Semana de Pruebas

Relato erotico no sexual.

Un relato a petición de un amigo fanático de esta chica, es solo erotico sin sexo explícito, no sabia en categoría colocarlo así que lo pongo en esta, sientanse libres de rellenar los huecos en su mente.

*Lunes

  • ¡Norma Duarte Palafox!

La voz del veterano entrenador retumbo y luego se escuchó un silbatazo.

Una chica al fondo de la cancha comenzó a correr, lo hacía a baja velocidad, su rostro reflejaba el esfuerzo, había sido un día muy duro para ella, su familia había hecho un gran esfuerzo para juntar el dinero para que ella asistiera a esta prueba, la única para conformar el primer equipo femenil del Club Deportivo Guadalajara, Norma se esforzaba al máximo luchando por recorrer cada metro de aquella cancha que le parecía eterna, podía escuchar las risas de sus compañeras, ya habían pasado más de dos minutos y ella apenas lograba llegar a la meta mientras el resto lo había hecho en menos 90 segundos, Norma jadeaba por el esfuerzo, el sudor recorría su frente y algunas lágrimas rodaban por sus mejillas, su sueño había terminado.

  • No lo puedo creer.

El viejo entrenador hablaba en voz baja, la chica había recorriendo el campo haciendo rebotar sus generosos atributos en cada paso, ese par de pechos firmes y buen puestos, junto a ese enorme par de nalgas que rebotaban mientras la chica intentaba correr lo más rápido posible, una sonrisa se reflejó en el rostro de aquel hombre, había encontrado lo que vino a buscar.

El corazón de Norma latía a mil por hora, tallaba sus ojos para comprobar que estos no la estaban engañando, u nombre estaba al final de la lista, había quedado seleccionada para la segunda etapa, un grito y un salto de emoción salieron naturalmente de ella incluso llego a llorar de la alegría, sin notar que una figura la miraba a lo lejos.

*Martes

Norma bajaba junto al resto de sus compañeras al entrenamiento matutino, lo hacía un tanto alejada, aún no había logrado hacer amigas, debido a un error del hotel le habían asignado una habitación solo para ella.

El entrenador ya la esperaba en el campo con una gran noticia, la jugadora que mejor desempeño tuviera en el día, ganaría una convivencia con los jugadores del primer equipo.

Había sido un duro y largo día, Norma estaba tirada sobre el césped, no podía más, apenas había podido completar todas las dinámicas, aunque en cada una de ellas ocupo el ultimo lugar, lucia sudada y despeinada apenas con las fueras suficiente para ponerse pie y reunirse junto a sus compañeras formando un circulo alrededor del entrenador.

  • Ha sido un gran entrenamiento chicas, todas han dejado lo mejor de si en el campo, pero desgraciadamente solo puede haber una ganadora y esta es … Norma Palafox.

Ninguna de las chicas se atrevió a reclamar, las palabras del entrenador eran ley si querían quedarse, el aplauso general para Norma debió ser el más amargo en la historia del club y luego de ello todas regresaron a sus cuartos para descansar.

Norma llamo a sus padres, ellos totalmente emocionados felicitaron a su hija dándole los ánimos que tanto le habían faltado durante los últimos días, ella colgó el teléfono cuando escucho la puerta de su cuarto, abrió solo para encontrar a su entrenador, ambos salieron juntos rumbo a la convivencia.

Ambos llegaron a la mesa del restaurante, este era mucho más pequeño que en el que todas comían antes y después de los entrenamientos, pocas mesas estaban ocupadas y las luces eran tenues, Norma estaba sumamente nerviosa, sin embargo las horas pasaban y ningún jugador aparecia, el entrenador parecía mucho más tranquilo diciéndole que no tardarían, de pronto, la vista de Norma comenzó a nublarse, se sentía cansada y mareada.

Todo parecía estar entre niebla, los sonidos se escuchaban con eco y ella sentía otro cuerpo junto al suyo caminando sobre nubes, parecía estar en los pasillos del hotel, pudo entender que entraba en su habitación y luego cayó sobre su cama

  • Buenas noches normita

Escucho junto a su oído antes de caer dormida.

*Miércoles

El despertador sonaba, Norma lo apago para rápidamente llevar sus manos a la cabeza, el dolor era fuerte y sentía un amargo sabor en su boca, además no podía recordar cómo había llegado a su habitación la noche anterior.

Bajo como cada día aun con aquella confusión en su mente, no alcanzo a desayunar pues se levantó más tarde de lo normal, sin embargo el entrenador le dio un licuado de proteína, Norma tenía ganas de preguntarle qué sucedió la noche anterior, pero no tuvo tiempo pues en ese momento el entrenamiento comenzó.

El sol se sentía más ardiente, el campo más largo y ancho, Norma sudaba en exceso y de pronto su vista se nublo por completo y cayó en medio del campo.

Un silbatazo se escuchó a lo lejos, sus compañeras se reunieron a su alrededor, Norma balbuceaba completamente mareada, aunque el cuerpo médico estaba ahí presente, fue el entrenador quien la tomo entre sus brazos, para llevarla a la enfermería.

  • Tranquila Normita, ya llegamos.

Pudo escuchar en su oído, el mareo era máximo y todo brillaba a su alrededor Norma miraba a los lados, sabía que estaba en la enfermería aunque podía jurar que aquel lugar era su habitación, de pronto sitio su blusa elevarse y salir entre sus brazos poco antes de caer profundamente dormida.

Agua, agua a su alrededor, Norma debía estar soñando, sentía estar dentro de algún rio, debía estarlo, sentía su cuerpo desnudo flotando en agua, con estrellas brillando a su alrededor, un rico aroma se sentina en el agua y parecía como si sus manos recorrieran su cuerpo poco a poco, abrió sus ojos y balbuceo desorienta, el rio ahora parecía una bañera y las estrellas una velas aromáticas sobre el borde, lo que si era cierto era su cuerpo desnudo y las manos que la acariciaban con ternura, Norma intento levantarse pero algo la retuvo, sintió con una mano guio su cabeza hacia atrás y su cuerpo de vuelta al agua

  • Shh, shh tranquila Nomita, todo está bien.

Aquella mano ahora acariciaba su cabello mientras un viejo trapo fue directo a su nariz, un fuerte aroma inundó sus sentidos y poco a poco volvió a dormir.

*Jueves

El entrenamiento inicio puntual a las 10am, ese día una jugadora había faltado, el entrenador informo al equipo que el doctor había recomendado que Norma descansara para poder recuperarse por completo, con un fuerte silbatazo los ejercicios comenzaron.

Por los pasillos del hotel una chica caminaba sostenida por la pared, Norma no entendía lo que sucedía, todo daba vueltas a su alrededor, con un fuerte dolor en todo el cuerpo y un sabor aún más intenso en su boca, se dio cuenta que ya iba más de una hora tarde al entrenamiento, chocando con la pared llego al elevador y luego de varios intentos logro apretar el botón, la puerta se abrió y norma estaba por entrar a el, pero un brazo la sostuvo fuertemente haciéndola retrodecer apoyándose sobre aquel cuerpo que la sostenía.

  • ¿Qué haces Normita? tienes que descansar

Aquel objeto volvió a ir directo a su nariz, el aroma aún más fuerte que el día anterior le hizo perder todas sus fuerzas, todo brillaba ahora y solo pudo sentir como era elevada firmemente y guiada de vuelta por el mismo camino.

  • Aaaaa. Aaaaaaaa, aaaaaaaaaaaaaay

Norma gritaba en sus sueños, lo hacía cada vez más alto y más fuerte, sentía lagrimas rodar por sus mejillas mientras parecía ser golpeada una y otra vez, cada vez más duro como si la desgarraran desde adentro, quería moverse pero no podía, sus extremidades no respondían y sentía un pesado bulto sobre ella.

*Viernes

Norma abrió los ojos, tenía el peor dolor de cabeza de su vida, todo se veía borroso y el cuarto daba vueltas Norma lloraba había algo dentro de ella que se había roto, estaba confundida y completamente desorientada, trataba de analizar todo en su mente, miro a su alrededor y sabía que estaba en el hotel, se había desmayado en el entrenamiento y probablemente había dormido el resto del miércoles, se sentó sobre la cama, miro hacia abajo, no podía entender el por qué pero estaba desnuda, podía ver su uniforme tirado en el piso, por alguna razón esa cama y ese cuarto parecían más grandes de lo que recordaba, reunió todas sus fuerzas y se puso de pie, sin embargo cuando intento caminar algo la retuvo, su cuello ardió y Norma cayó sobre la cama.

El entrenador entro a la habitación, pudo ver a Norma balbuceando en voz baja, su cuerpo desnudo y aquella correa en su cuello que la sostenía encadenada al barandal de la cama.

  • Otra vez de traviesa Normita, entiende que necesitas dormir, ven toma tu medicina.

Norma sintió como era levantada y sentada sobre su cama, un líquido de fuerte sabor entro en su boca resbalando por su garganta, su cabeza fue recargada hacia atrás y entre lágrimas volvió a dormir.

La asistente del entrenador estaba harta, el tipo apenas se había presentado un par de días al entrenamiento dejándole a ella toda la responsabilidad, la excusa del día es que los padres e Norma Palafox vendrían a recogerla pues no había recibido el alta médica, a ella poco le importo pues era claramente la menos talentosa del grupo, sin embargo no dudo en reportar las ausencias del entrenador durante prácticamente toda la semana.

  • Así, así Normita, necesitas comer mi pichona.

Norma estaba más mareada que nunca. Ni siquiera podía abrir los ojos, se sentía mareada y adolorida de todo el cuerpo, más cansada que nunca y sin fuerza alguna, sentía como su boca era abierta y aquel líquido caliente, viscoso y amargo entraba cucharada a cucharada.

  • Come, come tu lechita Normita.

Las chicas subieron a sus habitaciones, era hora de guardar sus cosas y preparar su salida, la asistente entro al cuarto de Norma, al menos el entrenador no había mentido en eso las cosas de la joven ya no estaban clara muestra que se había ido con sus padres.

La mujer toco varias veces la puerta del entrenador sin respuesta, era la gota que derramo el vaso, seguramente el tipo había salido a pasearse en lugar de cumplir con sus labores.

Tras esa puerta, la cama matrimonial sonaba con fuerza, el hombre en la parte de arriba limitaba sus gemidos mientras clavaba su miembro en aquella joven inconsciente cuyos gemidos eran contenidos por su propia ropa interior dentro de su boca.

*Sábado

Temprano por la mañana todas las chicas estaban ya dentro del autobús, el entrenador discutía casi a gritos con su asistente, había sido notificado que no continuaría en el cargo e incluso decidió no abordar el autobús que se fue puntual.

A miles de kilómetros de distancia una familia de escasos recursos celebrada entre abrazos, cervezas en mano, el padre de familia les daba a conocer la gran noticia, su hija “Norma Palafox” había sido seleccionada por el Club Guadalajara para pasar una semana mas de campamento totalmente gratis, padre y madre se abrazaban llorando de la emoción, su hija por fin cumpliría su gran sueño.

De vuelta a aquel lujoso hotel una mujer regordeta limpiaba la habitación, se quejaba una y otra vez pues estaba hecha un desastre, olía horrible, había manchas de todo tipo sobre las sabanas y múltiples platos con lo que parecía yogurth seco habían quedado sobre la mesa, el colmo fue cuando reviso debajo de la cama.

  • Esta gente es cada vez más puerca.

Dijo levantando un enorme short con el logo del club en el, completamente lleno de excremento.

El viejo entrenador colgó el teléfono, del otro lado pudo escuchar los gritos de celebración a lo lejos, con una sonrisa en el rostro camino hacia la puerta, ahora estaba en un motel de mala muerte en medio de la carretera, coloco el letrero de “No Molestar” y la cerro con llave, tranquilamente camino hasta aquella cama claramente sucia, sobre ella estaba el cuerpo desnudo de aquella joven, la correa fija en su cuello, sus calzones en su boca y ano rosadito, completamente abierto del cual salían una mezcla de heces, semen y sangre.

  • Bueno Normita, aún nos queda una semana de diversión.

Dijo aquel hombre mientras comenzaba a desnudarse y colocando aquel viejo trapo sobre la nariz de Norma que había comenzado a reaccionar.