Sesion de fotos
Un en cuentro que termina en un trio ante una cámara
Me encontré con una vieja amiga del colegio a la que hacía años que no veia. Ante unas tazas de café estuvimos conversando y recordando viejos tiempos y en oposición a mi aburrido trabajo me comentó que ahora se dedicaba al porno que habia posado para fotos desnuda, follando y que había salido en vídeos y películas para adultos. Me llamó la atención y me picó la curiosidad. Le estuve preguntando sobre su trabajo, interesandome por todas las facetas del mismo y de cómo se inició en él. Me contó sobre sus aspiraciones a actriz seria y de cómo poco a poco tuvo que irlas abandonando en favor de producciones para video y cortos de directores novatos hasta que alguien le propuso posar para desnudos. Aprovechando la belleza de su cuerpo explotó esa faceta en sesiones cada vez mas atrevidas y en videos porno.
Su fantástico cuerpo muy cuidado por el gimnasio que solo me tapaba un ligero vestido de tirantes, estampado de flores, moreno y francamente voluptuoso. Hasta donde se me permitia ver tomaba el sol desnuda o por lo menos en topless, ya que no habia marcas de bañador en su perfecta piel bronceada y una cara que aun conservaba un aire de inocencia la hacian perfecta para levantar la libido de cualquier mortal.
Me llevó a una sesión de fotos para una conocida revista erótica donde se lo montaba con un chico muy guapo. Solo ellos dos delante de la fotógrafa, una chica preciosa de mas o menos nuestra edad morena, delgada y tan pálida que parecia que nunca le habia dado el sol. Apenas se cubria con un short vaquero muy corto del que salian unos muslos interminables y blancos y un top ajustado que tapaba sus breves senos pues su vientre plano y pálido lo descubria por completo. Y yo que asistia al evento como expectadora.
Mi coñito se humedecia viendo los dos atractivos cuerpos deslizarse suavemente hacia la danza del amor. Situados encima de una manta sobre unos fardos de paja con un fondo de maderos y de aperos de labranza, algo muy rústico en el amplio estudio de la fotografa profesional. Justo enfrente lo que hasta una profana como yo podia reconocer como un caro equipo de fotografia con varias cámaras y focos dispuestos sobre trípodes.
El chico procedió a desnudarla con lentitud y suavidad mientras besaba la perfecta piel de mi amiga. Librandola del ligero vestido estampado con florecillas y de un aire efectivamente muy campestre, acariciando en el proceso el voluptuoso cuerpo de mi amiga y del fino tanga de lenceria sobre el que posó sus gruesos labios en un beso sensual, yo pude confirmar que mi amiga tomaba el sol completamente desnuda. Besaba cada parte del hermoso cuerpo que dejaba al descubierto, él solo cubierto con unos vaqueros cortos donde empezaba a marcarse la dureza de su polla enorme.
Lo único que se oia en el estudio eran sus gemidos de placer que parecian completamente autenticos y el constante ruido de la maquina de fotos disparando en las manos de la fotografa que se movía de un lado a otro captando los angulos y detalles mas favorables de la excitante escena. Otra máquina situada en un tripode y manejada con un pequeño mando a distancia captaba planos generales y yo no perdía detalle de lo que ocurria en el escenario. Me dijo: ¿por qué no te unes a ellos? Seguro que al chico le gusta y he visto a tu amiga montandoselo con chicas y lo hace muy bien. No me lo pensé mucho. Pasando por delante de la cámara fija me uní a ellos que sin dejar de besarme me desnudaron de inmediato entre los dos. Mi indumentaria: unos vaqueros y una blusa de cuadros no desentonaba con la escena pero yo era la persona mas vestida del estudio. Las botas pronto quedaron a un lado, no como las de amiga que aún las tenía puestas. Mientras el chico me besaba con pasión deslizando su lengua entre mis labios en busca de la mia que pronto le respondió, ella se dedicó a sacarme los pantalones sobre mis castas braguitas blancas sentí las caricias de sus manos y la presión de su lengua sobre mi húmeda vulva en cuanto abrí las piernas para darle esa oportunidad. No tenia sujetador y el chicó dejo al descubierto mis senos librandome de la blusa. Similares a los de la fotografa mínimos pero muy sensibles así que se dedico a besarlos y lamerlos arrancandome gemidos cada vez que se acercaba a los pezones duros como piedras a esas alturas . Yo tambien queria tocar y deslicé mi mano en busca del robusto miembro por debajo de sus shorts que todavía tenia puestos pero desabrochados y que no me costó encontrar, probé su dureza, la consistencia de sus testículos y la suavidad de su escroto depilado incluso deslizando mi mano entre sus muslos abiertos y la tela vaquera palpé la increible dureza de sus nalgas. A estas alturas habia olvidado por completo el ojo espia de la cámara y mi inicial nerviosismo de primeriza. Mi entusiasmo y calentura se estaban disparando. Mi amiga se habia convertido en una experta bisexual y desde luego no se trataba de mi primera vez con otra chica, me gustaba la dulzura y sensualidad que una mujer pone cuando ama a otra, pero si era mi primer trio. Casi sin darme cuenta como si de un ballet se tratara estaban cambiando de postura. Ella habia terminado de sacarme las castas braguitas blancas y le habia dado un par de lametones por encima de ellas a mi coñito que me habian hecho ver las estrellas y de ahí comenzó a subir lamiendo mi vientre y ombligo y pasandose por mis pechitos ansiosos de cariño mientras sentia en mi piel los suyos voluminosos y suaves. Con maestría me acariciaba mientras empecé a sentir la polla dulce de su compañero a la entrada de mi vulva, jugando con mi clítoris hinchado. Mi cada vez mas querida amiga se situaba a cuatro patas por encima de mi cabeza dejandome al alcance de mi lengua su coñito que sin vacilación probé por primera vez. Ademas veía como el chico se dedicaba a sus nalgas abiertas por la postura deslizando la lengua en un excitante beso negro. El chico aguantaba como un campeón la dureza de su pene por fin se deslizó despacio en mi interior follandome cada vez con mas fuerza. Cogiendome de las caderas subió mis nalgas sobre sus muslos hasta que al fín se derramó en mi interior.