Semana Gay en Madrid (3)

Su lengua se abria paso entre mis labios hasta darme un beso profundo,La noche apenas había empezado para nosotros

Al levantarme a la mañana del cuarto día note que estaba sola en la habitación después de arreglarme bajé a desayunar y el portero me comunicó que Don Andres había salido temprano en el puente aereo a Barcelona. Tenía un problema con uno de sus camiones y tenía que recoger también un paquete. Le pregunte que como uno de sus camiones que el era el camionero y entonces me enteré que era propietario de una flota de camiones. Ahora entendía su tren de vida y el cochazo que estaba aparcado en el garaje del hotel, desde que habiamos venido. Me cabreé mucho y creí ver un asomo de burla en el portero. ¿Como se atrevía Andrés llamarme su “mujer“ ocultandome su vida?

Llame a Verorika y me dasahogue con ella. Ella me dijo ponle unos cuernos que no pueda entrar por la puerta. Yo dijé: con quien. Ella me dijo tengo un cliente mio que le gustaria hacer un trio. Una vez le había insinuado que le gustaria metermela mientras otro se la metía a él. Pero Veronika ya sabes que a mi me gusta mas ser pasiva, le dije.

Por eso, ponle cuernos a Andrés haz una vez de hombre -macho y si después te quedas con ganas de rabo te la meto yo.

Dude, pero la verdad podía ser bonito que me la metieran y las tetas de Veronika me rozaran acariciadoras la espalda. Otra novedad. Le dije que bueno. Me dio su dirección. Cuando llegue me dijo que no había podido contactar con su cliente. Pero que su oferta seguía en pie. No abrazamos. Yo llore un poco. Ella me propuso desvestirnos y tumbarnos en la cama. Me dijo si quieres mamame las tetas . Era nuevo para mí y vi como se nos empinaba a las dos las polla.s Sin decir palabras Veronika se coloco para un 69. Su mamada era suave, tragandose entera toda mi polla con lentitud y haciendo una leve rosca con su mano tan femenina. Dejo de mamar y me dijo te voy a penetrar yo antes . Me dí la vuelta y me empezo a acariciar mi “coño“, me lo ensalivo. Se puso un condón, siguio dilatando con su lengua y con una suavidad femenina y comprensiva de lo que quiere una mujer me hizo un polvo lesbiano, que me hizo mucho bién. me calmó. Seguimos con besoteo y caricias, y sus silencios mirandome de frente a pocos centimetros de mis ojos me hablaron mas que cualquier palabra . Interpreté mal su mirada y cuando le dijé quieres que te penetre y te dé mi leche. Me dijo, premonitoriamente: No que a lo mejor la precisa “tu“Andrés esta noche.

Llegado al Hotel, después de una fugaz cena, me metí bajo la ducha y no vi llegar a Andrés, al verlo le puse la peor cara que pude. EL saco un paquetito, de seguro comprado en el último minuto en el aeropuerto, pensé yo, PERO NO, era una tableta de oro de 10 gramos, Entonces recorde que le había dicho una vez (viendo tanto chaleco se compra oro) que me gustaria tener un lingote de oro.Por este detalle desavinagre un poco mi cara.

Me dijo que bajaba un poco al bar. Ya sabes, dijo, media hora, un cuba libre, mientras tanto acuestate que hoy quiero pasarlo en grande (aún desconocía que precisaba ese tiempo para que le hiciese efecto la Viagra),

Se me volvio aavinagrar la cara al pensar que mi „“esposo“ no había dicho nada sobre su viaje. Me propuse pedir explicaciones, pero a su vuelta Andrés no me dio tiempo, me miro con pupilas brillantes y febriles, con su lengua hacia el movimiento lascivo del mete y saca,.apretandome los carrillos acerco su boca a la mia , su lengua hurgo en mis salidos morros y se abria paso entre mis labios hasta darme un beso profundo, intimo y desvanecedor de penas, no pude más, desarmada y sin voluntad propia devolví el beso. Me apreto contra si fuertemente con un brazo y haciendo con una mano hueco entre nuestros pechos me pellizcaba suavemente los pezones (me extraño, El nunca fue de pezoneo). Con cierta brusquedad me tumbo en la cama, me dio la vuelta.

No hubo esta primera vez de esa larga noche toqueteos o besos negros, sin preliminares me separo las piernas y me penetro reciamente, Su ancho pene, una barra candente de 17 cm de circunferencia, me producía una oleada de placer. Acabe extenuada, agradecida de tanto vigor como EL ponía y una vez mas sumisa.

Pero Andrés no sería Andres sin haber mamado una polla . Me dio la vuelta y se metio mi polla en su boca, sus labios, su lengua, su succión me provocaban un placer , que me hacía gritar sigue, me corro, AHORAAA.

Con los labios aún pegajosos por mi semen me dio un beso. Era la primera vez que probaba mi propio semen.

La noche apenas había empezado para nosotros. Como dije una laaaaaaaaaaaarga noche.