Senos: Primera Parte.
En esta compilación de capítulos. El protagonista cuenta su fetiche con los "Senos" de sus distintas novias, amantes etc... Como busca maneras de satisfacer su afición por los pechos femeninos. Otra oda, pero solamente a los Senos.
Tengo una maldita obsesión, muchos tenemos la misma. Algo que a mí me gusta mucho son unas buenas tetas, grandes, resueltas, glotonas, y muy BIG.
No era un tipo muy apuesto, pero me defendía muy bien.
Tenía encanto, y sabía escuchar, y algunas otras cosas que aprendí viviendo con 3 hermosas mujeres, mis hermanas.
Tenía lo alfa, y una sensibilidad desarrollada, leve, pero suficiente para comprender porque ellas tenían algunas conductas que no compartía. Era tan sencillo como saber escuchar, pero escuchar de verdad, no sabes cómo te lo agradecen. Volvamos con la obsesión.
Me busqué mujeres con grandes delanteras, y que fueran picaronas. La verdad es que una mujer con grandes pechos siempre, siempre te va a permitir jugar entre ellos. Restregar tu cara entre medio de ambos pechos. Lamerlos, olerlos, respirar, poner tus manos, acariciarlos delicadamente, y palpar como se van erectando los pezones.
La primera se llamaba "Roxana" tenía una tez morena, ojos cafés, senos prominentes, una cintura exquisita, y un trasero redondo que me encantaba nalguear. Medía 1,60, yo, 1.86. Me gustaba que fuera chiquitita, y manejable.
Nunca tuve sexo tradicional con ninguna de ellas, no quería eso de una mujer, quería solo cogerme sus senos y venirme en sus caras. Por lo tanto, mis relaciones no tenían mucha duración. Nunca me importó, y yo solo necesitaba satisfacer mi fetiche.
Intenté cogerme a Roxana alguna vez, pero se me ponía blanda.
Trate de darle por el culo, pero seguía siendo el mismo sentimiento. No se me paraba.
Sin embargo, cuando ella sacaba sus gloriosas tetas, yo caía de rodillas a sus pies, subía lento, lamiendo su vientre desnudo, hasta perderme finalmente en las tetazas.
Solía pasar horas lamiéndolas, apretándolas, y pasando mi lengua por todos los contornos redondos. Luego, acostaba a Roxana completamente desnuda en la cama, le echaba lubricante entre medio de sus senos, y metía mi pene. Ella agarraba sus grandes pechos y los apretaba alrededor de mi pene que entraba vibrante, y mojado. Miraba su cara, y la lengua que chocaba con la cabeza de mi miembro. Jugueteaba ahí por varios minutos.
Roxana era toda una show-Woman y gemía, lamía, apretaba mas las tetas, y yo me sentía venir, acababa, acababa en sus pechos, y en su boca.
¡Roxana! Aun la recuerdo. Le excitaba que le follara los senos.