Semen en mi boca y en mi culo.

Sentí la cabeza de su verga en la entrada de mi culo. Por primera vez me la iban a meter por ahí. Mi primera vez.

…Y aunque mi novio no lo supiera, me sentía mal por serle infiel. Debía compensarlo.

Llegó la noche. Me fui a la computadora con la excusa de hacer tarea. Haría tarea pero también investigaría sobre sexo. Quería complacer a Rafa de una manera diferente.

Mi tía estaba en su cuarto viendo la novela. Mi hermana en nuestro cuarto, haciendo tareas. Sabía que de un momento a otro podrían pasar por donde yo estaba. Debía tener cuidado.

Abrí el explorador. Nunca había usado la PC y el internet para otra cosa que no fuera ver porno.

Tecleé: “¿Que les gusta hacer a los hombres en el sexo?”

Abrí la primera página. Había muchas respuestas de hombres y mujeres. La mayoría de las respuestas eran:

-A mí me gusta que me la chupen.

-A los hombres les gusta que se la chupen.

“Yo eso se lo hago, quiero hacerle otra cosa.” , pensé. Entró mi hermana a la sala y pasó por un lado mío. Iba hacia la cocina. Tuve que minimizar la pantalla. Abrí otra página de internet y me puse a buscar la tarea. Mi hermana tardó un poco más de 10 minutos. Regresó al cuarto. Me dijo que dormiría.

Vi que eran casi las 10pm. Mi tía ya no tardaría en venir. No me arriesgué a seguir buscando, me puse hacer la tarea. Y a los 10-15 minutos, entró mi tía.

-¿Ya casi terminas? –Me preguntó.

-Aun me falta, es mucho. –Dije. Mentí.

-Bueno, cuando termines, apagas todo. Yo me voy a dormir. –Me dijo.

Nos despedimos. Quedé sola. Era el momento perfecto.

Busqué más. Hasta que me topé con:

*-A mí me gusta probar la lechita.

“¿Probar el semen? ¿Cómo?”*

*-A mí me gusta llenarle la cara de leche a mi mujer.

“¿Semen en la cara?”*

*-A mi casi no me gusta, pero a mi esposo le gusta darme por el culo.

“Por el ¿culo?”*

Eran muchos comentarios sobre esto. Tecleé: “Meterla por el culo” y “Probar semen”

En este momento fue cuando supe que se les llamaban “Sexo Oral” y “Sexo Anal”. Y no mamadas y metidas por el culo como la gente decía en sus comentarios. Me empecé a calentar leyendo. Me levanté y me fui a asegurar que mi tía y mi hermana estuvieran durmiendo. Las dos estabas dormidas.

Regresé caliente a la PC. Abrí una página porno, y en el buscador de la página busqué “Sexo Anal”. No abrí ninguno, solo veía las imágenes y la descripción. Busqué y busqué y busqué… solo uno me llamo la atención, uno que decía en la descripción: “Swallow Anal”. Abrí el video y esperé a que se cargara.

Mi calentura iba en aumento. Mi panochita estaba ardiendo. Deseaba tanto una verga. Pero no podía ni masturbarme ahí donde estaba. Mi tía y mi hermana se iban a dar cuenta.

Puse el video. La actriz porno, como todas las actrices, estaba buenísima. Pechos grandes y culo enorme. Y era hermosa. El actor era guapo y tenía una verga enorme y gruesa. El tipo le empezó a mamar la panochita a la actriz. Imaginaba siendo yo la que recibía esa lengua. Me mojé. Luego la actriz empezó a mamarle la verga. Metí uno de mis dedos a la boca e imaginé que yo era la que estaba mamando esa verga. Luego el tipo se la empezó a coger. Se todas las maneras posibles. Riquísimo.

Estaba ardiendo. Estuve tentada en hablarle a Víctor para que viniera a quitarme esta calentura. Pero necesitaba calmarme.

Seguí con el video. El tipo la puso en 4 y la abrió. Le metió primero la lengua y luego un par de dedos en el ano. Acomodó su verga en la entrada del ano. Empujó despacio. No escuchaba sus gritos, pero podía ver su cara de dolor. La verga era enorme. Batalló en entrar. “Lo bueno es que la verga de Rafa no es tan grande.”

Entró toda. Se empezó a mover despacio. Me imaginé el dolor que sentiría la mujer. Estuvo un rato bombeando en su culo hasta que se detuvo. Sacó su verga despacio y con ella, venia escurriendo el semen. Me gustó lo que vi.

Tecleé: “Sexo oral con swallow”. Abrí el primer video que salió. Todo el video se trató de que la actriz le estaba mamando la verga al tipo. Al final, el actor apretó la cabeza de ella contra su verga. Imaginé que se estaba viniendo en su boca. La mujer se sacó la verga y mostró a la cámara el semen que tenía en su boca. Luego se lo tragó. Me dio un poco de asco, pero lo iba hacer.

Sabía lo que iba hacer al siguiente día. Apagué la PC y me fui al cuarto, ardiendo. No dormí por la excitación que tenia. Deseaba, con ansias, que ya amaneciera para poder coger con Rafa. No supe a qué hora dormí, cuando abrí los ojos ya era de día.

16 FEBRERO 2007

Vi el reloj, eran las 7:00am. Era tarde para la escuela. No tenía planeado ir. Le hablaría a Rafa para que viniera a la casa, y aquí cogeríamos toda la mañana.

Me bañe, me arreglé con un short y una blusa y almorcé. A las 9am le mandé un mensaje a Rafa.

“Hola amor, ¿Cómo amaneciste?”

A los 10 minutos respondió:

“Amándote mas que ayer. Y ¿Tu? ¿Cómo estás?”

Estaba caliente, así que sin pena, le escribí:

“Caliente, ardiendo, deseando tanto tu verga”

Respondió:

“A las 5pm de la tarde, voy a dártela amor.”

“Yo la quiero ya” , pensé.

“Estoy sola en la casa. Si vienes ahorita, te mamaria la verga y me tomaría tu lechita riquísima y dejaría que me dieras por mi culito que está ardiendo de deseo porque le des tu verga.”

10 minutos, no dijo nada. Llegó su mensaje:

“En una hora llego.”

Era el tiempo que se hacía de una ciudad a otra.

Arreglé los últimos detalles. Limpié mi ano y me lavé bien los dientes. El tiempo pasaba lento. 15 minutos. Mi corazón latía de prisa, mi excitación aumentaba por cada segundo que pasaba. Me imaginaba la verga de Rafa llenando mi boca de semen. Estaba mojada.

Deseaba tocarme pero no lo haría.

10am. Calculé. Llegaría en unos 20 minutos. A los 10 minutos llegó un mensaje:

“Cúmpleme esto: ponte en 4 y espérame así para llegar y metértela. Sé que estas mojada, no habrá necesidad de tocarte para prepararte.”

Me puse en la ventana a esperarlo y a los 5 minutos llegó. Me desnudé completamente y me puse en 4 en el sillón. Como me lo pidió.

Escuché la puerta de la casa. Vi y era Rafa. Lo vi y me vio. Se le notaba excitación en su rostro. Se bajó el pantalón y vi que ya tenía puesto el condón. Se acercó a mí y me clavó por mi panochita. Entró con mucha facilidad. Exploté. Toda la calentura acumulada, se descargó en ese momento. Tuve un orgasmo tan intenso, como ningún otro. Empezó a bombearme con rapidez y con mucha fuerza. Me tenía tomada de la cintura. A los 2 minutos tuve otro orgasmo.

Se agachó, y sin dejar de bombearme, tomó mis pechos. Su ritmo bajó pero sentía más placer con sus caricias. Me bombeó por 5 minutos. Siempre en 4, variando: se agachaba a tocar mis pechos, me tomaba de los hombros o de las caderas. Tuve otros 4 orgasmos.

-Me vengo. –Gritó.

Intenté separarme de él pero no me dejó.

-Tenemos tiempo. –Me dijo.

Y descargó su semen en el condón mientras estaba dentro de mí. Caímos rendidos en el sillón. Agitados, sudados.

-Te amo. –Le dije.

-Yo también te amo. –Me dijo.

Descansamos durante 20 minutos. No dijimos ni una sola palabra. Rafa habló:

-Entonces ¿Si vas a tomártela? –Me preguntó.

-¿Qué cosa? –Tardé en entender lo que dijo. – ¡Ah! Si. Claro.

Me volteé y le di un beso.

-Y ¿También me vas a dejar metértela por el culo? –Y con una mano, agarró mis nalgas y las abrió.

No le dije nada. Me levanté, lo tomé de la mano y lo guié hasta el cuarto. Me puse en 4 en la cama, lo acerqué y empecé a mamarle la verga.

-¿Estarás listo para otra ronda? –Le pregunté.

-Desde hace rato. –Me dijo.

Su verga empezó a agarrar tamaño hasta que alcanzó el máximo. Me puse en 4 lista para recibir por mi culo, la verga que tanto amaba.

-¿Tienes aceite de bebé? –Me preguntó.

-¿Para qué? –Pregunté.

-Para que resbale más fácil.

Me quedé un rato pensando en sus palabras. Tenía razón.

-Espérame. –Le dije. Salí y me dirigí al cuarto de mi tía. Busqué y encontré aceite. Regresé. –Toma. Aquí esta. –Le dije mientras le daba un beso.

De nuevo me puse en 4. Me llenó mi culo de aceite y sentía sus dedos que se metían. Sentía rico. Un dedo, dos dedos, tres dedos. Me empezó a doler un poco. Solté un grito.

-Duele. –Le dije.

-Te vas a acostumbrar. –Me dijo.

Volteé a verlo y vi que sacó un condón.

-Sin condón. Así hazlo. Y quiero que te vengas dentro. –Le dije.

-Con mucho gusto. –Me dijo.

Sentí la cabeza de su verga en la entrada de mi culo. Por primera vez me la iban a meter por ahí. Mi primera vez. Empujó. Entró la cabeza. Sentí dolor. Solté un gemido.

-Ya entró la cabecita. –Me dijo. No respondí.

Sentí que me mojaban, era aceite. Empujó un poco más y con más fuerza. Sentí que entró un poco más. El dolor era inmenso.

-Me duele. –Le grité.

La sacó un poquito y dejó de dolerme. Empezó a bombearme con lo poco que tenia dentro. No dolía tanto después de todo. Se detuvo. Empujó y me la metió un poco más. Yo no me dolió tanto. Seguía empujando. Ya no entraba.

-Entró la mitad. –Me dijo. –Nada mal para ser la primera vez.

No hablé. Esos últimos empujones me habían dolido. Estaba muy adolorida. Empezó a bombear, despacio. Poco a poco el dolor desapareció y se convirtió en placer. Mis gritos pasaron de ser de dolor a ser de placer.

Ninguno emitía otro sonido que no fueran los gemidos.

-Que rico aprietas. –Me dijo y a los dos minutos. –Me vengo. -Se detuvo y pude sentir como golpeaba el semen dentro de mi culo. Eso me excitó mucho y tuve un orgasmo.

Se salió de dentro de mí. Podía sentir como escurría el semen; salía de mi culo y seguía el camino por mi panochita y caía en la cama.

-Que rico. –Le dije entre jadeos. Me dolía mucho mi culo.

-Apretabas muy rico. Fue perfecto. –Me dijo.

Nos besamos.

-Voy a limpiarme. –Le dije.

Fui al baño. No podía caminar bien. Me dolía demasiado. Pero me sentía muy bien mentalmente: le estaba cumpliendo a mi novio. Tomé papel y me limpié bien. Me miré en el espejo y pensé: “Viene lo último, probar su lechita”.

Salí y regresé al cuarto.

-Ahora te vas a tomar mi lechita. –Dijo Rafa emocionado.

-Primero ve y límpiate. –Le dije. No quería ni imaginarme a  que sabría en esos momentos su verga.

Salió y a los 10 minutos regresó.

-Vamos a descansar un rato. –Me dijo. –Quiero disfrutar al máximo lo que me vas hacer.

Nos acostamos y no hablamos. Cerré mis ojos. A los 20 minutos me besó. Le regresé el beso. Nos besamos. Se acomodó boca arriba. Le besé el cuello, bajé a su pecho, su ombligo. En mis pechos sentía su verga ya erecta. Bajé, la vi y me la metí a la boca.

Tenía que hacer el mejor trabajo. Empecé con un mete y saca rápido, con mi lengua jugando alrededor de su verga.

-Que rico. –Me dijo.

Me la saqué y empecé a pasar mi lengua por todo su palo. Me detenía en su cabeza y jugaba un rato. Bajé a sus bolas y se las lamia mientras usaba mi mano para masturbarlo.

Repetí esto durante 10 minutos. No vi ninguna gota de semen.

-Deja me pongo de pie. –Me dijo

Yo me puse de rodillas frente a su verga. De nuevo me la metí a la boca. Rafa me agarró de la cabeza y me cogía muy fuerte. Estuvo así un minuto hasta que:

-Me vengo. –Gritó.

Me la sacó y se empezó a masturbar, su verga apuntando mi cara.

-Abre la boca. –Me dijo.

Esto fue un momento que pasó muy lento:

Salió el primer chorro de semen, cayó entre mi nariz y mi mejilla. Salió el segundo, cayó en mi boca. Escuché la puerta del cuarto abrirse. Salió el tercero, cayó en mi boca, en mis labios, en mi mejilla, y volteé a ver a la puerta y ahí estaba parada mi hermana, viéndonos. Rafa se quiso agachar y cubrirse pero alcanzó a soltar un cuarto chorro de semen, que cayó en mi pelo. Me volteé para que no me viera como estaba.

-Solo les quería avisar que ya viene mi tía. Para que terminen a gusto. –Nos dijo.

Mal me tomé el semen que había caído en mi boca.

-Salte. –Le grité sin voltear a verla.

Me levanté rápido, tomé una toalla y me dirigí al baño.

-Límpiate y arréglate y… vete. Lo siento. –Le dije muy nerviosa.

-No te preocupes. –Me dijo.

Salí y corrí al baño sin ver a mi hermana. Me di un baño rápido. Salí y no vi a Rafa por ningún lado, se había ido. Entré al cuarto y me arreglé. Salí y fui con mi hermana.

-¿Desde qué hora estabas aquí? –Le pregunté.

-¿Qué hora crees que son? -Me dijo

Miré y casi eran las 2pm. Perdí la noción del tiempo.

-No te preocupes. Yo no vi nada. –Me dijo. No dije nada.

Llegó mi tía y todo transcurrió normal. Solo que no atrevía a mirar a los ojos a mi hermana.

En la noche, me fui a dormir temprano, estaba apenada, cansada, adolorida. Escuché entrar al cuarto a mi hermana. Me dijo:

-¿Sabes qué? Si no he llegado, mi tía te hubiera descubierto. Me debes un favor.