Servicio tardío (3 y última parte)
La historia llega a su fín.
Había conocido a Luis, mi pareja, en un bar de ambiente. Me había parecido el tipo más guapo que había visto en mucho tiempo. Ya no era sólo una cuestión física, tenía un atractivo al que seguramente, muy poca gente podía resistirse. Nos presento un amigo común que ,como Celestina, pensaba que estabamos hechos el uno para el otro.
Así fue durante un tiempo. Por aquel entonces, podría decirse que estaba enamorado. Vivía por y para el.
Cuando estás enamorado, los pequeños defectos, son solo eso, pequeños defectos, anécdotas de la vida cotidiana. Pero, poco a poco, te vas dando cuenta de que el atractivo y el enamoramiento van desapareciendo. Haces intentos por recuperar el tiempo pasado, en el que tu mente se dirigía a un único pensamiento: El. Pero, raramente la vida te permite el recuperar ese fuego que antes ardía en tu ser y raramente, te da una segunda oportunidad, al menos con la misma persona.
Podría haber sido mas fácil dejar la relación y comenzar de nuevo , pero el miedo a romper con todo y comenzar a caminar sólo ,engañaba a mi mente y le grababa a fuego que tampoco mi situación era desesperada, que él no era mala persona, y que donde encontraría a una persona que estuviera a mi lado en los malos momentos. No podía dejarle así como así, el seguía queriéndome (aunque no con el mismo ímpetu del principio)
Puro egoísmo y comodidad .Dependencia mustia. Estaba encarcelado sin quererme dar cuenta.
El trayecto en coche no se me hizo demasiado largo. Tras todo lo que había pasado esa mañana , había perdido todo miedo. Ahora sólo tenía el cosquilleo en el estómago de la incertidumbre de lo que iba a pasar. Seguía con los ojos vendados, y sólo el suave ,pero áspero, olor de su perfume, me confirmaba que el seguía a mi lado.En el silencio más absoluto(sólo se escuchaba una leve música de fondo) y el saber que lo tenía sentado a mi vera , me reconfortaba. No me había dado cuenta que me gustaba mucho.
Debimos entrar en una especie de garaje, porque se escuchaba de fondo el sonido hueco del motor. Cuando paramos, oí la puerta abrirse. Me sujetó para ayudarme a salir del coche y me acompañó a una sala ,en la que no se escuchaba nada, a excepción de una música indú .Las notas eran envolventes, llenando mis sentidos.Creí oler incienso y especias.Me sentí transportado.
Alguien me agarró suavemente del brazo derecho y me sentó en una silla. Me descalzaron los zapatos y me quitaron los calcetines. De nuevo de pié, comenzaron a despojarme de toda la ropa, lentamente y con delicadeza. Me quedé desnudo, pero en absoluto me sentía incomodo. La temperatura era muy agradable.
Sujetado por ambos brazos, me ayudaron a descender unos escalones. Agua tibia comenzaba a cubrir mis pies. Seguía descendiendo y el nivel del agua iba subiendo hasta llegar a mi cintura. La agradable sensación de estar dentro del agua calentita, empezó a provocarme una erección, que no traté de detener. En el aire flotaban aromas a lavanda y rosas. Estaba en el cielo.
Esponjas suaves se deslizaban por mi espalda y pecho, por mis brazos y piernas. Mi miembro, en una erección descomunal fue lavado con suavidad. El roce de la esponja no hacía más que aumentar mi excitación. No podía contener los ligeros jadeos que se escapaban por mi boca. La oscuridad en la que me encontraba, acentúaba tanto la música y los olores, que creí estar en brazos de Eros. Tuve que contenerme para no eyacular.
Salí de allí de nuevo acompañado.¿cómo serían mis guardianes? me los imaginaba de aspecto griego y musculados, pero sólo lo suficiente para hacer notar sus cuerpos cuidados.
Una toalla me cubrió el cuerpo entero y fui secado con suavidad. Me parecía mentira que después de todo lo que pasó esta mañana, me encontrara ahora entre algodones.
Unas manos empezaron a untarme el cuerpo con un aceite oloroso, un aceite caliente que se deslizaba por todos los rincones de mi cuerpo.
Mi cuerpo debía relucir y mostrar un piel brillante.
Me apoyaron sobre una pared que debía estar forrada de terciopelo, o eso me pareció a mí. Un grillete fue ajustado en cada muñeca, y mis brazos fueron alzados y sujetados, quedando mi cuerpo en forma de X. Mi corazón empezó a latir más fuerte en mi pecho. El ruido de unas tijeras cortando mi vello púbico dejó paso a unas manos que agarraban mi polla con suavidad. Una cuchilla iba terminando el trabajo comenzado por las tijeras. Mis huevos fueron depilados con el máximo cuidado, quedando mis genitales suaves como la seda.
La mano que me afeitó, ahora se paseaba deslizante sobre el trabajo bien realizado. Como dando el aprobado a la depilación, la mano empezó a subir acariciando mi abdomen y mi pecho, deteniéndose en mis pezones. Un dedo hacía círculos alrededor de ellos, con el único propósito de ponerlos duros. Mi cuerpo estaba sintiendo el temblar de la excitación. Continuó el paseo hasta llegar a mi cara, donde agarró mi mandíbula.
Unos labios carnosos, se apoyaron sobre los míos. Los sentía húmedos y calientes. Esa boca perversa, empezó a darme suaves mordiscos tirando de mis labios. Con cada tirón, mi termostato, subía más y más de temperatura. Una lengua jugosa se introdujo en mi boca y me pedía que jugara con ella. No me pude resistir ante semejante invitación, y empecé a chuparla con fuerza y deseo. La saliva caliente se deslizaba por la comisura de mis labios.
Jadeos en mi oído vinieron después, acompañando a la música indú que sonaba. Lametones en el lóbulo de la oreja. Y lametones en el cuello que me estaban volviendo loco.
Por unos segundos dejé de notar esa boca que me había abierto las puertas al cielo.
La punta de la lengua se posó sobre el frenillo de mi polla y empezó a jugar(un maravilloso reencuentro).La húmeda lengua se paseaba y aumentaba el territorio a descubrir, viajando desde la base a la punta de mi verga. Con cada pase, los músculos de mis piernas y abdomen se contraían en convulsiones de lo más placenteras.
Su caliente boca se adueño por completo de mi polla hasta cubrirla por completo, la chupaba , la lamía ,y la lubricaba con una saliva espesa, hasta estar a punto de perder la consciencia.
Le siguieron los huevos, y el interior de mis muslos. Cada roce, era una descarga eléctrica.
Mi corazón no quería parar y galopaba.
Fue subiendo hasta llegar de nuevo a mi oido y esta vez ,la boca emitió una voz que yo conocía perfectamente, me dijo:
-ahora te toca a ti .Placer es dar y recibir-su susurrante voz me ponía más cachondo si cabe.
Me destapó la venda y cuando mi vista se acostumbró de nuevo a la luz , pude quedarme alucinado con esa habitación digna de las mil y una noches. Candelabros, mesas de madera tallada, y paredes alicatadas con pequeños cuadritos de loza. En el centro de la habitación había una pequeña piscina a ras del suelo, en la que yo había disfrutado del magnifico baño. Y frente a mi lo tenía a el, mi acompañante en esta pequeña aventura.
Estaba también desnudo. Tenía un cuerpo digno de las mejores portadas de revista .El traje no le hacía justicia. No sólo tenía la barba rasurada, sino también su pubis, dejando que su polla se luciera en su máximo esplendor.
Una vez que me había quitado los grilletes, me pidió que se los pusiera y lo colocara en la misma posición en la que yo había estado, sólo que el iba a estar de cara a la pared.
-desde que te vi., sabía que debía traerte aquí.-ese comentario me halagó.
Con mi piel resbaladiza por el aceite, pegué mi cuerpo totalmente al suyo, y con mis brazos sujeté sus brazos. Mis labios empezaron a besar su cuello. Mi polla dura quedó presionada sobre su culo firme. Cualquier movimiento por su parte , hubiera provocado irremediablemente que explotara en una abundante corrida.
Mientras con mi mano izquierda tiraba suavemente de su pelo, mi mano derecha jugueteaba con el agujero de su culo. Estaba caliente como un horno. Mis dedos resbalosos iban abriendo poco a poco su esfínter. Dilatándolo y preparándolo. El, jadeando de placer, me pedía que se los metiera ya ,que no le hiciera esperar( y así lo hice)introduje primero un dedo y luego otro, hasta tener cuatro de los cinco dedos ya dentro, Sacaba y metía mi mano, y su grandioso culo se iba abriendo hasta dejar ver una entrada colosal.
Ahora me tocaba a mí follármelo, y sin dudar un segundo, metí mi polla en su culo hasta el fondo. Era tan caliente como su boca. Con movimientos armoniosos pero contundentes no paraba de taladrarlo, hasta que una convulsión que estremeció mi cuerpo, hizo que mi polla y mis huevos explotaran y bañaran el interior de su culo de mi semen espeso y caliente. Sin dar tiempo a la relajación posterior , saqué mi polla, le quité los grilletes y le di la vuelta. Me agaché hasta tener su verga frente a mi cara y empecé a mamársela .También el estalló y derramó su leche dentro de mi boca. Yo tragué tan preciado líquido y me incorporé para besar apasionadamente su boca.
Pasamos unos minutos de relax tumbados y abrazados sobre unos cojines que había en el suelo. Para mi desgracia, esto parecía el fin de un inolvidable día. Así fue.
Se repitió el ritual de la venda en los ojos y deshicimos el camino en coche. No hablamos nada durante el camino de vuelta.
El coche se paró a las puertas del edificio donde se encontraba mi oficina. Me quitó la venda y me abrió la puerta. Salí y miré para el interior del vehiculo. Sólo una tierna sonrisa fue la despedida. Cerré la puerta y el coche partió.
Hasta hoy no le he vuelto a ver, y sueño con el todas las noches , desde mi cama de soltero. Tuve el valor de afrontar lo que tenía que haber hecho tiempo atrás y comenzar una nueva vida.
Fin.
(gracias a todos los que habéis leído, este es mi primer relato)