaría que fuera ella quien et la chupara ahora,
Yo, que andaba solo con el tanga, al oír la conversación me excité mas, mientras medio escondida miraba me acariciaba el coño, llegué a este punto sin retorno y me corrí, suelo ser muy escandalosa en este momento pero conseguí ahogar los gemidos, u además, con lo que decía Ana y los gemidos de Pablo dudo que pudieran oírlo.
Abandoné mi posición rápidamente y me quedé en el sofá sentada casi desnuda esperando que regresaran, Pablo ya no lucia el empalme bajo los calzoncillos por lo que podíamos continuar con la sesión de fotos
Ana dijo que nos pusiéramos como antes, Pablo se agacho delante mío y:
Foto agarrando mi tanga por las titas
Agarrando las tiras paro ya bajadas
Mi tanga a la altura de las rodillas.
Tenía mis pelitos a pocos centímetros de su cara
Sacando mi tanga por la pierna derecha
Igual por la izquierda
Esto me obligó a separa un poco las piernas y le enseñe claramente el coño.
Ambos de pié mirándonos y Pablo con el tanga en la mano
Ahora me tocaba a mi
Yo agachada con las manos agarrando la goma de los calzoncillos
Igual pero con los calzoncillos medio bajados
Sabía que la próxima toma tendría a la vista la polla de Pablo, bajé los calzoncillos, la polla morcillota, no pequeña estaba a 20 centímetros de mis ojos, a pesar de ya no estar dura, si estaba en semierección
Agarrando sus calzoncillos a la altura de las rodillas y la polla casi rozando mis cabellos
Sacándole los calzoncillos por la pierna derecha
Igual por la pierna izquierda pero esta vez su polla tocaba mis cabellos
De pié, cara a cara mirando nuestra desnudez, esta vez total.
En este punto si que llegó mi límite, no quise dar pié a que aquello siguiera y para cortar absolutamente cualquier posibilidad me vestí, Ana y Pablo quedaron un rato esperando con intención de continuar aquello pero vieron mi actitud firme y lo dejaron, supongo que se llevaron una decepción pero Pablo se vistió y no comentaron nada.
Repasamos todas las fotos, dejando una de cada una de las 30 posiciones hechas.
Antes de irme, Ana me comentó al oido que aquella noche mi consolador tendría tabajo, ya lo creo que lo tuvo, me masturbe al llegar, a media noche y por la mañana antes de ir al trabajo, y si no lo hice mas es por que no podía, no por falta de ganas
Cuando le dije a Ángel que tenía unas nuevas fotos se puso nervioso e impaciente, intuía que serían mas fuertes todavía, y mas después de comentarle que salía Pablo. Cuando las vio y mientras le explicaba todo como había ido, incluido la conversación de cuando Ana se la chupaba a Pablo y mi masturbación en el pasillo tenía la polla en la mano haciéndose una paja, yo le ponía mucho teatro al asunto para que disfrutara mas, en un momento le dije:
Te hubiese gustado que fuera yo quien se la chupara en lugar de Ana?
El respondió:
siiiiiiiiiii, mientras disparaba un fuerte chorro de leche.
Esta respuesta y su excitación al decírselo me dejó algo extrañada, no pensaba que se sintiera tan excitado pensando que su mujer se la chupaba a otro, pero ambos ya nos habíamos corrido y dejamos aquí el tema.
En cierto modo tenía permiso de mi marido para seguir con aquello, así que la próxima semana les dije a Ana y Pablo que si querían continuar en el punto que lo dejamos la semana pasada estaba dispuesta a hacerlo.
No sabría decir quien estaba mas contento, si Pablo, que sus ojos casi se salen de las órbitas, o Ana, así que nos dirigimos a la habitación y con total naturalidad me saqué los zapatos, la blusa, los pantalones, el sujetador y el tanga, Pablo parecía que no se decidía, le dije:
Piensas desnudarte?
Es que me pasa lo mismo que la semana pasada.
Bueno, así veremos como la tienes, verdad Ana?
Claro, ya veras que no está nada mal, dijo riendo
Este espabilado quiere que le hagas lo mismo que ayer, dije mirando a Ana y riendo.
Y se desnudó, resultó ser un escándalo aquel aparato, a pesar de la confianza que nos teníamos Ana nunca me habló de lo bien equipado que estaba su marido, su polla superaba los 18 cm y un grosor considerable, quedé mirándola lascivamente y mis ojos se iluminaron, Pablo dijo:
Te gustan así de grandotas
Y a quien no, dije riendo
Y tu eres de las que piensa que el tamaño no importa?, me dijo Ana
Bueno, no se, nunca he probado nada así, dije entre risas de todos
Es maravilloso, dijo ella.
Ana decía como ponernos, quería repetir las posiciones que hice con ella, esto entraba dentro de mis límites ya que tenía muy claro que algo de toqueteo incluiría, y si tenía que tocar a mi tampoco me importaba demasiado, y mas si era aquel aparato que me costaba sacarme de la cabeza.
La primera consistía en que ambos nos abrazáramos cuerpo a cuerpo, lo hicimos, y al acercarme su polla se clavó en mi vientre, le dije que la acomodara y se la cogió con la mano para ladearla, acabé de acercarme y nos abrazamos, mi pecho chocaba con el suyo, mis pelos del pubis rozaban sus huevos y su polla la sentía en mi vientre, Ana hizo unas cuantas fotos así.
La siguiente posición yo estaba de frente a la cámara y Pablo detrás de mí ladeando la cabeza, noté como se clavaba su polla en mi culo, Pablo la acomodó entre mis nalgas, que rozó no solo con la polla, también con la mano. Notaba aquel aparato con ganas de penetrar mi culo y como temblaba, yo me sentía muy excitada pero también muy segura, Pablo estaba bastante nervioso y cortado, se notaba.
La tercera posición que propuso Ana seria igual pero Pablo cubriría mis pechos con sus manos, di mi aprobación y Pablo sin sacar la polla de mi culo me agarró las tetas, lo hacía suave, su gran mano las cubrían perfectamente, notaba como mis pezones pinchaban su mano, se notaba que temblaba de nervios lo que se transformaba en un roce en los pezones y cosquilleo con su polla entre mi culo.
La cuarta foto sería igual pero Pablo tendría un pecho tapado por una mano, dejando el otro descubierto y la otra cubriría mi pubis, cuando se dispuso a hacerlo bajó la mano y no solo tapaba mi pubis, uno de sus dedos se posó sobre mi clítoris, comprenderéis que en aquella situación yo estaba muy a punto de estallar.
Mientras todo esto pasaba, Ana cada vez tenía los ojos mas rojos y sin querer constantemente ponía su mano entre sus piernas.
La quinta posición ya la conocía por que repetíamos lo que hicimos con Ana, Pablo delante y yo detrás pero tenía que tapar con mi mano su polla, lo hice a distancia, para no tocarla físicamente a pesar de mi deseo de hacerlo, Ana dijo que así no quedaría bien y que lo que debía hacer es poner las manos abiertas sobre la polla, tímidamente lo hice, su polla la notaba enorme y potente en mi palma de la mano, además, a petición de Ana movía a la derecha, izquierda, arriba, abajo las manos lo que provocaba que realmente estuviera masturbando a su marido, la notaba dura y palpitante.
Creía que ya estaban tomadas todas las fotos, pero Ana insistió en que hiciéramos alguna mas, que seguro le gustaría a Ángel, después de un pequeño forcejeo acepté con la condición de que ella se dejara sacar algunas fotos desnuda y que pudiese enviarle a Ángel, para que también viera entero el cuerpo de nuestra amiga, se lo pensó y después de que Pablo dijera que era justo, aceptó.
Propuso que Pablo se pusiera sentado sobre la cama con las piernas abiertas y yo, de espaldas e él, con la misma posición y entre ellas, Pablo se colocó y yo me puse también allí, Ana me hizo flexionar y abrir las piernas, el resultado es que quedaba mi coño totalmente expuesto, Ana empezó a disparar desde distintos ángulos, después pidió a Pablo que pusiera su mano en mi coño, y este lo hizo, claro, rozando mis labios que notó totalmente mojados, evidentemente hizo que, con la excusa de que quedara bien la foto, subir y bajar las manos, en resumen, me estaba masturbando y yo a punto de correrme.
La siguiente posición sería igual pero yo de caras a Pablo, estábamos ambos sentados pero Pablo entre mis piernas y yo entre las suyas, para colocarme tuve que abrir mucho las piernas y poner mi coño a la altura de su cara, por lo que tuvo unas vistas impresionantes. Ana hizo que nos acercáramos lo máximo posible, mi coño quedo totalmente abierto y expuesto para que Pablo disfrutara de él con la vista, nos dijo que nos acercáramos mas, mi coño casi rozaba sus huevos y la polla reposaba en mi vientre. Después de unas cuantas fotos, y de tener exhibido mi coño abierto a Pablo, Ana propuso que separara un poco mi coño de los huevos de Pablo, lo hice y ordenó a Pablo que apuntara con su polla mi coño, quedó a menos de 10 cm de la entrada de mi cueva abierta pero alguien tenía que aguantarla con la mano para evitar que se disparara hacia arriba, después de unas cuantas fotos propuso que fuera yo quien la aguantara, lo hice y mas fotos, también ordenó a Pablo que pusiera sus manos en mis tetas, ya sin ni tan solo pedirme permiso lo hizo, ya poco importaba.
A continuación dijo a Pablo que se la aguantara él en la misma posición en que estábamos, Ana se subió a la cama y puso la cámara verticalmente sobre la polla de Pablo y mi coño,. A continuación me dijo:
Ahora, mientras voy disparando, tu vas acercando el coño a la polla de Pablo, hazlo hasta donde quieras.
Muy despacio me iba acercando mientras oía el clic de la cámara, y me acercaba mucho a su polla, cuando casi rozaba me paré, a lo que Ana dijo:
No te pares ahora que viene lo mejor
Era una clara invitación y yo estaba en condiciones de ceder, así que primero me acerque un poco hasta que toque con mis labios la polla, paré un momento, todos estaban expectantes por cual sería mi próxima reacción, continué y poco a poco iba introduciendo en mi coño aquella polla que le costaba adaptarse a las desproporcionadas dimensiones, cada clic de la cámara su polla penetraba algo mas hasta que llegue a hacer tope con los huevos, aquí me paré, sentía un placer que desconocía, hasta aquel momento lo mas grande que había entrado allí era un consolador, pero de una medida inferior a aquel aparato, de buen gusto habría iniciado el movimiento de entra y sale, y seguro que Pablo también, pero ninguno se atrevía.
Después de varias fotos y de tener aquella polla en mi coño varios minutos por placer de ambos, Ana dijo que nos pusiéramos formando un 69, ya no me importaba nada y con Pablo estirado en la cama abrí mis piernas y puse mi coño a la altura de su boca, me estiré y agarré la polla, Ana ordenó que Pablo acercara la cara a mi coño y a mi que pusiera la polla en la boca, lo hicimos sin rechistar, me costó abrir tanto la boca para que entrara aquello, cuando estábamos colocados tomó muchas instantáneas y desde varios ángulos.
Cuando acabó dijo:
No so mováis, por que no acabáis eso de forma real?
Quieres que haga un 69 real con tu marido?, le dije
Si, exactamente esto
Tu quieres?, le dije a Pablo
Claro que sí, dijo
Sin decir nada mas volví a poner aquella polla en mi boca y Pablo acercó su lengua a mi coño y clítoris, lo hacía bien de verdad, yo intentaba satisfacerle también, siempre he sido una maestra chupando pollas y con el placer que recibía, lo excitada que estaba y el tamaño de aquel aparato perdí el mundo de vista, tanto que en un minuto ya me había corrido, y antes de que Pablo descargara en mi boca, lo hice tres veces más, me tragué toda la leche, por cierto muy abundante, entre gemidos, pero no solo de nosotros dos, alcé la cabeza y sobre la cama estaba también Ana sin pantalones y con una mano dentro de las braguitas acariciándose. Me aparté de Pablo que estaba ya satisfecho y me acerqué a Ana, le saqué la blusa y el sujetador, mientras ella no dejaba de masturbarse y gemir, le arranqué la braguita y me puse a chuparle los pechos, ella, con la otra mano me acariciaba por todo el cuerpo, después bajé mi cara hasta su coño para chupárselo, al notar la lengua apartó la mano y me dejó que le hiciera la mejor comida de coño que le habían hecho en su vida que acabó con un sonado y muy húmedo orgasmo. Nunca había comido el coño a una mujer, ni tan solo recuerdo haber tenido este deseo, pero no lo pude evitar.
Al recuperarnos vimos que Pablo había hecho un reportaje fotográfico de nuestra relación lésbica.
Nos duchamos y vestimos, ya mas tranquilos pasamos las fotos al ordenador y escogimos las que mas nos gustaban y desde allí mismo llamé a mi marido pidiendo que se conectara, lo hizo y le pasamos las fotos comentándolas entre los tres, nos veíamos por la cam, Ana le dijo que tenía nuestro permiso para hacerse una paja mientras le íbamos pasando fotos, vemos que se baja los pantalones y los calzoncillos y se la cascaba oyendo nuestros comentarios y viendo las fotos.
Aquella noche había sido placentera para los cuatro.
Pero no acaba aquí las sorpresas, al cabo de dos días Ángel me comunicó que le habían concedido una semana de vacaciones y que venía a verme, que alegría.
Cuando llegó a casa estaba muy excitado solo de verme, casi no nos dijimos nada hasta después de follar, y así estuvimos aquellos días, aquello había cambiado nuestras vidas.
El día que fuimos a cenar con Pablo y Ana, todos sabíamos que algo ocurriría, primero nadie decía nada, tuvo que ser Ana quien comentara el tema, Ángel dijo que le había encantado lo que pasó, que se sentía muy bien pero que le quedaba algo pendiente.
Ya lo se, dijo Ana, tu quieres follar con migo
Si, esto es
Y que crees que voy a hacer
Dejar que te folle, dijo Ángel
Claro que si, además, me muero de ganas, pero y ellos dos?
Tu crees que si nos ponemos a follar ellos se dedicaran a mirar la tele?
Ana se levantó y cogiendo a Ángel de la mano se lo llevó a la habitación, evidentemente con Pablo no nos quedamos "viendo la tele"
A partir de aquel día yo ya no me sentía tan sola, una vez a la semana gozaba de sexo con Pablo a solas o con Pablo y Ana haciendo un trío, incluso una vez que Pablo no estaba, nos lo hicimos las dos solas, y cuando se lo contaba con todo detalle a mi marido, estaba encantado.
Lo que no sabía que pasaría es cuando regresara definitivamente, pero en la primera cena que hicimos después de su regreso Ana propuso algo que nos gustó a todos, dijo:
Aquí a empezado algo difícil de cortar, además, no creo que nadie quiera hacerlo, así que propongo que nos continuemos viendo para cenara una vez a la semana, pero después de la cena, nos cambiamos las parejas
A todos nos pareció bien, y ahora, una noche a la semana intercambiamos maridos con Ana, y todos contentos.