Servir para ser feliz 3

Sigo, igual pero ya se mi destino

SERVIR PARA SER FELIZ

3ª PARTE

Sola, esposada de pies y manos a los pies de la cama, sin poder gritar por la mordaza que mantenía mi boca abierta, estaba en plena oscuridad y unos deseos enormes de orinar nuevamente. Mire el reloj luminoso y eran la 21 horas. Ya llevaba 3 horas así y según el volvía mañana sin decir hora. Podía ser a las l3 o a las 22 horas. Estaba desesperada y si quería intentar zafarme me dolían las muñecas. Empecé a babearme, sintiendo mi baba salir de mi boca y mojando mi cuello y el nacimiento de mis tetas. Que calentura me llevo a engancharme con ese tipo vil que me hizo esto. Reconozco que con él goce como nunca en mi vida, pero esto era demasiado y yo lo provoque con esa llamada telefónica. Maldecía la hora en que la había hecho.

Mi cabeza corría a mil pensando como hacer para liberarme pero no había manera. Me quería morir al sentir que me estaba orinando encima mojando la sabana y el colchón. Ya empezaba a sentir el olor a orín y no podía hacer nada.

Pase una noche horrible, solo dormitaba de a ratos. Además la baba me molestaba cuando se secaba. Por fin amaneció, las 7 de la mañana. Tenia hambre sentía olores a orín, la sabana estaba empapada de eso. Estaba rabiosa y los más triste era que no podía hacer nada. De pronto sentí que me hacia encima y sentí un olor a mierda impresionante. Maldije mil veces. Lo único que me faltaba ocurrió, llore de impotencia. Y él no venia.

Medio día, mis ojos parecían salirse de orbita, meada, cagada y encima la baba, era para enloquecer.

Como a la dos de tarde, sentí una llave girar, abrirse una puerta y acercarse alguien. Era él. Parecía recién bañado y afeitado

MATIAS: hola como pasaste la noche

PAULA: mmnunnnrr

MATIAS: no te entiendo. A ver que cochina te hiciste de todo y encima babeas, pareces una bebe. Tendré que lavarte.

Trate de decirle que me soltara, y me sacara la mordaza pero no podía. Agarro la sabana de la parte de los pies y empezó a tirar de ella. Trate de incorporarme pero sentía la sabana desplazarse bajo mío. Una vez la tuvo en sus manos fue al placar y saco otra sabana. De ahí al baño donde dejo la sabana sucia y trajo mi toalla de baño y la de cara. Esta estaba mojada. Ante mi perplejidad y humillación me limpio con la toalla chica mi concha y mi culo para luego secarlos con el toallon  nunca sentí tanta humillación, y mis lagrimas brotaban de mis ojos.

MATIAS: si no gritas e insultas te sacare la mordaza un rato

Desesperada asentí con la cabeza

MATIAS: sino cumples te la `pondré otra vez

Me saco la mordaza y respire profundamente. Le dije que me liberara y dijo aun no. Trate de no insultarlo, porque sabia iba a ser peor.

MATIAS: bueno te traje algo de comida y para beber

Por fin me va desatar para comer pensé. Pero no el me daba en la boca. Era comida para no masticas. Sopa de sémola, puré de zapallo y un flancito. Para tomar agua común en un vaso con pajita. Era denigrante.

PAULA: perdóname ya, si te ofendí, pero sácame las esposas por favor. Me he sentido asquerosa toda la noche y sin dormir y babeando.

MATIAS: aun no, voy a dormir una siesta, la noche fue muy larga.

PAULA: (viendo que agarraba la mordaza otra vez) no eso no, por favor me voy a portar bien

No hubo caso me puso otra la mordaza y se fue a otra habitación a dormir.

Durmió como hasta las 17 horas, se apareció en la habitación totalmente desnuda con su anguila parada. Subió a la cama y supuse me iba a coger así. No, la puso entre mis tetas apretadas y me cogio ahí. Cuando acabo desparramo todo su semen por mi pecho.

Luego se vistió y dijo hasta mañana. Salio cerró con llave y quede nuevamente sola. Me sentía  muy humillada y vencida. Ya no tenia fuerzas para nada. Que quería de mí.

Las sombras de la noche cayeron sobre mi habitación y yo estaqueada en la cama.

Pase una noche a la anterior, sucia, asqueada de mis olores esperando llegara para que la suelte o al menos esperaba eso.

A las diez de la mañana sentí la llave abrir la puerta del departamento y me alegre porque venia. Pronto mi cara cambio a sorpresa primero, estupor poniéndome roja de humillación. Venia acompañado de una mujer de su edad y yo esposada, sucia por todos lados.

MATIAS: ves Violeta, esta es Paula, espero te guste

Violeta se acerco a mirarme, luego inspecciono con sus manos cubiertas con guantes látex primero apretando mis tetas y retorciéndome los pezones, riéndose de mis muecas de dolor. Luego bajo a mi agujero y metió sus manos en ellos. Después de ella al tener sus manos las limpio con mi cabello.

VIOLETA: es un buen ejemplar Matu, que edad dices tiene 40?

MATIAS: si, mira acá el documento de identidad.

Hablaban de mí como si no estuviera. Ella miro mi fecha de nacimiento y lo dejo sobre la mesa de luz.

MATIAS: mira como se babea, semejante grandullona

VIOLETA: si es asquerosa, sucia por todos lados, babeante.

MATIAS: me ayudas a bañarla?

VIOLETA: si, vamos

Me desespere, eso quería decir que no me liberaría aun. Mientras ella hurgaba en mi placard de ropa el fue a la cocina a dejar unos paquetes, supongo de comida trayendo luego el balde que yo utilizo para baldear el patiecito. Fue con él al baño. Y volvió con el balde lleno de agua, la esponja y un jabón que uso yo liquido.

Yo miraba todo horrorizada, él se sentó a esperar que terminara la inspección del placard.

VIOLETA: acá están las toallas, oye tiene muy buena ropa la puta esta y ni que decir de la lencería, toda muy fina. Así que es buena cogiendo?

MATIAS: muy buena, una fiera.

VIOLETA: también te la cogiste vos bien cogida, la tipa responde con todo.

Fueron de vuelta al baño y quede sola un instante. Mi humillación era total, hablaban de mí como si fuera un mueble, un animal domestico. Encima me iban a bañar entre los dos. Nunca tuve tanta humillación.

Volvieron del baño, ella vertió el jabón líquido en el balde. Se pusieron los guantes de látex. Tiraron de la sabana hasta sacarla debajo de mí. Luego ella tomo la esponja y la paso fuertemente primero por mis tetas y luego por mis agujeros raspándome sin miramientos. Luego la paso por el resto de mi cuerpo. Parecía que cuando la paso por mi cara aplico mas fuerza. Empecé a derramar lágrimas de dolor. Él luego me seco todo el cuerpo. La cabeza no la tocaron y yo hacia señas con mis ojos para arriba por mi pelo, que había limpiado ella, sus mano con excrementos míos. Haciendo elevar pusieron una sabana nueva, dando por finalizado el baño. Pensé y ahora que?

El fue de nuevo a la cocina con ella y volvieron él con la mesa de cocina y luego dos sillas. Ella con las bandejas que habían traído. La muy turra, sabiendo que aun estaban los paquetes calientes los apoyo sobre mi estomago.

VIOLETA: que no vaya a caerse, no te muevas.

Y estaba paralizada. Coloco los platos y cubiertos en la mesa. Trajeron dos copas y una botella de vino. Luego desarmo uno de los paquetes, por suerte el más caliente y se sentaron a comer como si nada. A mi se me iba la mirada, estaban comiendo ravioles con estofado de pollo. Yo tenía hambre y solo miraba. Luego ella agarro el otro paquete y saco dos flanes con crema. Una vez que terminaron de comer, ella volcó las sobras del plato de él en el suyo, mientras Matías llevaba todo menos el vino, las copas y el plato de sobras, a la cocina.

Me advirtió que me sacaría la mordaza, pero no quería insultos y menos delante de la señorita. Asentí desesperada con la cabeza. Me saco la mordaza.

PAULA: cuando me vas a soltar? Por favor

MATIAS: saluda primero a la señorita “buenos días señorita”

No podía creerlo pero era cierto

PAULA: buenos señorita Violeta

VIOLETA: buenos días cerda, veo que estas aprendiendo.

No conteste por lo que recibí una bofetada de él

PAULA: si señorita (dije ante el temor de otra bofetada)

Ella tomo el plato y me dio de comer a cucharadas los ravioles sobrantes y el vino.

Una vez que termine me quede esperando la respuesta a mi pregunta. Matías al darse cuenta dijo.

MATIAS: aun no, mañana serás liberada de tus esposas.

PAULA: Matías hace tres días que no tomo las pastillas anticonceptivas

MATIAS: no importa, estas en abstinencia sexual

Quise preguntarle pero me puso la mordaza, ya no tuve mas remedio que abrir la boca y aceptarla.

VIOLETA: Matu mañana tendremos que venir antes de reunión a limpiarla

MATIAS: si vendremos a las 7 u 8 de la mañana, creo que esta bien no.

VIOLETA: si, la reunión es a las 10. Bueno cerda hasta mañana.

Tomaron sus cosas y se fueron. Ante mi desconsuelo la puerta del departamento se cerró y quede otra vez en soledad.

Que reunión iba a haber. Adonde y porque. Lo único que sentía era humillaciones y maltratos.

Ya eran las seis de la tarde y yo seguía como el primer DIA llorando a mares, esposada y amordazada. Sentí otra vez ruido de abrirse la puerta y me asuste pensando quien mas tiene llaves. Era Matías

MATIAS: vengo a hacer algo que no hice delante de Violeta.

Se monto encima mío, saco su pija y me cogio rápidamente. Como no estaba mojada sentí dolor al penetrarme, pero solo se ocupo de acabar él y nada mas.

MATIAS: además quería informarte que te olvides de tu vida anterior por completo. En estos momentos eres simplemente Paula. Mañana serás llevada a otro sitio lejano de acá donde comenzaras tu adiestramiento de esclava. Ahora si, hasta mañana.