Será 2a Parte

La casualidad da pie a continuar experimentando.

Cuando llego la camarera a la mesa yo ya tenia el sujetador guardado en la chaqueta, pero la sonrisa que traía era señal inconfundible, lo había visto.

Cuando se fue, mi acompañante empezó a llamarme la atención con frases como: casi nos pillan, si lo llega a ver que hubiera pensado. Estas loco, este juego se te vade las manos y frases todas similares.

Yo estaba escuchándola y cuando termino le dije, tu dices una cosa pero mira tus pezones, creo que piensan otra diferente. Estas excitada, los tienes duros, se marcan en la blusa, momento que aproveche nuevamente para acercarme a ella y por encima de la tela pellizcar uno de sus pezones, no hubo ningún grito, ni caras raras, sencillamente se oyó un ligero suspiro que iba en aumento conforme a la presión de mis dedos en su pezón.

Al fin ella se había dado cuenta, necesitaba esto mas que nadie, si yo estaba excitado, me había llegado a sacarme la polla y jugado con su pie por debajo de la mesa, ella era otro nivel de excitación, su cara ya no estaba roja, sus ojos brillaban y de sus labios salía una pequeña sonrisa de aceptación, estaba dispuesta a dejarse llevar, jugar y si en publico había acabado con una sonrisa de satisfacción en privado esperaba mucho mas.

La cena continuo con continuos toqueteos incluso llegue a convencerla que me enseñara los pezones, allí sentado en la mesa de un restaurante, cosa que hizo sin protestar en absoluto. Viendo su cada vez mas comprometida actitud hacia mi, proseguí su educación.

  • Muy bien ahora quiero que sin levantarte, sin movimientos extraños me des lo que te queda de ropa interior.

  • Pero si lo hago tendré que levantarme la falda hasta arriba

-Pues hazlo rápido o todos te verán.

En ese momento apareció en su rostro una mirada, una expresión, había descubierto la necesidad primitiva que poseemos todos de desnudarse y hacerlo allí en publico, a la vista, la estaba poniendo muy cachonda, sintiéndose húmeda o directamente mojada y mas aun, un perrita dominada.

En poco mas de un minuto tenia su culotte encima de la mesa, una pieza de encaje negro trasparente, precioso. Pero esta vez permaneció mucho mas tiempo sobre la mesa, tanta que la camarera vino y se fue en par de ocasiones estando su lencería allí encima. Cuando recogía los platos del postre llevaba una bandeja en una mano mientras con la otra retiraba la mesa, y cuando estaba por irse de debajo de la bandeja cayo un trozo de tela, una tanga, su tanga y un pequeño comentario al retirarse, espero que al señor le guste.

Yo me quede sorprendido, pero mi acompañante, mi pareja, no podía creerse lo que había vivido en ese instante, mas tarde me confeso que fue una liberación para ella saber que no solo no era la única, sino que no estaba sola allí, disfrutando de la noche eso aumento mas aun su excitación.

Pedimos una copas y continuamos hablando, me di cuenta que en ocasiones ella acariciaba su sexo, no puede contenerme y le dije que metiera dos dedos bien dentro, que tenia ganas de saborearla, cuando lo hizo me dio esos dedos, lo cogí con mi mano y me los introduje en la boca, al sacarlos le dije NO PUEDES HACERLO SIN MI PERMISO.

-Hazlo otra vez, y ella sumisa volví a poner la mano por debajo de su falda, levantándola casi donde todos podían ver sus hermosas piernas, introduciendo nuevamente dos dedos dentro de ella. Al sacarlo volví a coger su mano pero esta vez espere y cuando la camarera paso por nuestro lado el comentario fue mío,

-Quieres probarla? Mirando los dedos de mi pareja, ella se quedo quieta por un instante, como paralizada, pero de repente en un movimiento que no esperábamos ninguno de los dos, se acacho, e introdujo los dos dedos en su boca, al sacarlos iba dejando su lengua en medio de los dos.

-Dulce, sabe dulce tu perrita, seguro te gusta.

Allí estaba mi compañera con la boca abierta, los ojos como platos y unos pezones que querían rasgar la tela y salir, ahora si estaba excitada, no lo decía pero su cara, sus ojos, todo ella exclamaba excitación.

Pedimos la cuenta y continuamos hablando de sexo, me dijo que nunca había tenido una joya, para aquellos que lo desconozcan, una joya es un pequeño plug anal, normalmente de metal plateado que en el extremo que queda fuera del culo, presenta un diamante, jejej, en forma de corazón o un trebol.

Me levante para ir baño, y le dije que fuera ella delante y comprobara que el baño de mujeres estaba libre, su cara ahora ya no era terror, ni siquiera sorpresa, era aceptación.

Entró y salió diciendo no hay nadie, entramos discretamente, nos metimos en un cubículo, se sentó en la taza y le pedí se bajara o mejor dicho sacara la tetas, quería verlas. No pude mas que aprisionarlas en mis manos, sobarlas, deleitarme con el tacto de su piel y pellizcar sus pezones, primero de forma suave y rápida, para continuar de forma lenta y progresiva aumentando la presión hasta que veía en sus ojos el dolor, dolor que a ella le aumentaba la excitación, le gustaba el dolor, no cualquier dolor sino el que se produce en un juego sexual.

Acabe palmeando sus pechos, diciéndole que me lo pidiera, que pidiera mas, desabroche mi pantalon, saque mi polla y de un solo golpe se la metí hasta el fondo, provocando sus primeras arcadas. todo mientras mis manos continuaban castigando pechos y pezones.

No teníamos tiempo, podíamos ser descubiertos así que decidí correrme, ella no podía tocarse, y micho menos correrse, su disfrute estaba en ser USADA. Cuando estaba a punto de correrme la saque de su boca, ella protesto, pero no mi importo, queria correrme sobre esas tetas, encima de sus pezones que acaba de castigar.

Me corrí encima de ella, la levante y con un dedo pude recoger un poco de mi leche, ella creía que se la daría a probar y abrió la boca, pero mi idea era otra, le di la vuelta y mi leche sirvió de lubricante para que introdujera ese dedo en su culo.

Como un resorte, dio un respingo y un quejido salió de su boca.

-Mejor un dedo mojado con mi esperma como lubricante que mi polla sin nada, aguántalo, es parte de tu entrenamiento, una buena perrita debe tener todos sus agujeros listos.

Salimos del cubículo del baño, ella se fue a limpiar y del otro baño salió la camarera, arreglándose la falda porque su tanga estaba en mi poder y sin decir nada, seguro se había masturbado oyéndonos, saco su lengua y lamio el canalillo de las tetas de mi chica y le dio un mordisco a su pezón. Con esto parte de mi leche acabo en su boca, boca que acerco a mi chica primero para compartir lo que había en su boca, esta con un poco de asco y rechazo se aparto pero la camarera cogiéndola de la nuca la acerco a ella y ya no pudo oponerse, vi como las lenguas se entrelazaban, era la camarera quien forzaba la situación mi chica se dejaba hacer. No se si con gusto o no pero estaba cumpliendo su papel, era una mujer, esa noche un mujer dominada y poseída.

La camarera después del beso se aparto, se dirigió a mi me beso y salió por la puerta.

Fin de la 2a parte.