Segunda vida 8. En el trabajo
Conforme va haciendo cosas, David va mejorando; en el trabajo lo nota más que en nada, hasta su jefa lo nota y empieza a tener algún tipo de interés en el...él le da cita cuando lo tiene libre, poco a poco; va llenando la semana, empieza a plantearse, que le faltara tiempo.
Segunda vida
Capítulo 8. En el trabajo
SISTEMA SEGUNDA VIDA
Objetivos cumplidos con éxito:
- 1.Causar sensación en la universidad: 100 %
- 2.Evitar follar en la universidad: 100 %
- 3.Salir virgen del autobús: 125 %
(fue ingenioso usar una chica como escudo)
- 4.Seducir a tu prima: 100 %
- 5.Tirarte a tu prima: 100 %
Recompensas:
5 + 5 + 6 + 10 + 15 = 41 puntos de recompensas
Habilidades practicadas:
- 1.Autocontrol 3 / 6
- 2.Atender 1 / 4
- 3.Diplomacia 1 / 4
- 4.Estudiar 1 / 4
- 5.Matemáticas 3 / 4
- 6.Ingeniería 3 / 6
- 7.Física 2 / 4
- 8.Química 2 / 4
- 9.Guiarse por Madrid 3 / 4
- 10.Guiarse por la uni 2 / 4
- 11.Italiano 3 / 6
- 12.Elocuencia 4 / 4
- 13.Sexo 2 / 8
- 14.Tocar 4 / 4
- 15.Besar 4 / 4
- ¡Elocuencia mejora! Nueva barra: 0 / 6
- Carisma: 4 / 10
Elocuencia nula………..: Elocuencia básica: + 1 a hablar con cierta fluidez.
- ¡Tocar mejora! Nueva barra: 0 / 6
- Destreza: 2 / 10
Tocar nulo…….: Tocar básico: + 1 a tocar con cierto arte a una mujer.
- ¡Besar mejora! Nueva barra: 0 / 6
- Destreza: 3 / 10
Besar nulo…….: Besar básico: + 1 a besar a una mujer con cierta habilidad.
¿Quieres adquirir alguna ventaja o beneficio?
Si / No
/ si
Ventajas / Beneficios:
Elijo Beneficios.
Compro:
ingenieríaa nivel 1
Italianoa nivel 1
Autocontrola nivel 1
Tocamientoexcitante nivel 1
Besoscalentones nivel 1
40 puntos de recompensa de 41 que tenía.
Ingeniería básica adquirido: + 1 a conocimientos básicos de ingeniería.
Italiano básico adquirido: + 1 a don natural con italiano.
Autocontrol básico adquirido: + 1 a aguantar impasible donde otros ya se lanzarán al cuello.
Tocamiento excitante adquirido: + 1 al tocar una mujer es posible que se excite.
Besos calentones adquirido: + 1 al besar a una mujer es posible que se caliente.
Despierto porque la alarma suena, me ducho con rapidez y me visto descuidado; no me peino, total me va a hacer vestir ese horrible disfraz. Voy andando rápido al trabajo, para llegar con suficiente tiempo; por el camino las chicas me miran, pero menos.
Sonrío objetivo logrado, no quería llamar tanto la atención al menos no en todo momento; es molesto, ahora sé cómo se sienten las mujeres.
Llego al trabajo 5 minutos antes, ella me observa y entrecierra los ojos; luego mira el reloj y por ultimo sonríe de forma extraña.
- Buenas David, ¿Qué te has hecho? – me pregunta indagando.
- Nada especial, estoy haciendo ejercicio; supongo eso es lo que notas. – digo sorprendido, de que se haya dado cuenta.
- Sigue asi, te sienta bien; ponte el uniforme. – ordena tras animarme.
- Voy. – digo sonriendo.
Al llegar, me pongo el disfraz; que me queda algo más apretado que la otra vez, asi que sí que estoy más fuerte, supongo.
Cuando salgo ella sonríe, me da los panfletos; asi que salgo auto animándome, tengo el sistema y no voy a dejar que esto pueda conmigo.
Hoy al contrario que el otro día, soy un éxito; consigo atraer a un alto porcentaje de mujeres e incluso a algún hombre, la mayoría me coge las revistas y me siento genial. El cambio de voz me sale bien pero no para tirar cohetes, el disfraz oculta mi aspecto; pero parezco otro como dice la jefa, quizá lo sea.
Cuando entro veo a la jefa desbordada, me da la llave en silencio; pero me mira sorprendida, me cambio con una sonrisa en la cara y cuando me doy la vuelta esta la jefa en la puerta.
- ¿Cómo has atraído a tanta gente? – me pregunta, atónita.
- Quiza haya sido suerte. – le quito importancia y trato de salir, pero ella no se quita de la puerta.
- Dimelo, ¿Cómo? – me pregunta, de nuevo.
- Simplemente, me has dado el disfraz de un pene; actúo como tal, a la gente le gusta y entran a mirar…si la gente mira, la mayoría de veces compra; porque los humanos dependemos sobre todo de la vista y los oídos, eso es lo que creo. – digo, pareciendo un experto.
- ¿Quieres tomar una copa, hoy? – me pregunta, pidiéndome una cita.
La miro de arriba abajo y abajo arriba, ella sonríe complacida; ella sabe que esta buena, después de todo es una diosa.
- Hoy no puedo – digo apenado.
- ¿Mañana? – insiste, sorprendida de que la rechace.
- El viernes, lo tengo libre. – le suelto, sorprendiéndola.
- ¿en serio? – pregunta con la boca abierta.
- Tengo una cita cada día – le explico y ahora abre los ojos de par en par.
- Está bien, el viernes tras el trabajo; me ayudas, te doy algo extra y me ayudas en caja…luego veremos adónde vamos. – me acaricia y me deja un billete de 20 en el bolsillo.
- Jefa, me ha pagado de más; has sido productivo, que menos que darte una propina…hasta mañana chico ocupado. – me guiña el ojo y se va a atender a los clientes.
Salgo con una sonrisa en la cara.
- Vaya, en mi otra vida; no ligaba nada, ahora ligo demasiado. – suelto, preocupado.
Llego a casa y me pongo a cocinar, en este sistema sí que merece la pena; hacer cosas, se ven reforzadas.
Hago una tarta de fresas y nata, con cosas que tiene ahí mi prima desde sabe dios cuando; asegurándome que las fechas estén bien, de nada sirve cocinar algo caducado y una tortilla a la francesa a los 4 quesos.
Me pongo a hacer ambas cosas a la vez, siguiendo ambas recetas por internet; donde fracase en la otra vida, aquí venceré.
Tras terminar miro ambas cosas…
SISTEMA SEGUNDA VIDA
Receta: Tarta de fresas y nata
Calidad: muy buena + 2 a sabor
Efecto: a tu prima le encantara.
Precio en restaurante: 5 euros por trozo
SISTEMA SEGUNDA VIDA
Receta: Tortilla de 4 quesos
Calidad: buena + 1 a sabor
Efecto: a tu prima le va a gustar.
Precio en restaurante: 7 euros
Las miro satisfecho, falta 1 hora para que llegue mi prima; asi que me pongo ropa de deporte, corro un ratito por la zona y luego hago los ejercicios de cada día. Me empiezo a duchar con el tiempo bastante justo, la puerta se abre y veo a mi prima desnuda totalmente; que se arregla el pelo en el espejo, la miro atónito y ella me sonríe.
- ¿para qué te duchas, si vas a sudar ahora; otra vez? – ríe divertida.
- Buena pregunta, pero es que hice ejercici… - empiezo a explicarme, ella entra en la ducha y me tapa la boca con sus labios.
Cuando termina ese beso, nos miramos a los ojos.
- Es tu forma de decirme, ¿Qué tal el día? – le pregunto y ella se carcajea.
- Eres muy gracioso, primito. – dice dándome bocaditos juguetones en los labios.
- Tu eres muy sexy, prima. – la alago, ella sonríe.
- ¿bastante como para que me eches un polvo o te lo tengo que mendigar? – me pregunta con cierta ironía.
Ahora soy yo el que se carcajea, una vez termino; la beso con pasión, mientras mis manos atrapan sus grandes pechos para empezar a masajeárselos y me refriego por su entrada con mi polla ya erecta.
Nada más empezar a hacerlo, ella abre los ojos de par en par; gime como loca, me parece incluso tiene un pequeño orgasmo. Me muerde desesperada los labios, la cara; el cuello y se aprieta contra mí.
- La quiero dentro – me pide.
- ¿Qué?
- Que me la metas – me exige.
sonrió y obedezco, sin dejar de tocarla y besarla; se la empiezo a meter, mientras la sigo volviendo loca con mis besos y tocamientos; se lo voy haciendo, eso es lo que provoca que se vaya una y otra vez con pequeños orgasmos…como me dejo caliente esta tarde, me fui de un tiron; ella se arrodilla, tras un pedazo de orgasmo final.
Me mira jadeante, suspirando; acalorada, toda mojadita.
- ¿te parece bonito, lo que le haces a tu prima? – me pregunta sin aliento.
- Me encanta. – le digo sonriente y ella me sonríe de vuelta.
- Eres un sin vergüenza – se mete conmigo.
- Tu sin vergüenza. – la agarro por los pelos y me la acerco a mi miembro.
- Eso, mi sin vergüenza. – dice empezando a limpiármela con la boca.
- Mmmm…oh dios prima. – gimo, mientras me la limpia a fondo.
- Deja algo para la cama – dice, con cara provocativa, mientras se levanta y empieza a enjabonarme.
- Vale, ¿pero luego acabas? – le pregunto, pidiéndoselo mas bien.
- Si, si quieres si. – dice sorprendida, ante mi petición.
Mientras ella me enjabona, yo la enjabono; la toco y la beso de nuevo, al besarla se quita rápido.
- Ya… - me riñe.
- Lo siento, no puedo evitarlo. – digo y se ríe.
- Eres muy malo y luego te voy a castigar. – dice agarrando una toalla
Tras haberse enjuagado, huye de mí; dejándome solo en la ducha, viendo que se va le digo.
- En la nevera hay una sorpresa, en el micro otra sorpresa. – le comunico.
- Vale, ¿Qué abras echo? – dice nerviosa, como una cría.
Simplemente le sonrío y no digo nada, eso aumenta su ansia; sale casi corriendo, haciéndome reír.
- Es una cabeza loca. – susurro para mí.
Al rato la escucho gritar, viene corriendo; con la cara desencajada, como si hubiera visto algo raro.
- ¡¿me has hecho tarta?! – me pregunta, como loca.
- ¿Cómo sabes que la hice y no la compre? – le pregunto sorprendido.
- He visto la basura. – sonríe victoriosa, deja caer la toalla y vuelve a la ducha; se pone de rodillas de nuevo, mirándome a los ojos.
- ¿no ibas a dejar algo para la cama? – le pregunto, alzando una ceja.
- Que le den a la cama. – escupe, justo antes de metérsela hasta el fondo en la garganta.
- Ahhh… - gimo, como un loco; mientras ella se la mete y saca hasta el fondo a toda velocidad, con la boca súper húmeda y moviéndome la lengua dentro con un vicio fuera de lo normal.
- Mmm…para que me corro ya. – suelto, avisándola; me gustaría durar más en su boca, pero ella hace lo contrario.
Se la saca entera y se la mete hasta el fondo, moviendo la lengua en todo momento; con la boca cada vez más húmeda, incluso veo se está haciendo unos dedos lo que la hace dar incluso más de sí.
- Ughh – gimo, yéndome dentro de su garganta; ella no se la saca, simplemente traga y relame por dentro mientras me voy corriendo a borbotones.
- Uf prima te quiero. – le digo sintiéndolo.
- ¿Qué? ¿Estás loco? – me pregunta.
- Por ti – suspiro.
- Ya veo, muy loco. – ríe y me besa en los labios, si fuera otra no lo hubiera permitido; en mi vida anterior jamás lo admití, pero ella es mi prima.
Nos bañamos juntos y al rato salimos para el salón, ella desnuda y yo también; cada uno se lleva su cena, una vez sentados el uno junto al otro cenando.
- ¿Qué pensara de todo esto nuestra familia? – me pregunta, pensativa.
- Me da igual, ni siquiera los recuerdo. – argumento
- Si…tu no, pero yo sí; alguna vez tendremos que contárselo. – dice preocupada.
- ¿Por qué? – le pregunto.
- Porque en las fiestas familiares se extrañarían sino un poco. – ríe divertida.
- ¿pero, somos novios? – le pregunto.
- No corras, apenas empezamos; estamos de rollo, conociéndonos. – responde asustada.
- Entonces si la cosa se volviera seria, ya pensaremos en esto. – aprecio, tan tranquilo.
- Admiro estés tan tranquilo, por cierto; tu madre se anda quejando de que no la llamas y tu hermana mayor, también. – me comunica.
- Las llamare mañana, tienes razón; estoy tranquilo, solo importa lo que tú y yo queramos. – le contesto, llevando ambas bandejas; para traer un trozo de tarta, ella sonríe al ver la tarta.
- Me vas a engordar. – protesta, mirando la tarta con ojos brillantes.
- Nada de eso, en la cama hacemos ejercicio; gordita. – le digo con un apelativo cariñoso.
Ella pestañea varias veces extrañada, pero prueba la tarta.
- Mmm… - gime – eres un gran cocinero. – aprecia.
- Gracias, prima. – agradezco.
Compartimos la tarta como una pareja normal, en silencio; yo no sé qué decir y ella tampoco, solo nos miramos rojos los dos.
- ¿quieres un masaje en los pies? – le pregunto, nervioso.
- Cuando termine de fregar, ¿vale? – dice risueña.
- Vale – le sonrío de vuelta y ella se va moviendo sexi.
Tras un rato vuelve.
- Venga, ese masaje de pies. – sonríe divertida.
- Voy – le devuelvo la sonrisa.
Junto la crema en mis manos y me pongo a hacerlo…De repente se dónde tocar, como tocar y cuando; es como brujería, la mantengo gimiendo todo el tiempo. Algunos gemidos de dolor, de alivio; de relajación, de gusto y todo eso acaba convirtiéndose en morbo. Contemplo como mi prima va mojándose, se le hincha el chocho; se asoma su clítoris, se endurecen sus pezones y acaba teniendo un orgasmo brutal.
- ¿he tenido un orgasmo, en un masaje de pies? – me pregunta atónita.
- Eso parece. – admito, satisfecho.
- Ven aquí. – me agarra con su mano y me tira a su cama.
- ¿Qué haces? – le pregunto
- Ahora lo veras… - dice, me salta encima y se lo mete entero.
- Mmm… ¿me vas a follar? – le pregunto.
- Te voy a reventar, amigo. – suelta.
Asi es como empieza la noche, en un polvo salvaje de su parte; pero debo admitir, que no fue el único y que tenía que vengarme. ¿o no?