Sentir

Baja dejando un rastro de saliva por mis pechos, capturando un pezón y luego otro, mordiéndolos, paseando su lengua por ellos, serpenteando mientras los enreda en sus dientes.

SENTIR

Estoy absolutamente desnuda, ha ido deshaciéndose de cada prenda sin prisa, suave, lento, hasta dejarme expuesta, ante él, en medio de aquella habitación. Pasea sus ojos claros por mi cuerpo, mientras se relame y sube la vista hasta mi faz, que muestra para él todo mi deseo contenido, se acerca despacio y yo siento que no controlo bien mi respiración, mi pecho sube y baja agitado.

Sonríe lujurioso y hunde su cara en mi cuello, paseando su lengua por el lóbulo de mi oreja, por mi mandíbula, lo siento bajar  y chupa con fuerza, come mi cuello succionando, mordiendo,  hasta hacerme daño y gimo no tanto de dolor como de deseo. Mientras, su mano se cuela entre mis piernas...hunde su dedos en mi pubis y abre mis labios, liberando mi humedad para resbalar hasta mi clítoris, roza despacio ese pequeño punto una y otra vez. Empiezo a moverme rítmicamente jadeando nerviosa mientras su pulgar se instala en mi centro de placer y siento el dedo anular entrar en mí. Baja dejando  un rastro de saliva por mis pechos, capturando un pezón y luego otro, mordiéndolos, paseando su lengua por ellos, serpenteando mientras los enreda en sus dientes. Una de mis manos se hunde en sus rizos y la otra amasa su culo. Mi mano va bajando su cabeza despacio, lame mi ombligo, después aparta la cabeza para mirar la expresión de mi cara. Mis ojos  están oscurecidos, brillantes, entornados... mi boca húmeda, roja, entreabierta, la punta de mi lengua se pasea lamiendo la comisura de mis labios como si tuviera vida propia.

Se arrodilla ante mi cuerpo y siento como la humedad  de su lengua roza  mi coño y sus manos suben por la cara interna de mis muslos. Separa mis piernas con suavidad   y pasa el canto de sus manos por mi entrepierna dejando que se empapen para subir los dedos hasta rozar mi clítoris de nuevo y yo doy un respingo  ¡joder estoy tan caliente! Sus pulgares separan mis labios  mientras su calor me invade, su lengua húmeda se pasea por esa minúscula parcela de mí ser que domina mis sensaciones y lame suave metiendo sus dedos en mi carne, dejándolos explorar en mi interior. Desciende hasta que su lengua desaparece dentro de  mí y sus dedos juegan con la otra abertura.

Miro hacia abajo y me veo  de pie en medio de la sala con las piernas abiertas y sin apoyo. Con su boca apoderándose de mi coño, lamiendo y comiendo despacio mientras un dedo mojado se cuela en mi culo y me penetra. Sujeto su cabeza y gimo incoherencias, lo siento meter dos dedos y seguir follándome con ellos. Mis piernas flaquean a medida que el placer se apodera de mi razón,  gimo y le pido que me folle, lo siento entrar en mi acompasadamente. Su lengua en mi vulva, sus dedos en mi culo, su calor ardiendo entre mis piernas y sé que no puedo más, me tenso y sujeto su cabeza. Lo siento jugar en mi interior más y más y más fuerte cada vez hasta que me convulsiono y se me doblan las rodillas y una de sus manos me recoge, me sujeta mientras alcanzo el orgasmo. Las rodillas se flexionas sin querer y mi cuerpo cae, pero él lo sujeta y me coloca en el suelo boca arriba. Al abrir los ojos veo que está vestido, se quita la ropa, yo me siento para abrir sus pantalones, necesito comerla, chupar su punta ¡joder, la quiero tragar hasta la garganta! Pero me tumba de nuevo apoya la palma de su mano en mi abdomen y me niega con la cabeza. Protesto mientras lo veo sacarse el boxer y masturbarse, despacio, lento, sube y baja la mano por su polla mientras yo me relamo. Viendo esa estampa no quiero que me tenga quieta, no quiero que me sujete y lo agarro tirando de su brazo. Cae sobre mí.

-         Si no te estás quieta te ataré ¿Quieres que te ate? -Gruñe caliente y dominante.

-         Quiero que me hagas lo que  quieras ¿Quieres atarme? -Lo provoco, sé que lo está deseando.

-         Sí, -respira alterado- ... sólo si tú...

-         Átame, poséeme, fóllame, juega conmigo a tu merced. Quiero ser un juguete. -Me lamo los labios y noto que mi respiración se altera por segundos así como lo veo abrir un cajón y sacar unas cuantas cosas.

Se sienta sobre mí y estira mis brazos sobre mi cabeza, encierra mis muñecas en unas esposas suaves de color malva y pasa éstas por la pata de un sofá. Baja y me lame los labios, los muerde con suavidad y me regala su lengua húmeda y caliente, busca cada rincón de mi cavidad antes de salir mordiéndome con fuerza. Marcándome. Siento su polla dura y mojada frotarse en mi sexo, se aparta y la roza a lo largo de mis labios sin dejarla entrar, sólo rozarse hasta empapar su carne y dejarla resbalar en mi clítoris. Gimo, jadeo, gruño como una perra cuando lo veo jugar conmigo sin darme su verga, me relamo y quiero comerla, el me ve y sonríe.

Se aparta un poco y protesto, lo quiero dentro, lo necesito, cabeceo ansiosa y él se acerca silencioso. Entonces noto su mano recogiendo mi humedad y frotando mi sexo con la palma de la mano, despacio y suave mientras cierro los ojos y me retuerzo de gusto. Siento que me comienza a  follar con un vibrador, entra en mí a la vez que me masturba, yo jadeo y me estremezco, me muevo y tiro de las esposas gimo casi llorando y me relamo mirando su polla. Siento el vibrador entero dentro de mí en marcha y lo veo  trepar por mi cuerpo hasta agacharse en mi cara y ordenármelo, con voz de mando.

-¡Cómela, vamos, trágala entera!

Me sujeta la cabeza mientras la meto en mi boca glotona, él me guía metiéndola y sacándola, follándose contra mi boca hasta metermela en la garganta tan adentro como puede. Sin contemplaciones. Muerdo la base, sólo un poco y al sacarla atrapo la punta y la chupo con ansia mientras aprisiono el vibrador en mi interior y lo siento  llenarme. Contraigo mis caderas y mi pelvis en un intento por follarme a mí misma, sacudo mis muñecas y lo miro... se sonríe, me sabe desesperada, ansiosa, caliente.

Baja y se coloca entre mis piernas, saca poco a poco el vibrador para meterlo de golpe y yo me desespero, me da igual  todo ¡por favor, por favor! quiero que me folle, que me llene y golpee su polla contra mis enntrañas. Me retuerzo como una culebra y lo veo… Abre mis piernas por completo y las flexiona, separa mi culo y yo se lo ofrezco, en estos momentos estoy tan cachonda que no me importa lo que quiera. Entonces frota sus dedos en mi entrada y lo siento entrar en mi culo de nuevo.  Dos dedos dentro abriéndome, moviéndose en mí mientras con la otra mano mete y saca el vibrador. Apenas puedo  respirar.

-         ¡Fóllame de una puta vez! Por favor, por favor fóllame!

-         Te has ofrecido a ser mi juguete ¿recuerdas? -Y lo siento meter sus dedos y el consolador hasta el fondo.

-         Sí, de acuerdo, sí, hazme lo que quieras pero acaba, termina... ¡Dios sigue!

-         Buena chica. -Palmea con fuerza mi culo.

Deja el vibrador incrustado en mi coño y se lubrica, se lo que va a hacer, levanta mi culo y lo abre... lo saco cuanto puedo y siento su punta apoyada, empujando hacia adentro. Me penetra con la punta y siento un dolor agudo, sigue y para cuando me quejo.

-         Entra de una vez, fóllame, no pares ¡joder no pares!

-         Tranquila,schhhh… espera.

Acaricia mi abdomen y desliza su pulgar hasta el clítoris  mientras gimo casi llorando y me muerdo con fuerza los labios, tiro de las esposas, lloriqueo y se lo ruego.

-         Necesito mis manos, quiero arañarte, apretar tu culo quiero tocarte, déjame tocarte.

-         No, espera, no hay manos.

La mete del todo mientras yo empujo  hacia fuera y siento sus dedos frotándome mientras su otra mano me clava el vibrador hasta el fondo. Poco a poco va acompasando las embestidas de su polla y del juguete en mi vagina cada vez más. Un poco más.

-         Fuerte, más fuerte, más, más  ¡Hazme daño! Las esposas, mis manos. -Hablo de varias cosas a la vez. Enloquezco del todo  sin pensar lo que digo.

-         Las esposas se quedan. -Pasa las manos por mis pechos mientras enviste fuerte, aprieta mis pezones y los pellizca. Me duele. Me gusta.

Amasa mis pechos con fuerza antes de bajar las manos despacio, una a la cadera, marcando el ritmo y la otra mano  apoyándose en el juguete. Me monta, me llena, me posee, me domina y  yo me retuerzo como una culebra hasta contraerme . Lo incrusta en mi coño y comienza a cabalgarme salvajemente mientras el juguete permanece enterrado en mi cuerpo encendido. Lo siento chocarse en mi culo y me arqueo sin remedio, me convulsiono, grito, grito con desespero agitando mis muñecas enlazadas. Se está corriendose en mi interior con las uñas hundidas en mis caderas, agarrándome con fuerza, chocando una y otra vez y lo siento cubriendo mi cuerpo. Sale de mí y saca el vibrador a la vez... noto un gran vacío... en ese momento abro los ojos.

Me despierto.

Estoy en mi cama y él no esta, él no existe... tan solo existe en mi imaginación. Vive en mi cabeza, cada noche. Cada día. Me abrazo al bello cuerpo que tengo a mi lado  mientras pienso que no debería sentir eso y sin embargo  no puedo ni quiero dejar de sentirlo.