Sensual dominación 2
Un encuentro cara a cara
Hola amigos, me disculpo por la tardanza en la siguiente entrega de mi historia, es solo que para no extenderme demasiado, ahora cuento con mas de un sumiso en varias partes del mundo y mi tiempo de leer o escribir se ha visto reducido, espero les agrade este corto adelanto.
Estaba ansiosa, el día y la hora de la llegada de Carlos era inminente, las piernas y manos me temblaban, quería huir y al mismo tiempo permanecer esperando a que el timbre de mi casa anunciara el momento tan esperado, donde mi sumiso virtual se convirtiera en real, tangible, palpable...
Había solicitado unas cortas vacaciones en la clínica, para poder atender a mi esclavo como mejor me fuera posible y también para poder aprender al máximo lo que él me iba a enseñar, había dicho a mis amigos que saldría de viaje, para evitar visitas inoportunas y al portero que solo se permitiría el ingreso a quien se identificara con el nombre de Carlos, de lo contrario se me debía negar a todo el mundo, diciéndole a quien llegara en esa semana que no me encontraba en el edificio.
Dieron las 20 horas y el timbre sonó de forma estrepitosa, me tome mi tiempo para calmarme un poco, tomar agua y respirar hondo antes de abrir la puerta, sinceramente no quería que notara mis nervios.
Abrí la puerta con toda la calma de la que fue posible y ahí estaba el, parado… esperándome.
Sorprendido al verme, pues jamás le había permitido observarme por cam, se sonrojo, desvió su mirada al suelo y se quedó callado, yo no soportaba tanta tención, así que lo primero que se me vino a la cabeza fue decirle que siguiera, el ingreso y al atravesar el umbral de la puerta se incoó y guardo la posición que siempre le pedía yo cuando iniciábamos nuestras sesiones virtuales, La verdad no me lo esperaba y quede muda, petrificada porque tenía a alguien en mi casa que estaba tendido a mis pies, me tome un pequeño lapso de tiempo pensando que decir o cómo actuar en ese momento.
Me acerque de nuevo a la cocina en total silencio, sin quitarle la mirada de encima, esperando que el hiciera algo, pero permaneció inmóvil, como una estatua, serví dos vasos de agua, los lleve a la mesa de la sala, los deposite sobre la mesita de centro y me senté en una poltrona, realmente no sabía qué hacer, así que extendí el vaso con agua de manera tal que quedara en su campo de visión y le dije: - toma Carlos, debes estar sediento después del viaje. El miro el vaso con agua y con sus manos temblorosas lo tomo y lo bebió sin tomar respiro, tuvo el vaso en sus manos y me dijo: si me permite ama, ya sé dónde debe ir el vaso, puedo llevarlo? no comprendía esa petición en ese momento, pues sus primeras palabras fueron como música para mis oídos, y mi atención se centró en una de las palabras que pronuncio AMA… pero igual accedí a su petición, se levantó, lavo el vaso en el fregadero y lo puso en su lugar, manejo mi cocina como si la conociera de siempre… al terminar se acercó a mí y se posó al lado de mis pies, yo de forma instintiva levante las piernas y él se ubicó debajo de ellas y me permitió reposar mis piernas en su espalda. Realmente no comprendo porque hice eso, lo único que sé es que ha sido uno de los mejores momentos y con gran conexión, sin usar palabra alguna, en la que mi sumiso y yo nos hemos entendido.
Ya cuando descanse las piernas las retire de su regazo y le pedí que tomara la posición de recepción, le di permiso de hablar y le solicite que me enseñara que más debía hacer con él.
Subió su mirada, me miro a los ojos y dijo algo que jamás podre olvidar… - ama mía, el ser dominante está en su sangre, yo su humilde esclavo me encuentro a sus pies, esperando recibir órdenes que complazcan su voluntad, mi cuerpo, mi alma y mis finanzas le pertenecen, Disponga usted de ello. Yo quede pasmada, acaso tenía en verdad alma de Ama?
En poco les cuento más, por ahora quiero saber que opinan de lo que les e contado.