Sesenta y nueve y medio
Sí, bonita, tu coño es mío. Que rico lo tienes así tan mojado. Déjame tocártelo. Está ardiendo. Ábrete bien, enséñamelo. Te frotaré el clítoris como te gusta.
Sí, bonita, tu coño es mío. Que rico lo tienes así tan mojado. Déjame tocártelo. Está ardiendo. Ábrete bien, enséñamelo. Te frotaré el clítoris como te gusta. Gime niña, quiero escuchar tu placer. Te paso mis dedos por toda tu raja. Está palpitando. Déjame abrirla, meter los dedos dentro. Empápame toda la mano con tus jugos. Así me gusta tener mi mano, entre tus labios. Ahora te meteré un dedo en tu vulva, luego dos y tres. Te voy a follar con mi mano ese agujero tan caliente que tienes. Cuando vayas a correrte me avisas para poner mi boca en tu flor. Quiero notar tu corrida en mi lengua, estoy sediento de ti. ¿Ya, nena? Pues si que andabas caliente. Me lo dejaste bien preparado antes con tu mano. Acercaré mi cara. Quiero olerlo, saborearlo. Me encanta tu coño.
No me sorprende que te hayas corrido con solo sentir el roce de mi boca. Aprovecho para beberte toda tu esencia. Dios, como me gusta tu chochito. Estaría comiéndotelo toda la vida. Me gusta contemplarlo, acariciarlo, besarlo, chuparlo. Me gusta su olor, su sabor. Y me encanta follártelo. Ahora te cogeré tus manos con las mías, para que no puedas tocarme y me desees aun más. Solo sentirás mi boca en tu conejo hambriento.
Meto mi lengua entre tus labios menores y los recorro enteros. Siento la calidez de tu interior. Busco tu clítoris deseoso de mis besos. Te lo chupo y noto como se excita y se hincha en mi boca. Vuelvo a oírte gemir mientras intentas en vano liberar tus manos de la mías. Tus muslos se abren más para mi, cada vez más, subiéndolos todo lo que puedes para dejar tu coño más al alcance de mis labios y mi lengua que ahora juegan en tu entrada de placer, entrando y saliendo de ti.
Sin soltarte, me doy la vuelta, poniéndome encima de ti. Te sujeto las manos debajo de mis piernas. Me siento sobre tu vientre que acaricio con mi sexo. Noto tu ombligo en mis huevos y tú sientes el calor que desprende mi dura polla en tu piel. Continúo subiendo mi trasero por tu hermoso cuerpo hasta tus tetas. Allí paro y me recreo con ellas restregándome con tus pezones excitados mientras que te beso el interior de tus muslos acercándome de nuevo al centro de tu placer.
Te mojo las tetas con el líquido preseminal que sale abundante de mi pene. Luchas de nuevo por liberar tus manos para tocarme pero no te dejo. Estás loca de excitación y te oigo murmurar unas palabras que me hacen sonreír. Sigo subiendo mi sexo por tu cuello, pasa de largo ante tu boca que en un amago de saborearme has abierto con lujuria. Te acaricio con mis bolas tu pelo, tu frente, tus ojos y tu nariz mientras hundo mi cabeza entre tus piernas y me meto todo tu chochito en mi boca. Te estremeces de placer y pienso que ya te mereces tu golosina. Coloco mis huevos en tu boca que no tarda en apresarlos, chupándomelos con ansia y recorriendo con tu lengua la base de mi polla. Mi lengua no para de recorrerte el sexo. La bajo hasta tu ano que chupo con pasión. Que rico tienes todo amor. Espero poder estar toda la vida contigo.
Me vuelve loco tu hermosura de mujer. Cuanto más te pruebo más me gustas. Pongo mi glande al alcance de tu lengua y me lo lames de tal forma que siento que el orgasmo ya no tardará. Entonces meto mi verga entre tus sensuales labios y de un golpe te la meto en la boca para que la sientas entera. Comienzo a moverme, entre jadeos, te follo la boca con mi dura verga mientras mi lengua se detiene en tu clítoris, acariciándolo cada vez con más fuerza y rapidez. Mis manos te sujetan tus muslos abiertos mientras me como tu flor. La que más deseo. No tardo mucho en notar como nace el orgasmo en mis testículos, me va llenando todo el cuerpo y baja hasta mi glande, donde explota dentro de tu boca que lo espera con deseo. Mi semen sale a borbotones inundándote. Primero la boca, después la cara, el cuello y tus maravillosos pechos. Enseguida siento tu orgasmo en mi boca y mientras te corres y me lo como, libero tus manos que se disparan hacia mis nalgas, apretándomelas y clavándome la uñas de puro placer.