Segundo encuentro placentero con mi amigo David
Hacia algo más de un año que nos conocemos, que es cuando tuvimos nuestro anterior encuentro. Por segunda vez, iba a disfrutar de su compañía, lo cual para mí era toda una maravilla. Tanto es así, que en cuanto entro en mi casa, me sentí muy feliz, estar con él colmaba mí alegría. Sabía que íbamos ha tener sexo, ya que para eso habíamos quedado, pero hacer sexo con él, era doblemente satisfactorio, tanto por el sexo en si, como por su forma de ser.
Segundo encuentro placentero con mi amigo David
Mi amigo David, de 18 años de edad, es genial como persona, pero el sumun es cuando hace sexo, que placer es tener sexo con él. Le pone todos los sentidos con tal de disfrutar al máximo, por lo cual hacerlo con él, es puro placer.
Hacia algo más de un año que nos conocemos, que es cuando tuvimos nuestro anterior encuentro. Durante todo este tiempo, casi todos los días hablábamos por el msn, y con cierta frecuencia ponía la cam para que le viese, lo cual me gustaba mucho. Mientras charlábamos de nuestras cosas, podía deleitarme viéndole. Sobre todo me gustaba cuando se reía, contemplar su cara riéndose, me contagiaba una sensación agradable. Por otro lado, había días en los que me brindaba la maravillosa visión de verlo desnudo, y autocomplacerse para que yo lo viera, incluso en ocasiones me preguntaba que quería que hiciese, se lo decía, y lo hacía gustosamente. Por supuesto yo también estaba desnudo, y como es de suponer, también yo me autocomplacia.
Sus cualidades como persona, son notorias. Rebosa simpatía, le gusta conversar, muestra interés por la persona con quien se encuentra, es cariñoso, se esfuerza para que haya un magnifico ambiente de buen rollo.
De su físico, diré que es perfecto para mi gusto, delgado, algo más alto que yo, bonitos brazos, un culo idóneo para sobetear, y por supuesto para comérselo, cara ligeramente alargada según la perspectiva de visión, ojos oscuros, de piel algo blanca, pelo más bien negro. Pero lo que más me llama la atención, es su maravillosa polla, diría que al menos de 21 cm. y de cierto grosor. En erección, algo curvada hacía la izquierda, y en situación de flacidez mantiene un buen tamaño, quedándole colgando, al igual que sus huevos, lo cuales se balancean con el movimiento, la cual cosa me encanta.
Por segunda vez, iba a disfrutar de su compañía, lo cual para mí era toda una maravilla. Tanto es así, que en cuanto entro en mi casa, me sentí muy feliz, estar con él colmaba mí alegría. Sabía que íbamos ha tener sexo, ya que para eso habíamos quedado, pero hacer sexo con él, era doblemente satisfactorio, tanto por el sexo en si, como por su forma de ser.
Para mi sorpresa, llegó antes de lo que esperaba. Vestía ropa chula, ya que por su trabajo, debe ir arreglado, pero por suerte no iba disfrazado. Se puede vestir bien sin necesidad de llevar la típica ropa de ir bien puesto, solo es necesario tener buen gusto, y él se veía tener buen gusto llevando la ropa con la que se presentó en mi casa tras acabar la jornada de trabajo.
Al hacer calor, vino sudando, así que no tardó en desvestirse de la parte superior de su cuerpo. Lo cual, me permitía ver la desnudez de inmediato. Le pase servilletas de papel, para que se pudiese secar el sudor, y le ofrecí bebida para que no se deshidratase, naturalmente, fresca la bebida, puesto que es lo que apetecía.
Con el fin de mitigar el calor, teníamos el ventilador bien cerca, y así de paso, el sudor de nuestros cuerpos desaparecía, lo cual hacía que nos sintiéramos más cómodos.
Estuvimos un rato charlando de nuestros trabajos, y de cosas así. Este tiempo de charla, venía bien para que así pudiese descansar un poco, la cual cosa necesitaba, ya que íbamos a follar enseguida.
Tras conversar un poco, le pedí que se desnudase, cosa que hizo de inmediato. Yo entre tanto, le miraba como se desnudaba. Después de ya haber contemplado su tórax desnudo, ahora lo veía prácticamente desnudo, solo con su tanga tapándole su maravilla, mostrando un buen paquete. La cual cosa era normal, puesto que está muy bien dotado.
Instantes después, se bajo el tanga, fue entonces cuando pude contemplar de nuevo su polla. Le colgaba a tope, como sus huevos, la tenía completamente flácida, pero como ya mencioné, mantenía un buen tamaño. Una vez él ya en pelotas, me desnudo a mi en un abrir y cerrar de ojos.
Cuando ambos estábamos desnudos, me acerque a él hasta tocar mí polla con su polla, frotándonos por uno instantes, cosa que me gusta mucho hacer. En ese momento, le bese en su apetecible boca, como muestra de que me sentía bien con él. No fue un morreo, tan solo me limite a darle un pico.
Después de haber pegado momentáneamente nuestros labios, nos dirigimos al sofá. Me senté, y el permaneciendo en pie delante de mi, con su polla ya morcillona, me la ofreció para que se la comiera, cosa que hice sin dudarlo, puesto que lo deseaba. Al poco de estar chupándosela, se le puso bien dura, adquiriendo ya ese gran tamaña que gasta. Le pregunte si le gustaba, y él fue explicito, diciéndome, ya ves que estoy empalmado. Lo cual, era más que evidente.
Por su gran tamaño, tuve algún instante de amago de arcada, pero controlé la situación. En determinado momento, le lamí un poco los huevos, a lo cual él me ayudó pegando su polla a su barriga. No me dediqué mucho a sus huevos, ya que la postura no me era del todo cómoda.
Tras chupársela un rato, me tumbe boca arriba en el sofá, el se arrodilló entre mi piernas, que las tenía flexionadas para abrirme el culo. Enseguida me introdujo en el culo un dedo ensalivado, e inicio una follada con su dedo, al principio, costaba un poco, pero era cuestión de tiempo de acomodarme, y disfrutar del momento, para poco después meterme un segundo dedo, instante en que ya sí estaba gozando. Además, mientras me metía los dedos en el culo, así mismo me menaba la polla pausadamente con su otra mano. Lo cual era muy gustoso para mi, y me entusiasmaba, al ver que él estaba bien dispuesto a darme todo el placer que esperaba de él.
En ocasiones, dejaba de menearme la polla, para pajearse así mismo, y así mantener la polla bien dura, de esta forma, en cualquier momento, estaba en disposición de metérmela por el culo. Cosa que yo deseaba con ganas.
En determinado momento, llego el instante de que él follase. Al principio costo un poco que su polla entrase en mi culo, de hecho, al tener mi culo algo cerrado, y su inmensa polla, el dolor fue importante en los inicios de la follada, pero eso fue cambiando, y así, no paso mucho en que me encontraba gozando de la follada. Además el parecía tener cara de cómo sí me quisiera romper el culo, como si quisiera hacerme sentir torturado, lo cual era lo contraría, ya que me gustaba esa cara de malo, demostrarme lo mucho que sabe follar. y lo hacia a un ritmo impresionante, sin duda estaba bien dispuesto a darme placer, y por supuesto, él placer también era para él, ya que ambos teníamos que pasarlo en grande..
En determinado momento, paró momentáneamente, manteniendo su polla en mí culo, y se puso a pajearme. Debido a la posición de ese momento, su polla acabo saliéndose de mi culo. Fue entonces, que mientras me la meneaba, a la vez me follaba el culo con los dedos. Eso me estaba produciendo gran placer, tanto que estuve a punto de correrme, pero quería que me metiese otra vez la polla en el culo, así que se lo dije, y consecuentemente no continuo menándomela, para así dedicarse de pleno a follarme de nuevo, metiéndome su magnifica polla en mí culo.
Tras un rato follándome, la sacó de mí culo, tensionó todos sus músculos, y se corrió sobre mí cuerpo, obsequiándome con su leche. Esa situación me fascinaba cantidad, me encanta que se corran sobre mi, y que fuese él quien lo hiciese, aun me gustaba más.
Después de correrse, permaneciendo junto a mi, me la empezó a cascar para que yo también me corriera. Al estar él algo cansado con todo el esfuerzo que hizo, me empecé a pajearme a mi mismo, y de mientras, él que esta pegado a mi, me soba para ayudarme a correrme con mayor placer.
En determinado momento, mientras me la pelaba, con la otra mano tocaba su polla. Finalmente me corrí, quedando bien a gusto, y agradecido a David, por haberme regalado un buen rato de placer.