Servicio tardío

Un servicio sexual que solicité,llegó...pero con mucho retraso.

Esa mañana me había levantado más temprano de lo habitual. Tenía concertada una cita con un cliente que podría traer beneficios económicos muy importantes para mi recién estrenada empresa, y quería prepararme para dar la mejor imagen posible. El olor a café recién hecho me daba los buenos días y el sol del nuevo día empezaba a vislumbrarse por los grandes ventanales del salón de mi casa. Sabía que este cliente iba a cambiar mi vida, pero no imaginaba hasta que punto.

Al llegar a la oficina, saludé efusivamente a Marisa , mi secretaria, y le pedí los informes que quería presentarle al "futuro" nuevo cliente. Habíamos contactado varias veces por teléfono, pero no nos conocíamos personalmente. Yo había estado ensayando para dar una imagen de seguridad y eficacia, ya que es lo que , al fin y al cabo, todo cliente quiere para su empresa.

Llegó con una puntualidad inglesa. Marisa lo hizo pasar a mi despacho y le ofreció una taza de café que él rechazo con amabilidad. Era un tipo carismático, eso ya se veía de lejos , muy buena presencia y una barba rasa muy cuidada ,que hacía ver su pulcritud hasta en los detalles más nimios.

-Buenos días Sr. Lopez-saludó muy educadamente.

-Buenos días,-le respondí cortésmente mientras cerraba la puerta de la oficina para tener más privacidad y le indicaba el sillón de cuero en el que podía tomar asiento.

Se sentó y comenzó a abrir el maletín del que venía acompañado .Intenté comenzar la conversación de la manera más coloquial, para romper el hielo, pero antes siquiera que pudiera decir algo, sacó una tarjeta del maletín y la dejó caer sobre la mesa frente a mí. De color rojo y negro, tenía un grabado en dorado de un símbolo egipcio. La cogí y leí:

"Hoy es el día escogido"

al recordar el símbolo y leer esa frase tan breve ,pero contundente, acudió a mi mente el recuerdo de una petición que hice hace ya casi año y medio, y de la que ya me había olvidado.

Pasé automáticamente a ser yo el "cliente".

-¿recuerda las normas básicas, o prefiere que le refresque la memoria?-dijo con un tono de satisfacción en la voz, al ver que de verdad había comenzado sorprendiéndome.

Hace un año y medio , más o menos, cansado de las relaciones esporádicas que había conseguido a través de contactos en internet, y que no me proporcionaban ninguna satisfacción, decidí contratar los servicios de una empresa que se dedicaba a proporcionar un día de aventura sexual(así lo denominaban).Ellos, decidían el día en el que serías sorprendido.Tu no eliges lo que pasará ese día, ni con quien mantendrías relaciones ,ni cómo las mantendrías. Lo que te aseguraban, era la ausencia de aburrimiento.

Después de haber rellenado unos cuantos formularios que daban a conocer mis preferencias sexuales, sólo cabía esperar. No había pagado excesivo dinero , así que tampoco esperaba una aventura a lo "the game".

Pasaron unos meses en los que veía a cualquier persona y pensaba que se trataba de uno de ellos, uno de los que vendrían a sorprenderme, pero nunca ocurrió nada .Viendo que el tiempo pasaba y que nada ocurría , intenté contactarles ,pero parecía que habían desaparecido de la faz de la tierra.

No quería reconocerlo ,pero mi mente ya había sacado una dura conclusión: me habían estafado, y yo había caído en la trampa como un idiota!.

Sin saber nada de ellos ,y con mi inteligencia herida(me dolió más que el dinero que había pagado)decidí olvidarme del tema ,total , ¿a quien iba a reclamar?.Por una vez que me había decidido a "lanzarme a la aventura"el asunto me salió rana….hasta aquel día.

Sentado frente a mí, no sabía que contestarle. Claro que recordaba las normas!!Eran dos, y de lo más sencillo de recordar: silencio absoluto era una de ellas. Había que dejarse hacer. El enviado tenía el control de la situación y había que hacer todo lo que él dijera. Y la segunda, es que no se admitían reclamaciones. Esta segunda era como si no existiese, por motivos obvios.¿quién los iba a encontrar para poner una reclamación?!!

-Por supuesto que recuerdo las normas-dije. De lo que no estoy seguro es que, después de tanto tiempo, esté dispuesto a participar de este juego. Mi vida ha cambiado mucho y ahora tengo una pareja estable (esto no me lo creía ni yo. Mi vida no había cambiado tanto y la relación con mi pareja era tan monótona como los encuentros que tuve de soltero, era la incertidumbre lo que podría hacerme retroceder).

-En Usted está la decisión, si no quiere participar, me marcharé como he venido.

Descolgué el teléfono y tenía en mente decirle a Marisa que acompañara a este señor hasta el ascensor.

-Marisa, cancele todas mis citas para hoy, estaré con nuestro cliente todo el día, recuerde que no estaré localizable hoy para nadie.-seguramente mi secretaria pensó, que el negocio con este cliente era muchísimo más importante de lo que pensábamos.

-Doy esta llamada como un sí.-dijo con una sonrisa -Ya sabe que a partir de ahora le está prohibido hablar o hacer comentario alguno. Déjelo todo en mis manos, ningún cliente se ha arrepentido.

Afirmé con la cabeza , toda la imagen de seguridad que había querido demostrar se esfumó ,y me convertí de golpe en un corderito asustado.Y la primera orden del enviado no tardó en llegar.

-Desnúdese completamente!-exhortó.

(¿Aquí en el despacho?¿con las ventanas abiertas y con Marisa que podía entrar en cualquier momento?-pensé.-la vergüenza se apoderó de mí. Yo era mucho más tímido de lo que la gente podía pensar)

Obedecí y comencé a quitarme la ropa .La chaqueta la dejé colocada en mi sillón. La camisa y los pantalones, y finalmente el slip(nunca me había gustado llevar boxer, con todos los genitales colgando, me daba sensación de inseguridad).Acabé desnudo delante de él y pensando si alguien podía verme desde el otro lado de la calle.El color de mi cara pasó a ser de rojo intenso.

Él se acercó y se arrodilló frente a mí .Me la iba a chupar!! ,pero nada más lejos de la realidad! se metió la mano en el bolsillo y sacó una arandela que a primera vista parecía de terciopelo. Con su mano derecha cogió suavemente mis huevos y polla ( perdonad la vulgaridad de las palabras, pero en esta situación la formalidad es lo que menos encajaba)y con la izquierda colocó el arete abarcando por completo mis genitales. Era como un estrangulador para mantener la erección ,pero mucho más suave y menos molesto.

Se levantó y fue hacía el maletín. Lo abrió y sacó una prenda .

-Ponte ahora esto.-era un tanga femenino. De un rosa pálido .(si después de tanto tiempo ,resulta que el ponerme un tanga de mujer iba a ser cumplir mi fantasía sexual ,estaba totalmente equivocado, nunca me había dado por ahí, nunca me había sentido identificado con la ropa de mujer y menos, me había excitado con esas prendas)

-Tú solo póntelo,-creo que notó mi cara de insatisfacción, porque en el fondo, me había molestado.

El tacto era muy agradable y hasta parecía de mi talla, al menos de cintura ,porque la parte delantera no cubría del todo mi polla ,y un huevo luchaba por descolgarse y dejarse caer al vació. Seguro que con mi aspecto varonil y ese tanga puesto debía dar una imagen esperpéntica.

-Bien, ahora vístete y acompáñame, vamos a comenzar tu aventura(para mí ,tan sólo lo que había ocurrido en el despacho era una aventura).

Al colocarme de nuevo toda la ropa, exteriormente es como si nada hubiese pasado, pero yo tenía la sensación de que iba desnudo, y daba por hecho que ese "vamos a comenzar tu aventura" implicaba que íbamos a salir a la calle, por lo que mi vergüenza aumentaba por momentos. Sabía que no ocurriría , pero en mis pensamientos la gente se daba cuenta de que iba vestido con ropa de mujer(y eso que sólo se trataba de un simple tanga!).

Salimos de la oficina , y cogimos el ascensor. Ya dentro, el se acerco a mi oído, y con un tono susurrante (el que empezaría a utilizar a partir de ese momento)me dijo:

-¿Sabias que la prenda que llevas puesta es de satén de primera calidad? ¿y sabías que un roce continuo te provocará una erección irremediable? y por si no lo supieras, el arete que llevas impedirá que una vez que tengas esa erección ,tu polla vuelva a su estado normal. Se te va a poner como una estaca de dura!(entonces, sí que me sentí desnudo ante el mundo, el sentido de ridículo y vergüenza pueden ser mortales).

El aire de la calle fue un gran alivio para mi rostro, que creo que empezó a recuperar el color normal después de haber pasado varios (y largos) minutos de un rojo intenso.

Lo seguí hasta el metro, descendimos. Como siempre, estaba lleno de gente para arriba y gente para abajo. Un pensamiento fugaz me llegó ¿alguno de esos hombres con traje y con aspecto de ejecutivos, llevaría lencería bajo su masculina apariencia? Seguro que alguno habría; Subimos a un vagón de la zona del medio , por suerte , encontramos un par de asientos libres(la idea de estar de pie ,rozándome con las otras personas que se encontraban a mi lado, me estaba poniendo nervioso. En otra situación no me hubiese importado , pero en ese justo momento mi preocupación era el que una erección de caballo me pusiera en una situación embarazosa)

-El 5% de los hombres-dijo con el tono susurrante de antes y con una sonrisa en la boca- que mueren en accidente llegan a la morgue con objetos varios bajo su aspecto normal .Bolas chinas metidas por culo, lencería femenina como ropa interior. No te creas que es tan extraño, el ser humano es así .¿te imaginas que algo nos pasara aquí?¡cómo se iban a reír en el hospital.! (Intentaba que pasara un mal rato y lo iba consiguiendo, aunque este comentario había sido amortiguado un poco por su voz susurrante , que me había parecido hasta erótica. Sentí un leve cosquilleo en mi pubis de excitación.¡por dios ,no lo permitas ,al menos no aquí!-me dije.

Después de varias paradas de viaje, volvimos a salir al exterior. Justo en frente de la boca de metro se encontraba unos grandes almacenes, donde entramos. En la segunda planta era donde realmente comenzó todo. Lo pasado hasta ahora sólo había sido un juego de niños, una tomadura de pelo con lo iba a pasar.

La sorpresa no había hecho más que empezar.

(fin de la primera parte)