Sensaciones Olvidadas

Tenia la sensación que era observada, girándome disimulada a modo de ver de quien se trataba, cuando me gire hacia un gran ventanal de la estación, dando la espalda a un grupo de personas, me fije que en el fondo había un grupo de seis chicos, no pasando en edad de los 18 años...

Sensaciones Olvidadas

Hola, me llamo Susana, ante todo gracias a todos los que me habéis leído, sobre todo aun más agradecida a aquellos que me habéis escrito. Agradezco de corazón, que os haya gustado e incluso que os haya sido tan placentero, como a mí relatarlos (Comentaros, siento mucho que no os pueda contestar a todos, sois demasiados a satisfacer… aunque siempre pida mas).

Soy una ardiente chica de 22 años del sur de Andalucía (Sevilla), me voy a describir como soy, pues hace mucho tiempo que os lo digo (pues hay más de uno, que siguen preguntándome). Soy morena con cabellos, de ojos castaños, altura 1.75 cm., peso entre 70 Kg. (aunque algunos opinan, que estoy muy delgada), mis medidas 90 / 59 / 88 aproximadamente, bisexual, con unas nalgas muy bien puesta. Aunque se que me habéis pedido que acorte estas líneas, también os pido que seáis paciente, pues otros lectores me habéis pedido lo contrario (pero me tenéis que perdonar, que al menos me repita en mi prologo). Me definiría como simpática, extrovertida, atractiva e intrigante, una sin vergüenza integral, simpática, muy buena gente, bastante loca... Vamos una chica con la que se puede pasar un buen rato (para algo más, de 15 minutos). Me gusta salir de noche, hacer locuras, aunque me sea difícil de reconocer me gusta beber sin controlar, sobre todo si con quien acabo liada merece la pena, sin importarme el sexo (joder, quiero un hombre que haga gozar, estoy cansada de bocazas).

Me gusta conocer gente, descubrir cosas nuevas, divertirme, lo típico de una chica de mi edad (tengo una manera especial de ver la vida creo, que os habéis dado cuenta). Soy conciente que mi forma de vestir, me hace ser más destacable para ser manoseada, aunque no soy ni fetichista, ni exhibicionista, simplemente me gusta vestir de forma que realce mi cuerpo. He hecho cosas que ruborizarían a más de uno, pero he gozado haciéndolas de cada una, he disfrutado de lo lindo. Me considero muy joven, para no dejar de probar cosas, dicen que tengo un hermoso cuerpo (como decía mi abuelo, de pecado), me considero una mujer ardiente, de mente muy abierta, deseo ampliar mis experiencias y probar cosas nuevas. He de explicaros, que mis gustos en general, aunque lo niegue es la morbosidad que me produce, ser manoseada en publico, sentirme acariciada, siempre que sean lugares públicos (coño, es tal la morbosidad, que es difícil describirla, pero os la intentare relatar). Mis relaciones con los maduros, son puramente por morbo, aunque algunos lo maquillen, por la búsqueda del amor paterno (joder, menos palabrería, que sois unas niñatas, pues me han hecho disfrutar como verdaderos machos.

Joder aprender, si os ofendéis… os jodeis). No significa, que algunos chicos seáis menos amantes, sino que olvidan esos pequeños detalles, que lo importante no es como lo hacéis, sino que nos hagáis disfrutar. Dejar de pensar, mientras hacéis el amor con nosotras, pues paréis maquinas queréis que sea tan matemático, (joder, es que la jodeis cada vez que calculáis, cuando y como debemos llegar al orgasmos, ni tan siquiera lo sentís, cuando nos llega). Es para joderse, que cuando os desconcentráis perdéis vuestra erección, dejándonos a medias, y luego nos pedís volver a empezar (coño, como si fuera tan sencillo). Muchos de vosotros, pensáis, que entre vuestras manos tenéis la consola de la Game, joder que somos personas, que somos frágil y con sentimientos, que ha veces nos tratáis peor que a un animal, demostrar que nos amáis. Haber si sois más sensibles, que tenéis más ternura con el puto móvil, que con nosotras, y menos correr que ni sois Alonso, ni nosotras somos Hamilton. Antes de nada… os voy a comentar algo, referente a vuestros comentarios de mi veracidad.

Estoy un poquito hasta por no decir cansada de contestaros, que mis confesiones son ciertas (joder, que son reales), pues siempre intento hacer realidad mis fantasías, o por lo menos lo intento, pues busco satisfacer todo mis placeres, e incluso a veces hacer realidad algunos de los vuestros. Estoy un poquito bastante harta que me dejéis a medias, pues sois una panda de cabrones, que me dejáis mas caliente que al principio, con la necesidad de ir a buscar a alguna chica, que logre lo que un supuesto "macho" no ha podido, o sea que me pueda satisfacer. Lo primero me debo disculpar, pues no siempre puedo responder a todos los que me habéis mandado un email. También llevo cerca de tres semanas que no publico nada, no por que no tenga nada que publicar, sino por que entre la semana santa y la feria de abril me he cogido unas pequeñas vacaciones. Pero he tenido unas experiencias que os relatare en la manera de lo posible.

Os voy a contar algo que me ha sucedido hace un par de semanas, hacia un tiempo que no me ocurría este tipo de situaciones, pues como sabéis voy buscando situaciones, donde puedo llegar hasta a liarme hasta con tres tíos al mismo tiempo, sin importarme ni sus nombres (ni coño me importa), ni de donde son (como si son de su puñetera madre… con perdón), lo único que me importa es que me satisfagan, y eso dicen que es algo difícil. Bueno continúo, ha sido una situación de lo más humillante, pero en el fondo ha sido satisfactoria. Este echo como antes os he comentado, me ha ocurrido hace un par de semanas, cuando por motivo de trabajo me desplazaba desde Sevilla hasta un pueblo llamado San José de la Rinconada, donde debía de ir a tomar unas medidas a una refinería que había. Ese día cuando salí de casa, con la vestimenta de traje gris, formado por falda y chaqueta gris, camisa con bordados blanca, medias y mi ropa interior negra. Cuando llegue a la oficina me ofrecieron la obra, a algo que no rechace pero cuando llame a esta para poder desplazarme y tomar medidas, las horas no me parecieron nada bien pues podría coincidir con la feria de abril, por lo que quede con el ingeniero y el dueño de la refinería en esa misma tarde.

Sobre las cinco de la tarde salí de mi oficina, desplazándome hacia la estación de tren de Santa Justa con la intención de comprar mi billete de ida, para más tarde bajar por las escaleras mecánicas hasta el andén, que me correspondía coger mi cercanía. Una vez estuve en el andén a la espera de la llegada de este, revise el maletín de trabajo y tras llegar este, me metí en un vagón que por cierto no había mucha gente, sentándome a modo de poder descansar hasta que llegue. Tras tres cuarto de hora de viaje, llegué a mi destino el cual el transcurso del viaje fue de lo mas aburrido (joder, ni tan siquiera se me acerco una mosca… panda de maricones). Continuo, una vez me dirigí hacia la refinería hice mi trabajo (joder, calcule la estructura que debía de diseñar, replantee el lugar de la estructura, hice mis mediciones y los posibles ubicaciones si mi jefe no acepte), nada mas acabar y antes de marcharme, muy amablemente me invitaron a tomar algo, que no rehusé por cortesía. Continúo, una vez finalizado mi trabajo allí, me dispuse a regresar dándome cuenta lo tarde que se me había echo, por lo que me dirigí a la estación rápidamente, compre mi billete de regreso y me dirigí hacia el anden, a modo de hacer tiempo me coloque mis auriculares.

Tenia la sensación que era observada, girándome disimulada a modo de ver de quien se trataba, cuando me gire hacia un gran ventanal de la estación, dando la espalda a un grupo de personas. Me fije que en el fondo había un grupo de seis chicos, no pasando en edad de los 18 años ninguno de ellos, por sus ropas me di cuenta que deberían de ser de alguna escuela taller (joder, no solo por el logotipo, sino por ser ropa de trabajo, de esas que acogen a los mas desprotegidos… ojo, no he dicho desechos humanos). Mientras continuaba observando estos diablillos y ellos a mí, me fui fijando en cada uno de ellos, el más alto y no me refiero por la edad sino por la altura, era un chico delgado de color el cual llevaba gafas de sol circulares, aunque por la hora que era como que no pegaba. Dos chicos más eran de aspecto sudamericanos de aspecto normalito, uno payo (o sea como yo), y los dos últimos de etnia gitana, estos por su aspecto daban miedo, se notaban que no han tenido de haber tenido una adolescencia agradable, sino más bien dura. Bueno sigo, nada mas llegar el cercanía entre en el vagón más cercano a donde yo estaba, siendo casualidad que este era el último, nada dentro me situé casi al final sentándome.

Nada mas comenzar el trayecto, me di cuenta que estos chicos se habían separado… la causa la ignoro, pero un par de ellos se habían situados sentados delante mía un par de metros, no dejando de mirar mis piernas a modo de que en algún descuido pudiera mostrarle mi entre piernas. Os debo reconocer, que la situación me estaba calentando y de que manera. Durante el trayecto, me di cuenta que en cada parada bajaban menos que los que subían, llenándose este y de que manera. Prosigo, en una de las paradas subió una chica la cual estaba embarazada, la cual se quedo de pie junto a la fila de asientos ocupados por personas, las cuales ninguna le ofreció su sitio (Joder, eso me sentó como una patada en el coño, perdonadme mi vocabulario). De donde yo estaba llame a la chica, haciéndole señas para que se acercara hasta donde yo estaba, la cual cuando estaba esta delante mía le ofrecí mi asiento, la cual me lo acepto muy contenta (la verdad, es que la chica me ponía, se le veía una cara muy angelical, seguramente la habían dejado embarazada a la primera, como nada mas verla deseaba besar sus labios… me callo que me pierdo). Levantándome me dirigí hacia el fondo del vagón, colocándome casi enfrente de la mampara de este, aprovecho aunque la hora apenas lo permite en observar el movido paisaje.

Poco a poco fui ausentándome, tanto por la musiquita que salía de los auriculares, como del traqueteo del vagón con los raíles. Pensaba, que cuando llegue a casa nada mas abrir la puerta me dirigiría al cuarto de baño, mientras me iba desnudando par introducirme dentro de la ducha y dejar que el agua caliente caiga por mi cuerpo, dudaba entre llamar a mi chico o a una buena amiga mía, a modo de que uno de ellos me acompañara. En un momento dado, un tremendo empujón me saco de mi trance… proteste (coño, como para muda menudo empujón recibí). Antes de girarme mire el reflejo del ventanal, observando la inmensa masa de gente que había en el vagón, era tal la aglomeración que sentí un poco de miedo por recuerdos del pasado (joder, por accidentes por culpa del exceso de pasajeros). Aunque proteste en más de una ocasión, no dejaban de empujarme e incluso empujaba mi cuerpo hacia atrás, cediendo poco a poco sin poder hacer nada. Y aunque a modo de protesta, llegue yo incluso a empujar hacia atrás, encima fui reprendida por mi acción aparte de algún comentario, abucheo y reprimendas de la gente que había detrás mía (coño, encima tuve que aguantar como algún desconocido, refregaba su bulto contra mis nalgas). No supe que tiempo había transcurrido, desde que me desplace al fondo a los empujones recibidos, pero se hicieron tan incesantes que me encasillaron entre la multitud (coño, ya sabéis poquito a poquito, al final como si fuera una pieza de una estructura, me ubicaron entre la gente).

De algunos comentarios más subido de tono que otros, pude escuchar que se debían a algunas personas, que pretendían llegar al fondo del vagón sin importarle el como, la cuestión era que precisamente no se trataba de uno, sino precisamente de mas de uno por no deciros de un grupo de incontrolados. Continuo, joder no solo sentía la humanidad entre tantos pasajeros, sino el calor de los transeúntes de alrededor mía, tanto que creí que estaba en el interior de una lata de sardina, en vez de un vagón de persona. Comencé a sentir, como me fueron transmitiendo tanto el calor de sus cuerpos, como ese apestoso y nauseabundo e inaguantable olor personal (o sea a tigre… joder, olía el sudor de tantos cabrones). Sentí hasta arcadas, pues si me giraba hacia la izquierda, introducía mi rostro en su sobaco (joder, os daréis cuenta de lo pegados que estábamos). Del cual desprendía tal olor que apenas os puedo especificaros lo que sentí, pero lo que si os puedo decir es que me sentía mareada, por no decir drogada, por culpa de ese olor tan nauseabundo. Con el paso de los minutos deje de protestar, dejándome hacer es decir me dejaba empujar, pues me di cuenta que mis protesta servían de poco, por no explicaros que no servían para nada. Aunque me di cuenta, que algunos pasajeros deberían de estar peor que yo. Tenia que mentalizarme, que durante el transcurso de todo el viaje, me debía de convertir en toda una sumisa, pues de lo contrario se me haría muy largo.

Sabia que los empujones no cesarían hasta que no bajaran de una puta vez la mitad de los pasajeros (joder, no pretendía que creyeran que podrían hacerme, pero que podría hacer sino pretender, que se me hiciera lo mas corto posible). Pero en un momento sentí una sensación extraña aunque no desconocida, note como si las yemas de unos dedos rozaran mis nalgas, a todo lo largo de mis nalgas muy despacio, con suavidad y con dulzura (joder, no os voy a negar que no me gusto, pero joder no era el momento). Aunque me gustaba esa sensación, no podía dejar que continuara pues podría entender que me gustara y dar motivo para que pudieran continuar. Mi primera reacción fue querer girarme y poder reprender a este canalla, pero me fue imposible no pude, me encontraba tan encasillada entre la gente que apenas gire ni tan siquiera un milímetro, rehusé mi intención para intentar caminar hacia atrás, siguiendo mis pasos pero me fue imposible, pues sentí como si alguien me frenara (joder, daba la sensación como si detrás de mi, alguien evitaba que me moviera). Por lo que eche una de mis manos hacia atrás, a modo de poder echar a este incluso, pues con la otra no solo me sujetaba a la barra de sujeción, sino que también a modo de un malabarista intentaba que tanto mi bolso como mi maletín no se cayera, pues este contenía un portátil y aunque no era mió, quería evitar que lo robaran o que le hicieran algo.

Me asuste muchísimo, no supe que hacer y menos como actuar, comencé a tener miedo y este iba en aumento, pues comencé a sentir como estos dedos se desplazaban por mis nalgas, acabando siendo remplazados por una mano, la cual manoseaba mis nalgas a sus anchas, de modo como si se tratara de una bolsa de algo. Rápidamente dirigí mi mano hacia esa mano intrusa a modo de espantarla, pero no solo note como me la apartaban sino hasta notar como me la sujetaban por mi muñeca presionándome fuertemente. Aunque miedo fue en aumento, intente que el pánico no se apoderada de mi, pero me era difícil. A un mas, cuando note la desnudes de una mano sobre mi muslos, sentí como si una descarga eléctrica recorriera toda mi espina dorsal, acabando por transformarse en un calor tan inmenso, que me creí derretir comenzando a sudar. Creí que allí mismo estos dos canallas me manosearían a su antojo, me vi a mi misma poseída por estos dos intrusos, pues mientras unas de las manos amasaba mis glúteos como si se tratara de amasar pan, la otra acariciaba mis muslos desde mi cintura hasta donde podría llegar la longitud de su brazo, por encima de mis medias.

Sentía como esa mano descendía por mis muslos, para ascenderla por la parte interna de estos, sintiendo su mano como la iba introduciendo con tal descaró, por debajo de mi falda hasta mis nalgas, para volver a repetir tal operación haciendo sentir muy a mi pesar, humedecer mi vagina. E n un primer momento pensé en reprender a estos sinvergüenzas, pero en susurros le pedí que por favor lo dejen, volviéndoselo a repetir pero esta vez casi gimoteando aunque mas parecía que estaba gimiendo, sentía como el primero continuaba magreando mis nalgas en silencio, sentía como una de sus manos manoseaba mis nalgas ampliamente. Minutos después volví a pedirle que me dejaran, llegando a ofrecerle hasta dinero, sorprendiéndome su respuesta pues el silencioso me contesto, pues me dijo que lo daba por echo ya que de todas formas lo cojeria. Joder, el tono de su voz me pareció de lo más juvenil, llegando a pensar que se debía de tratar de un hombre joven, en vez de un hombre maduro.

Harta de sus manoseos, pues fui dándome cuenta que por culpa de mi dejadez, note como ya no se contentaba con magrear mis nalgas con una mano, sino que la otra le acompaño siendo ya tal descarado, que sentía como las acercaba a la unión de mis glúteos, pasando sus dedos a lo largo de todo mi ano por encima de mis braguitas, las cuales las sentía ya bastante encharcadas por mi zona vaginal. Cuando quise reaccionar, le comente en plan borde (como algunos habéis comprobado), que sino dejaban de atosigarme gritaría a modo de llamar la atención pidiendo socorro, a modo de mas tarde denunciarles por intento de violación. Mi tono de voz fue en todo momento firme, amenazante a modo de ser de lo más creíble. Pero joder, el muy cabron salio de su silencio, me respondió de la misma manera que yo le hable a el, al tiempo que note su cuerpo pegarse al mió. Sintiendo como el muy cerdo, como no solo pegaba su erecto bulto a mis nalgas, sino que comenzó a refregarlas, y cuando quise reaccionar intentando luchar contra ese acoso, sentí como un pinchazo en mi costado… sintiendo algo de dolor.

Os lo juro, me quede helada no supe reaccionar, quería salir de allí pero como salir (coño, no veis por ayudar, voy a salir seguramente mal parada), sabéis con ese pinchazo había comprendido que en cierta forma me tenia, en mi cabeza pasaba la idea con que coño lo había echo… un punzón, una jeringuilla o quizás una navaja. Me saco de mi trance al escuchar de nuevo su voz, me comento que dejara de gimotear y de protestar, que por mi bien debería de mostrarme más comunicativa, a no ser que me haga callar de alguna manera que seguramente no quisiéramos ninguno, y de mis efectos personales mejor que piense mas en mi, pues todo dependería de cómo me dejara llevar, y como tratara a sus amigos. Joder, me di cuenta que estaba perdida, que debían de ser mas de uno, por lo que aparte mi mano aceptando mi nueva situación. Dirigiéndola hacia delante, dándole a entender que había aceptado sus proposiciones. Comencé a notar como a uno de los chicos, su respiración acelerada muy cerca de mí, e incluso los latidos de su acelerado corazón, posible causa los manoseos que me estaba dando. No solo sentía sus manos en mis nalgas, sino llegue a notar como se pegaba a mi llegando a notar su miembro cerca de mis nalgas, en segundos comenzó este a intentar subirme la falda, mientras manoseaba mis nalgas notaba sus dedos como si estuvieran tocando o marcando algo, y lo que estaba haciendo era subir la tela de mi prenda.

Que humillación, sentía unas manos en mis nalgas y otras en mis muslos (en uno de mis piernas, sentí descender mis medias). En voz baja le comente que por favor me dejaran, pero todo era en vano, cuando creí que a peor no podría ir, sentí la presión de unas manos sobre mis pechos, bajando la vista pude ver claramente que se trataba de unas pequeñas manos, la cual me manoseaban con todo descaro. No se que tiempo se llevaron, pero cuando este abandonaban mis pechos otras manos ocupaban su lugar. La verdad es os debo admitir que si al principio me molestaban, con el paso de sus caricias sobre mis pechos, los sentía endurecerse… y nos os cuento mis pezones. Os juro que me sentía humillada por unos, vejada por otro pues eran ya tres chicos los que estaban abusando de mi cuerpo. Mientras uno estaba detrás de mí, manoseando a gusto mis nalgas, el segundo acariciaba mis piernas y un tercero estaba con mis pechos, donde poco a poco había comenzado a desabrochando algunos botones, para mas tarde tirar de ellos hasta romperme la camisa. E introduciendo sus manos dentro de esta, sintiendo sobre mi piel el tacto de sus toscas manos, no muy grande pero si húmedas y caliente, con las mismas necesidades como la de cualquier hombre adulto.

En ese momento quise llorar, pero no se que me detenía a hacerlo. Aparte no sabía cuanto tiempo había transcurrido, desde que nos montamos hasta ese momento, pero deseaba que pasara lo más rápido posible, e incluso deseaba que llegáramos ya o que en un momento dado, en cualquier parada se bajaran todos los pasajeros. Mientras me mostraba "muy" a mi pesar, de lo más entregada mientras me sujetaba fuertemente con ambas manos a la barra de sujeción, me sentía invadida de manos por todo mi cuerpo. Notaba como mi falda se encontraba prácticamente reliada en mi cintura, mis piernas semi abiertas a su antojo (joder, uno de los cabrones me habían bajado una de mis medias, la había dejado en mi tobillo). El chico con que comenzó esta pesadilla, notaba sus manos sobre mi piel, y eso que en un principio me manoseaba por encima de mis prendas, sentía como me pellizcaba. Otro de los chicos, se contentaban con acariciar mis piernas, algo que en verdad os juro que me gustaba, pues precisamente fue el quien había comenzado a calentarme. Por el numero de manos que había en mis pechos, deduje que eran al menos dos chicos los que manoseaban mis pechos, el cual sin decir palabra alguna había sacado mi camisa del interior de mi falda, notando como las palmas de unas pequeñas manos acariciaban mis hombros, al tiempo que de otras unos diminutos dedos, se encontraban liados en la liberación del broche de mi sujetador, el cual se encuentra entre mis senos o sea en la parte delantera, para en segundos lograrlo y soltar mis pechos (joder, me asombre muchísimos, pues hay chicos que ni lo logran).

Nada mas sentir el aire caliente, de la agitada respiración de uno de ellos sobre mis pechos, llegue a pensar que me desnudarían allí mismo (ostia, por un lado me atraía la idea de ser manoseada por varios, pero por otro lado senita pánico). Bueno que me pierdo, continuo, el chico que estaba detrás de mi, continuaba con una de sus manos entre mis piernas, rozando mis orificios e incluso llegando a frotar mis labios vaginales, haciéndome sentir tal satisfacción que llegue a humedecer mis braguitas con mis flujos, sintiéndolo en sus propios dedos, llegando a soltar comentarios obscenos sobre mi (coño, me llamo perra en celo, entre otros insultos). No os puedo negar que la falta de delicadeza por parte de este chico no me gustara, pues en un momento dado sentí como una de sus manos mientras la otra continuaba magreando mis nalgas, comenzaba a tirar de mis braguitas hacia abajo hasta dejarlas a medio muslo, para mas tarde notar como desde atrás sentí como alguien (y no era precisamente este chico... Coño, lo se perfectamente pues sabia donde tenia sus manos). Continuo, sentí como volvían a tirar de mis braguitas, primero de un tirón para acabar de quitármelas de un pisotón, hasta lograr quitármelas por completo.

El chico había comenzado a introducir su mano por mi entrepierna, sentía como su peluda muñeca rozaba mis nalgas, joder hasta notaba como el reloj de su muñeca rozaba mi ingle, haciéndome sentir cierta satisfacción, quizás podéis pensar que soy masoquista, pues aunque notaba más dolor que goce al principio, este fue convirtiéndose en satisfacción después. Mientras sentí como sus dedos habían comenzado a penetrar mi orificio anal sin haberlo dilatado antes, no me quedo mas remedio que dejarme hacer fui de lo más sumisa, e intruso sin poderlo evitar se me escapo varios quejas, que creo que algunos lo tomaron por gemidos. En minutos sentí, como ya no era un dedo sino hasta dos los que se encontraban penetrando mi orificio, sentía la brusquedad de sus dedos ásperos, de esos nudillos que me hicieron morderme mis labios, por evitar que escucharan que estaba gozando (joder, la tremenda satisfacción que me estaba haciendo sentir). Me los introducía con violencia, haciéndome que soltara algún que otro quejido, sentí como un nuevo intruso comenzaba a tocarme mi pubis para ir descendiendo hasta mi vagina, acariciándome con cuidado como sino quisiera hacerme daño para continuar a frotar mi vagina, e ir jugueteando con mis labios vaginales, sintiendo un nuevo orgasmo.

Joder, os lo aseguro me encontraba llena de manos, y todas ellas desconocidas, cuando creí que se quedaría en eso, en un manoseo contra mi voluntad. Sentí como un extraño objeto comenzaba a introducirse entre mis muslos desde atrás, rozando mis nalgas, no era muy grande pero si estaba húmeda y caliente, evidentemente supe de que se trataba. Fue alojándose entre mis glúteos, aprovechando la húmeda seguramente por sus propios fluidos, comenzó a frotarse simulando que me penetraba muy despacio. Note como sus manos las poso sobre mi cintura, a modo de poder marcar sus movimientos (cabron, se estaba masturbando con mi cuerpo). Notaba como su miembro se paseaba entre mis muslos, como se tallaba recorriendo mi ingle, aunque por su pequeño tamaño (joder, le media unos 15 cm.). Sentía como pasaba por encima de mis orificios, como se frotaba sobre mi orificio anal al pasar hacia mi orificio vaginal, como sentía como se introducía entre mis húmedos labios vaginales, sintiendo no solo su calor sino deseando que me penetrara, el muy cabron fue transmitiéndome unas ganas locas de follar. Por un lado me sentía sucia, pues estaba gozando y por el otro la humillación que estaba siendo sometida, me hacia pensar en lo peor.

La verdad es que ya no sabia ni donde coño me encontraba, pues con mis pechos al aire siendo estos chupados, lamidos, arañados y hasta mordisqueados. Otro de los chicos, se encontraba al lado mía mientras una de sus manos me masturbaba, frotaba e introducía sus dedos dentro de mi vagina, e intruso el muy bastardo aprovecho las apariciones de esa cabezota rojiza entre mis muslos, para presionarla sobre mi orificio vaginal con el resultado que me la introducía, teniendo que cerrar mis ojos pues tuve un inesperado orgasmo. Pero se notaba la inocencia del chico, pues aunque parecía temible era de lo mas inocente por que no mas penetrarme, en segundos la sacaba con rapidez. Este chico que vi sorprendida, pues se trataba de unos de los chicos del grupo de la estación, era uno de los gitanillos, el cual colocándose de manera que una de mis piernas estuviera entre las suyas, comenzó a frotarse contra ella, sentí como su miembro el cual estaba fuera, se frotaba una y otra vez. Sintiendo nuevamente el dolor al ser nuevamente penetrada, deje caer sin querer evitarlo el bolso y el maletín, culpa fue al resbalar estos por la suavidad de la camisa, uno de los chico me comento que lo dejara en el suelo, que no me preocupara por ellos. Tras hacerle caso, sentí una y otra vez sus embestidas en mi orificio vaginal, al tiempo que sentía como mi orificio anal era penetrado, al tiempo que comencé a dar pequeños quejidos, pues estaba gozando (joder, hacia tiempo que no me pasaba estas sensaciones, normalmente cuando me ocurría fueron causadas por hombres mas mayores).

En ese momento note sus descargas chocar contra mis nalgas primero, para continuar por echar sus líquido caliente por mis muslos, sintiendo la viscosidad de estos al tiempo que se diluyan por mis muslos hasta el suelo. Por fin se vino, pensé el muy hijo de puta llego a su fin (gitano de mierda, no dejaba de comentarme que cerrara mis muslos, a modo de poderme pringar mas aun), al tiempo que los chicos latino colocados cada uno a mi lado. Había comenzado a masturbarlos con las manos, mientras uno de ellos me cogia por una de mis muñecas, tirando de ellas hasta dirigirlas a su entre pierna, hasta notar mi inocente mano el tacto de su pequeño miembro. Comenzó este primero a restregar mi mano contra su miembro, para aprovecharse contra mi voluntad, a "sin quererlo" a masturbarlo, mientras me sujetaba fuertemente por la muñeca marcando el ritmo, y unos minutos de movimientos rítmicos (joder, ya sabéis los típico movimientos de subir y bajar sus prepucios), hasta llegar a lo inevitable… venirse. Finalizando con este chico latino, repetí la misma operación con el otro, con el resultado que se habían corrido sobre mis muslos, sintiendo su caliente néctar y sobre todo en mis manos llenas de sus líquidos, sin poderme limpiar con nada (joder, niñatos de mierda).

Había perdido el rumbo, pues ni siquiera recordaba cuanto eran, recuerdo que llegue a pensar que por fin habían acabado, cuando un chico de color se colocaba delante de mi, recuerdo su miraba y sobre todo su gran sonrisa… irónica. En ningún momento este se encontraba cortado, y aun menos temeroso, la verdad ignoraba sus pretensiones pero no era muy difícil adivinar sus intensiones. Rápidamente pensé que el trayecto de ida duro unos 45 minutos, que con un poco de suerte habría pasado al menos media hora, por lo que no creo que en 15 minutos puedan hacer mucho mas (coño, aunque chicos siempre alardeáis de ser buenos amantes, y luego sois una mierda, pues e incluso algunos os corréis con solo desnudarme). Coloco sus manos sobre mis pechos, recorriéndolos para finalizar en mis pezones, el cual agachándose sobre ellos se los llevo a su boca (Dios, que bueno), el muy cabron sabia hacerlo muy que muy bien, pues sentí como tenia una lengua de lo mas sensual, no solo chupaba y absorbía mis pezones sino los mordisqueaba con sus labios, produciéndome un nuevo orgasmo. Cuando noto que seguramente me vine, se retiro para colocarse detrás mía (ostia, que verdad es, que los chicos de color poseen algo que los diferencian). Pese a su corta edad, note que poseía un pedazo de manguera que mas quisieran mas de uno, coño menuda dimensiones.

Cuando note como algo bastante grueso se introducía entre mis muslos, pensé en darme la vuelta y tirarme sobre el. Comenzó como los chicos gitanos, a frotarse entre mis piernas, e incluso baje la vista observando sorprendida aquel ejemplar (como coño, un niñato de su edad tenia eso… Joder). La veía salir y a los segundos desaparecer, su intención era bastante evidente de masturbarse solo con mi entre piernas, se le notaba que no quería penetrarme. Sentía como esa barra negra caliente, pasaba por mi ingle, sentía como rozaba mis orificios, tuve que morderme los labios por evitar gritar de gozo… de placer. Joder, sentía como disfrutaba sus gemidos, sus murmullos en mis oídos, cuando mejor estaba disfrutando una presencia me hizo abrir los ojos, despertarme de mi letargo, me sorprendió ver como uno de los chicos gitanos se colocaba delante de mía. Fijarme como dirigía una de sus brazos hacia mi entrepierna (coño, no supe de sus intenciones en ese momento), pero cuando volvió a sobresalir la cabezota sonrosada del chico de color, recuerdo como el chico gitano con la palma de su mano la presionaba fuertemente contra mi orificio vaginal, con el resultado de lo inevitable aunque deseado penetración de su miembro en mi interior.

El chico le devolvió el favor, pues si con solo notar como esa cabezota se introducía entre mis labios vaginales hasta introducirse en mi vagina, escuchaba el chapoteo en cada penetración, comenzó sus embestidas al principio despacio marcando el ritmo. Sintiendo como a golpe de su pelvis contra mis nalgas, sentía como se iba introduciendo en mi interior hasta su totalidad, haciéndome soltar mas de un gemido de placer (dios, como me hacia gozar, el negro de mierda). El muy cabron, en vez de sacarla continuaba con sus embestidas, arrancándome un par de orgasmos ante la atenta miradas de sus amigos. Deseaba que se viniera, pero como se notaba que ese no era mi profesión (la de ver el futuro… joder que luego pensáis que soy una zorra), pues note como me la sacaba llevándose impregnado en su tronco mis jugos, para continuar de nuevo con su frotamiento por mis nalgas, al tiempo que note sus manos fuertemente presionar mi cintura hacia abajo, para primero presionar mi conducto anal, para mas tarde ir introduciéndose por mi dilatado orificio anal, sintiendo como se introducía no solo esa cabezota en mi interior, sino ese monumento de tronco, comenzando a acelerar sus embestidas. Sentía como el hijo de puta disfrutaba, pues en vez de continuar dentro, me la sacaba una y otra vez para volver a penetrarme, sin compasión ante las sorprendentes miradas de sus amigos.

Pero lo que mas sorprendida me resulto, fue que estaba siendo observada por algunos pasajeros de mi alrededor y que estos no hacían nada por evitarlo (ostia, eran testigos presénciales de una posible violación, y los muy cabrones no hacían nada por evitarlo). Los comentarios de los chicos, recuerdo uno de ellos pues me soltaron, que de tener mas tiempo y espacio, me hubieran echo arrodillar y no penetrar mi boca sino obligarme a chupar sus penes, hasta acabar en mi boca (coño, a día de hoy con solo recordarlo, no puedo evitar llevarme una de mis manos al interior de mis braguitas, masturbándome hasta alcanzar mas de un orgasmo hasta satisfacerme). Continuo, la verdad aunque sea difícil de creer por no decir imposible, es cierta mi historia. Cuando me sentía poseída por un numero de manos, las cuales os digo que me era ya difícil de diferenciar, que no había parte o sitio de mi cuerpo que no había sido manoseada y magreada, que me habían abierto completamente la camisa, me habían arrancado el sujetador y mis pechos eran dueños de hasta dos bocas, las cuales chupaban y mordisqueaban, sentía sus babas diluirse por entre mis pechos. Tanto mi cuello como mi rostro había sentido la sensación de una piel joven, y mis orificios habían comenzado a ser penetrados por sus dedos, mas salvajemente alguno que otros.

Pero lo que mas increíble me resulto fue que cuando comenzábamos a entrar en la estación en vez de aligerar su abuso, continuaron como si tuvieran todo el tiempo del mundo. Continuaban penetrándome ante la atenta mirada de algunos pasajeros, e incluso hubo uno que me estaba grabando con su puto móvil (joder, como lo cuelgue en internet menudo marronazo). Nada mas acabar sentí sus líquidos llenar mi orificio anal, sin decir palabra alguna fueron desapareciendo de la misma manera que aparecieron, dejándome allí semi desnuda, en ese momento cuando algunos pasajeros (cabrones… hijos de puta), comenzaron a acercarse hacia mi, mostrando su ayuda a levantarme a arreglar mis ropas, ahora mostraban su impotencia previa a no poderme ayudar. Nada arreglar algo mis ropas, me dirigí hacia la salida y desde aquí en dirección hacia las escaleras mecánicas, hasta los servicios a modo de poderme asear en la manera de lo posible, para luego salir y dirigirme hacia un centro sanitario, donde no solo puse la oportuna denuncia por agresión sexual y posible violación, sino por hacerme las pruebas por las posibles infecciones, pues siendo chicos de la calle me podrían haber pegado alguna infección (ojo, las de embarazos precisamente no, pues estoy mas que segura por no decir imposible el quedarme embarazada).

Lo que mas me molesta y me duele, es que a día de hoy se que estos niñatos permanecen libres en la calle (mierda de política). Estos chicos se aprovechan que por ser menores de edad, saben que contra ellos el estado no puede hacer nada. Os digo mas, ante de ayer Lunes los vi a todos, si a todo y a cada uno de ellos. Están dando un curso de integración y de aprendizaje, en las naves pertenecientes a C.C.O.O., en la avenida de la Raza, y lo se por que los vi salir de dicho local, con su uniforme del curso, esos pantalones y chaquetilla azul con el logotipo a la espalda. Pase cerca de ellos sin poderlo evitar, sentí pánico pues no quise que ellos me vieran, pues ignoro lo que me harían, aunque os admito que en el fondo de mi ser deseaba que lo hubieran echo, sobre todo el chico de color pues sentí como mi vagina se encharcaba… por que coño seria. Bueno ante todo, debo deciros referente a los comentarios de mi forma de explicaros mis historias. Que si mi escritura, no esta bien redactada, que apenas es legible, que tiene dificultad a la hora de leer o incluso que da mal sentido, a la hora de explicar los placeres obtenidos o sentidos. Lo siento enormemente, pero intentare redactaros lo mejor que pueda mis experiencias, me cuesta a veces escribir todos mis sensaciones, pues el plasmarlas creo que es lo mas difícil. Espero que os haya gustado, si queréis que siga contaros me lo comentáis pues me gusta mucho recibir vuestros email.

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