Segundo Relato : Hecha para el !

Siempre que decido relatar, una maraña de recuerdos y desde luego sensaciones llegan a mí; cada uno va a lo mismo, lo deliciosamente excitante que es ser suya. No hay una parte de mi cuerpo que no le recuerde sin extremársete y que no lo anhele sin provocarse; el ejercicio de ver como con cada insta

Siempre que decido relatar, una maraña de recuerdos y desde luego sensaciones llegan a mí; cada uno va a lo mismo, lo deliciosamente excitante que es ser suya. No hay una parte de mi cuerpo que no le recuerde sin extremársete y que no lo anhele sin provocarse; el ejercicio de ver como con cada instante me he convertido en MIA, hace que mi mente y mi cuerpo desesperadamente piensen en él; nunca antes había pensado tanto en mi vida sexual y mucho menos la había sentido de esta manera, solamente con el teclear este relato mi vagina se contrae dándole paso a humedad, mis pezones perforados se erizan y solo quiero sentir su penetración, es aquí como decido que mi historia de hoy les quiere hacer ver como MIA, me hizo entender que mi cuerpo estaba hecho para él.

No recuerdo la edad que tenía cuando empecé a explorar mi cuerpo, a tocarlo, sin sentirlo, sin entenderlo, solamente siguiendo el instinto de mi mano a ponerse en mi vagina; durante mucho tiempo lo toqué sin saber el objetivo, solamente por la propia intención natural de mi cuerpo de indagar, después de la ducha era el espacio apropiado, para por corto tiempo similar posturas sexuales, revisarme en el espejo y tocarme, un día dedique más tiempo a la curiosidad y puse mis dedos dentro de mi vagina, la incomodidad de inmediato hizo que evitara hacerlo por un tiempo; limitada por la información note que el poco acceso a ella siempre me llevaba a sentirme más cómoda con la idea del sexo sin penetraciones y lo emocionante que era pensar que otra mujer compartiera esas caricias en mi cuerpo; nunca vi esto como algo extraño y menos como un problema de mi naturaleza, finalmente al darme cuenta de esto y con el pasar del tiempo, al tocarme y pensar en esto sentí un orgasmo; la curiosidad era el doble al darme cuenta el verdadero placer sexual, comprendí que pensar en esto y acariciar mi clítoris me llevaría cada vez más fácil y rápido a esa sensación, simplemente aprendí pero no le di el lugar a la complejidad del sexo y la excitación; con el pasar del tiempo mis relaciones sociales y muchas otras vivencias diarias, le restaron más a la reducida importancia que el sexo tenía en mi vida, pero como era inevitable debía llegar el momento de que eso cambiara, pese a que siempre que pensaba en sexo me sentía mejor , más cómoda y emocionada con el sexo entre mujeres, nunca hasta ese entonces, había sentido atracción intelectual o incluso física por algina mujer que conociera, la primera vez que tuve relaciones sexuales fue con un hombre, realmente confirmaba el hecho de que las penetraciones no solo no eran placenteras sino que se tornaban incomodas, de igual manera el resto del sexo no me molestaba, la amistad de este personaje y los buenos momentos juntos apoyaban muchas cosas que jamás me detuve a ver, mi vida continuo, experiencias malas, buenas, y regulares pasaron, con chicos, chicas y hasta conmigo misma, mucho paso hasta llegar a este hombre.

¡MI primer orgasmo con penetración!

Desde que lo conocí la comodidad conmigo misma fue la sensación diaria, nunca temí, dude o imagine malas intenciones, solo deje que el tiempo hiciera de mi una sonrisa cada vez más fuerte, cada día mas sumergida en su buena energía y en la tranquilidad que me suministraba, los temas se volvieron sexuales, insinuadores y una delicia, aunque le había mostrado mi cuerpo no me sentía muy segura de que se sintiera complacido, aun así las ganas fueron más fuertes que las inseguridad y tuvimos sexo por primera vez, él les dirá que no me vi nerviosa ni tímida, que por el contrario manejaba la situación, la verdad es que es mi manera de reaccionar cuando me siento altamente vulnerable; muy excitada apreciaba cada movimiento, cada mirada y cada segundo de sus manos en mi cuerpo, como esta historia en general llena de primeras veces increíbles, estaba sobre mí y en ese momento a punto de entrar, de penetrarme fue increíble, nunca había tenido tantas ganas de sentir una verga dentro de mí,   sentía como estaba muy duro solo en el borde de mi vagina, sentí muchas ganas de empujarlo para adentro, no sé qué sentí ni que vi en sus ojos, pero que  delicioso fue sentirlo entre mis piernas, muchas veces esta sensación estuvo en mi cuerpo, incluso días después de nuestro encuentro, ansiaba sentirlo de nuevo, mucho tiempo en mi vida sexual entendí que debía poner mucho de mi trabajo para sentir un orgasmo, aunque si había sentido mucha excitación antes, era durante los encuentros, pero por este hombre mi cuerpo y mi mente estaba ciertamente caliente de solo pensarlo, leerlo, recordarlo, desde siempre  ame su verga en mi vagina, ahora mismo siento ese hormigueo y esa tensión en mi clítoris, tenerlo sobre mí se volvió mi posición favorita, no necesite de mi mano o del rose de mi clítoris con su cuerpo, no necesite pensar en nada (aunque con él nunca pienso en otra cosa que no sea el , yo y ese momento), solamente lo tenía adentro cuando pude sentir que me ponía más húmeda y que las paredes de mi vagina se estrechaban como si quieran no dejarlo escapar jamás, sentía la tensión hasta mis nalgas, solo me aferre a él y ahí estaba sintiéndolo, un estallido similar a un orgasmo pero con una adición el suyo dentro de mí, fue mágico como mis manos podían abrazarlo y mi espalda podía reposar mi cuerpo mientras sentía volar  mi mente en un orgasmo, que sensación tan putamente adictiva y aun así superada por su abrazo, su sonrisa y su mirada, mi satisfacción,  la de mi cuerpo estaba en él y por supuesto en la satisfacción de él!