Separado

Un hombre separado de su mujer,se sientre atraído por su vecina, y hará lo posible para poseerla.

Esta historia no se si es verdadera, pero así me la explicaron, en primera persona, y así la escribo:

Me llamo Sebastian, tengo 43 años. Físicamente, soy un tipo normal,no tengo un cuerpo muy atlético, pero mantengo la línea, y ni feo ni guapo. Desde que me divorcié hace 4 años, vivo solo, en un bloque de dos pisos. Al ser separado, frecuento bares de gente divorciada, que principalmente van a buscar sexo, y no me puedo quejar, he tenido bastante suerte, y la verdad es que a pesar que ha habido temporadas malas, tengo sexo con frecuencia.

En el piso de abajo, por vecinos, tengo un matrimonio que rondaran los dos los 33 años. Son muy agradables. Ella es el detonante de esta historia, es lo que se llama una morenaza, con el pelo ligeramente rizado, 1.70 , unos pechos bastante grandes y firmes, y un culo que cada vez que lo veo, me vuelve loco. Es un volcán en la cama, lo sé, porque cada noche oigo los gemidos y los ruidos producidos por sus folladas, alguna vez he llegado a masturbarme imaginando que era yo quien la gozaba.

Tienen una hija guapísima, tiene 15 años, es más guapa todavía que la madre, a pesar de su corta edad, esta bastante desarrollada, y cuando viste con su uniforme de la escuela, vuelve loco a todos los vecinos.

Volvamos a la madre, se llama Vanessa, y muchas veces que me he cruzado con ella, por la urbanización o en el rellano, nunca he perdido la ocasión de tirarle los tejos, aunque ella nunca me tomaba muy en serio.

Desde mi ventana, puedo ver su pequeño jardín, donde la contemplaba cuando tomaba el sol tumbada, creo que a veces se daba cuenta, y se ponía crema provocándome.

Una mañana, me asomé a verla, allí estaba, con un bikini negro, que le tapaba lo justito, como hacía muchas veces cogí mi camara de video, y le grabé, tenía bastantes cintas de ella, pero cual fue mi sorpresa, cuando apareció el chico de mantenimiento, de la urbanización, metió su cabeza entre las piernas de Vanessa, y le chupaba su sexo, de repente le quito la parte de abajo del bikini, y sin más, la penetró. Ella gozaba como una loca, gritaba y jadeaba. Lo tenía todo grabado.

Durante tres días seguidos, pasó lo mismo, allí llegaba el chico de mantenimiento, y terminaban follando. Ya tenía 4 cintas de video. Esa era mi oportunidad para poder poseerla, la chantajearía.

Así que un día que tomaba el sol, salí a la ventana : -Vanessa, por favor puedes subir un momento-. No se puso nada encima, y subió a mi piso con aquel diminuto bikini, sabía que me pondría a mil. Entró en mi piso, -que quiere Sebastian-. –Tuteame,no soy tan viejo-.

Vaya cuerpazo, brillando por la crema que se había puesto, estaba muy nervioso, nunca he sido un tipo valiente, y lo que iba a hacer me ponía nervioso. Sin más, encendí la televisión, y en pantalla apareció ella y el de mantenimiento, y se escuchaban sus jadeos. –Esto que es, a eso se dedica cuando me mira por la ventana?, cerdo!-.

  • Y para que quiere que lo vea?-. –Tengo tres más como esa-.

Me miró: Y que quiere decir?-.

-Pues que si no quiere que su marido vea esas cintas...-. Lo comprendió rápidamente. –Así que el señor ,lo que quiere, es este cuerpo?-.

Estaba más nervioso que ella, que se lo tomó tranquilamente. Se marchó. Me dejó confundido, no sabía si aceptaba el chantaje o se lo diría ella a su marido. Pero mi cobardía, me paralizó y no hice nada.

Estuve todo el día pensando en ello. A las seis de la tarde, sonó la puerta de mi casa, al abrir allí estaba ella, con un pantalón vaquero, y una camiseta vieja, pero que a ella le quedaba muy bien. Entró en mi casa. Se quedó de pie en mitad del salón, y se quitó los pantalones y la camiseta, se había quedado en ropa interior. –A qué esperas?-.

Me acerqué indeciso a ella, no iba a poner a ninguna resistencia, era mía.La besé en la boca, y me respondió metiendo su lengua en mi boca, no sólo no pondría resistencia, sino que iba a cooperar. Besándole le pasé las manos por detrás y le agarré por el culo, trayéndola hacia mi, con su cuerpo pegado al mio. Le quité el sostén, y me dediqué a lamer sus pezones, que antes de empezar ya estaban duros, parece que aquella situación la excitaba tanto como a mí. Me agachaba recorriendole el cuerpo con mi lengua, hasta llegar a sus bragas, le besaba por encima de las bragas, ella me agarraba la cabeza acercándola más a su coñito. La cogí en brazos y me la llevé a mi habitación, la tumbé en la cama, ella misma abrió sus piernas, esperando recibir mi lengua. Me desnudé, estaba empalmado, no la hice esperar más, le di aquello que quería, aparté sus braguitas y jugué con su clítoris, dándole lametones, le pasaba la lengua por toda su raja.

-aaaaaaa,-, jadeaba sin parar. La penetré con mi lengua, que se llenaba de sus jugos. Bajé sus braguitas, para trabajar con mas facilidad, con mis manos le acariciaba los pechos, ella agarraba mi cabeza con más fuerza, hundiéndola en su entrepierna.

Su primer orgasmo me lleno la boca con su corrida, -Joder con el vecinito, chupamelo,-. Me lo tragué todo. Me levanté, sin que le dijera nada, se metió mi polla en la boca, se paraba unos segundos en la punta, y se la volvía a meter entera. Entonces la saqué de su boca, me tumbé mirando hacia arriba en la cama, Vanessa rapidamente entendió lo que quería, y cuando estaba encima mío, comenzó a bajar lentamente, hasta que le entró toda en su coñito, me montaba lentamente, subí mis manos y le agarraba los pechos. Que vista tan agradable...

No paraba de gritar: -Si,si,mmmmm,-. Llegó otro orgasmo que la volvió loca: -Si,si,si, asi,asi-. Se sentaba con más fuerza sobre mi polla, me iba a correr,ella lo notó, y se movía más rápido, lo que aceleró mi corrida en su coño. Se quedó quieta sobre mi polla,durante unos minutos. Se levantó, se puso las braguitas y el sujetador, y el resto de la ropa . –Bueno dame las cintas-.

Me levanté, y le dí una. –No decías que tenías cuatro-.

-Un polvo, una cinta-. Se le escapó una risa, y se marchó. La muy puta, estaba siendo chantajeada y no le importaba, al contrario, lo disfrutaba.

2ª y 3ªcinta-

Al día siguiente, a la misma hora, volvió a sonar el timbre de mi casa. Abrí,ese día llevaba un vestido muy fino, y antes que se desnudara, le dije: -No,no-. –Qué pasa que ya no quieres follarme?-.

-Sabes que pasa, que viendo la cinta, me he dado cuenta que me gusta verte follar-.

-Qué quieres, estar delante cuando me follo al de mantenimiento?-.

Eso sería demasiado fácil, te follaras a quien yo quiera-.

Sonó la puerta,- Ahí esta el elegido-. Le dije,y abrí la puerta. En cuanto ella lo vió, puso cara de asco. Había avisado al tipo que se encargaba de recoger la basura en la fábrica donde trabajo, tuvo un accidente de joven, y tenía toda la cara quemada y un poco deformada,sin pelo. –Tenía que dar una oportunidad a los que lo tienen difícil-.. Vanessa me miró y negó con la cabeza. El chico tenía una cara de deseo enorme, eramos muy amigos, y siempre me contaba que el poco sexo que había tenido, había sido con profesionales, y con poca frecuencia. Se acercó a Vanessa, a la que su cara le deletaba, a pesar de ser tan puta, para ella era demasiado.

El chico se quitó la camiseta, y parte del pecho y la espalda también la tenía quemada. Le agarró los pechos por encima del vestido,y sin quitarselo le sacó los pechos, no llevaba sujetador, y comenzó a lamer sus pezones. La empujó contra la mesa,la agarró de la cintura y la sentó al borde de la mesa, se agachó, le levantó el vestido y abriéndole las piernas, se fue hacia sus bragas. Vanessa estaba asqueada, su cara era un poema, cerraba los ojos, y encogía las manos para no tocarle. El chico se empleaba a fondo en su coñito, le rompió los bragas con violencia, y chupó directamente su coño.

Ella se agarró a la mesa, comenzaba a sentir placer,-mmmmmm-.. Esa mujer se volvía loca en cuanto le daban placer, y le daba igual quién fuera.

En pocos segundos tuvo un orgasmo, lo que me hizo pensar que aquel chico sabía lo que hacía. Mi polla ya estaba preparada, y me pajeaba con aquella visión

-mmmmm, uuummmmm-.. él se levantó, y se la sacó, la tenía enorme. La puso en la entrada de su chocho, y empezó a meterla poco a poco, hasta que entro entera. Vanessa no la había visto, pero al notarla toda en su interior, se dio cuenta de la enorme polla que la había penetrado. La metía y la sacaba, cogiéndole sus pechos y estrujandolos con fuerza. Vanessa ya se había dejado llevar, y aquel cuerpo que al principio rechazaba, ahora lo gozaba, pasó sus piernas por detrás de su espalda y lo abrazó con ellas, ya no le daba asco la piel quemada. Los espasmos del chico delataban que estaba a punto de correrse, pero rápidamente la sacó, -Qué haces cabrón, sigue, no me dejes así, metemela, fóllame desgraciado-.

Pero el chico tenía otros planes, la bajó de la mesa y con fuerza la giró y la echó medio cuerpo sobre ella, dejando su culo todo para él. Vanessa se asustó, -Me vas a destrozar, por el culo no-. Tenía razón, la polla era muy grande, y si no lo hacía con mucho cuidado le haría mucho daño.

Escupió en su agujerito, y empezó a presionar, poco a poco entro la punta, -aaaah,hijo de puta, me vas a reventar-.En dos o tres embestidas, ya tenía media polla dentro, Vanesssa sentía mucho dolor, y cuando le entró entera, no pudo más : aaaaaaaaaaaa, me haces daño- y le cayeron unos lagrimones por la cara. Pero el chico no paraba, ella no sentía placer, se dejó hacer para que acabara lo antes posible. No tardó mucho,sacó la polla, manchada de sangre, y se acabó en el culo y la espalda de ella.

Al mismo tiempo, también terminó mi paja.

Mi compañero se vistió rápido,y se fue: -Hasta luego putita, no ha estado mal-.

-Cabrón!!!- le salió a Vanessa, que estaba muy dolorida. Se vistió como pudo, entonces me acerqué y viendola en aquel estado tan deplorable, le dí dos cintas.

-Eres un hijo de puta, con esto te has pasado-.

-No olvides que todavía queda una-.

Sin hacer ningun comentario, se fue.

4ª cinta

Estuve esperándola todas las tardes, pero ya llevaba una semana sin aparecer. Si no subía al dia siguiente, iría a presionarla, diciendole que todavía me quedaba una cinta.

Pero al día siguiente subió. –He tardado unos días, porque tenía que recuperarme, aquel cabron me destrozó el culo-.

-Tranquila, hoy no haremos nada, hoy solamente te explicaré como te ganarás la cuarta cinta-. Me miró esperando mi plan.

-Para que te dé una cinta, haremos un trío con otra mujer-.

Puso cara de alivio, había pensado en lo peor. –Contratarás una puta?-.

No, eso sería muy fácil-. –Y quién lo hara?-.

Tu hija-. – Pero tu estás loco, ni se te ocurra tocarla,mi hija es virgen, si le haces algo te mato!!, es una cría!!!-.

No te pongas así, es bastante sencillo, tienes una semana para conseguir que hagamos un trio, si no, le daré la última cinta a tu marido, y sin su dinero, no podrás mantener tu nivel de vida-.

Eres un hijo de puta-. Y salió dando un portazo muy fuerte.

Pasaban los días, y no tenía noticias de ella. Un día al llegar a casa, me estaba esperando en el portal. En voz baja me dijo: -Esta noche mi marido trabaja, ven a mi casa a las 9, la puerta estará abierta, y ves a mi dormitorio, no entres hasta que no te haga una señal-. Y sin dejarme contestar entró a su casa.

Se me hicieron eternas las horas, pero al final llegó. Estaba excitado solo de pensar lo que iba a pasar. Llegué a su casa y en efecto, la puerta estaba abierta, entré y la cerré. Fui en busca de su dormitorio, la puerta estaba entornada.

En la cama la hija con su uniforme del colegio, su faldita a cuadros, y su camisita blanca. Vanessa a su lado, con minifalda y blusa. Escuché la conversación:

Estás bien cariño?- -Si mamá, te pasa algo? Te veo nerviosa-.

No, no pasa nada-.

Vanessa me hizo el gesto que esperaba, entré y la chica al verme, se extrañó: -Mamá que hace aquí el vecino-. –Tranquila cariño,no pasa nada-.

Me acerqué, -chupale el coño a tu hija-. –Mamá que dice este señor-.

-No pasa nada, cariño-.

Vanessa se puso a gatas, abrió tiernamente las piernas de su hija, y le levantó la faldita. –Qué haces mama-. Vanessa no le decía nada, acercó su lengua a sus braguitas, y chupó su chochito. – Mamá!!!-. La chica estaba sorprendida, no comprendía que pasaba allí, me fui al culo de Vanessa, que con el cuerpo arqueado lamiendo el coñito de su hija, dejaba a mi merced. Le levanté la falda hasta la cintura, y allí tenía su culo, con el hilo del tanga entre su raja, chupé su culo y baje hasta el coño, bajé su tanguita hasta las rodillas, y con mis dedos le acaricié su chocho, que en muy poco tiempo se estaba mojando, sabía que si daba placer a Vanessa se volvería loca, y aceptaría todo lo que yo quisiera hacer. Lo estaba consiguiendo, se estaba empapando y ya la escuchaba: -mmmmmm-.

La chica ya no sabía que hacer. –Apartate,- le dije a Vanessa, y me dirigí a la entrepierna de su hija. –Mamá, que va a hacer?-. estaba asustada, para ella todo aquello era nuevo. Vanessa que ya estaba mojada, la tranquilizaba –Tranquila cariño, deja que haga lo que quiera, no te va a hacer daño-. Agarré las braguitas de su hija y se las quité, y le chupé su coñito, -no,no que hace señor-. Vanessa echó el cuerpo de su hija hacía atrás, y le abrió la camisa a la niña, le sacó sus pechos por fuera del sostén y acarició sus pezones, que se pusieron duros. –No,no, no quiero seguir con esto-. Vanessa para no escucharla la beso metiéndole la lengua en la boca.

Mientras pasaba mi lengua por toda la rajita de la chica, noté que empezaba a humedecerse, jugó un poquito con su chochito, y ya estaba mojadita, -uuuummmmm-, a la niña se le escapo, y voluntariamente abrió más sus piernas, -mmmmm,-

Te gusta hija?-. le preguntó Vanessa. –si,si, me gusta mucho-.

Había salido a su madre. Me levanté y me fui a por la madre, le quité el vestido, la tumbé y sin quitarle el sostén, la abrí de piernas, y le daba lametones por todo su coño, que estaba empapadísimo,- chupa,chupa, vamos-. La niña , al ver a su madre así, estaba contrariada, pero sentía envidia, y mirándonos empezó a tocarse su coñito.

Mira ha salido tan puta como tú-, le dije a Vanessa, sin dejar de penetrarla con mi lengua,- calla,cabronazo, y chupa-, noté su corrida en mi boca.

-Bueno ha llegado el momento, que tu hija sepa lo que es una polla de verdad-. Me quité los pantalones, y mi polla resaltó, de lo tiesa que estaba, la chica miró asustada. La desnudé del todo, le aparté sus piernas, y apunté mi polla, hice un poco de fuerza, la niña sintió dolor y me puso las manos en el pecho intentando detenerme, - no,me haces daño, para-. Vanessa agarró las manos de su hija y las puso por encima de la cabeza, -Tranquila, te va a gustar-. Consegui romper la resistencia, y se la metí hasta dentro, -aaaah- se le escapó a la hija. Me movía suavamente, con delicadeza, y tras unos segundos penetrándola, la chica comenzó a sentir placer: uuuuuumm, que bueno..-.y a su lado, su madre, metiéndose los dedos en el coño, llegando a otro orgasmo.

Ya no podía más, iba a reventar, aquella escena era un sueño. Me corrí dentro de la chica, que tuvo su primer orgasmo, -sssiiiiiii,aaaahh-. Me eché en la cama descansando, pero Vanessa quería más, y llevó a su hija hacía su coño: -chupa cariño-. La hija fuera de sí, como la madre, le hizo caso, y le chupaba la raja a su madre y ella misma se acariciaba la suya con sus dedos.

Esa imagen, hizo que mi polla volviera a estar a punto. Me fui a por Vanessa, le arranqué el sostén, la puse a gatas, sin preámbulos se la metí por el culo, ella se manoseaba su coño, y llegó a otro orgasmo, -vamos fóllame el culo, reviéntame, vamos-. Antes de correrme la saqué y me relajé. Me fui a por la niña, y también la puse a cuatro patas, Vanessa se asustó al ver mis intenciones, pero estaba tan fuera de sí, que besó a su hija jugando con su lengua. La puse en la entrada del agujerito,y al tercer empujón, se la metí, -aaaaah, me duele-.

Seguí , y en unos segundos, la hija ya jadeaba, -que rico,siga señor,siga-. Aceleré, y con ello también la hija aceleró sus jadeos: -si,si,si,si ,fóllame el culo-. ,había aprendido rápido de su madre, y llegó otro orgasmo,-aaaaahhh,siiiii-. Yo seguía con lo mío, cada vez aceleraba más, cuando estaba a punto, agarré mi polla llevandola a la boca de Vanessa, su hija también se acercó y entre las dos se tragaron mi semen, metiéndosela alternativamente en la boca ,cada una.

Estabamos los tres tumbados sobre la cama,-Me he tirado a la madre y a la hija, y os he follado el culo a las dos-. No dijeron nada, pero su cara de placer, demostraba que les había gustado. Me vestí, me las miré un momento: -Que par de putas!!!, y dejé sobre la mesita la última cinta.

Pero lo mejor de todo, es que a partir de aquel día, aunque y no tenían la obligación de hacerlo, recibia visitas de las dos asiduamente, y de vez en cuando venían las dos juntas, y repetíamos el trío.