Sentir

Porque eres tu quien me hace sentir...

Hoy te escribo para llevarte la contraria, es algo que me encanta. A veces confundes mi despiste con falta de cariño, de atención, dices que no soy detallista, que se me olvidó el romanticismo que te brindaba al principio, y aunque no se me olvidó, quizá sea cierto que no me lo trabajo como antes, asique he decidido escribirte unas líneas.

Me gustas desde el día que te conocí, me gusta todo de ti, hasta lo que me desespera, porque esa eres tú, es parte de tu encanto. Me gusta tu mirada, lo bien que te sabes expresar con los ojos, esos ojos que me dan la vida o me paralizan, según la ocasión. Adoro tu boca, aquella por la que salen las palabras más dulces que nadie podría imaginar, esa que cuando sonríe, nada más importa, y una increíble sensación de paz me invade. Cada día me rompo tan solo por provocar una de esas sonrisas, solo por sentirme culpable de ellas. Me gusta como gesticulas, esa manera de mover las manos tan tuya, las manos más dulces que jamás he tenido la suerte de que me rozaran. Me gusta cómo me miras, como me sonríes, como me tocas, pero nada tiene comparación a como me haces sentir, porque si siento es por ti. Por esa manera que tienes de darme la vida, de levantarme cuando todo se hunde, de hacerme sentir que puedo conseguir todo lo que quiera, esa forma en la que siempre estás conmigo, aunque no estés. Me gusta pasear contigo, poder disfrutar de tu compañía es el mejor regalo de la vida, sentirte, mirarte y darme cuenta que nada más importa, que todo lo que quiero, todo lo que necesito es ese momento contigo, me gusta sentir que nada puede salir mal si estas a mi lado, que tú eres mi mundo.  Eres tu quien me hace vivir, quien me hace reír, quien me hace mirar cada día como una nueva oportunidad de hacerte feliz, porque esa es mi meta, hacerte feliz. Tú eres mi razón de vivir, y hacerte feliz, corresponderte en todo lo que me das,  mi meta en la vida. Quiero pasar contigo toda la vida, y eso como poco, porque una vida a tu lado no sería suficiente. Tú eres mi amor, y quizá tengas razón, quizá sea cierto que últimamente no te he prestado toda la atención que mereces, pero a partir de hoy me asegurare que cada día sepas que te quiero, te lo prometo.