Sesión de fotografía

Antonio me esperaba esa noche, para departir un rato. Y yo esperaba que lo nuestro fuera algo mas que un simple departir.

Sesión de fotografía

Por: ojosv55

Ding, dong! Fue el sonido que emitió el timbre al oprimir el pulsador. Era el timbre de un estudio de artes gráficas, propiedad de un amigo de hacía varios años, con el cual nos habíamos reencontrado hacía unas semanas, por esas casualidades del destino.

Era la tercera vez que iba a su estudio, y esta vez iba preparado. Llevaba una botella de su licor favorito, que por cierto me había costado relativo trabajo conseguirla, Campari era su nombre. A Antonio le gustaba consumirla con jugo de naranja, y el había quedado en nuestra conversación telefónica que se encargaría del jugo y los tentempiés, si yo me comprometía a llevar el Campari.

Nos saludamos efusivamente, hola, hola, apretón de manos, abrazos, palmaditas amistosas en la espalda, etc, etc. Antonio me hizo seguir a lo que podríamos llamar sala de estar, aunque era mas bien un espacio de trabajo con algunos sillones, intercalados entre mesones de trabajo, banco de carpintería, aparadores con material gráfico, y otras curiosidades mas regadas por ahí. Antonio trabajaba en artes gráficas, publicidad, fotografía, y cosas así. La variedad de artículos y muebles le daba un aspecto informal y descomplicado al espacio, razón por la cual me sentía a gusto en ese sitio. Pude notar que no había nadie mas, lo cual facilitaría mi plan. Ojalá las cosas salieran acorde a mis deseos...

Después de habernos bebido ya media botella, y comido una buena cantidad de tentempiés, yo me encontraba excitado sexualmente. Mi intención al ir esa noche a visitar a Antonio era seducirlo. Por las charlas que habíamos tenido en las visitas anteriores había notado que era una persona abierta, liberal, de criterio amplio. Eso aseguraba que, de no interesarle tener nada conmigo, pues por lo menos no se escandalizaría, ni trataría de agredirme. He encontrado a veces homo-fóbicos que son realmente unos tíos pesados.

Me puse nervioso, no sabía como iniciar el avance, como proponerle, como sugerir... Dios, la mente se me cerraba y las ideas se me escapaban. Opté por empezar a hablar de mi mujer, y de cómo a veces yo le compraba ropa sexy para ponerle algo de picante a la relación. El también compartió conmigo sus gustos por la ropa interior sexy, a todos nos gusta, a quien no? Cuando empezamos a bromear sobre el asunto, decidí tirar el anzuelo: "En realidad sabes que? Las medias pantalón son super excitantes, se sienten riquísimo sobre la piel!". Antonio frunció el entrecejo, mirándome fijamente: "Y porque sabes, te las has puesto alguna vez acaso?". "Bueno, este, pues, para que te digo que no , si sí," dije a son de broma, imitando a la Chimoltrufia, la de la TV.

"Bueno, que te digo, no eres el único al que conozco que ha hecho eso, la carga sexual que tiene la ropa interior femenina es, como te dijera, irresistible". Respiré tranquilo: el primer paso estaba dado, y no había sido rechazado. Decidí continuar con la siguiente etapa. Seguimos conversando de sexo, de chicas, de conquistas y folladas. Fui derivando muy sutilmente la conversación, y en un momento propicio le pregunte: "Tienes revistas de sexo? A mi me fascinan, y yo ya me siento como caliente con esta charla"

Antonio se dirigió a uno de los aparadores y sacó un par de revistas con chicas desnudas, nada del otro mundo comparado con las que yo acostumbraba comprar. Las hojeamos un rato, y yo sentía como mi verga se iba poniendo dura, restringida por la ropa interior que llevaba. Si, así era, tenia puestas debajo unas medias pantalón super veladas, sin pantaloncillos ni nada debajo. Pensé "será que Antonio se imagina lo que llevo puesto?". El me comentó que hacia poco había hecho un casting para una empresa de lencería, y había tomado una buena tanda de fotos a varias chicas muy agraciadas, modelando la última colección. "Quieres verlas? Según lo que me cuentas de tus gustos, talvez es lo que estás buscando". "Pero claro que si, hombre, no haberlo dicho antes" . Sacó las impresiones del cajón del escritorio y me las ofreció diciendo: "No son las mejores, estas son las que no clasificaron. Las mas sexys se fueron al portafolio de la Empresa. Tal vez las publiquen el próximo mes, si la directora de arte y publicidad da su visto bueno". Las empecé a mirar, y no pude menos que elogiarle la calidad de su trabajo. Había de todo, chicas rubias, morenas, mulatas, pelirrojas, con ligueros, con corsés, con pantys y sostenes de lujo, todas super excitantes y tentadoras."Si estas son las malas, Antonio, no quiero imaginar las que escogieron!". Cuando iba por la mitad del paquete de imágenes aparecieron fotos de medias pantalón, precisamente mi debilidad. "Mira, Toño", le dije tratando de subir el nivel de familiaridad, "tengo unas medias iguales a estas" "Donde, en tu casa?". "No, aquí". "Aquí en tu maletín" me dijo señalando el que había traído conmigo. "Bueno, ahí no, las traigo puestas". "No te lo puedo creer, y eso porque?" "Me gusta, me gusta mucho, ya te lo dije". "Quisieras modelar y que te tomara unas fotos?". El corazón empezó a latirme aceleradamente. No solo Antonio no rechazaba mis insinuaciones, sino que además tomaba la iniciativa! "esto está saliendo de periquete, un poco mas, solo un poco mas y será mío"

"Bueno, me tomas por sorpresa, no se que decir, me da como pena contigo" le respondí haciéndome el tímido. "Que va, deja la bobada, no es nada del otro mundo, por mi no hay problema, cosas peores he hecho". "Bueno, esta bien, si tu lo dices, vale, me gustaría ver como me veo en fotos" le respondí, pensando que sería lo que quiso decir con cosas perores....

Subimos al cuarto que tenía acondicionado como estudio fotográfico, y me mostró el equipo con que contaba. Nada especial, era lo básico para tomar fotos de calidad, pero al estilo antiguo, nada digital. Maquinas de rollo, ampliadoras, bandejas de revelado y cosas similares. "Si las quieres ver ahora mismo, habrá que tomarlas en blanco y negro, para color tengo que mandarlas a laboratorio, y talvez tu no quieras que tus fotos anden rodando por ahí" "Buen punto Toño, es mejor ser discretos, cierto?" le respondí con una sonrisa pícara. El me sonrió también, y procedimos a la sesión

Me desvestí totalmente, salvo por las medias pantalón, que como ya dije eran super veladas y tenían una vena en la parte de atrás que las hacían ver super sexy. Mi verga se notaba claramente bajo el nylon, y Antonio se quedó mirándola "Vaya, nada mal, y ya estas como cachondo, cierto?". Apuntó su cámara, después de prender los reflectores, y empezó a disparar, dándome indicaciones de cómo me veía mejor "Sube la pierna derecha, deja que se te vea el bulto, pero solo parcialmente." "Ahora ponte de espaldas, eso, déjame enfocar tu trasero. Buen trasero tienes, hasta mejor que el de algunas modelos que he tenido aquí". "espera, ya se que mas hace falta, tacones"

"Tu tienes?" le pregunté. "Si, por ahí hay unos que olvidó una de las chicas, espera los traigo". Al volver el, me dijo "ojalá sean de tu talla, la chica era bastante alta". Me los calcé, unos tacones rojos, del número 12, y me quedaron ligeramente grandes, apenas para mi que no tenia los pies domados para estos aparatos de tortura, sexys, eso si, pero de tortura. "Eso!, como cambia la línea de tus piernas, mucho mejor, mucho mejor" dijo enfocando su cámara y disparando el obturador repetidamente "Ponte de lado, espera, que no se te note tanto tu bulto" Y se aproximó a mí, mandando su mano a mi verga por encima de la media para acomodarla hacia el lado opuesto. Esa operación casi me hace venir, de lo arrecho que estaba, con todo ese jaleo de fotos y tacones. "Bueno, si estás eléctrico, a ver, relájate, espera te acomodo" y repitió la operación, pero con claras intenciones de hacerme sufrir de pasión. Me sobó el tronco con su mano, acomodándolo en diversos sitos "Um, aquí, no, mejor aquí, un poco mas allá, um, no mejor donde estaba". "Vamos, que haces, toño!", y el empezó a masturbarme suavemente por encima de las medias, con movimientos lentos y delicados. "Estoy acomodándotelo no ves?" y aproximó su rostro al mío, ofreciéndome sus labios.

"Y yo que pensé que iba a ser difícil" me dije para mis adentros. Respondí a su aproximación girando ligeramente mi rostro, y abriendo un poco mis labios. "bueno" le susurré "acomódalo", y empecé a besarlo, mientras el continuaba su jueguito masturbatorio. "Estas son las cosas peores que has hecho?" le pregunté a su oído, abrazándolo. El colocó la cámara sobre la mesa que estaba a su diestra, y me mordió el lóbulo de mi oreja, respondiéndome quedamente "Vamos a hacer cosas mas pero mas peores, quieres? Dime que quieres, papi" "Quiero que me ames nene, quiero que me hagas feliz, quiero que llegues hasta donde tu quieras!"

"Te voy a mostrar hasta donde quiero!" y dicho y hecho, sus manos empezaron a manosear mis nalgas por debajo de las medias. Yo me sentía en el paraíso, siendo magreado por Toño, y con tacones puestos. El me escurrió las medias hasta debajo de las nalgas y empezó a acariciarme el ano, y la región entre el ano y el pene, donde confluyen gran cantidad de nervios sexuales. "Tienes mucha ropa Toño" le dije, mientras le iba desabotonando la camisa y quietándosela, a la par que el me introducía sus dedos en mi culo. "Ah, que rico, ah!" gemía yo, casi desmayado por sus manoseos. Antonio se retiró, y procedió a desvestirse totalmente, sacando a relucir su herramienta, una verga preciosa y palpitante que hacia que mi boca se volviera agua.

"Vamos, si es tuya, tómala". Agarre con mi mano su tronco, y me arrodille delante del falo, sacando mi lengua para jugar con ese precoso miembro en toda su extensión, de arriba debajo de abajo a arriba. "Papi, eres un tremendo, que pericia por Dios, cuantas veces lo has hecho?" "Este mes, preguntas?". "Eres un puto, pero un puto delicioso". Yo acepte el cumplido, y empecé a ir un poco mas al grano, abandonando las caricias de mi lengua para pasar a hacerle una fellatio de película porno. Su verga entraba y salia de mi boca al ritmo que yo imponía, frenando cuando sentía que estaba casi a punto de eyacular "Me vas a hacer correr en tu boca!" "Eso es lo que quiero, nene, eso precisamente" respondí extrayendo su miembro solo el tiempo justo para responder. Me lo volvía a tragar, esta vez dispuesto a obtener mi premio. Aceleré el ritmo de mi fellatio, hasta que sentí que Toño se corría. Su miembro empezó a soltar chorros de leche en forma intermitente, mientras su cuerpo se estremecía. La leche aumento a cantidades copiosas después de los tres o cuatro primeros disparos, y empezó a correr por mis mejillas. "Oh, oh, pero que rico, papi, que rico," gemía Toño al sentirse exprimido. Los últimos residuos de esperma salieron de la verga de Toño, que, exhausta, empezó a reducir su tamaño.

"Te gustó?" dije "Me fascino" respondió el, "Pero, y tu?" "Lo que tu quieras papi, con tu corrida me doy por satisfecho, lo que siga es ganancia". "Ven te doy tu recompensa, nenorro, ven, vamos a la cama" Me tomó de mi verga con su mano y me llevó hacia su cuarto, donde se acostó boca arriba. Yo lo cubrí, aún con los tacones puestos y las medias a medio bajar. "Que rico se sienten tus medias, me arrecha mucho, a que me corro otra vez" . "No te creo" le dije irguiéndome y tomándole sus piernas con mis brazos e izándoselas. ""Ven, penétrame ahora" dijo Toño ansioso.....

"Te gustó?" dije "Me fascino" respondió el, "Pero, y tu?" "Lo que tu quieras papi, con tu corrida me doy por satisfecho, lo que siga es ganancia". "Ven te doy tu recompensa, nenorro, ven, vamos a la cama" Me tomó de mi verga con su mano y me llevó hacia su cuarto, donde se acostó boca arriba. Yo lo cubrí, aún con los tacones puestos y las medias a medio bajar. "Que rico se sienten tus medias, me arrecha mucho, a que me corro otra vez" . "No te creo" le dije irguiéndome y tomándole sus piernas con mis brazos e izándoselas. ""Ven, penétrame ahora" dijo Toño ansioso.....

Yo acerqué mi verga hambrienta de sexo a su estrecha entrada, pero contuve mi deseo de penetrarlo. Le pedí a Toño que con su mano restregara mi glande en su zona anal. El accedió gustoso, y empezó a manipular su verga sobre su esfínter, sobre sus nalgas sobre la base de su escroto. Yo podía observar desde atrás como Toño hacía gestos de placer, con una respiración entrecortada. Parecía sufrir por la espera, así que decidí no torturarlo mas. Le pedí que se alistara, y el puso mi glande justo en su ano. "Toma papi, toma, comete mi rabo, nene" y empecé a enterrárselo lentamente, sintiendo su estrechez, sintiendo como su calor iba inundando mi verga. Que delicia, el hueco de Toño era muy especial, me hacia sentir exquisito. Ternmine de penetrarlo, y deje mi verga estática, hundida entre la carne de Toño. Mientras lo tenía así poseido, tome su verga, que quedaba justo al frente de mi bajo vientre. A pesar de que se habia acabado de correr en mi boca, la penetración había logrado levantar de nuevo su falo, aunque todavía no había alcanzado una erección plena.

"Papi, papi, ah, que rico, vamos, no me hagas sufrir, muévete, por favor". Yo no le hice caso. Y continué con mi tronco hundido sin moverlo. Empecé a jugar con su verga, sobandosela con la mano derecha, mientras con la izquierda acariciaba su vientre y sus pechos, lentamente. El miembro de Toño volvió a tomar su dimensión plena, erecto y palpitante. Al verlo así recuperado, empecé mi movimiento, sin soltar su tronco. Mi verga entraba y salía de su culo en forma rítmica. Toño cerró los ojos y se abandono al éxtasis, a mi posesión.

"Eso, papi, te gusta?, Si, Te gusta mi amor? Te voy a hacer feliz, nene, vas a ver" le decía mientras el gemía de placer. Toño se arrecho tanto que empezó a girar su cadera en forma circular. Yo pare mi movimiento, y empecé a sentir como mi verga exploraba todos los rincones del interior de Toño, impulsada por su rotación. "Esto nunca me lo habían hecho, nene!" le dije, y el continuó su operación. La corrida mía empezó a anunciarse, y Toño detuvo durante un instante su movimiento. Mi verga se sosegó ligeramente, lo necesario para que mi leche nop brotara. Ahora Toño era el torturador, pero que deliciosa tortura era la que me inflingía.

Volvió a rotar sus caderas en sentido contrario, y nuevamente empecé a sentir que me explotaba. Se detuvo, me calmé de nuevo, y entonces decidió concluir. "Mastúrbame, por favor, lleguemos al tiempo los dos. Toño empezó a oscilar sus caderas hacia delante y hacia atrás haciendo que mi verga entrara y saliera. Yo le masturbé rápidamente, y en 15 segundos de movimiento me derramé dentro de Toño. Mi leche caliente causó el efecto esperable: la verga de Toño empezó a soltar su líquido en forma lenta, pues su corrida anterior en mi boca había sido copiosa. Su leche no salía a borbotones, sino que asomaba a la punta y empezaba a escurrir por mis dedos. Esta visión unida a la sensación de semen caliente en mi mano multiplicó mi orgasmo. Sentía que me habían ordeñado hasta dejarme seco.. Saque mi verga exhausta de su culo y me acosté sobre el. Le ofrecí mi boca, en señal de cariño y agradecimiento. Nos besamos apasionadamente, consintiéndonos mutuamente, fundiéndonos en abrazos amorosos, explorándonos con nuestras manos, mientras nuestra agitación iba cediendo.

"Me prestas tu ducha?" le pregunté a Toño. El me guió hacia el cuarto de baño, y se retiró dejansdome asearme solo. " Que cortés que es, esos detalles son los que enamoran. Me está gustando mucho este macho" pensé para mis adentros, mientras me enjabonaba y aseaba.

Al salir después de un buen rato de ducharme con agua bien caliente, volví al cuarto, y encontré a Toño desnudo, acostado en la cama. Al lado de el había un conjunto completo de ropa interior, los tacones que ya había usado, una peluca, un vestido de fiesta. "Que es esto, Toño?" pregunté "Quisieras transformarte para mí? Me gustaría mucho"

La idea no me molestó para nada, yo acostumbraba ponerme mas cosas que solo medias pantalón, aunque siempre lo hacía solo, y modelaba frente al espejo del cuarto de mi casa. Eso si, no era muy seguido que lo podía hacer, pues debía esperar el instante perfecto en que mi señora saliera a sus quehaceres con sus amigas y yo estuviera seguro de su demora. "Claro que sí papi, me gustaría muchísimo" le respondí acercándome y dándole un beso en la mejilla. "Voy a ser la mujer que tu quieras" le susurré mordiéndole la oreja.

Me paré frente a los pies de la cama, y empecé el ritual de transformación. Tomé las medias de nylon, de liguero, negras con encaje en el muslo, y me las enrollé lentamente, primero la pierna derecha, luego la pierna izquierda. Al tenerlas casi puestas, estiraba la pierna hacia arriba, como hacen lsas mujeres en las películas de sexo. Luego tome los zapatos de tacón y me los calcé, no con ademanes de hombre, sino en forma femenina, echando el pie hacia atrás y elevando ligeramente la rodilla, para calzármelos mientras lo miraba en forma coqueta y seductora. Me puse luego la peluca, pues con tacones y medias mi aspecto ya desentonaba, y no quería que la magia se esfumara.

"Para ti soy Angela ahora, mi amor", le dije. Toño observaba desnudo sobandose su miembro, el cual aún no mostraba su erección. Tomé el corsé que había preparado para mi, y me lo coloque, apuntando la inmensa cantidad de broches que estas prendas tiene en su parte trasera. Ese aspecto es lo que mas me excita de ponerme un corsé: tener que llevar las manos a la espalda y operar lentamente, apuntando gancho por gancho, mientras siento como mi pecho se va oprimiendo. Ya parecía una Angela de verdad, descubierta solo por mi pene que se había vuelto a poner en forma. Apunté las medias, agachándome coqueta y ligeramente, primero adelante, luego atrás. Faltaba el vestido, el cual era de una pieza, de color rojo, ajustado al cuerpio y con abertura en la parte lateral.

Empecé a caminar al frente de la cama, on ademanes femeninos, pero no amanerados. "Eres muy mujer, Angela" me dijo Toño, que ya tenia su miembro listo. Ven aca. Yo me acosté entre sus piernas y empecé a mamarle su precioso trozo. Mientras el se acostaba y se dejaba hacer, justo como hacen todos los machos a los que una mujer les mama su verga. Se quedan quietos, dóciles y cautivos por el placer de unos labios que les enrollan y aprisionan.

Toño tomo mi cabeza con sus manos y me hizo entender que quería avanzar un poco mas. Yo cesé de mamarle, y me paré al lado de la cama. Me retiré el vestido, quedando nuevamente en ropa interior y tacones. Me acoste de lado, y el see aprozimó por detrás mio, Me izó una pierna con su brazo, y acerco su ingle a mi trasero. Sentí nuevamente su sexo caliente y humedo rozar mi culo. "Anda, papi, amor mí, mi tormento, tómame". "Me quieres Angela?". " Te adoro mi amor, quisiera que esta noche no pasara nunca." Toño enterró su verga, bien dispuesta par un nuevo acto, después del descanso que se habia tomado mientras me bañaba. Su ritmo acompasado me hacia sentir amada, poseída, querida. "Papi, me haces muy feliz". "Y tu a mi, Angela" dijo, y acto seguido acelero su coito. Yo presentí su corrida, y apreté mis nalgas para quenada escapara de mi ser. Era la primera vez en la noche que iba a sentir su esperma dentro de mí. Mi boca ya lo había probado, ya conocía su sabor. Toño se arqueo, y empezó a regalarme su amor, plasmado en su esperma derramado dentro de mi cuerpo. Me sentí mujer, muy mujer, vestida como estaba, penetrada como estaba. Giré mi rostro hacia el, al terminar de correrse, y no pude contener dos lágrimas que rodaron por mis mejillas.... "Te quiero Antonio, te quiero". Nos besamos largamente, como acto final de esa noche que , mas que una noche de sexo y pasión, fue una de amor y entrega...

"Te amo, Angela...", fueron sus palabras al despedirnos la mañana siguiente "Siempre seré tuya" "Vuelve pronto, y serás mía nuevamente...."