Segunda vida 9.Segundo día

Hoy es el segundo día en la universidad, los celos empiezan por parte de Eva; le toca el turno a María, los estudios comienzan de verdad y también comienza a conocer universitarias. Todo se está saliendo del control de David, este intenta en vano organizarlo; pero está demasiado ocupado para hacerlo

Segunda vida

Capítulo 9. Segundo día

SISTEMA SEGUNDA VIDA

Objetivos cumplidos con éxito:

  1. 1.Causar sensación en el trabajo: 100 %
  2. 2.Ligarte a tu jefa: 100 %
  3. 3.Vengarte de tu prima: 100 % (y que venganza)

Recompensas:

4+6+8=18 puntos de recompensas

18 + 1 anterior = 19

Habilidades practicadas:

  1. 1.Sexo 5 / 8
  2. 2.Oral 2 / 4
  3. 3.Tocar 1 / 6
  4. 4.Besar 1 / 6
  5. 5.Refregar 1 / 4
  6. 6.Masaje 4 / 4
  7. 7.Duchar a una mujer 1 / 4
  8. 8.Ejercicio 8 / 8
  9. 9.Correr 3 / 4
  10. 10.Cocinar 3 / 6
  11. 11.Receta Tarta de fresas y nata 1 / 4
  12. 12.Receta Tortilla 4 quesos 1 / 4
  13. 13.Cambiar voz: 2 / 4
  14. 14.Diplomacia: 2 / 4

- ¡Masaje mejora! Nueva barra: 0 / 6

- Destreza: 4 / 10

Masaje nulo………..Masaje básico: + 1 a dar un masaje con cierta habilidad.

- ¡Forma física mejora! Nueva Barra: 0 / 10

- Constitución: 5 / 10

Forma física menor…………Forma física inferior: + 3 a aguantar una actividad física.

¿Quieres adquirir alguna ventaja o beneficio?

Si / No

Elijo si

Ventajas / Beneficios:

Elijo Beneficios…

Masajes eróticos +1: 8 P.R.

Aguante físico + 1: 8 P.R.

19-16 = 3 Puntos de recompensas

Has adquirido:

Masajes eróticos + 1: tiene una posibilidad de excitar a la mujer que masajeas.

Aguante físico + 1: durante 1 minuto hagas lo que hagas no te cansas.

Me despierto en la cama de mi prima, los dos desnudos; abrazado a ella, ella respira muy tranquila y a pesar de haber sudado de lo lindo huele muy bien. La verdad es que me levantaría asi toda la vida, por mi detendría el tiempo; hoy no pasaría nunca, mejor aún esta mañana seria eterna, pero…poco después sonó el despertador de mi prima, ella lo apaga y se da la vuelta con una sonrisa; me empieza a besar y me acaricia, notando mi erección matutina.

-      ¿otra vez estas cachondo? – me pregunta sorprendida.

-      Siempre que estoy cerca de ti. – le confieso.

-      Primo, estamos locos; cuando se entere la familia de esto… - empieza a decir mi prima, pensando demasiado.

-      Se tendrán que aguantar y listo. – respondo con chulería.

-      ¿y si no nos queremos y es solo un capricho? – me pregunta.

-      Entonces durara un tiempo y ya está. – le contesto sin preocuparme.

-      Admiro tu parsimonia. – me suelta, pensativa.

-      ¿Qué hacemos? – le pregunto.

-      Levantarnos, sino llegaremos tarde.

-      ¿y con esto? – le pregunto, señalando mi aparato.

-      Según mis cálculos, hoy le toca a María; asi que ya sabes recrimínale a ella. – me responde, levantándose.

-      Venga prima, no me hagas esto. – me quejo.

-      Tú lo decidiste, en lugar de estar solo conmigo; decidiste estar con las tres, me parece bien…pero ahora te jodes. – me contesta con una sonrisa.

-      Pero si tú tienes novio. – le protesto.

-      Que no es mi novio – contesta, pero tampoco me dice que lo va a dejar ni nada.

Desaparece de la habitación dejándome solo.

-      Tsk, que problemática. – me quejo en voz baja.

Me ducho, mientras mi prima hace el desayuno.

-      Me pregunto si alguna vez voy a poder ser su pareja y no un polvo más. – rechisto por lo bajo dentro de la ducha.

-      No te rindas – me auto ánimo. – sigue asi, la volverás loca. – sigo animándome.

Cuando salgo, veo a María; allí sentada, frente a mi desayuno y a mi prima al otro lado. Salgo e intento besar a Eva, esta me hace la cobra.

-      Hoy no me toca. – sonríe, con cara de frialdad.

-      Gm… - me quejo.

-      Hoy me toca a mí, cariño. – dice María y estira sus labios.

-      Vale, como quieras. – le respondo a mi prima con coraje.

Le doy un muerdo a María brutal, mientras veo como Eva aprieta los puños y tose fingidamente con la esperanza de interrumpirnos; María tiene un orgasmo y se le mojan las bragas…lo noto al verla temblar, mirando hacia arriba y por su cambio de olor.

-      Oh, dios mío. – dice María, cuando recupera la consciencia del todo y se da cuenta que esta mojada.

Mi prima se muerde los labios, mientras desayuno; María se muestra muy cariñosa, incluso conversando me deja caer varias veces que nos quedemos en casa.

-      Sera mejor que no, hoy la universidad recién comienza para mi primo. – rechista Eva.

María la mira mal, pero no dice nada; sonrío, pero no digo nada y mi prima se defiende.

-      No es por lo que crees, es por tus estudios

Cuando terminamos de desayunar…

Mi prima va delante sola, María se agarra a mi brazo; mientras va hablando de que haremos esta tarde, mi prima se pone a chatear por el móvil imagino con Adrián.

-      Besas muy bien, nunca un hombre me hizo tener un orgasmo solo besándome. – me alaga María.

-      Imagina como hago el resto… - le suelto y mi prima tose.

-      Cuídate esa tos. – recomiendo a mi prima.

-      Si, tu cuídate tu miembro. – me recomienda ella.

-      Tía, no me lo asustes; que luego no va a cumplir. – le pide María.

-      Tranquila, sí sé que esta celosa que se muere. – le contesto a María.

-      Y tú eres un idiota, que se va con mi mejor amiga. – me contesta mi prima.

-      Tengo otro brazo. – le muestro.

-      No voy a estar contigo, cuando estas con ella. – rechista, mirando a los lados.

-      … - guardo silencio.

Ya que estoy pensando.

-      Sistema, ¿hay algún método para poder tener 2 relaciones a la vez o evitar los celos? – pregunto mentalmente.

SISTEMA SEGUNDA VIDA

Súper Ventaja:

Polígamo (100 puntos): Las mujeres no se molestarán porque estés con varias, lo aceptarán de buen grado.

Súper Ventaja:

Sin celos (50 puntos): Las mujeres que sean celosas y aun siendo polígamo se molesten al verte con otra, comprenderán tus necesidades; por lo que lo aceptaran de buen grado y te ayudaran a conseguir tus objetivos.

-      Debo conseguir eso. – sopeso en silencio.

-      ¿me estas escuchando? – me pregunta ella.

-      Si, perdona me quede traspuesto.

-      Que si te apetece ir hoy a algún lado o nos quedamos en casa – me propone.

-      Me da lo mismo, lo que quiero disfrutar de tu compañía.

-      Adrián, que hoy si puedo. – llama mi prima.

La miro mal y ella me sonríe.

-      Tsk… - protesto.

-      Eres muy lindo – dice María.

Llegamos al coche y mi prima me deja ir delante con mi chica de hoy con el mismo retintín. Al llegar a la universidad de mi prima.

-      Adiós prima. – le digo, mirándola marcharse sin despedirse.

-      Adiós primo. – me dice, sin mirarme.

-      Ahora estamos solitos – contesta animada María, pegándose mucho.

-      Me gustaría mucho complacerte ya, pero no quiero llegar tarde mi primer día; tengo mucho que demostrar, si quieres quedamos aquí a la hora de comer. – le propongo.

-      Que responsable eres… - dice con voz morbosa sin alejarse lo más mínimo. – de acuerdo, pero tienes que comer conmigo. – me pide.

-      Está bien. – asiento, respirando tranquilo conforme se aleja y empieza a conducir.

-      ¿estas nervioso? – me pregunta, cambiando de tema; aunque veo que le cuesta.

-      Un poco, es la primera vez que estudio una carrera y creo va a ser muy difícil. – le digo.

-      No exageres, la tuya es la más fácil. – suelta María.

-      Es posible, pero la más fácil; no significa que sea fácil – aclaro.

-      Tienes razón, ninguna es realmente fácil; esta echo para que muchos queden en el camino, estudia, pero no te olvides de vivir. – aconseja, dándome la razón.

-      Entiendo, tienes razón; seguiré tu consejo. – pienso en voz alta.

Llegamos a mi universidad, me mete un muerdo que casi me deja sin aliento.

-      Nos vemos a la hora de comer, campeón. – hace el amago de pegarme un bocado al aire.

-      Nos vemos, María. – digo cada vez más bajo, suspiro y miro mi universidad.

Mientras avanzo contra esta, me hago una lista mental de mis objetivos.

  1. Hacer algún amigo
  2. Atender en clase
  3. Obtener positivos que me faciliten la tarea.

Algo sencillo, fácil de hacer; que no dificulte mi concentración, con eso para el primer día voy que chuto.

Me encuentro a la rubia despampanante del baño.

-      Estamos a martes vaquero, quedan 2 días. – me suelta.

-      ¿Dónde te encontrare? – le pregunto.

-      Nos encontraremos – me responde, dándolo por echo.

-      ¿Cómo? – pregunto, pero no me responde y sigue su camino.

Tras eso cada uno se va a su camino, entro en clase y resoplo; las 7 chicas están posicionadas alrededor de donde me puse ayer, les sonrío y trato de ser encantador sin dar a confusiones. Me siento y saco el libro de la asignatura que toca hoy,

Poco después entra el anciano de ayer, el señor…Lugo; nuestro tutor, el señor que piensa que mi objetivo es un sueño y que no pego aquí.

-      Señor Acedo, me alegra verle a primera hora puntual en clase; por favor, abra el libro por la pagina 23 hoy empezaremos por hoy. – dice, sin saludar a los demás.

De un tirón empezó a meterse en materia de ingeniería, cada vez que preguntaba algo; mi mano siempre estaba en alto, cuando me dio la oportunidad a mi porque había más gente que levantaba la mano…acerté todas las respuestas, cuando acabamos la clase; me llama a su asiento, me acerco mientras los demás me observan y el recoge sus cosas.

-      Buena clase la de hoy, siga asi y le auguro un brillante futuro. – susurra, para que nadie más lo escuche; aunque hay gente que evidentemente pone la oreja.

Ya había mandado los ejercicios y se retira; vuelvo a mi asiento, apunto todo eso.

-      Pst… - me llama la que ayer me decía cosas soeces.

-      ¿si? – le pregunto.

-      ¿te vienes a fumar al baño? – me propone.

-      No, gracias; no fumo. – respondo.

-      Tú te lo pierdes. – dice y me saca la lengua.

Sonrío y veo eso le da aún más coraje todavía, no entiende cómo puedo rechazarla; de reojo veo mientras entra la profesora de inglés, que se huele el pelo y se comprueba las tetas. La profesora empezó dando toda la clase en inglés, obviamente algunos como yo no nos enterábamos de nada; ella nos recomendó nos apuntáramos a clases particulares, porque la ley le impide dar las clases en español.

Al darse cuenta de lo mal que iba en inglés, todas las chicas se ofrecieron a darme clases de inglés; apunte sus números, nombres y titulaciones. Quizás no sea justo, pero necesito clases gratis; si puedo aprender inglés, echando un polvo…pues mejor.

En la tercera clase, entro otra vez nuestro tutor; nos dio a elegir el segundo idioma, francés o alemán. Nos dividimos en dos aulas, casualmente las 7 chicas eligieron francés; digo casualmente porque todas estuvieron espiándome, para ver que ponía.

El de francés viendo el nivel que había, empezó de cero; cosa que agradecí, por poder atender y participar en clase…En inglés no pude más que hacer los deberes de la clase anterior que por cierto hice con extrema facilidad, frente a la mirada de coraje del profesor de inglés; que me saco más veces para ridiculizarme, provocando solamente titubeos de mi parte.

En francés no tenía ni idea, pero el profesor fue muy divertido; aprendimos sociabilizando entre nosotros, por supuesto no me dejaron conocer a ningún chico y es que las chicas se peleaban porque les tocara conmigo mientras el de francés me miraba divertido. Cuando llego el descanso, recogí mis libros; dispuesto a tomar un poco de aire fresco, pero descubrí que no iba a entrar mucho aire dentro del cerco femenino. Todas intentan llamar mi atención de maneras dispares, cuando un chico se mete en mi camino; es el chico que mejor lo ha hecho en inglés, gordito barbudo y bajito.

-      H-hola, ¿podemos hablar? – titubea nervioso.

-      ¿de qué? – pregunta una.

-      Está ocupado. – contesta una chica por mí, haciendo que el chico baje la cara.

-      Chicas, tengo que hablar con él; cogerme sitio en la cafetería. – alguna iba a rechistar, pero cuando dije lo de la cafetería; la mayoría salió corriendo, el resto persiguió a las otras.

El observo la escena en silencio, sin saber que decir.

-      Gracias, me has salvado. – le agradezco.

-      ¿de nada? – pregunta inquiriendo que no necesitaba ser salvado.

-      ¿Qué querías? – le recuerdo con mi pregunta, porque parece haberse olvidado.

-      Ah, verdad. Eh visto que controlas lo básico de ingeniería, eh pensado que podríamos cambiar; tú me enseñas ingeniería y yo te enseño inglés, ¿Qué opinas? – me pregunta.

-      Me parece, que eres un genio – le digo.

-      Bueno, ¿Cuándo nos ponemos a ello? – me pregunta.

-      Hoy no puedo porque ya me comprometido con una chica, ¿mañana tras las clases? – le pregunto, ofreciendo mi mano.

-      Echo, también me gustaría aprender eso. – me pide, estrechando mi mano.

-      ¿el qué? – me hago el tonto.

-      Bueno, eso de ligar tanto; es una habilidad ¿o no? – me pregunta, muy interesado.

-      Vale, puedo tratar de ayudarte; siempre que lleguemos a algún acuerdo. – negocio con él.

-      ¿Qué clase de acuerdo? – me pregunta, preocupado.

-      Nada raro, ¿eres freak, verdad? – le interrogo para cerciorarme.

-      Si, ¿por? – me mira con una ceja arqueada.

-      ¿te suena algo de algún tipo de programa que se llame Segunda vida? – le comunico lo que quiero saber.

-      ¿Segunda vida? – me mira pensativo, mientras lo repite para sí. – ahora mismo no, pero si quieres investigo y te digo mañana. – me responde, proponiéndome algo.

-      Toma mi teléfono, si averiguas algo; mándame un mensaje. – le digo mientras le doy mi número.

-      ¿si averiguo algo, me enseñaras? – me pregunta.

-      Si averiguas algo, te ayudare. – le contesto.

Yendo a la cafetería donde están las chicas, tirándose de los pelos; impacientes, preocupadas y ya alguna se ha marchado pensando que no venía.

Quedan 4 en la mesa.

-      Te hemos pedido un café. – dice una morena muy flaquita.

-      Vaya, gracias… - agradezco, sentándome entre ellas.

-      No sabíamos lo que querías – suelta una castaña gordita muy freak

-      ¿hemos acertado? – me pregunta la pelirroja teñida de clase.

-      Venga di algo. – me pide, la rubia tetona.

-      Venga chicas, si no me dejáis ni hablar. – rio divertido – si el café está bien, aunque para otra vez; me gusta más con leche. – les recomiendo.

-      ¿Ves, te lo dije? – le pregunta la castaña a la morena

-      Teníamos que haber esperado. – responde la rubia.

-      Bueno, casi acertamos. – sonríe la morena.

-      Venga, no pasa nada; ¡camarero! – grita la pelirroja.

-      ¿si? – responde este.

-      Trae leche calentita, por favor. – le pide educada y con cara seductora.

-      Vosotras sí que sabéis hacer que el paseo merezca la pena. – le digo a la pelirroja, que se ríe ante mi comentario; aunque es una queja a la par que una protesta, por mi vida anterior.

Hablamos de cosas triviales, nada importante; ellas intentando conocerme, por mi lado siendo un enigma y ellas siendo libros abiertos…pero cuando uno no pregunta, es difícil conocer a alguien; cuando nos dimos cuenta, ya sonó el aviso de la universidad.

-      Joder justo cuando esto se ponía interesante. – protesta la pelirroja.

-      Ojalá durara más el receso. – suspira la rubia.

-      Hay veces que en buena compañía se hace corto. – dice la castaña

La única que no dijo nada fue la morena muy delgada, la observe sorprendido; ella me observo también, pero ninguno dijimos nada.

La cuarta hora del día es programación, aun no le he echado un ojo; el profesor parece el padre del gordito barbudo, es clavado a él con 30 años de más. El tipo habla que parece le han metido un petardo en el culo, según el eso se debe en que tiene que dar 27 temas en un solo año; aunque ya nos adelanta, que en esta asignatura vamos a tener que estudiar por nuestra cuenta muchas cosas y decidir en qué código basarnos. Esto desanimo a muchos, pero no a mí; simplemente me lo tome como un reto más, asi que atendí a esta clase genérica que me valdría para aprobar, pero no para trabajar.

Y la última clase de hoy, como no; mi favorita, Matemáticas. Quitando a la chica genio de la clase, a un par de freaks; ninguno pudimos seguir la clase, el nivel de matemáticas es demasiado avanzado y sabiendo eso ya sé a qué le tengo que dar más caña.

Me despido de mi nuevo conocido y de las chicas de la clase, que se empeñan en seguirme; excepto la morena muy flaca, que parece ya ha pillado la indirecta y eso me llama la atención de ella.

Llego hasta el coche, fuertemente escoltado; hasta que María sale y me come los morros delante de todas, haciendo retroceder a la mayoría excepto a la pelirroja.

-      Cariño, ¿Qué tal tus clases? – me pregunta.

-      Bien ¿y las tuyas? – le pregunto, mientras me monto.

-      ¿perdona eres su novia? – pregunta la pelirroja, la más osada.

-      No, David; no tiene novias, tiene rollos y por ahora creo somos 3. – le dice para asustarla.

-      5 – corrijo.

-      ¡¿5?! – grita la pelirroja y acto seguido María.

Tras eso nos montamos en el coche, dejando a todas patidifusa y mientras nos vamos…

-      Espero me des una buena explicación. – me pide María.

A cambio le sonrio.